v. the dive into the adventure...

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➢𝔗he Dive Into the Adventure⌇
CAPÍTULO CINCO ❙ 🏄🏻‍♀️◄
❝he got that boyish look
that i like in a man❞

HORAS MÁS TARDE, John B les avisó a los chicos que ya había conseguido el equipo de buceo, así que todos se reunieron y fueron hacia el lago listos para investigar más sobre lo que podría haber en ese bote hundido. Por supuesto, Sebastian también fue. A los chicos no les incomodaba, ya que él igual era un pogue.

Alya aún tenía que acostumbrarse al hecho de que ahora su hermano se estaba involucrando en ese asunto. Solo esperaba que todo saliera bien.

Kiara se encontraba inspeccionando los tanques de oxígeno que John B había traído, desafortunadamente, la gran mayoría estaban vacíos.

—Esto está vacío —expresó Carrera con frustración—. ¿Tomaste tanques vacíos? —inspeccionó otro—. Okey, este tiene un cuarto. Sirve para uno solo.

—Me encanta cuando todo sale bien —dijo Pope con evidente sarcasmo.

—¿Alguien sabe bucear? —preguntó Kiara, nadie contestó—. ¿Alguien?

—Es un deporte Kook —comentó JJ, dando a entender que obviamente nadie allí presente contaba con los recursos para aprender a hacer algo que solo los ricos podían.

—Leí sobre eso —mencionó Pope.

—¡Genial, Pope leyó sobre eso! —expresó Kiara con sarcasmo—. Alguien va a morir.

Pope iba a decir algo en su defensa pero JJ habló antes.

—Bueno, te pones esa cosa en la boca y respiras. ¿Qué tan difícil puede ser? —el rubio miró a Heyward en busca de alguna explicación inteligente que le diera la razón.

—Si subes rápido, la sangre se llena de nitrógeno y hay descompresión.

Aquello le pareció muy curioso a Maybank, por lo cual no tardó mucho en hacer un chiste sobre el tema al arquear su espalda de una forma bastante graciosa a lo que Sebastian tuvo que aguantarse una carcajada.

—¿Te descomprimes y entonces...?

—Puede matarte —dijo Alya directo al grano. JJ se quedó en silencio por unos segundos, quizá procesando la información, hasta que se enderezó y dejó de bromear.

—Okey.

—Suena divertido —bromeó Sebastian.

—Para ti —le respondió su hermana.

—Yo sé bucear —dijo John B.

—¿Tú sabes? Perfecto —le preguntó JJ, seguramente con sarcasmo ya que Routledge para nada sabía bucear.

—Sí, claro —Alya rió—. Tú sabes bucear y yo soy millonaria.

—¿Desde cuándo sabes bucear? —cuestionó Kiara, quien tampoco le creía al castaño.

—Lo haré —afirmó el chico con mucha confianza—. Está bien.

Pope suspiró.

—Déjenme hacer unos cálculos.

—¿Cálculos? —le preguntó Sebastian a Alya.

—Para ver qué tan rápido puede morir —expresó ella a modo de chiste, acomodándose en donde antes Pope estaba sentado.

—¿De verdad? —Kiara se dirigió a John B, rodando los ojos y poniéndose de pie, pensando en qué hacer.

Mientras, Pope había sacado un papel y un bolígrafo y tal como había dicho, comenzó a anotar los cálculos que hacía sobre la situación.

—Bien, el barco está a unos nueve metros, ¿sí? —empezó a explicar—. Como máximo tomaría unos 25 minutos.

—Veinticinco —repitió John B para sí mismo.

—Eso significa que deberías hacer una parada a los tres metros —detalló Heyward—. ¿Muy bien? Por tres minutos.

John B asintió, mostrando que entendía.

—Sí, sí. Tres minutos, entendido.

De la nada, Kiara se quitó la camiseta, quedando sólo en su bikini y llamando la atención de los cuatro varones presentes antes de saltar al agua sin previo aviso. Todos estaban confundidos. ¿Por qué había hecho eso exactamente?

—¿Qué acaba de hacer? —preguntó Pope.

—No lo sé, pero me gustó —Alya rodó los ojos ante el comentario de JJ—. Mucho.

Sebastian fue el único que no dijo nada, aunque si bien también había quedado un poco embobado ante la acción de Kiara, prefirió guardarse comentario alguno. Miró a su hermana y notó que estaba incómoda por cómo JJ se había quedado mirando el lugar adonde Kiara había saltado.

Definitivamente estaba celosa, y a pesar de que eso le causaba un poco de gracia al chico, no pudo evitar sentirse un poco mal por ella.

—Concéntrense —les ordenó Alya a todos, tratando de fingir que no sentía un poco de celos. No le gustaba sentirlos, Kiara era su mejor amiga, y ella no tenía la culpa de los chicos pensaran que era muy atractiva.

No iba a competir con ella solo para llamar la atención de quien le interesaba, eso no era correcto.

Los chicos inmediatamente aclararon su garganta algo nerviosos y decidieron prestarle atención a lo que era más importante.

—Eh, bueno... —JJ se puso algo nervioso al darse cuenta de que Alya había notado su comportamiento—. Sí, cuando estés abajo, buscas el depósito. Mete esta cosa, gira y tira, ¿sí? —le dio indicaciones a John B mientras le daba una llave.

—Meto, giro y tiro —repitió John B.

—Sí —afirmó JJ—. Papá solía transportar contrabando.

—¿Quién no? —ironizó Pope.

Kiara salió a la superficie.

—¡Oye! —llamó a John B—. Até mi camiseta a la cadena del ancla a unos tres metros. Allí tienes que parar sí o sí.

—Genial —respondió el castaño.

Mientras JJ y Pope le daban otras indicaciones a John B, Alya esperaba sentada frente al timón. Kiara subió al bote y notó a su amiga en un estado de ánimo que no era muy usual en ella, por lo que no pudo evitar preocuparse.

—¿Todo bien? —le preguntó.

Alya asintió rápidamente, dándole una pequeña sonrisa de labios apretados como respuesta.

Kiara no estaba muy convencida, pero no era el lugar ni el momento para hablar con ella sobre eso.

—Si nos atrapan aquí en el pantano estaremos perdidos, así que empecemos —dijo Pope.

—Copiado.

Alya asintió, de acuerdo con su amigo. Mientras más rápido comenzaran, más rápido podrían irse.

Kiara se acercó a John B, quien estaba preparado para zambullirse. Fue una sorpresa para todos cuando la morena decidió dejar un beso, que duró varios segundos, sobre su mejilla.

John B por supuesto se sonrojó un poco, no sabía cómo reaccionar ante eso.

—¿A bucear?

—A bucear —afirmó Carrera.

Pope miró a los demás como búsqueda de confirmación de que todos habían visto lo mismo que él. Sebastian hizo una pequeña mueca que Alya pudo identificar como disgusto. Conocía a su hermano y sabía que la pequeña escena entre sus amigos no había sido de su total agrado.

Pero ella debía admitir que entre sus amigos había una tensión rara. No sabía qué pasaba en realidad. No quería afirmar que entre John B y Kiara había algo más que una amistad pero las señales no daban a entender exactamente lo contrario.

Eso podía ser malo, ya que había una regla. Un pogue no debía salir románticamente con otro pogue.

Odiaba esa regla, pero servía para mantener el grupo unido.

Momentos más tarde, John B se lanzó al agua.

—A bucear —le indicó Pope al chico.

Cuando John B se había hundido por completo, los demás se alejaron del borde del bote para ponerse a esperar.

—Muy bien.

—Nos vemos —dijo JJ.

Sebastian suspiró, había un silencio un tanto incómodo.

—Bueno, esto es divertido —dijo con una sonrisa, guardó silencio por unos momentos antes de volver a hablar—. Es decir, ya sabía que eran un poco criminales pero, wow, ¿robarle a los Cameron? Eso es llegar a un alto nivel.

—Bienvenido a la vida Pogue, hermano —JJ le respondió con orgullo.

—Y por eso no dirás nada —le advirtió Alya a su hermano—. A nadie. Ni siquiera a mamá y a papá. Ya bastante paranoicos están con lo de JJ.

—¿Yo qué? —el mencionado cuestionó.

—Oh, esto se va a poner bueno —Sebastian susurró con diversión.

—No están muy contentos con el hecho de que hayas disparado un arma anoche —explicó Alya con los brazos cruzados.

—No parecen ser los únicos —JJ sonrió con burla al ver que ella también estaba molesta con él, aunque no lo dijera en voz alta.

La chica rodó los ojos.

—Creo que estamos en todo nuestro derecho.

—Oh, vamos, estaba defendiendo a mi amigo al que le estaban dando una paliza —se defendió Maybank—. Y funcionó, ¿o no?

—Se supone que debíamos mantener un perfil bajo y que hicieras eso no ayudó en nada.

—Tranquila, bonita. No volverá a pasar —JJ dijo aguantándose la risa—. Lo prometo.

Alya volvió a rodar los ojos, pero sólo para disimular que no había escuchado el hecho de que JJ la llamara «bonita», y sobre todo que lo hiciera en español. Eso la había puesto un poco nerviosa y claro que no pudo evitar sonrojarse un poco, pero gracias a Dios a ella se le daba bien actuar.

—Ya veremos —susurró ella, a lo que JJ sonrió.

El silencio reinó por varios momentos. Alya estaba sentada en una esquina junto a su hermano, ansiosa por que John B saliera del agua y les mostrara lo que fuera que haya encontrado. Esperaba que fuera algo valioso y de lo que pudieran sacar mucho dinero; lo necesitaban.

JJ se dedicó a observarla con atención y un poco de disimulo, aprovechando que ella en ese momento tenía la mirada puesta sobre Sebastian ya que estaban conversando.

No sabía qué era lo que ella tenía que lo atraía tanto. Pero le gustaba. El sentimiento le gustaba. Ella le gustaba.

No sabía si era correspondido, pero lucharía hasta conocer la respuesta. Las reglas del grupo no eran un impedimento para él. Nada ni nadie lo eran. Y por Alya valía la pena romper cada regla existente.

Solo que JJ pensaba que podría conquistarla como conquistaba a cualquier otra chica; con palabras bonitas y/o ligeros coqueteos. Al fin y al cabo, eso le funcionaba con todas las demás. Estaba acostumbrado a eso.

Alya no era cualquier otra chica. Era su mejor amiga. Alguien que lo conocía muy bien a él y su historial. Sus altas y bajas. Su estilo de vida. Todo de él. Tal vez lo conocía mejor de lo que él se conocía a sí mismo.

Y a decir verdad, eso lo asustaba porque sería más fácil para ella rechazarlo. Conocía sus métodos, y JJ sabía que ella no caería tan fácil ante ellos. Alya era más lista que eso.

Tal vez eso era lo que tanto le gustaba de ella: su inteligencia. Su mente funcionaba de una manera increíble. Y ni hablar de su madurez.

Era la chica más madura que conocía. Tal vez eso se debía a que Alya tenía muchas responsabilidades desde pequeña y eso había causado que viera la vida de una forma diferente a cualquier otro adolescente de su edad.

Por eso solía ser a quien los chicos recurrían en busca de consejos. Era casi como la mamá del grupo. O así solía decirle John B para molestarla.

Unas sirenas sacaron a los cinco adolescentes de sus pensamientos.

—Rayos. JJ —Pope llamó al rubio, quien parecía estar en una especie de trance. El nombrado se volteó y pudo observar un bote aproximándose.

Era la policía.

—Chicos, la policía —avisó Maybank.

—Ay, tiene que ser una broma —se expresó Pope.

—Sí, es la policía —confirmó JJ al verlos más de cerca.

—¿Es en serio? —cuestionó Alya, comenzando a preocuparse.

—¿Pero qué hacen aquí? —preguntó Sebastian, con los mismos sentimientos que su hermana.

Estaba claro que los policías tenían toda la intención de acercarse a ellos y por supuesto, estaban muy nerviosos.

John B seguía sumergido, lo que hacía la situación peor.

—Actúen con normalidad —les dijo Kiara mientras arreglaba su postura y se sentaba junto a Alya, quien la imitó, evitando mirar fijamente a los policías que ya estaban junto a ellos.

Se sentía como una criminal y ni siquiera estaba haciendo algo malo.

—Buenas tardes, oficiales —los saludó Pope con educación.

—Buenas tardes —Shoupe lo saludó de vuelta y la mujer que lo acompañaba le extendió a Heyward una soga para atar ambos botes.

—JJ, átalo —le ordenó Pope, extendiéndole dicho objeto al ojiazul.

Cuando los ataron, entonces comenzó la interrogación.

—¿Qué están haciendo? —preguntó Shoupe mirándolos directamente, como si los acusara de algo—. El pantano está cerrado.

—No... —contestó JJ.

—No, no sabía —siguió Pope.

—No lo sabía —terminó JJ.

—¿Por qué lo cerraron? —preguntó Pope, haciéndose el tonto.

Todos tenían la sospecha del porqué.

—Hacemos una búsqueda —informó el oficial—. Desapareció un bote.

Y sus sospechas fueron confirmadas.

—Ah.

—¿Vieron algo?

—No —mintieron todos al unísono.

—Ningún bote, no —negó Heyward a lo que JJ sacudió la cabeza como apoyo a la mentira más grande que estaban diciendo.

Los adolescentes estaban más preocupados que nunca. Los policías seguían ahí y John B se estaba tardando demasiado. Era un momento demasiado tenso.

Obviamente los oficiales no les creían.

—¿Dónde está el amigo con el que siempre están? —preguntó Shoupe, claramente refiriéndose a Routledge—. ¿Está aquí?

Los pogues se miraron entre sí, no sabiendo qué decir.

—Está trabajando —mintió Kiara, muy naturalmente.

—Sebastian, no sabía que ahora te juntabas con ellos —Shoupe se dirigió al chico Steiner, quien se puso bastante nervioso.

—Sí, es que... Ya sabe, no hay escuela. Hay que... disfrutar el verano —se expresó él.

—Apuesto a que sí —asintió el hombre, con un tono que demostraba que claramente no les creía una sola palabra.

Luego hubo un silencio bastante incómodo. Los pogues deseaban internamente que aquellos oficiales se fueran y los dejaran en paz, pero eso no parecía pasar muy pronto.

—Voy a revisar el bote —dijo el oficial, saltando al bote de los pogues.

—Oh, sí, por favor —dijo JJ con amabilidad o algo parecido. Alya pudo reconocer el sarcasmo escondido en su tono.

—Sí, suba a bordo —los invitó Pope—. Si quieren registrarlo, háganlo.

Alya y Kiara se pusieron de pie, dándole espacio a los dos oficiales para que hicieran su revisión. Esperaban que fuera rápida, porque John B aún no salía del agua.

—¿Tienen otro de estos? —Shoupe señaló un chaleco salvavidas.

—Sí, claro —afirmaron los chicos al mismo tiempo—. Está guardado —avisó JJ.

—Muéstrale —le indicó Kiara a Maybank, dándole espacio para que pudieran comprobarlo.

—Sí, mire —JJ abrió la bodega y le mostró a los oficiales el chaleco salvavidas extra que tenían.

—Muy bien —asintió Shoupe, satisfecho. Le dio una mirada a Kiara, quien seguía en su bikini. La chica claramente se puso incómoda, cosa que Alya notó y no dudó en colocarse frente a su amiga para cubrirla y protegerla de la mirada del hombre.

JJ y Sebastian notaron aquel momento. Ambos intercambiaron miradas como si pensaran lo mismo y le dieron una mirada asesina a Shoupe por unos segundos.

Él les daba asco.

Como Alya bloqueó la vista de Shoupe hacia Kiara, al hombre no le quedó de otra más que seguir con su trabajo y fingir que nada había pasado.

—Gracias —le susurró Kiara a la chica Steiner, esta última asintió con la cabeza.

Shoupe se acercó a las orillas del bote, ahora mirando fijamente el agua.

—Ah, tenga cuidado. No se resbale —le aconsejó Pope.

El oficial se colocó sus lentes de sol y observó el agua por lo que parecían minutos. Kiara se sentó mientras se colocaba una camisa por encima de su bikini, algo que cubría más su torso.

Los pogues intercambiaron miradas. ¿Cuando acabaría todo eso?

A ese punto, John B seguramente ya no tenía más aire.

Hasta que por fin...

—Muy bien —dijo Shoupe.

Alya suspiró en silencio. Había estado aguantando la respiración como si ella misma fuera John B debajo del agua.

—Muy bien —repitieron los chicos al unísono.

—Hermoso día, ¿no? —comentó Shoupe, alejándose de la orilla del bote.

—Cierto —respondió JJ.

—Muy lindo —siguió Pope.

Shoupe subió a su bote y lo desató del de los pogues.

—Avísennos si ven algo al irse de aquí.

—Seguro —dijeron Pope y JJ al mismo tiempo una vez más—. Seguro.

—Nos iremos pronto, señor —le aseguró Maybank.

—Perfecto.

Y entonces, los policías se fueron.

Los pogues no tardaron en asomarse para ver si su amigo ya había salido o si se había ahogado.

—Ya no debe tener aire —dijo Pope.

Y ahí fue cuando John B salió a la superficie.

Todos suspiraron de alivio.

—¡Allí está! —exclamó JJ.

—¡Oh, Dios, ya no nos asustes así! —pidió Pope.

—¡Ya puedo respirar en paz! —dijo Alya con una sonrisa de alivio.

—¿Cómo te fue allá abajo? —le preguntó JJ al castaño mientras que este nadaba hacia el bote—. ¿Encontraste algo?

—Sí, encontré —Routledge sonaba agitado, claramente también había tenido que aguantar la reparación bajo el agua por un buen rato.

Subió las cosas al bote.

—¡Muy bien! ¡Ese es mi chico! —Maybank lo ayudó junto con Sebastian.

—¿Estás bien? —preguntó Kiara a John B.

—Sí, me quedé sin aire.

—Lo supuse —dijo Alya.

—Casi me cago del miedo —agregó Kiara.

—Sí, vino la policía, pero nos encargamos —contó Heyward.

—Lo siento —John B se disculpó mientras se subía al bote y se sentaba, aún recuperando su respiración.

—Está bien, sí.

—Te perdiste el espectáculo, hermano —decía JJ.

Alya y Kiara observaban algo a la distancia.

—Sí, definitivamente —dijo Sebastian, apoyando las palabras de JJ.

—Hey, chicos —Kiara llamó la atención de los varones.

—Hay un bote a las dos en punto —avisó Alya, volviendo a sentirse nerviosa, pero esta vez con un mal presentimiento.

—¿Qué? —JJ volteó.

—¿Reconocen ese bote? —preguntó Pope.

—Nunca lo vi —dijo Kiara.

—Yo tampoco —dijo Sebastian, intercambiando miradas con su hermana.

—¿Qué hacen aquí? El pantano está cerrado —cuestionó Kiara, a lo que Alya le dio la razón.

Todo era muy raro y sospechoso.

—No lo sé, pero no tengo ganas de averiguarlo —expresó John B, con un tono de sospecha. Aquello no le daba buena espina—. JJ, ¿elevas el ancla?

—Sí —el rubio obedeció de inmediato.

—Tengo un mal presentimiento sobre esto —susurró Alya hacia John B.

—Sí, yo igual.

—¿Los esperamos? —preguntó Pope.

—No vamos a esperarlos, ve a la popa —le indicó Routledge—. Ve.

—¿Es una broma? —cuestionó Kiara—. JJ, rápido.

—Yo lo ayudo —Sebastian se acercó a Maybank para ayudarlo a elevar el ancla con mayor velocidad.

—Gracias, hermano —los chicos se pusieron a trabajar—. ¡No esperen a que terminemos! ¡Vamos!

John B encendió el motor del bote.

—¿Listos?

—¡Vamos! —apuró Kiara.

—Eleven el ancla —Pope apuró a JJ y a Sebastian.

—No te alteraré —dijo John B para después susurrar:—. Esto no me gusta nada.

—Tal vez vienen a pescar —sugirió Pope, tratando de no acudir al pánico.

—Nos están siguiendo —observó Kiara, a lo que los demás se pusieron aún más nerviosos.

¿Qué querían aquellos hombres exactamente?

John B trataba de tranquilizarlos a todos, también como un intento de mantener la calma él mismo.

Pero el bote de aquellos hombres que los seguía aumentó la velocidad, cosa que solo pudo aumentar la desesperación entre los adolescentes.

—Ay, no —susurró Alya, con nervios en su sistema.

—¡Chicos, nos están siguiendo! —avisó Kiara, comenzando a alterarse.

—Esto no es bueno —comentó Pope.

—¡Amigo, ve más rápido! —le ordenó JJ a John B, quien conducía el bote.

—¡Eso es lo que estoy haciendo!

—¡Acelera!

Aquellos hombres continuaban aumentando la velocidad de su bote y la escena pronto se convirtió en una persecución por el pantano.

La cosa empeoró cuando uno de ellos sacó un arma y la apuntó en su dirección.

—¡Tiene un arma! —exclamó Alya.

El hombre disparó, haciendo que los adolescentes se agacharan para evitar recibir el impacto de la bala.

—¡¿Qué?! —exclamó Pope.

—¡Mierda, chicos! —le siguió Kiara.

—¡John B, abajo! —JJ le gritó al castaño, quien corría más riesgo.

Alya echó a su hermano a un lado para protegerlo con su cuerpo. Sus manos temblaban y su corazón latía rápidamente.

—¡¿Qué haces?! —exclamó Sebastian con preocupación y un poco de enojo, claro que no le gustaba la idea de que su hermana pusiera su vida en riesgo solo para protegerlo a él.

—¡Abajo! —le ordenó ella.

«Mamá, papá, perdónenme», repetía ella constantemente en su cabeza. ¿Por qué estaba ahí? ¿En qué estaba pensando? ¡Estaba poniendo la vida de su hermano menor en riesgo! Si algo le llegaba a pasar...

Y los disparos continuaron.

—¡Ay, Dios, vamos a morir! —exclamó Pope con desespero.

Alya comenzó a mirar alrededor del bote, buscando algo que pudiera servirles de ayuda para protegerse de los hombres que los estaban persiguiendo. Sus ojos cayeron sobre una red de pesca que había en una esquina. Al parecer, Kiara también la había visto y ambas chicas intercambiaron miradas: tenían la misma idea.

Alya dio un asentimiento hacia Kiara, quien no necesitó de palabras para entender lo que Steiner quería. Rápidamente se puso de pie.

—Mierda. ¡Pope, muévete!

—¡Kie, abajo! —le dijo Sebastian.

Kiara no hizo caso, tomó la red y se la lanzó a Alya. En eso, el hombre con el arma soltó otro disparo.

—¡Abajo, chicas! —John B les exhortó.

—¡Alya! —exclamó JJ al ver que Steiner se puso de pie para agarrar la red que Kie le había lanzado.

Alya hizo caso omiso y se dirigió a la parte trasera del bote, lanzando la red al agua y provocando que la misma se enredara con el motor del bote que los seguía y que el mismo se detuviera al no tener ningún tipo de movilidad.

Los chicos estaban impresionados, ya que esto les dio la mayor ventaja para escapar. Definitivamente Alya y Kiara les habían salvado el trasero.

Las chicas se miraron entre sí con una sonrisa de victoria e impresión por su logro. Sus pechos subían y bajaban por sus respiraciones agitadas debido a la adrenalina de todo aquel tenso y aterrador momento en el que pensaban que iban a morir.

Los chicos no dudaron en celebrarlas.

—¡Las diosas de los pogues! —exclamó JJ con orgullo—. ¡Adiós, chicos!

—¡Esa es mi hermana! —celebró Sebastian, agarrando a Alya del brazo y abrazándola fuerte. Jamás olvidaría ese sacrificio que ella hizo para cuidarlo.

Le debía mucho.

—¡Fue una locura! —dijo Kie.

—¡Buen trabajo! —Alya levantó su mano para chocar los cinco con su amiga, cosa que la chica aceptó con una sonrisa.

Había sido un día lleno de muchas emociones.














(sin editar)

author's note !

¡HOLA, HOLAAA! Espero que estén bien y estén teniendo un feliz domingo. Aquí una nueva actualización que tardó bastante 😅. Aproveché el día libre para terminar este capítulo y adelantar un poco del próximo, ya que, como muchos se habrán enterado por medio de mi canal de WhatsApp, el miércoles tengo mi examen teórico para obtener mi licencia de aprendizaje y he estado estudiando mucho todos estos días para poder pasarlo.

Me han metido mucho miedo y pues, ando muy nerviosaaa. Pero nada, quizás lo pase, quizás no. Espero que sí.

Próximamente: peligro en las calles JAJSJAJSJA

Es broma, es broma.

En fin, en este capítulo pasaron muchas cositas. ¿Algo que les haya gustado? ¿Que les haya llamado la atención?

No sé ustedes, pero a mi me fascina la amistad de Alya y Kiara. Es que ellas son >>>

También cómo Alya y Sebastian se protegen entre sí. Best siblings. Los amo mucho.

¿Qué piensan de la integración de Sebas entre los pogues hasta ahora? Yo nada más les voy a decir que se vienen cositas bien interesantes con él.

Btw, si les interesaría saber más del fic antes de las actualizaciones, les invito a unirse a mi canal de difusión de whatsapp. Trato de no dejarlo morir jaksjas. Les dejaré el link para el que le interese y si gustan compartirlo, lo agradecería mucho ❤️

Anyways, mil gracias por sus lecturas, votos y comentarios. Recuerden que un nuevo capítulo requiere de al menos 15 votos y 10 comentarios. Adelantaré lo más que pueda de los próximos capítulos para que las actualizaciones próximas sean menos tardadas. No les prometo nada, pero sí les garantizo que me esforzaré.

Gracias por leer 🫶🏻 Lindo día

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