026
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SOY YO
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La tensión en la cueva resultaba demasiado insoportable. Muchos de los alumnos no lo soportaron y se fueron retirando poco a poco.
Larissa y Lioel seguían rígidos en su lugar sin moverse ni siquiera un milímetro. Ambos estaban seguros de que Eternity todavía podía recuperar el mando de su cuerpo.
Pero Lioel no podía evitar pensar que, en algún momento de su prolongada vida, Eternity iba a volver a perder el control y esta vez ya no iba a regresar jamás.
—Contesten—mandó Lady Crusher ante el silencio de ambos—. ¿Cumplirán con aquel favor o seguiré matando?
—Usted habla como si estuviera deseosa de morir—habló Larissa después de un breve silencio.
—Oh, no—canturreó—. No soy como Eternity. Amo mi vida—sonrió hacia Wednesday, quien ya se había soltado del agarre de Lioel—. Pero disfruto de hacer sufrir a los demás.
—Eres...—Wednesday se mordió el labio con fuerza sin poder insultar al monstruo delante de ella.
—¡Un momento!—exclamó Lioel, con los ojos bien abiertos—¿Vieron eso?—señaló a Lady Crusher con una sonrisa en el rostro.
Todos pusieron atención la mujer castaña. Al principio no entendieron que era lo que tenían que ver, después pudieron localizar lo que Lioel buscaba que vieran. Cierta parte del cuerpo de Lady Crusher presentaba leven tembladeras, como si su cuerpo respondiese de diferente manera a lo que ella quería.
—Está tratando de tomar el control de su cuerpo—susurró Bianca.
Wednesday se acercó a la castaña que permanecía atrapada en su forma de Lady Crusher. Trató de encontrar una manera de ayudar a que recuperara la conciencia. Con delicadeza, intentó despertar a su compañera, llamándola por su nombre por primera vez y tocando su hombro con cuidado.
—Eternity, por favor, despierta—susurró Wednesday con voz suave y preocupada—. Estamos aquí contigo, y necesitamos que vuelvas a ti. Necesito que vuelvas—una pequeña lágrima descendió por su mejilla izquierda—. ¿Puedes oírme?
—Hija de pu...—el esfuerzo de Lady Crusher fue evidente cuando pronunció esas palabras maliciosas antes de que su rostro perdiera su brillo asesino y sus piernas cedieran, haciéndola caer de rodillas en un golpe seco.
Los demás alumnos observaron con inquietud, esperando que Eternity regresara a la conciencia y proporcionara alguna orientación o respuestas en esta situación cada vez más complicada.
—¿Nity?—Lioel la llamó, dando dos pasos hacia adelante.
—No se acerquen demasiado—ordenó Larissa con preocupación—. Puede ser una trampa.
—Larissa tiene razón—murmuró la castaña, todavía con el rostro bajo.
—Eres tú—la pelinegra reconoció la voz de su compañera—. ¡Eres tú!—inmediatamente cortó la poca distancia que las separa, ignorando por completo los jadeos de preocupación por ella—. Eres tú—la apegó a ella en un abrazo.
—¡Nity!—jadeó Lioel cuando vio el rostro descubierto de su mejor amiga. Llevó su mano hacia su boca para evitar que los sollozos escaparan.
—Oh, por favor, no lloren—musitó por lo bajo, lo demasiado débil y dulce como para que los demás, que dudaban que fuera Eternity, se dieran cuenta que era ella.
—Sáquenle las cadenas, ¡Ya!—ordenó Wednesday.
—No—impidió Eternity cuando vio que tres alumnos se empezaron a mover—. Aún sigo luchando con ella—levantó su mano derecha, donde presentaba una leve tembladera—. Será mejor que las cadenas se queden puestas... por el bien de todos.
Eternity dirigió su mirada hacia Wednesday y notó el rastro de lágrimas en el rostro de su pareja. El dolor llenó sus ojos mientras veía el sufrimiento que había causado a quienes la rodeaban.
—Addams—dijo con voz temblorosa—, lamento profundamente haber causado tanto dolor y preocupación—cogió entre sus dos manos el rostro de la vidente—. No era mi intención que esto sucediera.
Wednesday asintió.
—Lo sé—respiró temblorosamente—. Entiendo que a veces estás atrapada en esa forma, y no sabes cuándo ni cómo podrás volver a ser tú misma.
Sus palabras reflejaban su angustia y remordimiento, mientras que la mirada de Eternity buscaba el perdón de su compañera mientras trataba de lidiar con la situación complicada en la que se encontraba.
—Nity—Lioel fue la segunda persona que se acercó.
—Debió ser duro para ti—susurró Eternity—. Lo siento.
Lioel negó con los ojos cristalizados.
—Lo bueno es que ya estas aquí—sonrió—. Te duelen las heridas, ¿verdad?—señaló las punzadas en el estómago.
—No duelen tanto, pero es un incordio.
—Me encargaré yo misma de curar tus heridas—Larissa fue la tercera en acercarse.
Eternity negó.
—Tienes que hacerte cargo del monstruo de la ciudad y la profesora normi.
—Estoy segura de que la señorita Addams podrá manejar la situación eficientemente—dijo la rubia. La vidente volteó a ver a la directora sorprendida—. Reúne a los alumnos más fuertes y caza a los intrusos.
Wednesday asintió. Se paró, pero se detuvo para hacer una petición hacia Larissa.
—Prometa que la cuidara bien—se refirió a Eternity.
—Lo haré.
Wednesday desapareció de la cueva.
—Lioel—susurró la castaña.
—No digas más—le cortó el vampiro—. La cuidaré, así que no te preocupes—el pelinegro también salió de la cueva, siguiendo el aroma de la vidente. Tras él, se fueron Enid, Xavier, Bianca y sus amigos.
Wednesday y Lioel avanzaban por los pasillos de la academia con determinación, conscientes de la gravedad de su misión. Buscaban respuestas y justicia para las víctimas de las acciones de la profesora Marilyn y Tyler, y estaban decididos a llevarlos ante la ley por los crímenes que habían cometido.
El eco de sus pasos llenaba los corredores, y la atmósfera en la academia estaba cargada de tensión. Los alumnos estaban en alerta, sabiendo que algo siniestro se había gestado bajo su propio techo. A medida que avanzaban, buscaban pistas y rastros que los llevaran a la ubicación de los culpables.
Su búsqueda los llevó por aulas, pasillos oscuros y rincones sombríos de la academia. Cada pista que encontraban los acercaba un paso más a la verdad detrás de los oscuros acontecimientos que habían sacudido su mundo, especialmente donde Marilyn impartía clases.
—Wednesday, ¿crees que vamos a poder encontrarlos?—preguntó Lioel mientras recorrían un pasillo oscuro y desolado.
Wednesday asintió con determinación, pero su mirada reflejaba la preocupación que sentía.
—Tenemos que hacerlo. No podemos permitir que continúen causando más daño y sin llevarse un castigo.
—Esto es como una pesadilla—murmuró el vampiro, mirando a su alrededor—. Nunca pensé que algo así pudiera ocurrir en nuestra academia.
Y es que como no. Catástrofe tras catástrofe iba sucediendo. Desde la historia de Lady Crusher hasta la identidad revelada del monstruo que atormentaba a la cuidad desde hace meses.
—¡Alto!—ordenó Yoko, la vampiresa que se encontraba al último. Todos pararon la caminata y giraron hacia ella, solo para encontrarla oliendo el aire a su alrededor—Huele a medicina.
El resto de los vampiros, incluyendo Lioel, empezaron a olfatear. Lo mismo ocurrió con algunos lobunos.
—Tiene razón—susurró Lioel.
Fue entonces cuando, de las paredes de la academia, estallaron pequeñas bombas que fueron intencionalmente puestas ahí, revelando un humo blanco espeso que llenó el aire.
—¡Cuidado!—gritó Wednesday, instando a sus compañeros a cubrirse el rostro y alejarse del humo.
El humo blanco comenzó a expandirse rápidamente, dificultando la visibilidad y creando un ambiente caótico. Los alumnos luchaban por encontrar una ruta de escape mientras tosían y se protegían de los efectos del humo.
—Esto no puede ser accidental—murmuró Lioel como pudo, tratando de mantener la calma a pesar de la situación. Pero aquel somnífero estaba afectándolo casi de inmediato.
Lioel levantó la mirada, solo para ver como los lobos eran los primeros en caer rendidos ante el cansancio que te causaba el humo. Algunos vampiros fueron los suficientemente rápidos como escapar rápido antes de que aquella sustancia entrara en contacto con su nariz.
—Yoko—la vampiresa estaba a escasos metros de él, tirada en el pasillo e inconsciente.
Buscó con la mirada a Wednesday mientras trataba de no cerrar los ojos.
—No...
Dos figuras con mascaras aparecieron. Eran ellos. Tyler y Marilyn quienes se acercaban al cuerpo inconsciente de la vidente.
—No...
No pudo hacer nada por la compañera de su amiga, más que ver como se la llevaban a rastras.
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¡Annyeonghaseyo!
❝안녕하세요❞
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Uyyyy no, el drama que se va a armar cuando Eternity se entere del secuestro de Wednesday
Va a arder troya queridos amig@s
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