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CRACKSTONE
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         Tenía la sensación de hormigueo en todo el cuerpo, los escalofríos estuvieron presentes incluso después de separarse de Wednesday.

         —Ha despertado, ¿verdad?—le cuestiona la vidente, preocupada ante la molestia que presentaba para Eternity tener le poder del fuego.

         —Si—miró sus manos, pero no había ningún cambio en ellas, seguían siendo las mismas. Ella seguía siendo la misma—. Creo que estoy bien.

         Wednesday se queda mirando por un rato más a la castaña. Hasta que toma en cuenta lo que acaba de pasar en todo ese día. Desde el revelamiento de parte de la historia de Eternity, hasta la resurrección de Crackstone con su maldita sangre.

         —La escuela está en peligro—dice con urgencia, como si se hubiera despertado de un sueño y hubiera llegado a la pesadilla—. Todos corren peligro.

         —¿Qué? Espera, ¿A dónde vas?—expresó con preocupación Eternity cuando vio como Wednesday emprendía rumbo hacia la academia—¡Espera, Addams! ¡Ni siquiera he revisado si tus heridas están bien!—llegó a pararla antes de que siguiera andando.

         —Todas mis heridas se han curado. Mi sangre era la llave para que la profecía se cumpliera. Crackstone está aquí y está yendo directo a la academia para matar a todos los excluidos—explicó deprisa, mientras jalaba del brazo a Eternity para que empezara a caminar.

         La vampiresa no hizo amago de comprender las palabras de su compañera, al menos no ha profundidad. Lo único que importaba era salvar a la academia. Y bueno, matar a los desgraciados se osaron a poner una mano encima al cuerpo de Wednesday.

         Por obra del destino, Tyler interrumpió su trayectoria cuando Eternity estaba pensando en la forma mas dolorosa de hacerlos sufrir.

         —Laurel dijo que estabas muerta—dijo con cinismo el castaño.

         ¿Quién mierda es Laurel? Se cuestionó Eternity con el entrecejo arrugado.

         —Lamento informarte que ya me siento mejor—soltó sin humor Wednesday.

         Eternity movió con su brazo a la vidente hacia atrás de ella. Si el imbécil de Tyler atacaba, el mayor daño se lo llevaría ella y no Wednesday.

         —Eres como una cucaracha—insultó el hijo del sheriff hacia la pelinegra.

         —Sin insultos...—respondió Eternity antes de que Wednesday lo hiciera—Si no quieres que te rompa el otro brazo como lo hice con el izquierdo—la castaña sonrió levemente cuando vio como Tyler retrocedía un par de centímetros.

         Lamentablemente Tyler parecía no retroceder por temor, pues bastó segundos para que su cuerpo empezara a cambiar para mostrar su cuerpo deforme.

         —¡Atrás!—empujó a Wednesday lejos de ella para que Tyler no la agarrara. Al menos sabía que Tyler no podía utilizar sus dos brazos, por lo que solo alcanzó a cogerla a ella y estamparla contra un árbol.

         —¡Eternity!—gritó Wednesday con preocupación al ver como Tyler pasaba su brazo roto para apretar el abdomen de su pareja, donde se encontraban sus heridas, sacándole un alarido de dolor.

         La vidente soltó una exclamación cuando vio como un cuadrúpedo saltaba sobre Tyler y lo apartaba de Eternity. Sin embargo, se acercó hacia Eternity al mismo tiempo que Lioel aparecía en su campo de visión.

         —¿Quién es?—cuestionó la castaña mientras se paraba con ayuda de Lioel.

         —¿No reconoces su olor?—el vampiro se burló mientras subía el polo de Eternity para ver sus heridas.

         —¿Enid?

         Wednesday miró sorprendida hacia la pelea que se estaba generando a escasos metros de ellos sin poder creer que su amiga se haya enlobado.

         —Exacto—el tono de voz preocupado de Lioel hizo que Wednesday volviera su vista de nuevo hacia Eternity—. Tus heridas se han abierto de nuevo.

         —Vaya, que pena—soltó la castaña sin importancia—. Pero tenemos que llegar a la academia.

         —Será peligroso—le dijo Wednesday—, lo mejor será que te quedes con e-

         —Peligroso, mis narices—interrumpió Eternity—. Iré a donde tú vayas.

         —Espera, espera—soltó Lioel antes de que la vidente pudiera responder—. Ahora qué está pasando.

         —Crackstone ha resucitado.

         —¡Genial! ¡Más problemas!—el pelinegro se giró hacia donde se venía presentando un enfrenamiento entre los dos cuadrúpedos—¡Escuchaste Enid!—la loba soltó un resoplido—. Como sea, nosotros nos encargaremos de Tyler—les dijo a ambas mujeres—. Ustedes encárguense del zombi.

         Lioel no dio tiempo a que las dos chicas respondieran. El rizado ya se encontraba corriendo hacia Enid para ayudarla con Tyler.

         —Hazme el favor de hacerme recordar que Lioel es un muy, pero muy buen mejor amigo.

         —Te lo hare recordar si es que salimos vivas, Eternity—la pelinegra empezó a correr.

         —¿Alguna vez te dije que amo tu positivismo?—corrió con ella—. Por cierto, ¿Por qué ya no me llamas Abney?

         Wednesday arrugó su nariz ante el apellido.

         —Me hace recordar a tu familia—respondió mientras rodeaba un árbol.

         —Oh, ya veo.

         Llegaron a la academia en un par de minutos. Lo hubieran hecho en segundos, pero Wednesday se había negado a ser cargada por Eternity por las heridas de la susodicha.

         La academia y el mundo podían estar en peligro, pero Wednesday no se iba a arriesgar a hacer más daño a su pareja.

         La vidente cogió una espada de hierro que era decorativo de la academia y fue hacia el centro de la academia, donde los gritos parecían provenir. Mientras que Eternity había cogido una lanza de hierro.

         —Oh, por dios, realmente es un zombi con esa cara tan demacrada—soltó la castaña cuando vio a Crackstone.

         —Hola, peregrino—dijo Wednesday cuando Crackstone volteó hacia ellas.

         —¿Cómo es que vuestro corazón aún late?—el zombi preguntó sorprendido—¿Qué hechizo demoniaco es este?

         Eternity levantó una ceja con suspicacia.

         —¿Fue este ser el que derramó tu sangre?—Wednesday asintió. Eternity se volteó hacia Crackstone—Oh, vas a sufrir antes de volver a la tumba de donde has salido—canturreó.

         El sonido de una flecha hizo que Eternity se girara hacia atrás, solo para ver como Xavier cogía un arco y apuntaba a zombi. Sin embargo, la flecha quedó suspendida en el aire antes de que siquiera traspasara la cabeza de Crackstone.

         —Genial y nosotros somos los monstruos cuando él tiene telequinesis—renegó Eternity mientras veía como el maldito zombi cambiaba de ruta la punta de la flecha—. ¡Xavier, cuidado!

         Sin embargo, la flecha no llegó ha Xavier. Wednesday se había puesto de barrera en el camino, ocasionando que Eternity gritara su apellido y corriera hacia ella.

         —¡Tienen que sacar a todos de aquí!—ordenó Wednesday.

         —¡Me importa una mierda los demás!—Eternity revisó el hombro, lugar donde había atravesado la flecha—Parece ser que no ha hecho mucho daño—se giró a Xavier—. Tú corre a poner a los demás a salvo.

         —¿Qué harás tú?—cuestionó le chico—No me digas que te enfrentaras a él sola.

         —Claro que lo haré. El maldito engendro lastimó a mi pareja.

         —¡Espera, Eternity!—gritó Wednesday cuando la castaña se alejó de ella—¡Estás herida!

         —Eso jamás me ha detenido, cariño—sonrió mientras se paraba enfrente de Crackstone—. Lady Crusher, creo que te gustara la propuesta que haré.

         Acepto, ¡Siempre y cuando me dejes salir de una maldita vez! Exclamó la voz de su cabeza, haciéndola blanquear los ojos.

         —Qué te parece hacer sufrir a un hombre que ha vuelto a revivir.

         Jamás he tenido tal honor.

         —Bien.

         El ojo izquierdo de Eternity brillo con una intensidad asesina mientras que el otro permanecía con normalidad.

         Eternity y Lady Crusher se habían fusionado para utilizar a la misma vez el cuerpo.

         —Bailemos lentamente en la oscuridad, maldito zombi.

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¡Annyeonghaseyo!
❝안녕하세요❞
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Lo siento Crackstone, pero la que se te armó

Te llevaré flores cuando regreses a tu tumba

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