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SU PASADO
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        Estaba jodida.

        Esa era la pequeña oración que podía describirla en esos precisos momentos. Había sacado a Wednesday de su drama con su hermana. Aunque estaba casi segura de que la vidente se volvería una variable importante para el problema que surgiría dentro de poco.

         —¿Por qué no me dijiste?—le reprochó Wednesday cuando se encontraron lejos de Velvet y Harry.

         —¿Qué cosa? ¿Sobre que eres mi compañera?—la vidente asintió—No quería asustarte. Además, ¿Sabes algo siquiera sobre lo que significa ser un compañero para mi especie?

         —Claro que si—Wednesday se acercó hacia la castaña, siendo separadas por un par de centímetros—. Lioel me explicó sobre ello un día en clase de botánica. Además, se necesita más que eso para asustarme.

         Eternity soltó un suspiro burlesco. A veces la manera tan ligera en la que su compañera se tomaba los asuntos que eran importantes. Acarició los cabellos oscuros de Wednesday con suavidad, creando sin querer una atmosfera romántica.

         —Bueno, ahora ya sabes que eres mi compañera. Sabes que tu alma y la mía son imanes.

         Wednesday la siguió mirando. No sonrió, porque no era necesario. Sus ojos brillantes decían todo lo que sus facciones no expresaban.

         —Eso explica porque vives en sueños conmigo.

         —¿Sueñas conmigo?—le preguntó Eternity. Su brazo derecho rodeó la cintura de la pelinegra para pegarla a ella de manera suave mientras la otra se mantenía en la trenzas negras.

         —Por mucho tiempo he soñado contigo.

        Eternity sonrió. Estaban destinadas a estar juntas. Su amor era como el viento, uno que no se ve, pero se siente. Juntó sus frentes haciendo que el aliento chocara y se mezclara. Estaban cerca, como jamás lo habían estado antes.

         —Tu familia...—murmuró Wednesday cortando el ambiente—ellos...—Eternity se alejó de ella. No porque estuviera enojada con su compañera por tocar ese tema, sino porque aquel asunto le causa dolor.

         —Dime tus cuestiones—le dijo mientras se sentaba en el césped del pequeño parque. Sin embargo, Wednesday decidió permanecer parada delante de ella a una distancia que había marcado la castaña.

         —Cuéntame todo, Abney—Eternity soltó un suspiro.

         —Escapé de casa alrededor de los años 30. 1930—recalcó—. Viaje hacia Europa buscando alejarme de mi familia. En ese tiempo Europa estaba inmersa en la agitación política y la creciente amenaza de la Segunda Guerra Mundial. Las tensiones políticas y militares eran una parte constante de la vida cotidiana por lo que no era tan difícil esconderse y alimentarse.

         «Estuve vagando y viviendo experiencias durante mi travesía en ese continente hasta llegar a Alemania, donde me instalé por unos meses. En uno de los pueblos de ese país conocí a un chico que era marginado por los normis a pesar de ser de la misma especie que ellos. Se llamaba Joffrey Keller. Lo salvé un par de veces de las golpizas de los nazis y él quedó maravillado con mi fuerza y brutalidad. Jamás me temió ni me hizo menos. Ahora que lo pienso, tal vez estaba mal de la cabeza.

         «Me casé con él en el año 1939 cuando yo tenía 158 años y tenía la apariencia humana de una adolescente de 16... Cinco años después quedé embarazada. Un hecho sorprendente para mí en ese tiempo porque los vampiros no eran fáciles de quedar en estados gestantes. Pero no le di muchas vueltas al asunto ni intenté buscar respuestas.

         «Di a luz a un hermoso niño de rizosos negros, al cual llamamos Kian Keller. Era un hibrido y era difícil de controlar. Con el pasar de los años los normis empezaron a darse cuenta de que ni yo ni mi hijo envejecíamos con el pasar de los años. Para ese entonces el partido de los nazis ya había sido revocado, así que el pueblo decidió encargarse de la amenaza con sus propias manos.

         «Fue una noche donde yo me fui de caza a las afueras de la cuidad. No tardaría más de un día. Regresé de noche y me horroricé al ver mi casa en llamas. Entré a la casa sin miedo a las quemaduras que me pudiera provocar el fuego, solo para encontrar los cuerpos de mi marido e hijos todos golpeados y con estacas de madera incrustadas en su corazón. Esa noche una parte de mí murió con ellos. He estado rota de ahí en adelante. Muerta por tanto tiempo...

         «Hasta que apareciste tú.

         —¿En qué año ocurrió el asesinato?—preguntó Wednesday con voz suave.

         —1951.

         La vidente apretó los puños con rabia. Si hacia bien las cuentas, el hijo de Eternity, Kian, solo había vivido 6 años antes de ser brutalmente asesinado por los normis.

         —¿Cómo era tu relación con Joffrey?

         —Era extraña. Lo conocí cuando él tenía dos décadas de nacido. Era un hombre violento y que amaba meterse en problemas. Me golpeaba con su débil fuerza y se sentía como un beso—sonrió ante el recuerdo—. Él solía llamarme Vemon de cariño, como si fuera hiedra venenosa, su planta preferida.

         —Lo amaste—afirmó Wednesday.

         —Lo amé desde la primera vez que lo vi hasta que dejé de escuchar los latidos de su corazón.

         —Te dolió su partida...

         Era poco lo que expresaba esa frase. Muy poco...

         —Desde que los dos se fueron, he estado devastada y perdida—levantó su mirada hacia el cielo nublado—. Sintiendo que poco a poco voy enloqueciendo.

         No hubo más palabras. Eternity se levantó del suelo y se dirigió hacia a la academia para dejar a su compañera. Sabía de antemano que Velvet le iría con la noticia a sus padres sobre su peculiar compañera. Sabía de antemano que no reaccionarían bien, nunca lo hacían.

         Por otra parte, Wednesday se mantenía pensativa. Podía sentir la tragedia que había marcado la vida de Eternity de manera irrevocable. Imaginaba el dolor, la pérdida y la soledad que su compañera había experimentado cuando sus seres queridos fueron arrebatados de su lado. Era una historia de amor que había sido oscurecida por el odio y el miedo de otros.

        La punta de sus dedos picó cuando la trágica historia de Eternity le dio inspiración para su historia. Quería expresar la furia que debió haber sentido cuando vio su casa en llamas. Quería crear una obra que mostrara la crueldad de los normis contra los excluidos.

        —Busca a Lioel y quédate a su lado—estaba tan metida en sus pensamientos que a las justas pudo escuchar la orden de la vampiresa.

         —¿Adónde vas?—le preguntó cuando vio que se alejaba de ella.

         —Tengo que hablar con mis padres—sonrió—. Dile a Lioel que el creador del monstruo se pondrá furioso.

         —¿Qué?—Wednesday no pudo comprender la frase.

         —Solo díselo.

         Wednesday la observó con curiosidad mientras se alejaba de ella para mantener una conversación privada con sus padres. La pequeña vidente no tenía idea de que detrás de esa conversación se escondían años de dolor y sufrimiento que Eternity había guardado en lo más profundo de su ser.

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¡Annyeonghaseyo!
❝안녕하세요❞
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Se viene un poco de drama en el siguiente capitulo 🤭

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