Capítulo 14

Momo caminaba por las calles de Corea del Sur.

Ella caminaba por la noche sin miedo de que se le aparezca alguien.

No esperaba algo, ni a alguien. A pesar de que su propósito de caminar por allí era encontrarse con alguien que le dará algo.
Pero, si te cruzas en el camino de Momo simplemente serás alguien más cruzando su camino, no serás nadie más para Momo. Pero.. Con chaeyoung es diferente.

Momo llegó al inicio y final de un cruce, ella se detuvo y respiro profundo, no tenía miedo ni nada, pero se preparó por.. Por si acaso.

Al simplemente voltear y adentrarse hacia aquel estrechó pasillo del cruce noto a alguien parado ahí, quizás esperando algo o alguien como ella.

Cuando aquella persona noto la presencia de Momo, se dio la vuelta y se acercó a ella.

— Hola, Momo, ¿me recuerdas? — Dijo aquella persona que, Momo no recordaba y no le interesaba. — Mmm, no. No te recuerdo. —

— Oh, que.. Estúpida eres entonces.. — Susurro lo último, dejando a Momo con duda. — Soy Bangchan, ¿cómo no me puedes reconocer? Desde que íbamos a la secundaria te ayudaba a secuestrar a.. Ya sabes.

— Ohhh, Bangchan.. Pues, no has cambiado nada.

— ¿Igual de lindo verdad?

— No. Igual de feo.

— Callate. Sé que suena muy mal, pero estuve tratando de saber dónde estabas y bueno.. Seré el nuevo en tu Universidad.

— Oh mierda.. Te venía a decir que no me caías ni tan bien pero bueno... Supongo que seguimos siendo amigos.

— Maldita puta.. Pero si, somos aún amigos.

— Jeje, pooor cierto, ¿podrias ayudarme con algo?

— .. Claro, dime.

— Necesito que cuando yo te diga.. Mates a alguien.

— ¿Tan simple? ¿Podrias al menos decirme a quién?

— Ummm.. Es... Por ahora, un secreto. Pero es alguien de la familia Myōi.

— Hace cuanto no escucho ese apellido, supongo que no sera tan difícil..

— Aja.. Por cierto... ¿Recuerdas a Changbin? ¿Sabes si es que él vendrá a..?

— Momo, ya he llegado.. No hace falta que preguntes por mi y ni siquiera me extrañes.

— No te extraño y no pienso extrañarte.

— ¡¡Changbin!!

— ¿Bangchan? ¡Cuánto tiempo!

— Si.. ¿A qué vienés?

— A entregarle algo a Momo.

— Aja. — Dijo Momo.

— Oh, bueno, no los molesto si es que eso desean, además me tengo que ir.

— Esta bien, igual no te preocupes, amigo. ¿Despues podríamos volver a vernos?

— Claro! Bueno, adiós. Momo y Changbin, adiós.

— Si, adiós.

— Byee! Bueno, Momo.

— Si, bueno, Changbin.

— Aquí tienes tu maldita arma. — De su bolsillo, Changbin saco un arma y, en forma de broma, decidió apuntar a Momo. De hecho, algo que asustó a Momo. — Eyy! No te asustes, ¿crees que yo te mataría? —

— No, pero eres capaz. Ahora ya damela.

— Bueno, esta bien. — Changbin obviamente no pudo evitar reírse pues su mente repetía a Momo asustada por simplemente hacer aquello. — Te veo un poco histérica y asustada, ¿te paso algo?

— No. Pero si, estoy algo histérica.

— Jaja, ¿qué sucede? Problemitas con la Universidad?

— Deja de molestar.

— Aja, bueno. Y creo que te falto decirme algo, no?

— ¿Qué cosa?

— Te di algo que tú me pediste, ¿qué me tienes que decir?

— Ugh, no hagas adivinanzas.

— ¡Entonces deberías de saber! Es educación básica, Momo. Que no te enseñan en la Universidad?

—¿Cómo mierda crees que en la Universidad me van a enseñar de educación básica?

— Entonces dime, qué deberías de decirme después de que yo te diera lo que TÚ me pediste?

— .. Gracias.

— Sii, de nada.

— Aja, bueno, adiós.

— Si, que tu vida sea larga y tu muerte corta.

— ¿Qué?

— Nada.

Momo rodo los ojos y se fue, dejando atrás a Changbin.

Sin embargo, ella estaba sonriendo ya que ya tenía algo que tanto quería tener, un arma. A pesar de que sus papás le dan todo, ellos nunca le permitirán tener un arma. Pero no saben que Momo aprendió de ellos.

Ella simplemente camino hasta llegar a su casa, que desafortunadamente estaba algo lejos pero no dudó a detenerse para agarrar un taxi o un Uber, «Ella no se subiría a un auto que no sea de su papá», así que no valía la pena.

Finalmente llegó a su casa y lo único que quiso hacer es acostarse en su cama y dormir ya, pero tenía que buscar un buen lugar para guardar el arma y que sus padres no la encuentren o el personal que limpia la casa cuando ella se va.

Una vez que encontró un sitio perfecto, simplemente se recosto en su cama, hizo una fuerza sobrehumana para cambiarse la ropa sin dormirse a mitad del proceso.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top