[24] SER TODO UN KOOK

Cuando llegaron al Chateau, June anunció que iba a tomarse una ducha rápida para quitarse la suciedad que le había quedado después de entrar a la tumba. Como solía pasar la mayoría de las noches allí con su hermano, John B se había asegurado de tener shampoo y acondicionador para ella, lo cual June agradecía.

Salió de la ducha media hora después y se dirigió hacia la sala de estar, donde vio a John B y Kiara en la mesa.

—¿Dónde está Pope? —preguntó.

—Oh, tenía que hacer algo —respondió Kiara—. Ya debe estar por volver.

La puerta trasera se abrió con un chirrido y Pope entró, sonriéndole a June. Ella le devolvió el gesto, frunciendo el ceño mientras una leve inquietud se apoderaba de ella. Había algo en él que parecía... extraño, aunque no podía decir qué.

Al adentrarse en la sala de estar, vio a su hermano en la cocina preparando un sándwich de mantequilla de maní con pan que tenía moho. La vista le revolvió el estómago, pero JJ parecía imperturbable.

—JJ, qué asco —dijo June—. Ese pan tenía moho hace tres días. Te va a caer mal.

—Le quitaré las partes feas —dijo JJ, encogiéndose de hombros—. Además, el moho es bueno. Es un organismo natural.

—No te va a gustar —murmuró June.

Kiara los miró—. Chicos, vengan.

—Sí —dijo JJ, acercándose a la mesa—. Maldición, ¡hagámoslo!

JJ mordió su sándwich, y un segundo después de masticarlo le llegó una arcada, escupiendo lo que tenía en su boca para tirarlo a la basura.

June lo miró—. Te lo dije.

John B abrió el sobre y sacó un mapa, que desdobló y colocó sobre la mesa—. La cruz marca el lugar —dijo señalando en el mapa—. Longitud, latitud. Esperen, hay algo más.

Tomó el sobre y metió la mano, sacando una grabadora. JJ lo miró—. ¿Qué es eso?

—Es una grabadora —dijo Kiara.

John B apretó play—. Querido Bird...

—¿Quién es Bird? —preguntó JJ.

June reconoció la voz de inmediato—. Dios mío, es...

—Mi papá —John B terminó por ella—. Así me llamaba mi papá —volvió a presionar play—. Odio decir que te lo dije, pero te lo dije. Y dudabas de tu viejo. Sospecho que, en este momento, estás lleno de culpa y de odio hacia ti debido a nuestra última pelea, pero aún no te mates, niño. Tampoco esperaba encontrar el Merchant —todos se miraron entre sí—. Probablemente tenías razón al desafiarme. No fui "el padre de la década". ¿Qué puedo decir? Estoy muy emocionado. Y, con suerte, escuchamos esto en nuestra flamante cabaña en Costa Rica, viviendo de inversiones pasivas y consiguiendo permisos. Si no, y encuentras esto por motivos menos que óptimos, bueno, para eso está el mapa. Ahí está, el naufragio del Merchant. Si algo me pasa, termina lo que empecé. Ve por el oro, muchacho —hubo una pausa—. Te amo, Bird, aunque no siempre actuara así. Te veré del otro lado.

La grabación se terminó, dejando a todos en estado de shock. John B dejó caer la grabadora en la mesa y se levantó, caminando hacia una esquina y apoyándose en la pared.

—¡Mierda, lo logró! —dijo JJ—. Encontró el Merchant...

—JJ, por favor —dijo Kiara mientras escuchaban a John B sollozar.

—Lo siento.

June se acercó a él, y lo abrazó por detrás—. Shh, todo estará bien, John B. Estamos aquí contigo.

John B siguió llorando en su abrazo, abrumado por lo que acababan de escuchar. June ni siquiera podía empezar a imaginar por lo que estaba pasando, así que decidió no decir mucho. En cambio, lo abrazó lo más fuerte que pudo, dejando que algunas lágrimas rodaran por su rostro. Consolar a su amigo era lo único que podía hacer en ese momento, y unos segundos después sintió la presencia del resto acercándose a ellos y uniéndose a su abrazo.

Una vez que John B se calmó, Kiara divisó el ukelele de Big John en un rincón, con la superficie un poco polvorienta pero aún afinada. Se separó de ellos y caminó hacia el misma, tomándolo en sus manos y sonriendo.

—Deberíamos tomarnos un descanso —dijo, levantando el instrumento—. Creo que todos lo necesitamos.

Sus amigos estuvieron de acuerdo, buscando un momento de paz después de la tormenta emocional del día. Agarraron unos refrescos, unas mantas para estar cómodos, y se dirigieron al embarcadero, donde la luz de la luna se reflejaba en el agua, creando un ambiente sereno.

Se sentaron en un círculo mientras Kiara afinaba el ukelele que había encontrado. Después de unos momentos, comenzó a tocar una suave melodía que llenó el aire con una sensación de calma.

—Eso es hermoso, Kie —dijo June, abrazándose las rodillas y mirando al agua.

Kiara sonrió—. Gracias. Era una de las favoritas de mi abuela.

—Suena bien —dijo John B con una sonrisa melancólica.

JJ, que estaba apoyado contra la baranda, la interrumpió con su característico humor—. Sí, sí, está muy bonito y todo, pero ¿sabes algo más alegre? Estoy a punto de dormirme.

—Siempre tan sensible —dijo Pope, lanzándole una pequeña rama que JJ atrapó.

Kiara puso los ojos en blanco, cambiando el ritmo a una melodía más animada—. ¿Así está mejor, Su Majestad?

—Mucho mejor —respondió JJ, comenzando a tamborilear en sus piernas como si estuviera en una banda.

Mientras Kiara seguía tocando, June se relajó poco a poco, dejándose llevar por la calidez del momento. Las bromas y risas entre ellos aligeraron el aire, y aunque el día había sido largo, esa pequeña pausa juntos lo hacía sentir más llevadero.

JJ miró a John B—. ¿Cuánto era?

—Cuatrocientos millones —respondió Pope.

—Bien, hablemos de la división —dijo JJ mientras Kiara se detenía—. Antes de decir "en partes iguales", les recuerdo que soy el único —levantó el arma—, que puede defendernos de los traficantes que nos perseguían. ¿Protección? No es barata.

—No entrenaste —dijo June.

Pope asintió—. Tienes cero entrenamiento.

—Youtube, hermano —dijo JJ—. ¿Alguna objeción? —nadie dijo nada—. Eso pensé. Sí, no oigo nada, así que...

June puso los ojos en blanco mientras escuchaba a Kiara decir—: ¿Qué vas a hacer con tus 80 millones, Pope?

—Pagar la universidad por adelantado —respondió Pope—. Y también los libros. Son caros.

—¿Y tú, Kie? —preguntó JJ.

—Sí —dijo Pope—, ¿qué hace una socialista cuando es rica?

Kiara rió, encogiéndose de hombros—. Solo quiero hacer un demo. Sobre Outer Banks, los Pogues. Igual que Catch a Fire sobre Kingston. Grabar en Marley Studio, que Peter Tosh produzca.

—Peter Tosh está muerto —dijo Pope.

—Lo sé, Pope. El espíritu de Peter Tosh nunca morirá.

—Me gusta tu idea, Kie —dijo June, sonriéndole.

—¿Qué harás tú, June? —preguntó.

—Creo... creo que me gustaría hacer algo que importe —respondió June—. Quiero ayudar a chicos como nosotros, ¿saben? Tal vez crear un refugio para aquellos que no tienen una casa segura donde regresar o creen que no hay nada bueno esperándolos. Un sitio donde puedan sentirse seguros. Pienso en los chicos que crecen con un padre como el nuestro —miró a su hermano—, que sienten que no hay salida... no sé, es tonto.

—No lo es —dijo Pope, poniendo su mano sobre la suya.

Kiara asintió—. Eso es hermoso, June.

—Sé lo que voy a hacer —dijo JJ—. Compraré una casa enorme en Figure Eight y seré todo un Kook.

Pope lo miró—. ¿Vas a ser todo un Kook?

—Sí, tendré una estatua mía de mármol y, luego, un estanque koi —dijo JJ—. Pondré esos peces...

—Nunca te visitaré —murmuró June, riendo.

—Claro que lo harás —dijo JJ.

Pope miró a John B—. ¿Qué harás, JB?

June posó su mirada en John B, quien estaba mirando hacia el agua. Cuando escuchó a Pope, se giró hacia ellos y les sonrió—. Ser todo un Kook.

—¡Por ser todo un Kook! —dijo June, levantando su refresco en forma de brindis.

Sus amigos la siguieron mientras vitoreaban—: ¡Por ser todo un Kook!

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