𝟬𝟯 ✷ PROTECTION LIMITS

▅▅ CAPÍTULO #3:
PROTECTION LIMITS ━━
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"Arrepentimiento sincero y la suerte del gato negro"
SEASON 1 ━━ CHAPTER 3

Aburrida, esa era la palabra para poder definir como se encontraba en ese momento.

Amaba pasar tiempo con su familia, poder volverlos a ver luego de estar en Los Ángeles por casi dos años pero aún no lograba conectar con su entorno. Su padre seguía pasándosela trabajando aunque hacía su mejor intento de estar con sus hijas y esposa en casa, Eliza también estaba intentando poder generar algún tipo de vinculo con Ivy por medio de convivencia y múltiples recetas de postres sacados de internet para cocinar juntas. Al principio lo logró, Ivy disfrutaba pasar tiempo en la cocina distrayendo su cabeza pero luego empezó a ser un poco repetitivo y tuvo que disminuir la cantidad de veces que Eliza la invitaba a ayudarla en la cocina.

Por otro lado, se encontraba su hermana, la cuál desaparecía durante horas alegando de que se encontraba con sus amigos e Ivy no podía evitar preocuparse sobre aquello de alguna manera a pesar que ya no existía ningún tipo de peligro que rondara alrededor de Hazel.

Esperaba poder pasar más tiempo con Hazel que cualquier otra cosa en Outer Banks. Antes de que sus padres se separaran, ella era el centro de atención en la isla pero ser la hermana mayor de Hazel estaba por encima de cualquier otro tipo de ventajas o privilegios que pudiera brindarle su posición como hija mayor de la familia Spinster y por ser como es. Su deseo era poder ser esa hermana que tanto le hizo falta a Hazel cuando se separaron por el divorcio de sus padres y por lo cual ambas terminaron donde terminaron.

Ivy se encontraba sentada en el tejado de la casa luego de haber desayunado. Hazel había salido hace un par de horas sin decir nada más que estaría con sus amigos y salió corriendo con el teléfono en mano, había recibido una llamada antes de eso. Ivy por momentos pensaba en seguirla pero sabía que aquello sería cruzar la línea de confianza entre ambos y destruiría algo mucho antes de tenerlo de regreso en sus manos por lo que se contuvo y pensó en algo mejor, algo menos drástico.

Vio como se escabulle con cuidado dando pasos largos hacia la entra principal de la casa, ella toma una de las pequeñas ramas que había a su alcance y se lo tira hacia a Hazel llamando su atención.

—¡Jesús Cristo! -Exclama Hazel antes de cubrirse la boca con las manos al darse cuenta que lo dijo muy alto. Su cabeza estaba echada hacia atrás para poder ver a la persona que se encontraba en el techo de su casa y le tiró algo pero de inmediato reconoció de quién se trataba.

Le da una mirada desaprobatoria a Ivy por lo que hizo antes de dirigirse hacia el interior de la casa con cuidado de no despertar a su padre y ganarse una pelea por estar regresando tan tarde. Sube las escaleras de puntillas y se desplaza por el pasillo hacia la habitación de invitados que ahora le pertenecía a Ivy, abre la ventana antes de escalar con cuidado subiendo al tejado para hacerle compañía a su hermana mayor. Ivette estaba sentada ahí mirando al frente, apreciando a lo lejos los pantanos que rodeaban la casa y el resto de Figure Eight por algunas partes de ese lado de la isla.

—Casi me matas de un susto -Hazel le dice a su hermana mientras se acerca a ella con cuidado de no caerse y ocupa un lugar a su lado soltando el aire de sus pulmones–. Hace tiempo que no venía aquí. Sigue viéndose igual que la última vez.

—Sí, tienes razón -Ivy asiente de acuerdo sin alejar su mirada de la vista oscura que tiene en frente a muchos metros de distancia. Su cabeza le gritaba que empezara con las preguntas, que dejara a relucir su lado preocupado por el bienestar de su hermana menor peor no quería presionarla, sabía que Hazel se retraería en su caparazón como un caracol cuando la acorralabas demasiado–. Pasas mucho tiempo afuera últimamente, ¿sucede algo interesante allá afuera de lo que me estoy perdiendo?

Probablemente metió la pata ahí pero antes de que pudiera retractarse y elegir otro tipo de palabras para volver a tantear el terreno, sintió como Hazel se tensó levemente a su lado y esa fue una reacción clara que le respondió a su pregunta. Ivy había dado justo en el clavo y estaba sucediendo algo pero antes de que su cabeza divagara entre posibilidades y escenarios que tal vez no estuvieran ocurriendo, dejó de que su razón se ocupara de aquello para obtener la verdad.

—No pasa nada -Hazel niega pero Ivy sabe de inmediato que ella miente aunque no decide contradecirla ni exigir la verdad, se fuerza a quedarse donde se encuentra escuchando lo que sea que ella tenga para decirle–. Solo... he estado pasando tiempo con mis amigos. Ya sabes, hemos estado poniéndonos al día por el tiempo que estuvimos alejados y... estamos en verano, precisamente no se suele pasar todo el día en casa.

Bueno, ese fue un golpe bastante bajo pero sabía que Hazel no lo dijo con intenciones de ofender, ¿no?

Antes solía estar fuera de casa todos los días saliendo con diferentes tipos de grupos de Figure Eight entre fiestas, reuniones en la playa o simples salidas hacia la ciudad para buscar ropa pero en las últimas semanas desde Los Ángeles hasta su reciente llegada a Outer Banks pudo reflexionar a lo largo de su vida y entendió que todo siempre fue una mentira, todo era plástico. Esas personas que la rodearon en ambos lugares que ella llamó "Casa" no eran realmente amigos, solo eran personas que la acompañaban para pasar el rato y le darían la razón en lo que sea que ella dijera así que pretendía desintoxicarse de todo eso al menos por unos días.

El inicio de clases era su mejor manera de poder alejarse de eso y mantenerse ocupada, ahí buscaría la manera de por fin ingresar a una universidad y encontrar amigos de verdad pero por el momento, era una simple reina miserable que se había quedado sola.

Sonaba como la mierda pero no podía seguir mintiéndose.

—Gracias por el golpe -Ivy le dice con ironía una corta sonrisa amarga. Hazel de inmediato abre la boca para poder corregirse al ver lo tonta que fue al comentar aquello pero es interrumpida por ella–. No te disculpes, Hazel. Sé que no lo dijiste con malas intenciones, solo fue una casualidad en tu elección de palabras -Gira a mirar a la pequeña rubia, quién se siente un poco arrepentida e incómoda por lo sucedido–. Así que te sigues viendo con ellos, ¿cómo está...? -Duda un momento mientras hurga en su memoria el nombre de la persona–. El padre de este chico... ¿John?

—¿El padre de John B?

—Sí, ese chico -Ivy asiente al reconocer de que se trataba de ese nombre. Mantiene sus ojos en Hazel tratando de leer sus reacciones involuntarias por medio de sus rasgos, notando que ella bajó la mirada un momento y se volvió a tensar–. ¿Cómo está su padre? Recuerdo que lo veía a veces con papá y Ward Cameron. A ti te gustaba escuchar todas esas historias que contaba sobre tesoros perdidos y... todo eso.

Aún recordaba claramente como Hazel rondaba alrededor de Big John cada vez que el hombre visitaba a la familia Spinster, principalmente para hablar de algún tipo de negocio con Hugh pero frecuentaba más a Ward... o al menos eso es lo que Ivy había visto en diferentes oportunidades cuando se daba una vuelta por la residencia Cameron al acompañar a su padre a las cenas o reuniones de trabajo que su padre tenía con Ward. A su hermana menor le gustaba escuchar todas las historias que Big John tenía por contar, a veces le daba alguno que otro libro sobre historia que Hazel escondía en su habitación y solo le pedía a Ivette que se lo leyera antes de irse a dormir.

A Camille Black, la madre de las niñas y esposa de Hugh en ese entonces, no le agradaba que Big John rondara en su casa principalmente por ser un pogue, le desagradaba mezclarse con las personas de El Corte por ser inferiores a ella de manera socio-económica. Además, que Big John le parecía la persona más extraña de toda la isla y lo llamaba desde "loco vagabundo" hasta un "estúpido cazafortunas", alegando de que solo quería sacarle dinero a Hugh y Ward vendiéndoles historias llenas de fantasía.

—Él... murió hace nueve meses -Hazel responde luego de unos segundos de permanecer en silencio y que las palabras pudieran salir al estar atrapadas en el nudo de su garganta–. Salió a una expedición en el mar y... no volvieron a saber nada más de él.

A pesar que no lo conocía muy bien, no pudo evitar sorprenderse por la repentina noticia.

—Mierda -Ella murmura. La ligera tristeza en Hazel se hizo más clara, ella le había agarrado mucho cariño durante su infancia y los meses antes de que se fuera al internado cuando conoció a John B y a sus amigos en El Corte–. Yo... lo siento, que terrible noticia -Extiende su mano tomando la de su hermana menor como una muestra de apoyo–. ¿Cómo estás llevando esto, Hazel? Sería estúpido preguntarte cómo estás pero... ya sabes lo que quiero decir.

Mira a su hermana esperando a sus palabras, poder saber mejor en qué etapa de su tristeza se encontraba y tratar de ayudarla. Hazel era frágil aunque la mayor parte del tiempo no lo quisiera hacer notar y desde pequeña tuvo que desarrollar una manera de poder ser fuerte frente a todos los problemas que sucedía en su familia. Las malas noticias no le asentaban nada bien, era capaz de aislarse en ella misma por tiempo indefinido hasta que estuviera lo suficientemente bien para volver a fingir u oprimir cualquier tipo de emoción que sintiera, esa era la crianza que su madre les había inculcado a ambas.

"Nadie nunca querrá a una mujer débil" Era lo que Camille les repetía a sus hijas durante su infancia y esperaba que les quedara muy claro.

—Estoy bien -Hazel exhala respondiendo la pregunta con honestidad mientras su mirada permanece en sus dedos que juegan con los cordones de sus zapatos–. Quiero decir, fue cómo un balde de agua fría que me tiraron cuando John B me lo contó pero... creo que con el pasar de los días ya me siento mejor -Ella levanta la cabeza mirando al frente–. Aunque John B cree que su padre está vivo porque no han encontrado su cuerpo por ningún lado todavía y confía en que tenía el suficiente conocimiento sobre la orientación en mar abierto como para sobrevivir.

—Dicen que una de las etapas del duelo es la negación, ¿no? -Le pregunta de manera retórica–. ¿Tú crees que esté vivo?

—Yo... no lo sé, honestamente -Encoge sus hombros. Hazel estaba siendo honesta con ella hasta el momento, por lo que estaban yendo por buen camino–. Estamos haciendo lo posible por ayudar a John B en lo que podemos para obtener respuestas sobre el paradero de su padre y confirmar si realmente está vivo como él cree.

—¿Y han obtenido alguna respuesta sobre eso hasta el momento?

¿Eso era lo que estaba pasando? ¿Hazel y sus amigos andaban por ahí en la isla tratando de encontrar respuestas sobre la desaparición de Big John?

—Es que... -Hazel exhala con fuerza mientras se muestra dudosa al detener sus propias palabras. Ivette podía verla con facilidad, su cabeza maquinando por cada segundo tratando de tomar una decisión, posiblemente una decisión sobre si debería seguir hablando o no–. Creerás que estoy loca... que estamos locos pero nos hemos topado con cosas realmente descabelladas estos días -Ella sigue hablando, dando un paso a la vez tratando de aún decidir si era correcto revelar en qué estaba metida–. Te contaré todo pero no enloquezcas ni le digas a papá.

Había pasado un tiempo desde que Ivy escuchó eso por última vez pero seguía teniendo el mismo significado no importa los años que pudieran pasar: Hazel estaba en problemas.

Y realmente lo estaba... un poco.

Hazel no pudo evitar contarle todo lo que había pasado en los últimos días con sus amigos y es que el nivel de confianza que tenía con Ivette siempre fue grande, era un tipo de magnetismo que arrancaba la verdad de ella solo con ver la cara de su hermana mayor. No retuvo ningún detalle pero trató de ser lo más breve posible, después de todo, habían sucedido varias cosas en los últimos días que no podían ser omitidas con facilidad.

Resulta que Hazel y sus amigos estaban en búsqueda de un tesoro perdido de una embarcación que llegó a Outer Banks hace muchos años atrás y el cuál Big John estaba detrás, completamente seguro que esa embarcación existía y que en su búsqueda se perdió en el mar desapareciendo por completo. Ivette no pudo mostrarse más sorprendida mientras la historia empezaba, sobre todo porque empezó con el hecho de encontrar el barco hundido de un hombre que desapareció misteriosamente días antes que se diera el Huracán Agatha y que personas peligrosas los estuvieron persiguiendo por toda la isla en busca de una brújula que le correspondía a Big John pero que encontraron en el bote de esa persona desaparecida...

Era solo una bola de nieve rondando montaña abajo haciéndose cada vez más grande.

¿Realmente Hazel estaba metida en todo eso? Tenía ganas de gritarle de que era una completa locura, que dejara atrás toda esa historia sobre un estúpido tesoro perdido y que se metería en graves problemas si seguían tirando de ese hilo, especialmente luego de la mención de que estaban siendo perseguidos por desconocidos desde el momento que encontraron esa brújula.

—¡Ellos lo encontraron, yo no! -Fue la primera defensa de Hazel mientras se señalaba–. Todo eso empezó antes de que yo llegara, te lo juro. Yo... me enteré de todo eso el día que llegué y ellos me lo contaron.

—¿No pudiste decirles simplemente todo podría ser producto de sus imaginaciones y que tal tesoro no existe? -Ivette se esfuerza por mantenerse tranquila aunque su interior estaba tratando de retener sus instintos sobreprotectores y las alarmas que salieron disparadas cuando Hazel siguió contándole más sobre lo ocurrido los últimos días–. Quiero decir, es demasiado peligroso todo lo que me dices, Hazel.

—¿Crees que no lo sabemos? -Ella exhala mientras pasa sus manos por su cabello en una pequeña muestra de frustración–. Al principio creí que era todo una completa mentira y que... las pistas no nos llevaría a nada. Les seguí la corriente como si estuviéramos jugando a los investigadores en el verano pero... con cada cosa que vamos descubriendo, parece que ese tesoro realmente existe.

Nota la seriedad de Hazel y sabe que ella habla en serio, de que estaba convencida de que aquel tesoro existe y está siguiéndole la pista a algo real junto a sus amigos.

—Si eso realmente existe, ¿qué se supone que harán con todo ese dinero? Ustedes son unos niños después de todo -Ivy señala con obviedad exponiendo una de sus múltiples ideas al respecto de toda esa loca historia que su hermana menor le acaba de contar y no le sorprendería saber que se trata de una película o algo similar–. Es más, si se trata de un tesoro perdido y forma parte de una historia, puede ser reclamado como propiedad del Estado y ese extensa búsqueda no serviría de nada.

Mira a Hazel esperando notar en su reacción que ella estuviera de acuerdo con sus palabras, de que pudiera recapacitar sobre lo que estaba haciendo para así alejarse de los problemas. Espera unos segundos hasta que Hazel menea su cabeza levemente negando ante sus propios pensamientos o a las palabras de ella, no lo sabe pero lo hace mientras aprieta ligeramente la mandíbula.

—Gracias por tu buena suerte, hermana.

Se levanta de su lugar mostrándose un poco enojada por las palabras de Ivy, por ser escéptica luego de haberle contado toda la verdad o que no haya recibido ningún tipo de apoyo de su parte. Ivette exhala al ver que la única reacción que tuvo de su hermana es ver como ella estaba por retraerse como ese caracol con la que siempre la comparaba en ese tipo de momentos y no podía dejar que eso sucediera, no estaba en sus planes malograr más su relación con ella.

—Hazel, espera -Dice Ivy poniéndose de pie mientras la sigue, caminando con cuidado por el tejano antes de ingresar por la ventana de su habitación detrás de Hazel–. Yo solo... -Ella logra meterse a su habitación viendo como su hermana menor la ignoraba y se dirigía hacia la salida del lugar pero antes de que lo hiciera, ella extiende su mano agarrando la muñeca de Hazel–. Mira, lo siento, ¿si? No fui mi intención que lo tomaras de esa manera, solo quería ser un poco razonable.

—¿Crees que estoy jugando? ¿O es algún tipo de broma, Ivy?

—No, claro que no, te creo -Ivette niega de inmediato ante sus preguntas–. Solo me preocupo por ti, Hazel. Sabes que siempre lo he hecho y eso no cambia ahora ni nunca, no importa cuantos años puedas llegar a tener -Su expresión se relaja incluyendo su cuerpo donde la tensión se desaparece para poder convencer a Hazel así como calmarla–. No quiero que vuelvas a salir lastimada, Hazel. Ambas sabemos que precisamente los problemas te llevaron a un internado en el otro lado del mundo y no creo que quieras regresar ahí, ¿no?

—Claro que no, solo... estoy en esto con mis amigos, no los puedo dejar a la deriva cuando necesitan mi ayuda -Expresa un poco más calmada pero también buscando compresión por parte de su hermana mayor–. Sobre todo por John B, cree plenamente que hay una posibilidad de que todo esto sea alguna respuesta a lo que le sucedió a su padre o donde se encuentra realmente.

Hazel miraba a Ivy en una silenciosa súplica por comprensión pero también por apoyo de su hermana mayor, la única persona en la que confiaba infinitamente y aún tenía muchas cosas que contarle pero no estaba preparada para hacerlo. A pesar de todo, depositaba plenamente su confianza en Ivette sabiendo que ella era la única persona en el mundo que nunca la decepcionaría ni traicionaría de alguna manera y que al mismo tiempo la protegería, siempre hizo todo lo que estuviera a su alcance y mucho más allá para cuidarla cuando eran niñas.

E Ivy no podía mantenerse firme, Hazel era su eslabón débil.

Su cabeza es todo un remolino de pensamientos debatiéndose en sobre mantenerse firme de que Hazel se alejara de eso para evitar los problemas o mostrarle su apoyo a pesar que ella no creyera en casi todo lo que había escuchado pero la manera en como Hazel la estaba viendo, esperando a recibir algo y sabiendo que ese "algo" se trataba de su apoyo y protección, dos cosas que no se lo iba a negar jamás.

—Bien, Hazel. Ganaste, no le diré a nadie sobre esto -Ivette se rinde con un pequeño gruñido por su decisión y sintiendo que tal vez podría arrepentirse en el futuro–. Solo te pido que cualquier tipo de ayuda que necesites, vengas a mi de inmediato, no confíes en nadie más -La mira con seriedad haciéndole saber que estaba hablando completamente en serio–. Este es un tema delicado, Hazel, no puede ser tomado a la ligera. Pídeme la ayuda que necesites, veré la manera de hacerlo.

La menor ladea un poco la cabeza mientras se ve dudosa sobre las palabras de Ivy.

—¿Segura? Yo solo... necesitaba que no se lo digas a papá, no quiero involucrarte en esto.

—Es la única condición, Hazel -Ella le repite hablando con severidad para no dejar lugar a discusión por parte de su hermana menor, quién asiente derrotada–. Y si te metes en algún tipo de problema, tampoco dudes en buscarme. Siempre encontraré la manera de ayudarte o librarte de los problemas que ocasionas, como siempre lo he hecho.

Hazel se acerca hacia ella para abrazarla con fuerza. Ivette se queda un momento en su lugar antes de corresponderle el abrazo de la misma manera acariciando su cabello. A pesar de que estaba protegiéndolo de algo que probablemente no debería hacer para que así pudiera aprender su lección, no era capaz de dejar a su pequeña hermana a su suerte sin importar malcriarla en el proceso.

—Prometo que haré lo posible para no meterme en esos problemas.

—Más te vale.

Ve como su hermana menor se aleja con una pequeña sonrisa separándose del abrazo y saliendo de la habitación dejándola sola con muchas dudas, criticando su decisión sobre todo. Normalmente era alguien fuerte pero estaba un poco vulnerable en muchos sentidos y sus cinco sentidos estaban de vacaciones por lo que no dudó ni un segundo en aceptar la situación de Hazel en lugar de intentar hacerla entrar en razón y que se alejara de esa loca historia que puede meterla en un grave problema legal.

Pero Hazel le tenía un gran cariño a sus amigos y ella lo sabía perfectamente, de alguna manera le dieron un poco de distracción y calidad mientras las hermanas atravesaban el tormento del divorcio de sus padres.

A pesar de eso, Ivy no podía evitar desconfiar de ellos y de cualquiera, más si estaban metiendo en algún tipo de problema a su hermana menor.

Su teléfono vibra y la pantalla muestra un mensaje de Kelce diciéndole que iría al country club junto a los chicos por lo que la estaba invitando a pasar la tarde con ellos. Ella normalmente negaría la invitación como el resto de las otras invitaciones que le habían llegado pero necesitaba una distracción para aclarar sus pensamientos, así como realmente empezar con ese cambio que supuestamente estaba buscando pero aún no hacía ni el mínimo intento.

Se dejó de estupideces y se levantó de la cama, decidida a recuperar su vida y también disfrutarla siendo una joven normal como el resto.

—Llegamos tarde -Fue lo primero que Kelce dijo mientras veía a Ivy saliendo de la residencia de su familia. La rubia solo atinó a rodar los ojos detrás de sus lentes de sol oscuros cerrando el portón a sus espaldas–. Demoraste casi una hora completa.

—Deja de llorar como una niña, Kelce -Ivy le regaña antes de subirse al auto de Kelce en el asiento del copiloto–. Además, fueron solo treinta minutos que me demoré y tu dúo de idiotas no se morirán por esperar eso.

Kelce ríe levemente por sus palabras antes de encender el auto.

—Ya suenas como la antigua .

Ivy no pudo evitar sonreír ante ese pequeño comentario por más mínimo que fuera pero le daba la esperanza de que podría regresar a la que era antes. Tal vez estuvo rodeada de personas tontas que la veneraban como una especie de entidad superior o tenía amistades falsas pero al menos era feliz en ese entonces, Los Ángeles la arruinó por completo llevándola a conocer vicios y maneras de vivir su vida sin ningún tipo de control. Quería ser la versión en la que nunca se fue de Outer Banks y empezar a vivir su juventud como corresponde sin beber, drogarse o dejar que hombres desconocidos paguen por fotos comprometedoras de ella en una página discreta.

Quería vivir su juventud de la forma adecuada y lo lograría, cueste lo que cueste.

El camino en compañía de Kelce fue tranquila en el que ella se adelantó en preguntarle sobre como habían estado las cosas en su ausencia, así evitando que él hiciera preguntas sobre Los Ángeles porque estaba cansada de tener que mentir a todos sobre eso. Pronto llegan al country club ocupando un lugar en el estacionamiento y bajan del vehículo, ella mira al frente viendo el lugar a que antes solía frecuentar demasiado y ahora se sentía de regreso. Esa ola de familiaridad con el club fue tan satisfactorio justo como en el momento que ella llegó a casa hace unos días atrás.

—¿Crees que se hayan ido? -Ivette le pregunta a Kelce mientras caminan juntos. Ya habían llegado al country club solo que se estaba desvían a otra zona un poco más apartada del lugar donde estaban los hoyos de golf.

—No lo creo -Kelce niega mientras siguen recorriendo el camino de arena que los lleva a esos espacios del club–. Topper me dijo hace un rato que estaban por aquí pero que se estaban impacientando -Encoge sus hombros–. Igualmente no creo que se hayan ido, no harían eso.

—Les tienes mucha confianza, ¿no? Yo no confío en ellos ni en lo más mínimo.

—¿Y cuándo lo has hecho? -El chico ríe brevemente–. Estabas rodeada de personas que te seguían como tu propia sombra pero jamás fueron tus amigos.

—Porque no lo eran, cariño -Ivette le responde mientras siguen caminando–. Todos ellos solo querían lograr estar en mi círculo cercano para poder alardear de eso. Las chicas podrían alabarme cuanto quisieran pero sé que al final solo hablarían mierda de mi, hipócritas -Ella sigue hablando sincerándose con él–. Y los chicos solo querían la mínima muestra de atención para intentar llevarme a la cama, imbéciles -Gira su cabeza para mirarlo sin dejar de caminar a la par–. ¿Ahora entiendes por qué no confío en nadie?

—Golpe bajo, Ivy -Él trata de sonreírle con ligera golpeando levemente su codo con el suyo de manera juguetona–. Pero ya llegará alguien que tendrá toda tu confianza y lealtad eterna, ¿no? Al menos es la mierda que dicen las mamás y las abuelas, ya sabes.

Ivette ríe con suavidad al escucharlo mientras niega.

—Soy escéptica excepto en mí misma.

Siguieron caminando pero solo bastaron un par de pasos para escuchar golpes en seco seguido de gruñidos como quejidos. Ambos se miraron confundidos hasta que aceleraron el paso encontrándose con una escena terrible en el que Rafe sostenía un palo de golf y en el suelo había un chico que se retorcía de dolor al igual que muchas cosas se encontraban dispersas por el suelo y Topper estaba a un lado intentando calmar a Rafe pero el chico parecía no entrar en razón.

—¿Qué mierda, Rafe? -Espeta Ivy confundida pero también sorprendida por lo que estaba ocurriendo. No duda en acercarse con cautela mientras el chico estaba descontrolado.

—¡Ya basta, Rafe! ¡Vamos! -Topper le pedía. Sus manos intentaban empujar a Rafe por el pecho para alejarlo del chico moreno que se encontraba tirado en el suelo cubierto de arena y pudo ser reconocido cuando Ivy se acercó al lugar, reconociéndolo como uno de los amigos de Hazel.

Topper intentaba empujar a Rafe para alejarlo pero el chico no se estaba rindiendo en lo absoluto, incluso también lo empujó de vuelta para que no interfiera en su camino y su propósito de seguir golpeando al chico del suelo.

—¡Rafe! ¡Basta, maldita sea! -Ivette también intenta intervenir sin acercarse pero levantando la voz para hacer que entre en razón sin obtener resultados.

—¡Vamos, viejo! ¡Sólo déjalo ir! -Kelce interviene al lado de Topper. Rafe los aleja a ambos empujándolos.

Alza su palo de golf mientras se cierne sobre el chico que está en el suelo con el rostro sangrante. Mira el palo de golf que Rafe alza en su mano y su rostro se contorsiona en temor sabiendo lo que estaba por llegar, sabiendo que ese metal iba a impactar contra su rostro en un golpe final que probablemente le desfiguraría la cara para siempre o incluso podría llegar a matarlo. Ivette abre sus ojos sorprendida al notar lo que Rafe estaba por hacer y el chico lo hace, baja el palo de golf con fuerza solo que no impacta en el rostro de Pope, sino que lo hace a un lado de él asustando a todos los presentes.

Ivy sintió que su corazón volvió a latir al ver que Rafe no lo golpeó de verdad y la adrenalina aún seguía recorriendo sus venas en compañía del miedo.

—¿A caso perdiste la jodida cabeza? -Ivette no duda en acercarse a Rafe empujándolo pero el chico ni se inmuta mientras respira pesadamente luego de todo el esfuerzo que hizo durante el enfrentamiento.

—No te metas en esto, Ivy -La hace a un lado al mover su brazo. Da un par de pasos acercándose de nuevo hacia Pope solo que esta vez se arrodilla a su lado mirándolo de cerca.

—Déjalo, Rafe -Kelce sigue insistiendo intentando hacer entrar en razón a su amigo.

—No te queremos aquí, ¿entendido? -Rafe se dirige a Pope ignorando lo que sea que sus amigos le estuvieran diciendo y sus intentos de alejarlo del pogue que estaba en el suelo con la boca sangrando–. Aléjate de Figure Eight, pogue.

Rafe retrocede por fin alejándose por completo del chico al que había golpeado varias veces con el palo de golf y la tensión en el ambiente era demasiado para todos que aún trataban de procesar lo que había sucedido aunque también tenían un poco de temor de que aquello les vaya a traer problemas a pesar de no haber participado directamente en golpearlo pero era suficiente para ponerles una denuncia por sus presencias durante el suceso.

—¿Por qué...? ¿Por qué hiciste eso? -Ivette sigue a Rafe acompañada de los chicos quienes se alejaron lo más rápido que pudieron dejando a Pope en el suelo quejándose de dolor pero, afortunadamente, con vida–. ¡Rafe! Te estoy hablando -El chico sigue caminando dando pasos largos sin inmutarse un segundo ni emitir sonido alguno–. ¡Oye!

—¿Quieres una cerveza, Ivy? Para que bajes tu mal humor -Alza la bolsa de cervezas que había agarrado del suelo y que probablemente Pope llevaba consigo en el momento del ataque. Rafe se mostraba desinteresado por completo en lo que había sucedido.

—¿Cómo puedes decirme tal cosa luego de haber molido a golpes a ese chico?

—¿Quieres saber por qué? -Rafe se gira hacia ella deteniéndose en medio del camino de tierra por el cual estaban caminando de regreso al country club.

—Sí, ilumíname -Ivy no se inmuta mientras lo miraba directamente y él se encontraba frente suyo con el rostro contraído en enojo a pesar de que hace un segundo se mostraba impasible. Ella cruza sus brazos sin quitarle los ojos de encima–. Dime, ¿por qué demonios casi lo matas?

Rafe se inclinó un poco más cerca sin romper el contacto visual de ella, ambos destilando enojo por diferentes razones.

—Porque él casi mata a Topper -Él responde en voz baja pero la cercanía era suficiente para que ella pudiera escucharlo a la perfección–. Hace unos días, uno de sus amigos lo golpeó y otro le puso una pistola en la cabeza -Alzó sus manos, sus dedos se juntaron lo suficiente para simular un arma presionando contra la sien de Ivy–. Y lo amenazó con disparar si no nos íbamos.

Ivy entrecerró sus ojos un poco mientras escuchó con atención cada palabra que Rafe dijo sobre lo que había pasado, su razón para golpear de esa manera a Pope. Ese chico era parte del grupo de amigos de Hazel, lo pudo reconocer a la perfección y si la historia de Rafe era real, eso quería decir que su hermana menor se encontraba rodeada de personas problemáticas que en cualquier momento podrían perjudicarla gravemente justo como ella temía.

¿Realmente su hermana estaba rodeada de esas personas peligrosas? Podía tolerar que se metieran en alguno que otro problema pero portar un arma era algo delicado.

—¿Y tuviste la magnífica idea de golpear a un menor de edad? Felicidades, Rafe, eres un profesional abordando problemas.

—Mira, solo estoy apoyando a un amigo, ¿si? -El chico no iba a dar su brazo a torcer, lo conocía perfectamente y la terquedad era su habilidad mientras que el no reconocer sus errores jamás era su superpoder–. Tal vez deberías hacer tú también lo mismo. Sabes que esto es de siempre pero mientras tú no estuviste aquí, yo sí me quedé y vi incontables veces como esa gente nos ataca de muchas maneras.

Ivette mantiene su mirada puesta en él notando como sus ojos azules brillan con múltiples emociones detrás pero sobre todo se denotaba su intención de convencerla de que estaba diciendo la verdad, de que los pogues solo significaban un peligro para ellos. Ella nunca tuvo problemas con los pogues, simplemente se mantenía al margen y por eso Rafe estaba determinado a obtener su apoyo hacia el desprecio hacia las personas que viven en El Corte, sin importarle tener que manipularla de alguna manera.

—Hemos tolerado su mierda pero, ¿esto? ¿Crees que es justo que puedan sacar sus armas como animales y amenazarnos? Son criminales, Ivy, no son gente honesta ni buena -Intenta suavizar su voz para poder seguir convenciéndola y lograr su cometido de hacerlo por completo–. Esto no es justo, ¿no lo piensas? Ellos no son victimas, nosotros lo somos.

Su cabeza se debate entre lo que creía saber y lo que había visto. La violencia nunca fue bien vista por ella, aborrecía eso con todo su interior pero precisamente los pogues no habían actuado de la forma más pacífica posible, según lo que Rafe le había contado.

¿Tal vez él tenía razón? No estaba dispuesta a hacerle daño a las personas, eso era un hecho, pero haría lo posible por proteger a su hermana aunque eso ahora significara alejar a esas amistades.

pay attention 'cause
५🦁★ ASLAN SPEAKS . . .

ola, he resucitao para decirles merri crisis :D
además porque me había olvidado actualizar
esto que por ahí alguien m preguntó si la iba
a continuar y hoy me aventé el cap más largo
q he hecho hasta ahora en esta fic donde
apreciamos en todo su esplendor a mi Rafe
manipulador.

no se olviden de comentar y votar<3
recordarles q tengo otra fic q es un AU sobre Rafe

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