016

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ELLA HA SUFRIDO
MUCHO
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         La ansiedad de Wednesday aumentaba a medida que pasaban los minutos y ella permanecía en un rincón apartado, consciente de que no debía interrumpir la conversación que Eternity estaba teniendo con sus padres. A pesar de su impaciencia por reunirse con su compañera, especialmente porque Lioel parecía decidido en no dejarla salir de la habitación donde la había metido, se mantuvo quieta.

         Wednesday se sentó en silencio, tratando de mantener su mente ocupada para distraerse de la creciente ansiedad. Observaba a su alrededor, notando los detalles de la habitación, el parpadeo de las luces y los sonidos suaves del ambiente. Cada tic-tac del reloj parecía marcar los segundos que se sentían como horas mientras esperaba pacientemente.

         —¿Ella estará bien?—le preguntó al vampiro que no dejaba de moverse de un lado hacia el otro poniéndola nerviosa.

         —Si...—soltó con inseguridad—. Sus padres... son estrictos. Demasiado estrictos con ella—el chico se dejó caer a su lado para sentarse—. ¿Te contó todo?—la vidente asintió—¿Y cómo te sientes?

         —Normal, supongo—Lioel sonrió.

         —Debe ser raro para ti todo este tema de los compañeros de vida de nuestra especie.

         —En realidad... creo que lo más raro es que se siente natural—bajó la vista hacia sus manos pálidas—. Es como si al fin hubiera hallado la razón para sentirme completa—levantó su mirada solo para observar la sonrisa de agradecimiento de Lioel—. ¿Qué?

         —Me da gusto que hayas aceptado a Nity después de todo lo que pasó en su pasado. Lo digo de corazón.

         —Abney no tiene la culpa de nada. Fueron terceros quienes le provocaron dolor.

         Lioel suspiró mientras recargaba su cabeza en la pared.

         —... Y eso la llevó a convertirse en Lady Crusher. Aún su remordimiento es grande, Wednesday. Espero que puedas comprender eso.

         La sorpresa se reflejó en los ojos de la vidente cuando, sin querer, Lioel reveló una parte del pasado de Eternity que no había sido confiado a ella. La información que llegó a sus oídos la dejó atónita y llena de preguntas que se agolpaban en su mente.

         —¿Qué?

         Según lo que había escuchado, Eternity había sido en el pasado una famosa asesina de los años 50, una figura enigmática y temible que había dejado su huella tanto en el mundo de los normis como en los excluidos. Se había ganado una reputación que había perdurado a lo largo de los años, convirtiéndola en una leyenda entre los suyos.

         Lioel entró en pánico cuando vio el rostro de la vidente. La había cagado. La había cagado y bien feo. ¡Carajo! ¡Eternity lo iba a matar!

         La sorpresa se entrelazaba con la incredulidad, y Wednesday se preguntaba cómo Eternity había llegado a ser quien era hoy.

         La información que había obtenido sin querer planteaba una multitud de preguntas sobre el pasado de Eternity y la historia que había llevado a su transformación.

         —¿Ella es la famosa Lady Crusher?—cuestionó—¡Lioel!—lo llamó cuando el vampiro intentó levantarse para alejarse de ella—¿En serio es ella?

         Lioel suspiró. Ya no tenía caso fingir demencia cuando la había regado.

         —Lo es.

         —Pero ella...

         ... ella no es un monstruo. Quiso decir, pero la frase murió en sus labios. Quería negar algo que sabía. Lo había reconocido cuando esa feroz mirada solía opacar esos ojos verdes.

         —Perdió la cordura después de haber perdido a Joffrey y a Kian. Eran su familia después de todo—relató Lioel, y Wednesday pudo reconocer como el amigo de Eternity sufría como si fuera su historia—. Ella solía murmurar que eran lo único bueno que le había pasado en la vida y que se lo arrebataron de la forma más atroz y horripilantemente posible.

         El pecho de la vidente se hundió con pesadez.

         —Claro, ahora todo es diferente—Wednesday volvió a llevar su mirada hacia él—. Apareciste tú, Wednesday Addmas. Tú hiciste que la mirada de Eternity volviera a brillar. Haces que su vida se ilumine cada que está a tu lado o habla de ti.

         Una débil sonrisa se pintó en sus labios. Estaba perturbada por el pasado de Eternity, no por las incontables muertes que ocasionó siendo Lady Crusher, sino más bien por el dolor que seguramente sigue guardando en su interior. Pero eso no impedía que aquel sentimiento tan cálido hiciera añicos su frío corazón para hacerlo latir con efusión.

         —Por cierto—se paró al tener en mente la ultima frase que Eternity le dijo—, ¿Qué significa "el creador del monstruo se pondrá furioso"?

          —Ah... eso...

          Parecía ser un tema delicado al ver la forma en la que los hombros de Lioel se tensaban.

         —Tengo una ligera suposición que el creador son los padres de Abney.

         —Y no te equivocas, Wednesday.

         —¿Por qué se refiere a ellos como el creador?

         —Los señores Abney...—el chico hizo una mueca de incomodidad—. Mmm, tienen cierto favoritismo por su primogénita. Y aquello siempre se lo han hecho saber a Eternity. Los señores Abney decidieron cuando se casaron que solo querían tener un hijo, pero no fue como planearon cuando se venía un segundo vástago del matrimonio. En esos tiempos estaba prohibido para los vampiros abortar, así que tuvieron que seguir con el embarazo. Después de que la maldita de Velvet cumpliera 100 años nació Nity—había cierto tono tosco en su voz cuando nombraba a la hermana de la castaña.

       —Debo suponer que no la trataban con amabilidad.

       —Nunca se preocuparon por ella y Velvet se aprovechaba de eso para hacerle menos. Cuando Velvet encontró a Harry Morgan se volvió más insoportable la convivencia para Nity.

       —¿Por qué?

       —Cuando encontramos a nuestros compañeros y nos reconocemos y nos damos un beso, el poder que estaba sellado en nosotros se libera. Velvet obtuvo el poder del fuego y con ello atormentaba a Nity día tras día.

       Eso explicaba porque Velvet pudo hacer una llamarada con su mano cuando Abney tenía agarrado a Harry del pescuezo.

       —¿Y Harry? ¿Qué poder tiene?

       —¡Agh! ¡El imbécil de Morgan!—resopló Lioel, dando entender que no solo Velvet había hecho miserable a Eternity—El desgraciado tiene el poder de la tierra. Una habilidad muy buena para acabar en las manos de un tipo como él.

       —Una vez dijiste que es difícil encontrar a los compañeros de vida.

       —Y lo es, pero algún secreto debe de tener la familia Abney para que en cada generación los integrantes de la familia encuentren a sus compañeros.

       —¿Los señores Abney son compañeros?—Lioel asintió.

       —Ambos poseen el poder de fuego. Se espera que Eternity también lo tenga, pero...

       —¿Pero?

       —Ella detesta el fuego.

       Wednesday lo pudo comprender casi de inmediato. Fue atormentada por el fuego en su juventud y tiempo después encontró a su familia envueltos en llamas. Podía entender porque su compañera lo detestaba.

         Sus pensamientos se vieron atascados cuando vio como Lioel se paraba y escuchaba con atención algo fuera de la habitación. Y también lo hizo, pero no pudo oír más que el silencio. Sin embargo, Lioel pudo percibir algo que ella no pudo.

         —¿Qué sucede?—le preguntó en un susurró, pero no recibió una respuesta de inmediata. Lioel la cargó de inmediato y se acercó hacia el balcón de su habitación para empezar a trepar hacia los techos. Al parecer la fuerza del pelinegro era suficiente como para no mostrar signos de cansancio o agotamiento mientras corría por los techos de las habitaciones con ella en brazos—Lioel—lo llamó, mirándolo para que le explicara que era lo que estaba sucediendo, de quien estaban escapando, ¿Eternity se encontraba bien?

       El pelinegro no la volteó a mirar, siguió corriendo sin detenerse. Bajó de manera sigilosa hacia el suelo para dirigirse hacia el espeso bosque que estaba conectado con la academia.

       —Carajo—escuchó a Lioel maldecir. Dejó de mirar hacia las espaldas del pelinegro para mirar hacia el frente, solo para encontrar una barrera de fuego—¡Carajo!—la barrera se extendió en un círculo, rodeándolos sin tener ninguna escapatoria—Velvet—gruñó Lioel, y segundos después el fuego abrió una pequeña puerta por donde entró la castaña.

       —Veo que mi hermana te ha dejado una tarea, Lioel—había cierta burla en el tono en el que había hablado Velvet—. Sé un niño bueno y entrégame a la compañera de mi hermana, ¿sí?

       —No—el pelinegro miraba a su alrededor, buscando alguna forma con el cual poder saltar la barrera de fuego.

       —Lioel—murmuró Wednesday, tratando de bajar de los brazos del vampiro al percatarse que con cada paso que daba Velvet hacia ellos, el circulo de fuego que los mantenía prisioneros se hacía más chico.

       —Vamos, chicos—canturreó la castaña—. Si no llevó a la humana a la academia, mamá seguirá lastimando a Eternity—Velvet sonrió cuando el rostro de ambos se tensó—. ¿Ahora si cooperaran? ¿O vamos a seguir jugando al gato y al ratón?

       —Vamos, Lioel—le dijo Wednesday, apretando la chaqueta del chico para que se empezara a mover—. Tenemos que ir, Abney...

        —Ella quería mantenerte lejos de ellos—susurró. Lioel no sabía que hacer. Si llevaba a Wednesday hacia la academia de vuelta, Kali dejaría de torturar a su propia hija, a su mejor amiga. Pero eso haría que incumpliera la promesa que le hizo a Eternity de proteger a su compañera.

        —¡Lioel!—insistió la vidente—¡Tenemos que ir con ella!

        Velvet rio completamente fascinada. Al parecer la niña humana podía sentir aquella preocupación que sentían los de su especie con sus compañeros cuando estos estaban en peligro.

        —Iremos—Lioel se dirigió hacia Velvet—, pero Wednesday no se alejará de mí.

        —Como desees, niño.

        La noche había caído sobre el bosque, y las sombras se alargaban entre los árboles. Lioel, con su expresión preocupada y determinada, siguió cargando a Wednesday en brazos mientras avanzaba cuidadosamente a través del bosque con velocidad, de regreso a la Academia.

        Los pasos de Lioel eran firmes y decididos, aunque su mirada estaba en constante alerta, escudriñando las sombras en busca de cualquier signo de peligro. Por el bosque podía estar escondido Harry a la espera de arrebatarle de los brazos a la compañera de su amiga, y él estaba decidido a proteger a Wednesday a toda costa.

        El corazón de Wednesday latió cuando lograron divisar la academia desde lo lejos. Ingresaron a las penumbras de la academia hasta llegar a las sombras de la dirección, sus ojos finalmente se posaron en una escena que la dejó sin aliento y con los ojos llenos de lágrimas.

        Eternity estaba aprisionada bajo un montón de tierra que parecía apretar contra ella cada vez más. Su cuerpo yacía inmóvil, solo su rostro quedaba visible, mostrando una expresión de angustia y lucha.

        —¡Abney!—se alejó de Lioel y se dispuso a correr, pero no llegó ni cerca de su compañera cuando la directora Larissa la detuvo y negó con la cabeza para que ya no insistiera más.

        Pero ella se negó. Se zafó de su agarre y corrió hasta llegar a Eternity.

        El corazón de Wednesday se hundió en su pecho al darse cuenta de la gravedad de la situación. Sin dudarlo, comenzó a cavar frenéticamente con sus manos desnudas, lanzando la tierra y los escombros a un lado en un esfuerzo desesperado por liberar a Eternity. Pero conforme removía la tierra, más presión ejercía sobre Eternity.

         —Wednesday—Lioel la detuvo sus manos. Ella lo miró, pero el chico se encontraba fulminando con la mirada a Harry. Entonces ella lo comprendió, la tierra que hacia daño a Eternity era por el poder de Harry.

         —Suéltala—le demandó, pero él solo sonrió divertido. Quiso volver a ordenárselo; sin embargo, una mujer de cabellos castaños se movió para quedar en frente de ella.

        Era una mujer mayor. Era la señora Abney, la mamá de Eternity. La mujer que tal vez había ordenado que le hicieran tanto daño a Eternity. La mujer a la cual Lioel le había llamado por el nombre de Kali.

        Atrás de la mujer, se encontraba el señor albergaba la apariencia de un hombre de 50 años. Era el señor Abney. El progenitor de Eternity. El hombre que tal vez ignoraba con frialdad el sufrimiento de su segunda hija.

        —Veo que mi hija...—habló Kali mientras observaba a Wednesday de arriba hacia abajo—Tiene cierta... fijación por los individuos sumamente extraños.

        —Ya estamos acá, liberé a Eternity—pidió Lioel.

        Kali lo miró un rato antes de sonreír.

        —He tenido que esperar dos décadas para conocer el amigo de mi hija. ¿Acaso no parece un buen muchacho, Grey?—la mujer giró hacia su marido.

        —Lo es, mi vida.

        La mujer mayor puso de nuevo su atención en Wednesday.

        —Dime, ¿Ya conoces el pasado de mi hija?

        —Si.

        —¿Y aun así la aceptas?

        —Si.

        —Mmm... ya veo...—hubo minutos de silencio antes de que la mujer hiciera un gesto con la mano haciendo que la familia entera se vaya retirando de la dirección—. Solo quiero advertirte algo de mi hija. A ti también, muchacho—se dirigió a Lioel—. Cunado ella esté bailando lentamente en la oscuridad, no la sigan, terminaran muertos entre sus brazos—caminó hacia la salida, donde su esposo la estaba esperando—. Ah, y no se preocupen. Eternity estará bien, ha sobrevivido a peores cosas, un poco de presión no la matará.

        Kali Abney salió del salón y con ellos Larissa ordenó ha ambos que la ayudaran a desenterrar a Eternity.

        —Ha estado mucho tiempo. La presión pude hacerle daño—había dicho la rubia mientras sus perfectas uñas se ensuciaban con tierra.

        Cada puñado de tierra que retiraban los tres era como una carrera contra el tiempo, un esfuerzo frenético para desenterrar a Eternity antes de que fuera demasiado tarde.

        —Rápido—ordenó Larissa.

        —¿Por qué usted no hizo nada?—le reclamó la vidente a la directora—Debió hacer algo.

        —Wednesday—trató de callarla Lioel, sin dejar de escarbar.

         —Debió hacer algo.

         Larissa lo intentó. Lo intenta todos los años. Pero Eternity jamás deja que la defienda. Se niega a que sus padres se enojen con Larissa también y sea la rubia quien termine dañada.

         Eternity nunca se deja ayudar.

         Finalmente, después de una lucha intensa, lograron exponer el cuerpo de Eternity lo suficiente como para liberarla. Con manos temblorosas, la sacaron de la tumba improvisada y la sostuvieron en sus brazos con cuidado. El cuerpo de Eternity estaba pálido y su respiración era tenue, pero estaba viva.

        Wednesday la abrazó con fuerza, sintiendo un torrente de alivio y gratitud que la inundaba. Eternity ahora estaba a salvo.

┎─────«❀»─────┒
¡Annyeonghaseyo!
❝안녕하세요❞
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Ya conocimos a la toda la familia Abney, y todos caen mal🧍🏻‍♀️

También Wednesday ya sabe que Eternity fue Lady Crusher en el pasado, por lo que tendremos a esta parejita mucho más unida que antes

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● Kriss-sama

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