7- Between song and song

Adrien se encontraba bastante tranquilo paseando por Paris con los cascos puestos escuchando música, el "Little Lies" de Fleetwood Mac hasta que su teléfono le llego una llamada, tomo su móvil y vio que era Kagami.

Se olvidaba que aún tenía su teléfono.

— ¿Hola? Vaya Kagami... Cuanto tiempo sin hablar— dijo el blondo.

—Hola Adrien, cuanto tiempo sin hablarnos— respondió la japonesa por su lado, se le notaba un poco nerviosa.

— ¿Estas bien? Después de todo lo que ocurrió... La verdad es que quiero saber si estás bien— contesto Adrien.

—La verdad es que dentro de lo que cabe, estoy bien, ¿Y a ti? ¿Cómo te ha ido en Gran Bretaña? —

—Dentro de lo que cabe, bien, un poco secos allí, pero no se está mal comparado con aquí— respondió el blondo a aquella pregunta de su exnovia.

—Eso me alegra... Te he llamado más que nada por si quieres quedar conmigo, como amigos— hablo la japonesa con tranquilidad.

—Si... podría ser increíble, ¿Cuándo y dónde? — pregunto el blondo.

—Podríamos quedar esta tarde, en la cafetería "Le chat blanc", ¿Qué te parece? Me gustaría conocer lo que te sucedió allí— hablo la japonesa.

Los dos se despidieron y en eso colgaron la llamada, Adrien se quedó viendo su móvil un momento y se le dibujo en sus labios una sonrisa apenada.

Kagami lo quería volver a ver... Sentía que lo fastidio todo hacía dos años con la japonesa y que no lo perdonaría por haber sido con el tan desconsiderado y haberle roto el corazón, pero deseaba saber cómo estaba Kagami, se preocupaba por la muchacha bastante.

El chico volvió a poner la música y decidió cambiar la música y puso "Ticket to ride" de The Beatles para seguir andando con tranquilidad.

En eso escucho una explosión por detrás, por lo que el muchacho se giró para ver qué era lo que estaba pasando y se percató de que era un villano akumatizado de gran tamaño.

—Joder macho... Ni un día tranquilo se puede estar— farfullo el blondo para en eso este empezar a correr hacia la otra dirección para así poder ocultarse.

Ya en un lugar donde no le pudiesen encontrar, Adrien abrió su bolso y allí salió Nikke.

— ¿Un akuma? — cuestiono el kwami de la lechuza, a lo que Adrien solo asintió con la cabeza.

—De acuerdo, ¿Qué es lo que planeas hacer en esta ocasión? — pregunto Nikke en ese momento.

—Quiero investigar, quiero saber qué hace Ladybug y saber cómo es la relación con otros portadores en lo que llevo de tiempo, un akumatizado de ese tamaño puede hacer que necesite a más portadores— hablo Adrien con cierta seriedad.

—Eso espero, creo que puedes sacar algo interesante a esto— contesto Nikke.

—Eso lo tengo que ver, debo de darme prisa... ¡Nikke, alas blancas! —

Y así Adrien se transformó en Snow Angel y fue a donde el villano y se mantuvo oculto viendo que estaba ocurriendo, vio a Ladybug y a Cat Walker intentando lidiar ellos dos de primeras al villano pero era algo que se percató el muchacho, ellos solos no iban a poder, por lo que vio a Ladybug irse momentáneamente y Cat Walker se puso a distraer a aquel villano.

—Vale...— murmuro el chico lechuza tras ver lo que pasaba y en eso ir a activar su poder—Megalignosis: Necesito saber la identidad de todos los portadores actuales de los miraculous—

Los ojos de este pasaron a ser aguamarina y empezó a ver en su mente las imágenes de quien era quien pero... hubo una persona en particular que le sorprendió y era el que Kagami fuese la portadora del miraculous del dragón, era Ryuko.

Cuando supo esto ya el blondo vestido de lechuza, dio un suspiro para tranquilizarse y ver atrás de él para ver si habían llegado Ladybug con la compañía. Adrien siempre recordaba que tardaba un poco.

Ladybug llego y estaba acompañada de tanto Vesperia como Ryuko, cosa que sorprendió un poco y vio como estas peleaban contra aquel villano mientras Snow Angel analizaba todo lo que veía. Notaba él que no se centraban e ir directamente, que no eran directos con lo que debían de hacer, cosa que en parte le estaba dando un poco de rabia.

Tal vez fue él y su kwami se estaba afectando, sabia por Nikke que los kwamis alteran el comportamiento normal de un portador y su kwami era muy de sopesar todo y de usar mucho la razón, pero era extremadamente perfeccionista y cuando había problemas les gustaba tomar la vía rápida pero a la misma vez, la más eficiente.

Vio que en si no tenía algo que resaltase mucho el akuma, pero este noto algo... como un extraño collar o algo similar que era parte de ese akuma gigantesco.

—Necesito que Vesperia lo paralice y así me encargare yo de esto, me harté de estar quieto. — murmuro Snow Angel, blandiendo la lanza mientras veía al akuma directamente aun oculto.

Adrien vio su alrededor, necesitaba un terreno un poco más amplio donde pillar carrerilla y debía de ver el ángulo para poder lanzar su lanza al collar porque donde estaba ese momento seria complejo. Se tuvo que alejar bastante de su posición y fue al final de un tejado bastante largo que le permitía lo que estaba pensando.

Algo bueno que tenía el traje de por sí era que le permitía poder ver de lejos lo que ocurría y cuando vio que Vesperia y Ryuko habían conseguido paralizar al villano este se decidió a acabar. Corrió con la lanza en la mano y cuando a casi el final de tejado, lo lanzo, llegando por la velocidad y la fuerza de lanzamiento, a la dirección del villano, que le dio justo en ese collar con la lanza.

Los cuatro héroes se dieron cuenta de esto y se impactaron.

El villano acabo des transformándose y volviéndose una persona normal y salió una mariposa oscura.

Ladybug purifico el akuma y los cuatro héroes intentaron ayudaron a la mujer, aunque ni se atrevieron a tocar esa lanza dorada, que había caído al suelo.

Los cuatro héroes se fueron de allí, dejando a esa mujer desconcertada, pero por el lado de Snow Angel, este había aparecido allí y simplemente tomo la lanza.

— ¿Tú quién eres? — cuestiono esa mujer un tanto asustada.

Snow Angel solo la miro de reojo y se fue de allí sin responderle, dejándole a la duda a la mujer.

Adrien se ocultó de nuevo y se destransformo y vio a Nikke.

— ¿Te encuentras bien? — pregunto Adrien a su kwami.

—Sí, la verdad es que hoy ha sido un día tranquilo la verdad— contesto el kwami alegre.

— ¿Y si nos vamos? — fue lo único que dijo el blondo.

—Sí, vayámonos— simplemente respondió el kwami.

Nikke se ocultó en el bolso de Adrien, que lo cerro, se puso los cascos y puso una nueva canción, "Jeanny" de Falco y se fue de allí.

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