🪷🫧🪽 ⋆｡°✩

( uno : you belong with me )

❝ Dreaming about the day when you wake up and find that what you're looking for has been here the whole time❞

—¿hola? ¿melissa?

—¿si? perdón, no te estaba escuchando.—desvie la mirada del campo, observando a kenzie, mi mejor amiga, quien rodo los ojos y rio. 

—ya lo sé, creo que no le quitaste la mirada a cameron desde que llegamos al partido.—se burlo, yo solo sonreí más.—voy por palomitas, ¿quieres algo? 

—una soda estaría bien, muchas gracias.—respondí descuidadamente, volviendo a poner la mirada en el partido, la escuche reír una vez más, antes de levantarse de su lugar. 

kenzie y yo nos hicimos amigas desde el jardín, desde entonces hemos permanecido juntas, así como desde entonces ha tenido que vivir sabiendo de mi insuperable crush en cameron lewis, el jugador estrella y segundo capitán del equipo de lacrosse. podría definir lo que siento por el como, el mayor enamoramiento que he tenido, si me han gustado otros chicos e incluso e salido con algunos, pero cameron jamás salía de mis pensamientos, era como si tomase un respiro y luego volviese a el, constatemente. 

pero había un problema, el ni siquiera sabía quien era, bueno, algunas veces lo había visto en el jardín de la casa de brady, su mejor amigo y capitán del equipo de lacrosse, quien era mi vecino, por desgracia, no es que tuviese nada en contra de el, parecía agradable, simplemente que muchas veces, deseaba que aquella casa fuese la de cameron, y no la suya, así podría verlo cada vez que quisiera, con tan solo asomarme por la ventana, como muchas veces solía pasarme con brady. 

un silbato me saco de mis pensamientos, empezaba el intermedio de dos minutos, y pude ver como los chicos corrian hacía donde se encontraba el entrenador y las botellas de agua, justo al lado de las porristas, donde se encontraba stella, la despampanante novia de cameron, era una preciosa pelinegra de piel color oliva y sonrisa encantadora, era preciosa y sensual, todo lo que un chico de nuestra edad deseaba, y ahí estaba, sonriendole al chico que yo deseaba y ella tenía. 

cameron lewis.

—ya vuelvo, voy al baño.—le dije a kenzie, ella sonrio y levanto el pulgar, llevandose un puñado de palomitas a la boca. 

estaba por salir del baño, cuando escuche un conjunto de voces familiares, casi de inmediato corrí hasta el primer cubiculo que encontre, y me sente sobre la tapa del bater, tratando de no hacer ruido. 

—dios, cameron es un idiota.—rode los ojos al escuchar la voz de stella. 

—bueno, al menos esta bueno, ella. todos los chicos son unos idiotas.

—eso es cierto.—dijo otra de sus amigas. 

yo solo quería saber que era lo que había hecho cameron para que stella estuviese tan enojada cuando hace menos de tres segundos eran todo sonrisas y miradas de complicidad. 

—encima se pone a hacer bromas sobre eso, como si no fuese gran cosa que cancele nuestros planes solo por irse con el puto equipo de lacrosse. 

contuve la risa que amenzaba con escaparse de mis labios, ¿era esa estupidez la que la tenía tan molesta? para nadie era un secreto que la relación de stella y cameron a veces sufría ciertos bajos, el era muy relajado, bromista y ella demasiado odiosa y molesta, terminaban y volvían una y otra vez. muchas veces me encontraba pensando en si sería igual si fuese yo quien ocupase su lugar, aunque siempre llegaba a la misma conclusión: no, no lo sería, porque yo si entendería el humor de cameron y probalemente me reíria de una de sus bromas en media discusión. 

—tenemos que irnos, ya va a empezar el partido, chicas.

en cuanto escuche como salían todas, baje del bater, me pase la mano por el pelo y salí de ahí lo más rápido que pude, no quería perderme ni un segundo del partido. pude observar antes de subir a las gradas, como stella y sus amigas se preparaban para empezar con el número de las porristas. 

—¿no te parece raro como stella llego hace apenas un año y ya es la capitana del equipo de porristas, novia de la estrella del equipo y su vida parece sacada de una pelicula adolescente?—pregunte, tomando mi bebida, kenzie me miro. 

—reina del baile. 

—¿que?—pregunte confundida. 

—es la futura reina del baile de graduación, te falto eso en tu pequeño resumen sobre la vida perfecta de stella.—se burlo, reí y rode los ojos. 

—eres una tonta, hablo enseriom, kenz. 

—no me parece tan extraño. ella es ese tipo de chica.—frunci el ceño confundida.—ella es el tipo de chica que nació para ser el centro de atención, es guapa, extrovertida y atrevida, el tipo de chica que todos los chicos quieren. 

el tipo de chica que le gusta a cameron. 

no lo dijo, pero el pensamiento llego a mi cabeza y fue como un golpe bajo, porque tenía razón. por más que ella recien hubiese llegado, por más que no conociera la historia de cameron como yo, era ella la que iba de su mano por los pasillos, mientras que yo los observaba, soñando con el día en que las cosas cambiaran. como si un día cameron abriera los ojos y se diera cuenta de que todo lo que había estado buscando, siempre estuvo delante de el. 

—oh dios mio, brady es tan guapo.—me gire y mire a kenzie, ella comenzo a reirse.—vamos, no puedes negar que es guapisimo, mel, se que te gusta cameron, pero no estas ciega. 

—supongo que es del tipo de chico que le gustan a las chicas.—dije observandolo unos segundos, acababa de anotar un punto. 

—hay que ver que estas loquita por cameron. 

más tarde, cuando me encontraba en mi cama acostada, pasaba las fotos de aquel viejo albúm de fotos, eramos apenas unos niños, pero en todas me encontraba justo al lado de cameron, era de la época en la que no importaba que tan cool eras, simplemente eramos compañeros de clases y todos estabamos siempre con todos, una vez cameron me había tomado la mano mientras hacíamos una presentación en frente de toda la clase, y auque probablemente fue por los nervios del momento y eramos unos niños, mi yo de diez años pensaba que aquello significaba que estariamos juntos por el resto de nuestras vidas. 

pero la secundaria llego y cuando todos comenzaron a dividirse en grupos y cameron no volvió a hablarme a menos de que fuese estrictamente necesario, me di cuenta de que jamás sería así. 

—¡vamos, brady, apresurate!

era un martes por la noche, una canción lenta sonaba de fondo, pero los gritos de cameron probablemente se escuchaban por toda la calle, me asome a la ventana, que daba justo a la calle, ahí estaban dos autos, junto a ellos parte del equipo de lacrosse y algunas animadoras, además de otros amigos de cameron.

—mueve el culo, noon, no tenemos todo el día.—rode los ojos al escuchar la voz de stella, se veía preciosa con aquel vestido de lentejuelas que resaltaba su bronceado, entonces escucho la risa de cameron y puedo jurar que todo se congela cuando sonrie, con esa sonrisa que podría iluminar toda la ciudad, pero todo se acaba cuando pasa su brazo sobre los hombros de stella. 

y siento que mi corazón se rompe, porque las cosas jamás serán como cuando eramos niños, porque ahora son así, el se encuentro con sus brazos alrededor de una preciosa chica que lleva tacones y un precioso vestido mientras yo estoy en casa, en pijama con una camiseta vieja y el pelo desordenado deseando ser ella, deseando que fuese a mi a quien le sonriese de esa forma, soñando que algún día conduciera hasta mi casa en medio de la noche solo para escuchar nuestras canciones favoritas mientras hablamos de nuestros sueños.