31: The Tears I Covered Up
"El siguiente capítulo contiene temas sensibles que pueden no ser del agrado de todo los lectores. Se recomienda discresión, así como tambien se les recuerda que todo lo narrado es ficticio y no se trata de dañar la imagen de ninguno de los artistas involucrados."
La semana había sido un torbellino. JiHyo había salido con su historia a múltiples medios, y Jimin estaba furioso. Sana sabía por qué lo hacía, estaba intentando darle a Sana una ventana para liberarse de JYP, pero conseguir las agallas para hacerlo era difícil. JYP quería que lo negara todo y en su lugar quería difundir falsos rumores sobre JiHyo para debilitar su credibilidad. Sana había estallado cuando le hicieron la demanda, y ahora había ideado su propio plan en su lugar.
Un plan muy arriesgado y posiblemente muy estúpido.
Pero no tenía pruebas para luchar contra JYP, así que esta era su única opción.
Así que en un estante se sentó su salvavidas mientras se lanzaba directamente a la boca del león, sólo podía esperar que las personas adecuadas vieran lo que estaba a punto de suceder.
—¡Bueno esa perra ciertamente ha ido y lo ha hecho ahora!— Jimin gritó mientras golpeaba varios periódicos y revistas sobre la mesa delante de Sana. — El lado oscuro de JYP, JYP: la compañía cruel, Park JiHyo habla, Park habla contra la industria, La cruel verdad de Hollywood y Los buitres de Hollywood. ¡La maldita puta fue a todos los periódicos del país con esta mierda! Si me hubieras hecho caso, habríamos callado a esta puta hace mucho tiempo.
— ¿Mierda?— Sana preguntó con valentía.
—Sí, mierda. No apoyas su historia, ¿verdad? Sabes que no es la verdad, ¿verdad? — dijo Jimin, cambiando el tono mientras caminaba detrás de ella y susurraba: —Recuerda quién te creó, Sana.
— ¿No es verdad? Cada vez que hablo, no importa lo serio que sea, haces esto, me amenazas para que haga lo que quieres, o si eso no funciona, me tocas inapropiadamente—. Sana contestó, dispuesta a no echarse atrás.
— ¿Tocarte inapropiadamente? — dijo Jimin con una carcajada, antes de colocar ambas manos sobre sus hombros y deslizarlas hacia abajo, hacia sus pechos, riéndose aún más cuando ella intentó quitarle las manos. —Oh pobre bebé, ni siquiera puede lidiar con un poco de manejo brusco.
—Es más que eso. Es acoso sexual, y lo sabes. Por no hablar de las veces que has ido más allá—. Dijo, las lágrimas empezaban a escapársele.
—Oh, sabes que te gusta. Te gusta la atención, zorra—. Dijo mientras la levantaba de la silla y la empujaba contra la mesa que tenía delante. Ella centró toda su atención hacia una foto de JiHyo que rozaba una de las portadas de la revista, deseando desesperadamente estar en los brazos de la azabache en su lugar.
Empezó a bajarle los pantalones, empujándola de nuevo en cuanto intentaba levantarse, y pronto la prenda le quedó colgando de los tobillos. Se agarró a las bragas para evitar que se las bajara también, pero fue inútil, no era rival para su fuerza.
—¡Para!— Gritó mientras él empezaba a quitarse los pantalones, el miedo empezaba a apoderarse de ella. Intentó darle una patada, pero recibió una fuerte bofetada del cinturón. Sintió como si el cuero le rasgara la piel al contacto, y gritó mientras se retorcía, tratando desesperadamente de liberarse de su agarre.
—Quédate quieta, puta de mierda—. Dijo mientras le tiraba del pelo con fuerza. —Te enseñaré una puta lección.
—¡Suéltame!— Sana gritó.
—¡Cállate! Siempre fuiste una puta, y el mundo lo sabe. ¿Por qué crees que todos te veían como un símbolo sexual?— Gritó él, empezando a empujar dentro de ella sin ninguna preparación. Sana gritó del dolor de su penetración, dándole una patada en la rodilla para hacerle retroceder, y rezando en silencio para que alguien la salvara de su infierno.
Justo entonces pudo oír un alboroto al otro lado de la puerta.
—¡No puedes entrar ahí! El Sr. Park está en una reunión—. La voz de un hombre joven dijo.
—¡¿Así es como lo llama?!— Contestó una voz femenina antes de abrir la puerta de un tirón sin previo aviso.
Sana no se lo podía creer.
Allí estaba ella, como un caballero de brillante armadura;
JiHyo.
—¡Suéltala! Ahora mismo. Ahora mismo—. Dijo JiHyo, con la ira ardiendo en sus ojos mientras analizaba la situación que tenía delante.
—¿Y qué pasa si no lo hago? ¿Qué va a hacer una pelicorta tonta al respecto? — dijo Jimin en tono burlón.
—Oh, no voy a hacer nada. Pero a estos funcionarios tan serviciales les gustaría hablar contigo, ah, y creo que a tu público le gustaría cortarte la polla, aunque probablemente se asegurarán de que te vayas a la quiebra—. JiHyo dijo, haciendo un gesto hacia la esquina de la habitación donde sabía que estaría el teléfono de Sana, después de haber visto toda la situación a través del Instagram en vivo que Sana había configurado. Dos agentes entraron en la habitación segundos después y apartaron rápidamente a Jimin de Sana, ignorando todas las mentiras y protestas que salían de sus labios.
—Hablaremos con él en comisaría y otro agente hablará con usted más tarde. ¿Le parece bien, señorita Minatozaki? ¿Estará bien con JiHyo y su equipo? —. Uno de los agentes le dijo a Sana en tono amable mientras el otro sacaba a Jimin del edificio.
—SeHun y NaYeon están esperando fuera—. Aclaró la coreana.
—Vale... S-sí, e-está bien—. Le dijo Sana al oficial, con la voz temblorosa tras la traumática situación.
— ¿Puedo abrazarte?— preguntó JiHyo, ganándose una pequeña inclinación de cabeza a cambio por parte de Sana. La azabache la abrazó segundos después, dejando ver toda su preocupación. —¡Dios, estaba tan asustada! ¿Por qué has hecho eso? Hacerle enfadar mientras lo retransmitías en directo fue muy valiente, pero te hicieron daño, y no quería que te hicieran daño. Nunca quise hacerte daño. Nunca debí decir que las acciones hablan más fuerte que las palabras, no lo habría hecho si hubiera sabido que tú... Lo siento mucho, Sana. Dios, lo siento tanto, debería haberte protegido, y yo...
—Lo hiciste. — Sana la interrumpió.
—Llegué demasiado tarde. — Dijo la coreana con voz débil, claramente sintiéndose culpable.
—Me salvaste, JiHyo, no llegaste demasiado tarde. Hiciste venir a la policía, hiciste que se lo llevaran. Me salvaste.
—No debería haberle enfadado tanto, no debería haberme abalanzado sobre ti, pero no sabía que era capaz de... de...
— Hyo, lo sé. Y está bien, bueno, no lo está, pero tú y yo... estaremos bien, es decir... ¿si vuelves a ser mía?
—Nunca he dejado de ser tuya, te amo—. JiHyo le dijo con sinceridad.
—Yo también te amo—. Contestó Sana antes de dejar que JiHyo tirara de ella en otro abrazo reconfortante.
¿Qué creen que sucederá ahora?, ¿Sana y JiHyo podrán ser felices?
Mañana es el capítulo final TT
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Nos leemos luego mis roles de canela mskdks <333
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