Veintiuno. ✧

MinSeok acomodó nuevamente aquellos traviesos cordones de su zapato, los cuales le habían traído tantos problemas desde un principio. Cuando finalmente logró su objetivo, dejó salir un sonoro y profundo suspiro cansador, dejando salir todo el aire que había acumulado en esa ardua batalla contra sus pares.

Con algo de descuido miró hacia la puerta de mármol, observándola unos segundos para luego devolver la atención hacia algún punto muerto de la habitación, chasqueó la lengua y miró nuevamente la puerta recordándo instantáneamente a su joven madre, la cual se había ido hace algunos largos minutos.

¿Por qué su madre tardaba tanto? ?se había tropezado y había muerto? No, estaba casi seguro de que ella se había quedado hablando totalmente concentrada y cien por ciento animada con alguna de esas molestas y chismosas vecinas, sí, las que cada vez que lo veían apretujaban sus mofletitos sin compasión ni descanso. MinSeok frunció el ceño una vez más, realmente esas señoras no le agradaban para nada.

Con precaución bajó de la cama, teniendo cuidado en todo momento, pues ésta era muy alta y sin quererlo podría caerse. Se giró hasta ella tomando entre sus pequeñas manitos aquel presente que su mami le había comprado para obsequiarle a JongDae, estaba decorado por completo, con flores, algunas lentejuelas y brillantinas dibujadas en su parte exterior. De un momento a otro su expresión molesta fue disipándose poco a poco, ala vez que iba reanimando el etéreo rostro de su compañero en su imaginación, recordando su pequeño cuerpo abrazándolo, sus manitas unidas y sus labios rozando sus mejillas en una forma tan delicada y cuidadosa su hacía que MinSeokie muriera de la emoción.

Ahora que había conocido a JongDae pudo conocer lo que era un amigo de verdad, uno el cual siempre te apoyaría en una ocasión débil o hermosa, el cual daría todo por ti y tú darías todo por él. Te bajaría la Luna si tan sólo quisieses.

Sí, seguro eso hacían los amigos.

MinSeok suspiró, pero esta vez formando un mohín bastante tierno para quien lo viera. Ya extrañaba aquellos besos que JongDae le daba para hacerlo sentir mejor, y tal vez soñaba por obtener aquel beso especial, el del cual éste último siempre hablaba maravillas de él. Le comentó que nunca lo había dado, pero si lo había visto en esos Doramas que su tía Hani siempre veía. Ella le explicó era una sensación mágica, algo que hacía que tu pancita se revolviera, tus sentidos se opacaran y tu imaginación volara a otro mundo inexistente.

Quería sentirlo, estaba totalmente de acuerdo en dar aquel "beso especial" si las sensaciones resultaran ser como se las describieron, pero luego recordó lo anterior dicho por su amigo; tenía que otorgarselo a una persona muy muy especial, tal vez a aquella que hiciera que tu corazoncito retumbara con sólo mirarla de lejitos.

MinSeok frunció el ceño confundido, ¿dónde conseguiría una de esas? Ni siquiera sabía como se trataba correctamente el tema del "amor" así que dudaba mucho haber encontrado a esa persona ya.

Ya cansado de debetirse mentalmente salió molesto de su habitación, preparado para pelear con su madre si daba el caso. Bajó las escaleras con rapidez, llegando a la planta sin ningún rasguño en su pálida piel, su cuerpo por completo se congeló, sus mejillas se sonrojaron y su pulsó se aceleró en cuanto escuchó algunas risitas provenientes de la sala de estar, pero una de ellas brillaba más que todas esas, una que sin quererlo era el centro de atención, se notaba mucho más que las otras.

MinSeok la reconoció de inmediato.

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Lamento haber hecho el cap tan corto, mañana tendrán la segunda parte de éste porque de verdad ahorita estoy muy cansada :(((

No lo revisé, lamento las faltas :(

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