4 Mejores amigas

Una semana después.

Llegó el sábado, y después de todo lo que había pasado durante la semana, decidí ignorar temporalmente los problemas que me rondaban la cabeza. Necesitaba desconectar. Ese día me lo tomé para mí, para relajarme y simplemente dejarme llevar, aunque fuera por unas horas. Mientras caminaba sin rumbo por la ciudad, me crucé con Trish y Fang. Fue como siempre: charlas casuales sobre la banda, tonterías sin importancia... y, claro, los insultos de Trish. Siempre me tiraba indirectas (y no tan indirectas) por ser humano. A estas alturas, ya debería haberme acostumbrado, pero había algo en su forma de hablar que siempre lograba tocarme la fibra.

—¿Cómo lo hace? me pregunté mientras me forzaba a mantener una sonrisa falsa. Trish parecía tener un talento innato para saber exactamente cómo y dónde atacar, como si conociera de memoria las debilidades de los humanos.

Me hizo preguntarme qué tanto sabía realmente sobre nosotros... quizás mucho más de lo que aparentaba. Tomé nota mental. Tal vez había alguna forma de darle la vuelta a la situación. No estaría mal encontrar una grieta en su armadura y devolverle algún comentario que la dejara sin palabras.

Entre tanto, me puse al día con Fang. Hablamos de muchas cosas, pero en el fondo no podía ignorar lo evidente: nuestra relación estaba en una espiral descendente. Todo se había desmoronado tan rápido... —enserio me gustaba esta chica— Cuando la conocí, pensé que tal vez ella sería diferente, que habría algo más que solo palabras vacías. Pero ahora, solo quedaba un eco de lo que habíamos sido. Lo peor de todo es que no estaba seguro de cómo habíamos llegado a este punto.

El domingo pasó sin mucha relevancia. Apenas hice nada, solo me dediqué a pensar. Reflexionar sobre la semana, sobre todo lo que había sucedido, especialmente con Misty y Naomi. Por más que intentaba no darle vueltas, su imagen seguía rondando mi mente. —No, lo de Trish está descartado. Ni loco—Pero por alguna razón, no podía dejar de preguntarme cómo todo había tomado este camino.

Y mientras los minutos se deslizaban lentamente, me encontré contando los segundos para que Sage volviera. –Cómo extraño a ese femboy cabrón–, pensé mientras una sonrisa nostálgica se asomaba en mi rostro. Él siempre había estado allí, como mi roca en medio de toda esta locura, con Sage, todo parecía tener más sentido.

Finalmente, llegó el lunes. Y por primera vez en mucho tiempo, me di cuenta de que estaba emocionado por ir a clases. No tanto por las lecciones o por los profesores, sino por ellas. Quería ver a Naomi y Misty. —Quisiera ser más abierto con ellas —pensé.

Pero sabía que lo nuestro no era más que algo superficial. Era sexo, nada más. Algo físico. Y aunque en el momento eso me había parecido suficiente, ahora me encontraba deseando algo más profundo, algo real. —Me deprime pensar en esto

No quería seguir cayendo en la trampa de estar constantemente horny, quería ser feliz. Quería algo que durara más allá del instante, pero no sabía si eso era posible para alguien como yo.

Llegué a la escuela sin muchas expectativas esos días. El profesor de sexualidad, el maestro Kama Sutra, había regresado, lo que significaba que Misty volvió a ser la encargada de la biblioteca. La rutina se sentía tediosa, sin sorpresas, al menos hasta la hora del almuerzo.

Me encontré con Naser, que estaba sentado tranquilamente, comiendo mientras tarareaba una canción de Kanye. Me acerqué con mi bandeja, dispuesto a distraerme un poco.

—Hola, Anon...— respondió él, con su habitual calma, aunque noté el cansancio en su voz.

Suspiró profundamente antes de continuar. —Naomi lleva deprimida desde el lunes de la semana pasada, ya no sé qué hacer con ella, amigo...—

Sentí una punzada de culpa atravesarme Posiblemente yo sea el responsable de eso, pensé, aunque preferí no decir nada todavía.

Naser continuó hablando, como si necesitara sacarlo todo de su pecho.

—Ya ni siquiera me pide... ya sabes, desde que le enseñaste esos estiramientos, y te lo agradezco, no soy muy fan del sexo, la verdad. Solo 30 segundos de, no sé si llamarlo placer, por una depresión que dura un día... no vale la pena.—

¿Así que a ellos también les da esa depresión post paja/coito? Pensé para mis adentros. Al menos esta vez no lo dije en voz alta, tal vez debería aprender de eso y dejar ese maldito hábito de lado...

—No sé qué decirte, amigo. ¿Qué sabes? — le pregunté, queriendo saber más, pero también con el temor de que lo que me contara confirmara mis sospechas.

Naser chasqueó la lengua antes de responder. —Casi nada, Anon, solo dice que necesita tiempo. Para mí que la relación ya murió... Llevo casi tres meses pensando en eso, no soy el hombre que ella necesita.—

Hizo una pausa, miró su comida con desdén, y luego añadió: —He estado pensando en romper con ella desde hace tiempo, Naomi es demasiado... empalagosa. Necesita cariño, atención, todo el tiempo, y yo no puedo dárselo. Ella necesita a un hombre que le dé mucho amor, yo quisiera, pero no tengo ni tiempo... ni ganas...—

Tomé un sorbo de agua, tratando de mantener la calma.

—Ella necesita a alguien como tú, amigo...— soltó Naser de la nada.

Casi escupo el agua que acababa de tragar. Logré contenerla justo a tiempo, pero me atraganté. —¿¡Estás loco!?— exclamé, una mezcla de sorpresa, confusión y un montón de emociones que ni siquiera pude identificar del todo.

Naser se rio con calma, dándome una palmada en la espalda. —No lo sé, pero digo la verdad. He escuchado que los humanos suelen ser más cariñosos en ambos sentidos que los dinos. Además, tienes mucho tiempo libre y, honestamente, eres un buen sujeto...—

Como quisiera morirme en este momento. Sentí la incomodidad treparme por la espalda y me removí en la silla. —No digas tonterías, Naser.—

Él se encogió de hombros, como si lo que acababa de decir no fuera gran cosa. —Es solo un decir, amigo. No te lo tomes a mal, además, sé que las cosas entre tú y Fang se enfriaron de golpe...—

Suspiré, rascándome la cabeza mientras desviaba la mirada. —Sí... prefiero no hablar de eso.—

Naser soltó otro suspiro, esta vez más largo y pesado, mientras jugaba con su filete, moviéndolo de un lado a otro con el tenedor. —Es una lástima, quiero a mi hermana, pero en serio... solo toma malas decisiones. De cualquier manera, veré cómo rompo con Naomi. Tengo que pensarlo bien. No quiero ganarme a su padre de enemigo. — Hizo una pausa antes de mirarme con una leve sonrisa. —Si quieres cortejarla, no hay problema, amigo. No hay rencores...—

No pude evitar sentir una extraña incomodidad en el pecho. ¿Cortejar a Naomi?... creo que ya hice más que eso, pensé y doy gracias a Jesus raptor por no decirlo en voz alta.

Las palabras de Naser me dejaron descolocado, pero no me dio tiempo de responder.

—Tengo que irme. Necesito quemar las calorías y algo de estrés, nos vemos Anon— dijo el algo irritado mientras tomaba su bandeja vacia.

Suspiré y pensé Al menos las cosas no se pueden complicar más...

—Maldita sea, lo volví a hacer—

Me levanté, dejé las bandejas en su zona y cuando me giré, me topé con Stella, que me saludó emocionada.

—¡Konichiwa, Anon-Kuin!—

La saludé con la mano por reflejo, aguantando el cringe que siempre me causaba su forma otakunesca de saludar.

Stella seguía saltando de un lado a otro, con una sonrisa radiante, pero mirándome... muy fijamente. —Rosa y yo queremos invitarte a tomar el té después de la salida. ¡Habrá galletitas de animalitos!—

Normalmente habría rechazado esa invitación sin pensarlo dos veces, pero en ese momento, en serio necesitaba un respiro de la telenovela turca a la que llamo mi vida. —Claro, ¿por qué no?—

Ella dio unos pequeños saltitos de emoción. —¡Te esperamos en los jardines! —

Mientras caminaba por los pasillos, vi a Naomi. —Dios, se veía pésima— El maquillaje mal aplicado, ojeras profundas, su cabello mal peinado, y estaba más delgada. Se veía como si en serio necesitara un abrazo.

Me acerqué con la intención de hablar con ella, pero antes de que pudiera decir algo, Naomi me cortó rápidamente. —Estoy ocupada, Anon. En otra ocasión.—

Se alejó a toda prisa y, por un momento, sentí que todo el aire me pesaba. —Dios, me siento como la mierda—

El resto de las clases pasaron sin pena ni gloria... solo hice todo en automático. En serio, necesitaba ese té.

Sin pensarlo mucho, me dirigí directamente a los jardines del campus para la famosa fiesta de té. No es que fuera algo habitual en mí, pero necesitaba una pausa del caos que había sido mi vida últimamente.

Cuando llegué, Rosa me miró y, con su típico tono despreocupado, soltó: —Ven para acá, carbón. El té está bien vergas...—

No entendí ni una palabra de lo que dijo en Rexicano, pero me apresuré a sentarme de todas formas. A los pocos segundos, apareció Stella, saludándonos con su energía contagiosa.

¡Hola, chicos!— exclamó, casi saltando de emoción mientras tomaba asiento.

Me serví un poco de té, y al primer sorbo, sentí cómo mis hombros se relajaban de inmediato. —Dios, esto es justo lo que necesitaba.

Durante los siguientes minutos, los tres comenzamos a hablar de cosas mundanas. Primero, de algunas materias: Rosa se quejaba de que los exámenes de historia eran un infierno.

—¿No les pasa que el profe suelta como diez preguntas de cosas que nunca mencionó?— dijo, cruzándose de brazos. —O sea, ¿en qué momento se supone que hablamos del Imperio Rexmano?—

Stella se rio suavemente. —Es verdad, a veces ni siquiera sé de qué está hablando... y no ayuda que siempre me siento al fondo. Estoy empezando a pensar que debería cambiarme de lugar.—

Yo asentí, sorprendido de lo mucho que me estaba divirtiendo. Por primera vez en semanas, me sentía... tranquilo. Las quejas sobre los profesores continuaron, intercambiando anécdotas sobre las peores clases.

—Y qué me dicen de la clase de matemáticas,— interrumpió Rosa, —Ese cabrón boca floja, siempre gritando, malditos, maldición, carajo etc..

Stella añadió, con una sonrisa: —Al menos sus ejercicios son fáciles... cuando les entiendes, claro.—

Y así, entre risas y comentarios casuales, las preocupaciones de la semana parecían disiparse. Por primera vez en mucho tiempo, no estaba pensando en los problemas, ni en Fang, ni en Naomi... solo estaba disfrutando del momento.

Sin embargo, noté que el ambiente cambió de golpe cuando el té y las galletas se terminaron. La relajación que había sentido se esfumó en un instante cuando Rosa, sin ningún tipo de aviso, soltó algo que me dejó helado.

—Qué buen cogidón le diste a la señora Roberts, Anon...—

Abrí los ojos de par en par, sintiendo que el estómago se me caía. —¿Cómo...? ¡¿Qué?!—

Antes de que pudiera procesar lo que acababa de oír, Stella, con su tono casi inocente pero lleno de asombro, intervino. —Olvidé algunas cosas en el salón y volví. Vi que la puerta estaba cerrada con seguro y... miré a través de la chapa. Vi lo que pasó... dios, Anon... por Kami-sama...—

Puse una mano en la frente, sintiendo cómo el sudor frío comenzaba a correr por mi espalda. —¿Ahora qué diablos hago? El pánico se asentaba en mi mente, pero traté de mantener la compostura.

Rosa, sin embargo, seguía tranquila, como si lo que acababa de decir fuera lo más casual del mundo. —Ni yo me lo creí cuando Stella me lo contó,— dijo con un tono relajado. —Pero luego recordé que eres humano y... bueno, tuvo sentido.—

La miré con los ojos entrecerrados, lleno de confusión. ¿Eh? ¿A qué te refieres?— pregunté, esperando que esto no fuera a peor.

Ella se encogió de hombros, como si no fuera gran cosa. —Una tía mía se casó con un humano y nunca dejó de presumir lo bueno que era en el sexo. No tenía ni un gramo de pudor. Y bueno, ahora que Stella me contó lo que vio, supe que no bromeaba...—

Mi mente seguía tratando de asimilar todo lo que estaba ocurriendo cuando Rosa añadió, con una sonrisa tranquila: No te preocupes, Anon. Somos compas. De aquí no sale esa información. Tienes suerte de que fuera Stella quien te vio...—

Me quedé en silencio por un momento, aún procesando lo que acababa de pasar. —¿Suerte No podía creer que me estuvieran hablando con tanta naturalidad después de semejante revelación. Estaba al borde de un ataque de nervios, pero no podía permitir que lo notaran.

Stella dijo apenada -Siendo sincera sentí envidia, Rosa nunca me ha hecho gritar tan fuerte...

Me rasque la barbilla imaginándome cosas no muy santas —¿Espera ustedes dos? —

Rosa se cruzo de piernas y giro su taza de té con la mano mientras veía el líquido mecerse —Si y no Anon, lo que pasa es que ni a Stella ni a mi nos interesan los dinos, Stella por fetiche y yo por culpa de mi tía que me hizo tener curiosidad por los humanos, por años y la frustración es grande, como nos tenemos confianza un revolcón entre nosotras ayuda cada tanto.

—Oh ya veo... no soy quién para juzgar— dije después de recordar la cornamenta que le puse a Naser.

Rosa con seriedad espeto—Desde el primer día quise saltarte encima Anon, y esas ganas solo crecieron al conocerte, tienes algo que despierta algo en mi. —

Stella jugando con sus dedos mientras me miraba con ternura —Eres el único con el que puedo hablar de anime a gusto y bueno eres humano y siempre quise tener uno para mi...—

Soy yo o parece que hablan de mi como si fuera un tipo de mascota...

Rosa tomo un sorbo de te y dijo como lo más casual del mundo ¿Te apetece un trio

Abrí los ojos como platos, jamás en mi vida pensé que escucharía esas palabras tan celestiales si...— respondí sin pensarlo ni medio nano segundo.

Después de eso nos fuimos, nos subimos a la Ford Lobo de Rosa y fuimos directo al departamento de Stella, se notaba que esas dos estaban incluso más calientes que yo... nunca creí que el instituto Volcano seria .

Llegamos en menos de 5 minutos y casi me arrastraron hacia el departamento cuando nos bajamos de lo ansiosas que estaban, me sentí enjaulado con dos leonas, de no ser porque estoy consciente de que tengo altas probabilidades de manejarlas no me sentía tan asustado.

Stella prendió la Luz... el cuarto era algo pequeño, pero no se veía tan desordenado como esperaba —wow pensé que...—

Rosa respondió interrumpiéndome —oh créeme se ve así solo porque planeamos traerte aquí desde el sábado... tuvimos que mover los planes hasta el lunes porque nos tomo dos días hacer este lugar habitable, ya que mi casa esta fuera de discusión, si llevo un chico mi madre se volverá loca y posiblemente mi padre saque la escopeta...

Trague saliva y ella sonrió —Es broma Anon... es un cuerno de chivo...—

—oh— respondí más asustado.

Una vez más la maldita curiosidad me gano ¿ustedes dos que tanto hacen juntas? —

Stella sonrió coquetamente ¿quieres ver....—

Rosa le dio un sape interrumpiéndola -Varias cosas Anon, pero por lo general usamos juguetes ya sabes.

Sella emocionada abrió el cajon de su ropero el cual estaba lleno de varios dildos y strap ons.

Entre cerré los ojos —Mi trasero esta fuera de la discusión chicas...—

Stella hizo un puchero —Chale le quitas lo divertido a la vida mano...—

Note que los dildos eran de varias formas... posiblemente de varias especies dinos incluso algunos de penes humanos, pero note algo que preferí no mencionar al verlo como algo insignificante que era que los dildos no eran grandes a lo mucho 13 centímetros.

—¿Cómo nos organizamos? ¿Cuáles son las reglas? — Exprese tranquilo, mientras mis dudas crecían.

Rosa asintió —Si necesitamos reglas, sobre todo tomando en cuenta que al parecer por Stella duras un buen rato, pensé, —Mejor no les digo que puedo hacerlo más de una vez, no creo que sus cerebros aguanten tal realidad

Las dos se mordieron los labios y movieron sus colas frenéticamente

Carajo lo volví hacer.

Decidí dar la primer regla.

—Soy hetero chicas nada de ya saben con mi Anastasio. —

Stella susurro -Sage cof cof...

Arquee la ceja pero no le di importancia, ya que al parecer Stella murmuro algo pero no escuche bien.

Las dos asintieron Rosa dijo decidida —No usaremos juguetes en esta ocasión ni siquiera nosotras, queremos ver de que estas hecho, queremos cada uno un momento contigo a solas, queremos disfrutar al máximo nuestra primera vez—

Stella asintió y sonrio mientras jugueteaba con su cabello —Creo que sería todo, a nosotras no nos importa mucho puedes tocarnos donde quieras, de hecho, no sé si te moleste, pero me gusta besar y que me den besitos cariñosos. —

Rosa miro a Anon con fuerza —A mí también y a las dos nos gusta suave, nada de pasarte de rudo Anon, somos unas flores delicadas.

Si como no... pensé —ok está bien, esos abrazos cariños y seré lo más suave que pueda, ya si quieren rudo me dicen. —

Rosa respondió —correcto ahora muéstranos la mercancía papito—

Esa palabra final espero que la use mucho me hizo estremecerme sonreí todo por su tono y acento Rexicano —Ok pero ustedes también. —

Rosa dijo orgullosa mientras se quitaba el vestido tendrás que ganártelo, de momento confórmate con la ropa interior...—

Ya quiero hacer a Rosa gritar mi nombre...

Rosa traía ropa de encaje café oscuro y Stella una brasier blanco y las estereotípicas pantys blancas con rallas azules, las dos estaban algo gorditas, pero tenían grandes los lugares correctos, Rosa tenia grandes muslos y pechos y Stella tenía una barriga bastante bonita...

—ok chicas, aléjense que no quiero sacarles los ojos— dije en tono de burla y con algo de orgullo.

Rosa rio un poco y luego puso una cara seria —por favor anon no brom...—

Me baje los pantalones junto con los boxers y deje salir al titan colosal ¡Esa madre está viva no mames! grito Rosa en Rexicano mientras empezó a rezarle a su crucifijo.

Stella abrió los ojos y le brillaron —Sugoi, parece el de un prota de hentai sabía que guardabas algo así, por algo hiciste gritar a la maestra como puerca, ya me desanimé no se si me quepa... aunque gritar como mona china siempre quise hacerlo...

Me saco de onda bien machín lo que dijo Stella, sacudí mi cabeza y luego las mire avergonzado —La señorita Roberts me dijo algo, que no sé si se al 100 por ciento si es verdad, pero tómenlo en cuenta, me dijo que por alguna razón las dinos una vez probaban los humanos no hay marcha atrás—

Rosa se calmó y dijo —Mi tía dijo exactamente lo mismo muchas veces

Me rasque la cabeza —las aprecio chicas, ustedes 2 y Sage han sido los mejores amigos que eh tenido en mi vida y no quiero que las cosas se compliquen, aún hay marcha atrás.—

Para mi sorpresa Rosa y Stella me dieron un abrazo —No te preocupes Anon... eso es algo que queremos desde hace tiempo. — dijo Rosa en un tono casi maternal

Stella se separó un poco y me miro a los ojos con sus hermosos ojos azules —Anon, eres el chico más dulce, servicial y caballeroso que eh conocido, nunca me juzgaste e incluso viste series conmigo algunas veces, no tienes idea de cuando aprecio eso, y desde hace tiempo tengo una fuerte atracción hacia ti, a mi siempre me prendieron los humanos.

Rosa se encogio de hombros y me miro con el mismo cariño que Stella— no pasara nada, esto no es algo serio será un revolcón y ya ¿Qué es lo peor que podría pasar —

No pude evitar decir — siempre pasa lo peor...

Stella decepcionada dice con la voz casi quebrada —¿tan poca fe nos tienes? —

Ambas se separaron de mí.

Me quede pensativo un momento cruzado de brazos y las volví a ver, ambas se veían tristes... estos dinos y sus ojos todos bonitos que me hacen dudar de todo por Jesus Raptor —no es a ustedes a quien no les tengo dé es a mí mismo...—

Rosa se acercó de nuevo y me dio un abrazo, haciendo que mi cara chocara con sus suaves pechos —Enserio no te esponjes tanto, me resulta difícil no saltar a abrazarte cada vez que te veo, estas necesitado de mucho cariño Anon—

Stella se unió al abrazo ahora tenia a otros pechos contra el otro lado de mi cabeza—Somos tus amigas Anon, si crees que le pediríamos a cualquier sujeto lo que te estamos pidiendo, es que no nos conoces, precisamente queremos hacer esto porque es contigo...

Correspondi el abrazo —No merezco tener tan buenas amigas como ustedes...—

—Amigas por ahora. susurraron ambas muy en lo bajo

Se me figuro escuchar que ambas susurraron algo justo después de que dije eso, PERO NO LE DI IMPORTANCIA.

Ambas me dieron un beso en la mejilla cada una y se pusieron de rodillas frente a mi miembro posteriormente... extrañare esa sensación de sus pechos contra mi cara.

Rosa se relamió los labios —Mi tía no mentía para nada, de hecho, estoy muy agradecida por haberme hecho expectativas tan altas, la lograste tirar de un vergazo.

No pude evitar reír.

Stella tomo mi miembro con su mano Basta de charla es hora de esto... que siendo sincera espero un Nakadashi. —

Oh, hasta yo se que es eso, pero mejor no digo que entendí porque se va a volver loca... y aun quiero ocultar mi nivel de poder.

—No sean tan bruscas pero tampoco tan suaves...— dije algo avergonzado mientras veía como veían mi miembro con sus ojos muy centrados en él y ambas movían sus colas de un lado a otra... como dos cachorritas jugando con un juguete nuevo.

Ellas tocaban mi miembro por curiosidad más que cualquier cosa, se notaba que eran nuevas en esto, fue Stella quien empezó a subir el nivel y empezó a lamer mi miembro con su lengua y Rosa se enfoco en mis bolas comenzando a chuparlas con cuidado.

—solo no las muerdas rosa quiero tener decendencia algun día... jamás pensé que diría eso... —

Escuche el sonido de varios golpes por alguna razón que no comprendo las dos se pusieron rojas, sus ojos brillaron más y casi rompen el piso con sus colas.

Rosa con un tono sensual dijo —No hay que privarle al mundo de un futuro Anon Jr. Entiendo...—

Ambas continuaron con su labor y pensé —Me siento el hombre más afortunado en vida...—

Stella no pudo evitar reír —y apenas empezamos...

Volvi a decir en voz alta lo que pienso —¿Por qué no puedo dejar de hacerlo? —

Después de unos segundos las dos estaban chupando cada una un lado de mi miembro, turnándose para chupar la punta, a ninguna de las dos les importo que sus lenguas se tocasen entre si...

Se me ocurrió una idea algo loca —¿podría pedirles algo aunque suene loco? —

Rosa se detuvo y me miro con ojos juzgantes —Solo dilo Anon no preguntes. —

—Las dos ya saben podrían enredar sus lenguas en mi miembro al mismo tiempo y luego...—

Ambas entendieron y sacaron sus largas lenguas y desde cada lado las enredaron, y se juntaron alrededor de mi miembro cubriéndolo por completo entre las dos, dejando solo el glande libre,, ambas muy coordinadas empezaron a mover su cabeza de arriba abajo -oh por dios una lenguapaja doble...

Stella se desenredo y comenzó a reír sin control.

Rosa lo hizo también y dijo con una expresión rara —Se te ocurren cosas muy raras Anon... creo que ya va siendo hora de subir el nivel acuéstate en la cama...—

Me terminé por desnudar quitándome mi chaqueta verde y la camisa y obedecí.

—¿Quién ira primero? — Pregunte algo nervioso.

Ambas se miraron entre si por unos segundos y se pusieron a jugar piedra papel o tijeras

Al final gano Stella pero dijo que quería ser la segunda, cediéndole el turno a Rosa.

Rosa emocionada se colocó sobre mí, ella se quitó su sesten rebelando sus grandes senos con aureolas grandes de tono rozado que rebotaron, y mis ojos los siguieron como algo hipnótico, aunque se le veía algo apenada, posteriormente se quito sus pantys quedando completamente desnuda, aunque por la posición y la poca Luz no pude ver su flor por desgracia.

Sonreí y me movi un poco para acercar mi rostro al de ella para darle un Beso en la boca de lengua, nuestras lenguas danzaron brevemente y la mire a sus Ojos color avellana -Eres hermosa Rosa, tu rostro, tu cabello, tus cuernos, tu instinto maternal, tu belleza interior, tu corazón... jamás podria terminar de decirte lo hermosa que eres en todo sentido.

Ella junto su frente con la miia con cuidado de no acercar mucho los cuernos de su cabeza no mientas Anon estoy gorda—

aguante mi sonrisa y la agarre de una de sus nalgas -en los lugares correctos, así tengo más de donde agarrar... y eso va para ti Stella, apenas tenga oportunidad le are un brbrrbrbr a esa barriguita hermosa tuya

Stella se cubrió la panza con las manos y fingió sentirse ofendida -Qué vulgar eres Anon. —

Respondí encogido de hombros —Soy honesto...

Stella jugo con sus dedos y entendí que estaba algo celosa —Las dos son muy hermosas, lo pienso desde el primer día que las vi, jamás en mi vida imaginaria que algo así ocurriría, y que jamás podria siquiera estar en presencia de dos dinos tan hermosas y de buen corazón. —

La stego verde soltó una risa apenada y juguetona —Eres todo un prota de Harem Anon... sonaste como uno—

Me quede pensando.... —Acaso... Nha no ceo que llegue a tanto. —

Pude notar los fluidos de Rosa empezar a lubricar mi miembro.

—Bueno... qui voy Anon, recuerda suave, es mi primera vez con un hombre...—

Asentí y ella metió su miembro lentamente, y al igual que con Naomi y Misty fue una sensación similar, pero completamente distinta a la vez, de las 3 que había tenido ella era de lejos la más apretada,

Ella jadeo mientras se adaptaba a la sensación, jamás se había metido algo tan grande al parecer —oh por la virgen Stegoria la siento muy adentro me estas empalando cabron—

Stella midió con sus manos hasta donde llegaba -okey ya me esta dando algo de miedo... pero del rico...

Le di su tiempo a Rosa para que se acostumbrara.

Stella pregunto ya que Rosa seguía en shock —Oye Anon cuanto tardas en terminar... quería quitarme la duda si lo que dijiste en clases era cierto—

Respondí tranquilo —calculo que 4 minutos si estas tan apretada como Rosa...—

Stella trago saliva y se mordió el puño, ya que era igual de pervertida que yo, se sabía todos tags del libro, y sabia que ninguna de las dos saldría siendo la misma.

Sentí el miembro más apretado por un momento y luego un chorro de líquido salió de ella.

Stella puso ambas manos en sus mejillas —Diablos le causaste un orgasmo con solo metérsela—

Rosa acababa de tener un orgasmo tan fuerte, que puso los ojos en blanco y se convulsiono un poquito por el placer.

Rosa regreso en si y sin sacarse el miembro se acercó a mi, moviendo su cuerpo, y me planto un beso en los labios, uno lleno de pasión desenfrenada, Stella estaba impaciente por su turno, mientras jugaba con su coño al ver tan sexy escena.

Para sorpresa de nosotros dos Rosa con una voz rasposa grito —¡Párteme en putas dos Anon, por peidad, y no te detengas por nada del mundo dije que suave, pero olvídalo y mueve ese culo a la de ya, quiero que me revuelvas las pinches entrañas

Dios sonó justo como esas hot latinas de la página naranja A sus ordenes chichona! respondí y comencé a bombear de forma paulatina, por la posición en la que estábamos no podía moverme mucho, ella no quería separar sus labios de los míos, incluso con sus manos recorría mi torso entero, ella quería sentir mi cuerpo, por suerte parecía que estaba disfrutando mucho de esta experiencia.

Ella cuando se separaba de mi boca decía en el tono más putamente sensual y ardiente que jamás escuche en Rexicano —¡Así, más duro papi, párteme todita, no tengas piedad de tu puta, pinta mi coñito de blanco! —

Stella se mordió los labios al editarse con la voz de Rosa mientras jugaba consigo misma —Genial ya llego a ese punto dale más duro Anon no te detengas, deja a esa zorra Rexicana invalida—

Finalmente, Rosa levanto su cuerpo del mío, y empezó a moverse ella, en la posición de la vaquera, moviéndose de arriba abajo, teníamos una gran sincronización, sin embargo, Rosa llego al límite, teniendo otro orgasmo, pero esta vez si dio un gran gemido de placer mientras me mirab al techo.

Tras 10 segundos de ella se desplomo en mi pecho, completamente agotada y respirando con fuerza.

Stella y junto sus dos manos emocionada —Mi Turno Anon Kun—

Rosa con tristeza dijo en Rexicano algo que no entendí —Por favor Stella, quiero seguir abrazada a mi amado a mi dulce cariñito lindo mi amor

—¿Qué dijo? No entendí nada— exclamé, porque sabía que era algo importante

Stella frunció el ceño ignorándome por completo y la intento empujar sin éxito, me tenía agarrado hasta con su cola —no señorita es mi turno, ya tuviste tu momento con él, me toca—

Stella hizo un puchero y ahora si se dignó a responderme -Que no te quiere soltar que quiere que la abraces todo el día y otras cosas que mejor que nos sepas aún Anon... Kun—

A veces me sorprendo del efecto que tengo en las dinos...

-Stella si quieren me puedo quedar a dormir con ustedes hoy... no es como si...—

Las dos soltaron un chillido muy emocionadas y Rosa dijo -claro Anon... puedes hacerlo cuando quieras...

Stella ofendida dijo cruzándose de brazos y girando su cabeza para no mirarnos -oye es mi apartamento...—

Rosa alzo la ceja -¿se lo vas a negar? —

Stella siguió inflando sus cachetes -sabes perfectamente que no Ahora mueve tu gran culo y déjame disfrutar de mi momento, ya te deje el tuyo, Rosa a regañadientes me soltó y se levanto de mi... se tomo su tiempo... no quería separarse de mi se le noto triste...

Le di otro besito en la boca— las abrazare a las dos toda la noche y no las voy a soltar...—

Rosa moviendo la cola solo asintió...

Stella muy roja y jugando con sus dedos dijo -yo quiero de misionero... quiero ver tu cara mientras lo hagamos Anon...

Rosa le dio una nalgada a Stella y le dijo en Rexicano —que puerca mija...—

Desearía saber Rexicano... quizás algún día le diga a Rosa que me enseñe... la imagen de Rosa con ropa de maestra casi mi funde el cerebro...

—claro Stella... solo dame un momento para acomodarme...—

Stella se recostó en la cama y yo me coloque sobre ella, la vista era hermosa, ver a alguien así de cara a cara era maravilloso en espacial a alguien tan especial y hermosa como ella.

Puse mi mano en su mejilla y le di un beso, fue delicado, pero lleno de pasión, su larga lengua se metia en mi boca mientras ambas danzaban la música del amor...

—eres hermosa Stella...—

Ella se sonrojo mucho y movió su cola de un lado a otro e inflo los cachetes en un puchero —no es cierto...—

Le di otro beso -claro que lo eres... tanto por dentro como por fuera... posicioné mi miembro en su entrada —¿lista? —

Ella asintió, y comencé a entrar lentamente, quería que esta experiencia se gravara bien en su memoria, y finalmente llegue al final...

Ella respiro agitadamente— llegaste tan profundo... Rosa sin que lo notaran les tomo una foto...—

—voy a moverme, ella asintió tranquila...—

Aunque siendo honesto soy bastante inexperto pude ver que ella realmente estaba disfrutando de eso, ella abrazo mi cuerpo por completo, enredo su cola con mi pierna, yo seguí a mi ritmo, tratándola como una princesa... sus garras se empezaron a clavar en mi espalda... pero no me importo, lento suave uno dos, uno dos...

Nos comenzamos a besar de nuevo, constantemente, no debamos besitos en la cara con mucho cariño, pero todo tiene su final, Stella me soltó y apretó las sabanas con ambas manos cuando ya no pudo más y solto un gran gemido, hasta ahora de todas... Stella es la que se ha venido más fuerte de todas, y el gemido más fuerte...

Quede a casi nada de venirme, pero no Rosa suspiro con tristeza —ni con todas nuestras fuerzas pudios haberte venir ni una vez...—

—acércate a Stella yo terminare el trabajo... ambas se recostaron juntas y me posición de sobre ellas, mientras me pajeaba, las dos entendieron inmediatamente que quería hacerles un facial...

—bran la boca aquí viene... ambas lo hicieron, y solté mi carga... mis disparos de Semen les dieron a ambas, solté unos 6 o siete chorros antes de terminar... las dos quedaron con los hilos de mi leche blanca en sus rostros, y comenzaron a lamerse la una a la otra, limpiándose totalmente, finalizando con un sexy beso de lenguas, dios fue un espectáculo, sus largas lenguas se enredaban, dios como quisiera tener la lengua larga...

Las dos con sus dedos me dijeron que me acercara —si beso triple dije sin controlarme, y me uno a la danza de lenguas con las dos...—

Tras algunos segundos caí cansado en medio de las dos —oye Anon... ¿Por qué sigues erecto? Dijo Stella preocupada. —

Suspiré y dije—creo que puedo hacerlo dos veces más... no exageraba con decir que podía hacerlo más de una vez—

Las dos se asustaron y Rosa dijo —nos vas a matar perro...—

Rei bastante —no se preocupen con una tengo, es cuestión de controlarme, no se preocupen...—

Ambas me abrazaron, Stella quien me abrazaba desde atrás me dijo casi al oído -menos mal... nos va a faltar práctica...

Rosa quien estaba contra mi pecho dijo —eres un completo animal... pero ya abra otras oportunidades...—

—Acaso acaba de insinuar que quiere que esto se repita....—

Stella dijo -si Anon queremos hacerlo de nuevo... en otra ocasión, dudo que a este punto podamos sentir algo si no es contigo, como tu mismo lo dijiste una vez pruebas a un humano no hay marcha atrás...

Trague saliva.

Rosa después de espirar fuerte me miro a los ojos -Tendrás que tomar responsabilidad... pero por ahora solo quiero dormir sintiendo tus grandes brazos alrededor de mi cuerpo... —

Stella frotando su mejilla contra la mía —yo estoy bien por aca me gusta tener mi cara cerca de la tuya...—

Oh por Jesus Raptor en que me meti...

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top