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CACERÍA
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         La tensión en la cafetería se hacía más palpable con cada segundo que pasaba. Eternity seguía observando a Tyler con una mirada que parecía penetrar en lo más profundo de su ser. La incomodidad de Tyler iba en aumento, y su mente corría a mil por hora mientras trataba de descifrar el motivo detrás de la visita de Eternity.

         Lo que Tyler no sabía es que Eternity tenía sus razones para estar allí. Las sospechas habían comenzado a formarse en su mente, y aunque no tenía pruebas concluyentes, su intuición vampírica la había llevado a este punto.

         Tyler, por su parte, estaba sumido en el miedo y la paranoia. Sabía que había dejado rastros y señales que podrían vincularlo al ataque, pero también pensaba que había sido lo suficientemente cuidadoso como para no levantar sospechas. Ahora, la mirada penetrante de Eternity lo tenía al borde de la desesperación.

         El monstruo que lo habitaba, con sus instintos depredadores y su necesidad de seguir las órdenes de su amo, lo había llevado a cometer actos inhumanos. Pero también temía lo que podría ocurrir si Eternity descubría la verdad. Sus pensamientos se volvieron caóticos mientras trataba de mantener la calma y evitar que su pánico se reflejara en su rostro.

         Eternity y Tyler se encontraban en un enfrentamiento silencioso, cada uno ocultando secretos que podrían cambiar el rumbo de sus vidas. La cafetería, antes llena de conversaciones y risas, se había convertido en el escenario de una tensión invisible que amenazaba con estallar en cualquier momento.

         El destino de los dos estaba en juego, y nadie sabía quién saldría victorioso en este juego de secretos y sospechas.

         —Los alumnos de la academia no pueden dañar a le gente del pueblo—habló Tyler—. Habría grandes consecuencias para ti—intentó sonar preocupado por ella. Sin embargo, Eternity no se inmutó ante la sutil amenaza y mantuvo su mirada decidida.

         La vampiresa sabía que había más en juego que una simple amenaza de expulsión.

         —Si eres humano, es posible que me expulsen de la academia—afirmó mientras asentía con la cabeza—. Pero si no lo eres... ¿Qué crees que ocurrirá?—sus ojos asesinos brillaron con intensidad detrás de aquellas oscuras gafas—No, quiero volver a formular la pregunta... Tyler, ¿Qué crees que te ocurrirá a ti?

         La tensión se había vuelto insoportable para el normi, y la certeza de que su secreto estaba a punto de ser descubierto lo impulsó a tomar una decisión drástica.

         En un movimiento rápido y desesperado, Tyler se levantó de su silla y salió corriendo de la cafetería. La puerta se abrió con un estruendo y se cerró con fuerza detrás de él, dejando a los demás clientes en un momento de asombro y confusión.

         Eternity soltó una risita por lo bajo mientras negaba con la cabeza.

         —Parece que tendré que cazar—se relamió los labios al mismo tiempo que se paraba de la mesa para salir de la cafetería.

         La persecución de Tyler había comenzado.

         —Vaya. Vaya—susurró cuando el olor del normi la llevó a los inicios del bosque.

         No tuvo que adentrarse demasiado al bosque para encontrar a Tyler con teléfono en mano.

         —Ella lo sabe. Sabe quien soy—le habló a la otra persona que estaba en la línea telefónica.

         Eternity tuvo que hacer de su oído super desarrollado para saber quien era la persona con quien hablaba el normi.

         —Mátala. No debe de interrumpir nuestros planes.

         La castaña no pudo aguantar la risa. Carcajeó con fuerza cuando reconoció la voz de la profesora Marilyn. Tyler dio un saltó ante el inesperado sonido y cortó la llamada de inmediato.

         —La maldita perra siempre estuvo detrás de todo esto—rio sádicamente, poniendo aún más tenso al castaño—. Supongo que voy a tener que matar a ambos—dio pasos hacia Tyler, ocasionando que el castaño retomara la distancia y se alejase—. Debo pedirte perdón, porque no voy a poder comerte a ti. Pero disfrutaré devorarme a Marilyn.

         —Eso no pasará.

         El cuerpo de Tyler sufrió espasmos y pronto su cuerpo humano fue remplazado por el cuerpo deforme del monstruo. La transformación de Tyler fue un espectáculo aterrador. Su cuerpo se distorsionó y se retorció, revelando una criatura grotesca que se alzaba ante Eternity. La vampiresa se preparó para el enfrentamiento que se avecinaba, lista para descubrir la verdad detrás del monstruo y la profesora Marilyn.

         El monstruo avanzó hacia Eternity con ferocidad, sus garras extendidas y sus dientes afilados listos para el ataque. La vampiresa se movió con gracia y agilidad, esquivando los ataques del monstruo con destreza.

         —¿Es todo lo que tienes, maldito engendro?—lo incitó la castaña.

         Si bien el monstruo había hecho temer a toda la ciudad por sus pocos asesinatos, nada se comparaba ante lo que alguna vez fue Eternity en su pasado. Tyler no le llegaba ni a los talones.

         La lucha fue intensa, con Eternity usando su velocidad y agilidad sobrenaturales para mantenerse un paso adelante del monstruo. Cada movimiento era calculado, cada esfuerzo dirigido a descubrir más sobre el enemigo al que se enfrentaba.

         La castaña utilizó una rama puntiaguda para atravesar el pecho del monstruo. Tyler gimoteó cuando fue atravesado y dio pasos atrás con torpeza. Eternity quiso sonreír, pero no contó con que la sangre de su enemigo la llamara con intensidad en esos momentos.

         Hay que comérnoslo. La voz de su otro yo habló.

         —Carajo—su cuerpo se empezó a mover en contra de su voluntad—. Para.

         Se fue acercando al cuerpo monstruoso de Tyler, presentando tembladeras ante la resistencia que ponía.

         Tengo hambre.

         El monstruo se dio cuenta del estado de Eternity. Ignoró el dolor en su pecho y se acercó con rapidez hacia la vampiresa y encajó tres de sus garras en el abdomen de la castaña que no tuvo la oportunidad de defenderse.

         —Agh—una risa escalofriante salió después de su queja—. Al fin ella me dejó salir.

         Tyler retiró las tres garras del cuerpo de la chica, totalmente desconcertado ante el cambio de voz que había sufrido Eternity.

         —Como dije antes... Tengo hambre—la mirada totalmente brillante hizo que el monstruo se tensase.

         La persona delante suyo ya no era Eternity, sino Lady Crusher, la mujer que masacró millones de familias por pura sed de sangre.

         Y ahora ella tenía mucha sed.

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¡Annyeonghaseyo!
❝안녕하세요❞
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Un momento de silencio por favor. Lady Crusher a salido a la caza y eso solo pondrá en riesgos a todos, hasta Wednesday

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