capítulo 3

En una pequeña vivienda, se encontraba una chica de 17 años.

Esta estaba preparándose para su primer día en su nueva universidad.

Observándose en el espejo evitó sonreír, pues su misma sonrisa es su inseguridad desde pequeña.

- Chaeng, ¿Ya estás lista?

- Si, mamá.

- Bien, entonces ven y te llevo yo, ¿Quiéres? - Dijo la madre de Chaeyoung, asomándose por la puerta algo abierta. - Bueno. - Respondió Chaeyoung.

Desde pequeña Chaeyoung siempre ha sido así, sería, callada y tímida. Su manera de socializar no es buena, tampoco tiene una manera de socializar correctamente e incorrectamente.
Su personalidad es fría con su madre y padre, su hermano no es la excepción.
En pocas palabras, con toda su familia es asi, excepto con las personas de su nueva universidad.

Aunque, ella no habla con casi nadie, así que no muchos saben que ella no es una chica fría y sería, de pensamientos malos y egoísta.

Chaeyoung es todo lo contrario.
Es una chica divertida, con una mente limpia, amable y nunca es de creerse más o menos que las personas.
Pero tiene un defecto. Una inseguridad. Algo que ella quiere evitar siempre.. E incluso un secreto que ella jura nunca lanzarlo a la luz, al ojo público, y que todos se alejen de ella, que todos dejen de creerle.
Su gran inseguridad y defecto, es que ella odia su sonrisa. Una mueca fundamental en nuestra existencia.
Pues aveces es algo difícil evitar sonreír, cuando reímos sonreimos.. Pero por eso mismo no muchos confían en chaeyoung, no muchos hablan con ella, no muchos quieren hablar con ella, no muchos quisieran tenerla como su amiga.

Sin embargo, Chaeyoung conocerá a una chica que la escuchará, que hará que ella sonria.. Hasta su muerte.

Myōi Mina, una chica japonesa que no hace poco se mudo a Corea del sur, exactamente hace un año.

¿Cómo una japonesa que hace un año vino a Corea del sur puede conquistar a una surcoreana que vivió desde su nacimiento en Corea del sur? Pues, Myōi Mina sabe cómo hacerlo, ella lo hará y hará que la misma Chaeyoung empiece a mostrar su mayor defecto, su mayor inseguridad.

Incluso, ese gran secreto que ella estaba jurando no decírselo a ningún desconocido, ni a un amigo, ni a un novio, a nadie.

Pero.. ¿Una novia? ¿Una amiga?

Chaeyoung pronto llegó a su universidad, su madre estacionó el auto color negro en frente de la escuela.

Se despidieron como siempre lo hacen, Chaeyoung le dio un beso en la mejilla a su mamá y se dio la vuelta, dirigiéndose a la Universidad, para luego adentrarse en esta.

En aquella universidad había todo tipos de personas, desde surcoreanos hasta tailandeses, chinos, americanos, taiwaneses y japoneses.

Chaeyoung pertenecía en la "categoría" de surcoreanos, ella nunca había conocido a alguien que no sea surcoreano, por ello es una chica antisocial.
Aunque más de una vez varios estudiantes le preguntan cosas, haciendo que ella tenga que hablar a pesar de que es muy callada.

Sin embargo, en la hora del almuerzo conoce a una japonesa, ella es Mina.

Chaeyoung fue a su clase, dejó su mochila en su lugar para luego acomodar su asiento. Ya varios estudiantes habían llegados.

Ella estaba algo nerviosa pues era su primer día de clase en aquella universidad. Iba a tener que buscar nuevos amigos ya que los de su anterior universidad se quedaron ahí, en la anterior universidad y ella ahora estaba en una nueva y desconocida para ella, incluso más grande que la anterior.
Ella observo un poco su salón, este era bastante grande y contaba con un pizarrón igualmente grande.
Lo segundo que noto fue que a su lado ya había alguien sentado, eso significaba que iba a tener que sentarse con aquella persona que se vaya a sentar ahí.

Fruncio el ceño al ver eso, pero simplemente salió de la clase.

Se dio cuenta que ya era la hora del almuerzo, varios estaban en la cafetería comiendo y hablando con sus amigos.
Ella simplemente hizo lo mismo, fue a la cafetería y pidió un café para luego sentarse en unas de las bancas, sola.

Estuvo así unos minutos, hasta que de repente se acercó una chica de piel pálida y pelo negro y largo, un poco ondulado y no tenía un flequillo.
Esta se acercó con una sonrisa a Chaeyoung.

- ¡Hola! ¿Eres nueva? Nunca te había visto aquí. - Le dijo de manera sonriente a Chaeyoung. - S-si, soy nueva.. Me llamó Chaeyoung.. - Respondió algo tímida y aturdida por la apariencia de aquella chica. - Un gusto, Chae! Yo me llamó Mina. -

- ¿Ya conoces la escuela? O te gustaría que te muestre los alrededores? - Volvió a hablar la anterior chica, esta seguia con una sonrisa en su rostro, «¿cómo puede tener una sonrisa tan linda?» Pensó chaeyoung, sin saber que responder, aunque la carisma, apariencia y primera vista de aquella chica hizo que acepte. - E-eh.. Bueno... - Respondió apenada por tardar en hablar.

- ¡Esta bien, ven, sígueme! - Dijo Mina, ella se levantó y le tendió la mano a Chaeyoung para que la tome, Chaeyoung se sonrojo un poco ya que cuando ella también se levantó, estuvieron agarradas de las manos.

Caminaron por varios lados de la Universidad, agarradas de las manos y Mina con una bella sonrisa, Chaeyoung simplemente admiraba esa bella cara tan perfecta, con esa tez pálida perfecta.

Se detuvieron al escuchar el timbre sonar, las clases empezaban y todos fueron a los salones.
Ellas dos no fueron la excepción de eso, ambas fueron a un salón igual.

Tuvieron suerte de algo, chaeyoung se había sentado con Mina sin que ella misma supiera.

Mina estuvo feliz de ello, le hablo toda la clase a Chaeyoung y Chaeyoung respondía cada que era necesario.
Minutos después la clase acabo, ellas dos fueron a la cafetería juntas.

Estuvieron hablando ahí hasta que acabase la hora del receso.

- Chae, ¿te gustaría hablarme sobre ti? Me gustaría saber un poco más de tus gustos! - Dijo Mina, ella le regalaba una cálida sonrisa a Chaeyoung. - Esta bien.. - Respondió Chaeyoung, sin hacer la misma sonrisa.

Todo el receso Chaeyoung hablo sobre si misma, sobre sus gustos, para que Mina la escuche.
Sin que Chaeyoung se diera cuenta, ella sonrió.

Le regaló su sonrisa a Mina, Mina quedo hipnotizada al ver la felicidad de Chaeyoung reflejada en su cara con una mueca.

- Tienes una linda sonrisa, Chae. - Hablo Mina, Chaeyoung la miro confundida y borro su sonrisa.

Pero era obvio saber que Chaeyoung se puso nerviosa, ella era capaz de sonreír aún por aquel cumplido de Mina.
La razón del porque era obvio eso, es porque a Chaeyoung sus mejillas se pusieron de un tono rosa claro, eso le pareció adorable a Mina.

- G-gracias.. - Respondió chaeyoung apenada.

El resto del día las dos se hicieron cada vez más amigas, no pudieron evitar eso ya que ambas compartieron gustos en común.

Mina noto los tatuajes de Chaeyoung en sus brazos. - No había notado tus tatuajes, Chae, son muy lindos! - Elogió Mina. - Muchas gracias, Mina! - Respondió con más confianza Chaeyoung.

Las horas pasaron, ya era hora de irse a sus casas cada uno de los estudiantes.
Chaeyoung guardo sus cosas en su mochila, mientras Mina le hablaba muy emocionada. Mina también acomodaba sus cosas en su mochila, para luego marcharse a su casa.

Antes de llegar a la salida, Chaeyoung y Mina se abrazaron e hicieron contacto visual. En aquel momento Chaeyoung sentía su corazón latir muy rápido, no había logrado notar lo bella que era Mina.
Mina se sorprendió al ver de vuelta esa sonrisa que al principio Chaeyoung le había dejado ver, sin embargo ahora tenía miedo de perder la oportunidad de ver esa sonrisa tan bella otra vez.

Chaeyoung se despidió de Mina con un saludo, luego se dirigió hacia un auto negro.

Mina miro a chaeyoung, ella sonrió y dio una vuelta y empezó a caminar hacia su casa.

Ambas eran completamente diferentes, sin embargo.. Las dos tenían muchas cosas iguales, ambas estaban felices ahora de haberse conocido.

Chaeyoung llegó a su casa y dejó sus cosas en su habitación, ella sabia que ahora su madre se iba a su trabajo al igual que su papá que ya lo hizo antes de que ella se levante para ir a su universidad.

Chaeyoung se encerró en su habitación, eso ella hace siempre. Una vez que comía no salía de su habitación, tenía que hacer tareas, ordenar su habitación y mochila, era algo básico pero para una chica de su edad eran muchas responsabilidades.
Una vez que chaeyoung terminaba de hacer eso, se tiraba a su cama y descansaba allí unas largas horas.

Pronto se dio cuenta que no le pidió el número a Mina, «Ahora mismo estaríamos hablando.. Pero soy una idiota.» Pensó Chaeyoung.
Se puso algo triste al recordar eso, pero pensó que mañana podría pedírselo ya que apenas era lunes.

Chaeyoung estaba algo cansada, pronto sus ojos se cerraron y se durmió.

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