Regreso sonando su nariz para mantenerla limpia y con las manos oliendo a jabón. Después de haber bajado a el baño para mantener las apariencias y lavarse las manos regresó acompañado de el albino. Ni una palabra habían dicho, este mantenía la cabeza en el suelo siendo observado con sospecha por el rubio. Regreso solo para sentarse en una de las sillas siendo abrazado por su hermano y su madre perdido en sus pensamientos 

Debía controlarse, debía tomar sus pastillas y medicamentos. No podía seguir así, en cualquier momento esa enfermedad iba a tomar control de su cuerpo y eso empeoraría más las cosas 

—Solo estamos tú y yo en esto meliodas — lo escucho murmuras desde su mente creando susurros que pulsaban como picos, tenía razón, si quería hacer justicia solo tenía a su sombra para lograrlo