❄️•ú n i c o•❄️
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Para ellos, no había mejor sensación que la de unir sus cuerpos, porque demostrar cuánto se amaban en cuerpo y alma era una de sus actividades favoritas.
La habitación invadida de feromonas de alfa y omega, envuelto en el aroma de dulces melocotones del más joven combinado con la fuerte fragancia a chocolate que el mayor desprendía. Ambos aromas combinándose al mismo tiempo que sus cuerpos, acompañado de dulces gemidos, gruñidos y el choque de pieles.
Todo se volvió intenso cuando el joven omega le dio el tan esperado sí a su alfa a la vez en la que éste colocaba el precioso anillo en su dedo. Ambos se abrazaron y besaron con lágrimas de felicidad recorriendo sus mejillas… hasta que el calor comenzó a apoderarse de sus cuerpos. Con pasos torpes y bajas risitas llegaron a la cama donde se dejaron caer y se entregaron de la manera más hermosa y pura que solo un par de enamorados como ellos podía tener.
La manera tan magnífica en la que anudaron por primera vez, casi al mismo tiempo en el que esos colmillos rasgaban la tersa piel entre el cuello y hombro del más joven. Así concretando su lazo de eterno amor, donde lloraron al sentir la felicidad del otro y como los sentimientos de amor se percibían con claridad. Ambos se dedicaron a disfrutar ese momento de unión al máximo, regalándose besos e incontables palabras cursis, mientras admiraban la increíble vista que tenían del Big Ben desde su cama.
La joven pareja vivía en el extranjero, Hoseok había conseguido trabajar en una reconocida academia de danza en Londres y Taehyung como el novio enamoradizo que era, lo acompañó en su aventura por Europa. Porque si las cosas hubieran sido al revés, Hoseok también habría ido tras su talentoso novio. Afortunadamente, Taehyung consiguió una plaza como profesor de lenguas en esa misma academia, gracias a su increíble habilidad de dominar cinco idiomas, entre ellos, el inglés, italiano, francés, japonés y por supuesto, coreano… eran una pareja tan talentosa que salieron de su país para buscar nuevos horizontes y gracias a la diosa luna encontraron su suerte.
Tristemente, habían pasado tres meses desde la última vez que se abrazaron, que se besaron, que hicieron el amor, pues Taehyung se había tenido que marchar a su ciudad natal al día siguiente, pues su madre había enfermado y con el pasar de los meses empeoraba así alargando su estadía en Daegu. Por suerte, en la academia fueron comprensivos y pusieron un profesor de reemplazo mientras Taehyung cuidaba de su madre todo ese tiempo. Por otra parte, la joven pareja se hacían videollamadas todos los días, pero no era lo mismo verse a través de una pantalla…
Pero después de tantos tragos amargos, la felicidad llegó, la madre de Taehyung mejoró así que ya podía volver a Londres. Veinticuatro de diciembre y el milagro de navidad se les hizo… alfa y omega finalmente se podían reencontrar. Hoseok estaba muy emocionado, porque por fin podría abrazar y besar a su precioso novio, pero la emoción duró muy poco cuando recibió una llamada de él, avisando que el vuelo se había retrasado al día siguiente por una tormenta de nieve.
Miró la comida que tanto se había esmerado en preparar aún dentro del horno. Un puchero triste apareció en sus labios cuando su vista viajó a la mesa con los platos en su lugar y velas —aun sin encender— en el centro. Hoseok había decorado hasta el más mínimo detalle en el apartamento, quería que su omega se alegrara de encontrar el espíritu navideño en su hogar. Sin más, apagó el horno y salió en busca de alguna panadería abierta, para ahogar sus penas en chocolate caliente y mucho pero mucho pan, en la soledad de su habitación. Porque tampoco podía salir con sus amigos, a quienes les rechazó sus invitaciones para salir a celebrar porque su amado omega según iba a llegar esa noche.
Media hora después, el alfa regresó a su apartamento con una bolsa de papel llena de distintos tipos de pan. Iba dispuesto a encender la estufa para preparar chocolate caliente, pero terminó lanzando la bolsa de pan al aire por el enorme susto que se llevó al encontrar a alguien sentado a lado de la chimenea. Esta persona comenzó a reír y los ojitos del alfa se llenaron de lágrimas al darse cuenta de quién era, que en menos de tres segundos ya lo tenía envuelto en sus brazos sin dejar de sollozar.
—¡Estás aquí! —decía completamente emocionado sin dejar de abrazar a su omega. La felicidad inundando cada centímetro de su ser al tenerlo finalmente en sus brazos. —¡Te extrañé tanto!
Lo sujetó de las mejillas mirándolo a los ojos, ambos con estos cubiertos de lágrimas. Taehyung no podía decir nada, no cuando sentía que soltaría en llanto en el instante en el que su boca se abriera.
—Mi precioso, Taehyungie… —no podía dejar de sonreír a pesar de que las lágrimas resbalaban por sus mejillas sin tregua alguna. Nuevamente se abrazaron, sintiéndolo exageradamente necesario.
Necesitaban sentirse, necesitaban tocarse.
Cada uno hundió su rostro en el cuello ajeno. Taehyung sintiendo la calma llegar al fin a su ser después de inundarse del embriagante aroma a chocolate de su alfa. Tantos meses alejado de él, que olfatearlo ahora era como un analgésico para todo su cuerpo. Porque para una pareja enlazada, estar tanto tiempo separados, no era para nada bueno. Ambos comenzarían a sentirse cansados, fatigados e incluso depresivos. Pero la joven pareja supo lidiar con ello, al menos sintiéndose tranquilos al verse a través de una pantalla o manteniendo largas llamadas durante las mañanas o noches —todo dependiendo del horario del otro— así arrullándose con sus voces.
Por otra parte, Hoseok olfateaba una y otra vez a su omega, no logrando percibir su aroma a melocotón y eso lo estaba asustando. Al parecer, Taehyung se dio cuenta de ello, así que se separó un poquito tallando sus ojos, y no pudo evitar reír bajito al ver el rostro de confusión de su amado prometido.
—Utilicé un inhibidor en spray. —informa viendo como la expresión en el rostro del otro se relajaba. —Sabes que a pesar de estar enlazados, mi aroma es fuerte, no quería problemas en el avión con otros alfas y además… habrías percibido mi aroma al entrar aquí y yo quería sorprenderte.
El omega acunó las mejillas de su alfa y así unir sus labios finalmente después de casi cuatro largos meses. Hoseok sujetó la cintura de su novio, comenzando a mover sus labios con necesidad. Habían extrañado tanto besarse, saborear sus labios que en ese mismo instante todo a su alrededor pareció desaparecer, solo dejándolos a ellos dos en su burbuja.
Minutos después, Taehyung se hallaba sentado en el regazo de su alfa siendo mimado con muchos besitos. Ambos disfrutando del calor que la chimenea les otorgaba, pues la noche estaba muy fría y también había empezado a nevar de nueva cuenta.
—Te extrañé muchísimo… —besaba una y otra vez la bella mano de su prometido, justo donde descansaba el precioso anillo de compromiso. —Me puse muy triste cuando me dijiste que vendrías hasta mañana…
—Lo sé, te sentí y luego me sentí mal por hacerte sentir así… —puchereó. —Perdóname, Hobie… quería sorprenderte.
—No te preocupes, bebé. —dejó un piquito en el lindo puchero. —Ahora me siento muy feliz.
Taehyung sonrió. —Yo también te extrañé mucho… extrañaba estar así contigo… extrañaba tus besos…
Unieron sus labios de nueva cuenta, esta vez besándose sin prisa alguna. En esta ocasión se dedicaron a disfrutar su beso con calma, sintiendo a sus lobos más que felices por reunirse al fin. A los minutos, Taehyung se puso de pie y tomo una bolsa de regalo, extendiendola a su alfa, quien la sujetó confundido.
—Mamá te manda este regalo. —el alfa se sorprendió, comenzando a abrir su regalo. —me dijo que te lo diera en cuanto llegara y que le enviáramos fotos juntos.
—¡Un suéter navideño! —se carcajeó al ver la prenda roja con un enorme muñeco de nieve en el centro. —¡Es como el tuyo!
Cierto, Taehyung también traía uno parecido pero en color verde y con un adorable reno con una nariz roja. —Sip, mamá me dijo que los comprara un par de tallas más grande para que nos dure más.
Sin más, Hoseok se colocó el suéter navideño a juego con su amado omega, donde comenzaron a sacarse fotos en el adorable árbol que el alfa había decorado cerca de la chimenea. Después de eso, se sentaron a cenar muy felices y muy juntitos, no tenían deseos de estar separados nunca más. El alfa se hallaba muy feliz dándole de comer a su omega en la boca y Taehyung ronroneaba al estar siendo mimado por su alfa.
Después de cenar, colocaron varias mantas y almohadas frente a la chimenea, donde los dos se sentaron, para charlar tranquilamente lo que habían hecho durante esos meses, mientras esperaban la llegada de la navidad.
—Quiero sentir tu aroma… —Hoseok hizo berrinche cuál niño chiquito, sintiéndose frustrado de no poder percibir su fragancia favorita. —Pero si te duchas ahora, te podrías resfriar y… ¿Tae?
Este se hallaba acurrucado en el pecho del alfa, manteniendo sus ojitos cerrados. —¿Mhm?
—¿Quieres ir a la cama, amor? —cuestiona bajito acariciando los castaños cabellos. —Debes de estar cansado por el vuelo…
—Y por el cambio de horario… —respondió bajito con una risita para después enderezarse. Negó. —Quiero que sean las doce para poder darte tu regalo…
—Pero si te sientes muy cansado, puedes dármelo mañana. —insistió. Taehyung de verdad lucía cansado ahora que le prestaba atención, pero había un lindo rubor en sus mejillas que no desaparecía.
Negó de nuevo. —Quiero dártelo esta noche. —tomó su celular para revisar la hora. —Faltan solo cinco minutos para que sea navidad.
Taehyung se acurrucó más contra su alfa exigiendo más mimos. Hobie rió al ver a su omega tan mimado, más que de costumbre, así que lo rodeó con sus brazos y lo llenó de besitos hasta que dieron las doce. El alfa se separó y con una sonrisita alcanzó una pequeña cajita debajo del árbol y se la entregó a su prometido.
—Feliz navidad, mi amor… —los ojitos de Taehyung destellaron al recibir el pequeño regalo. —Oh bebé, ¿Por qué lloras?
—Estoy muy conmovido, es todo. —se excusó tallando sus ojitos con sus antebrazos. —Y muy feliz…
—Mi bebé… —besó la sonrosada mejilla, mientras él sensible omega abría su regalo. Una enorme sonrisa se plasmó en esos bonitos labios cuando sacó un precioso collar de oro. Cuando abrió el botoncito en el centro, con un sol y una estrella a cada lado, las lágrimas bajaron al encontrar una fotografía de ellos dos besándose.
—M-Me encanta… —decía sin dejar de mirarlo. —Hobie, en serio me encanta, es precioso, gracias…
—Yo lo diseñé. —informó orgulloso. —especialmente para ti, amor mío…
—Te luciste, Hobie… —estrelló los labios con los del alfa. —gracias, de verdad, gracias, lo atesoraré siempre.
Hoseok se rió, tomando el collar entre sus manos para colocarselo a su omega. —Te queda perfecto.
—No me lo quitaré nunca. —sonrió para ahora entregarle tímidamente su regalo a su alfa. —Ahora no sé si fue buena idea darte esto…
—Mi amor, tú podrías regalarme un par de calcetines y estaré muy feliz, por el simple hecho de que eres tú quien me lo regala.
Un nuevo puchero apareció en los labios del omega, y los ojitos volvían a llenarse de lágrimas. Oh su alfa siempre lo pondría sensible con sus lindas palabras, como lo amaba… pero esta ocasión, los nervios también empezaron a apoderarse del pobre omega al notar como su alfa comenzaba a quitar la parte de arriba de la cajita de regalo.
Taehyung comenzó a jugar con sus dedos cuando Hoseok la abrió y ladeó la cabeza al encontrar una nota, pero sonrió al reconocer la caligrafía de su omega:
"Cuando llegó el invierno, me llevé una enorme e inesperada sorpresa… cuando llegó el invierno me enteré de que una linda flor comenzó a crecer en mi interior… una flor que necesitará de todo nuestro amor para crecer. Una bella flor de invierno que florecerá en unos meses más, para iluminar nuestra existencia…"
Hoseok no se dio cuenta cuando ya se hallaba derramando lágrimas y su corazón latía con una increíble velocidad. Releyó la nota siete veces, hasta que la dejó a un lado y se encontró dentro de la cajita la imagen de una ecografía. Un sollozo salió de sus labios cuando delineó con su dedo la pequeña figura ahí.
Pero no se esperó cuando el aroma a melocotón llegó a sus fosas nasales, siendo levemente opacado por el de leche y talco, las ganas de llorar aumentaron. Hoseok volteó a ver a su omega quien con un pañito húmedo limpiaba su cuello, ahí donde yacía la glándula de los aromas, así dejando que su fragancia saliera sin control.
El alfa se acercó a su omega, quien también ya se encontraba llorando y lo atrapó en cálido y sentimental abrazo, para luego separarse y mirarse a los ojos completamente cristalizados. —Vas a ser padre, Hobie…
—Un bebé… —susurró con la voz rota sin dejar de ver a su omega los ojos.
—Sí, mi amor… —sujetó las temblorosas manos del alfa hasta colocarlas en el pequeño bultito que ahora era su vientre. —un bebé… —Hoseok sollozó con más fuerza al sentir la suave forma redonda.
—Santa luna… —bajó la mirada alzando el suéter verde de su prometido junto con la camisa interior y así lograr ver la pequeña pancita. —Tendremos un cachorrito… —lloró. —me darás un cachorrito.
—Un cachorrito tuyo y mío, Hobie… —no podía dejar de llorar, no cuando su alfa tocaba su vientre con tanto amor.
—M-Mi amor… —acunó las mejillas de su precioso prometido para plantar un sonoro besos en los labios ajenos. —¡Vamos a ser papás! —no podía creerlo. Dio un salto en su lugar hasta ponerse de pie caminando en círculos. Corrió a la ventana y a todo pulmón gritó: —¡Voy a ser papá!
Taehyung soltó una risa encantadora con lágrimas aún corriendo por sus mejillas. Pero en sólo unos segundos se vio nuevamente atrapado en los brazos de su alfa. —Parece que creamos a nuestro bebé el día que nos enlazamos…
—Un día antes de que tuvieras que irte… —la enorme sonrisa no abandonaba su rostro. —entonces nuestro bebito tiene, ¿Tres meses?
—Sí… —dejó un besito en aquellos hermosos labios de corazón. —Me enteré apenas hace una semana, moría por contarte pero quería sorprenderte…
—Me has dado dos enormes sorpresas hoy, mi amor. —lo besó. —Tú finalmente en casa… y ahora nuestro bebito… este es el mejor regalo de navidad del mundo...te amo tanto, tanto…
—Te amo, Hobie… —cerró los ojos, siguiendo el beso. —te amo, alfa...
Ellos continuaron besándose hasta que Hoseok fue recostando a su omega sobre la suave alfombra justo frente a la ardiente chimenea. Suspiros, chasquidos, jadeos… de repente comenzó a hacer calor, ya no sentían el frío invierno de diciembre allá afuera. Se necesitaban más que nunca, lo sabían…
La ropa comenzó a faltar, ahora eran dos cuerpos desnudos amándose, devorando sus bocas con tal intensidad pero sin dejar el toque amoroso que los caracterizaba. Hoseok recorría el cuerpo de su amado omega con devoción, como si se tratara de la porcelana más frágil del mundo. Taehyung jadeó complacido cuando los labios del alfa se posaron en la adorable protuberancia que era su pancita, donde aspiró profundamente el aroma naciente de leche y talco sintiendo a su lobo aullar orgulloso de que su omega llevara ahí dentro a su propia sangre.
Nuevamente subió a la boca de su omega apoderándose de ella de inmediato. Pero no duró mucho, pues Taehyung gimió alto cuando el alfa posó la mano en su ahora sensible pecho. Hoseok sonrió acariciando esa área con más fervor, al mismo tiempo en el que se hundía lentamente en su omega quien echó la cabeza hacia atrás placenteramente. Hoseok besó la manzana de Adán de su amado percibiendo las vibraciones, mientras comenzaba con suaves estocadas, tratando de ser lo más cuidadoso posible.
Entrelazaron sus manos, luciendo sus bellos anillos de compromiso, jadeando al unísono de las profundas estocadas del alfa. Se sentía tan bien la manera en la que se hundía una y otra vez, sintiendo la calidez y estrechez del interior de su prometido, quien temblaba de puro placer, disfrutando cada segundo. Hoseok hundió su rostro en el cuello de su amado dejando sutiles mordiscos. Taehyung gimoteó al sentirse tan sensible en ese lugar, todo él se había vuelto por completo sensible gracias al embarazo y vaya que ambos estaban aprovechando esa sensibilidad.
Un par de estocadas más, el nudo comenzó a crecer y unos colmillos atravesaron la sensible piel, reforzando la abandonada marca. Los dos gimieron al sentir su lazo fortalecerse y la conexión volverse más grande. Dos cuerpos exhaustos ahí en pleno living, tratando de recuperar sus respiraciones, mientras escuchaban como la madera de la chimenea se quemaba.
Ambos transpirados de pies a cabeza, besándose por cortos lapsos y sonriendo como el par de enamorados que eran. Con todo el cuidado del mundo —pues aún se encontraban unidos— el alfa los acomodó en posición de cucharita, siendo el la cuchara más grande. Taehyung se hizo pequeñito cuando el fuerte pecho de su alfa cubrió su espalda y su mano se posó protectoramente en su pancita.
—Feliz... navidad... Hobie… —murmuró entre respiraciones, sintiéndose agotado, satisfecho, amado y protegido…
—Feliz navidad, osito mío... —hundió el rostro en los castaños cabellos, aspirando con profundidad. Su mano acariciando el vientre con devoción. —y a nuestra pequeña flor también... Nuestra flor de invierno…
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Espero les haya gustado~ lo hice con mucho amor de mi para ustedes🥺 ¡Felices fiestas! ¡Y próspero año nuevo 2021!❄️
Dedicado a mis preciosos girasoles~
—Sony💙
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