014
╭══════•>✾<•══════╮
FAMILIA
╰══════•>✾<•══════╯
Eternity se encontraba en una encrucijada de emociones mientras esperaba en el silencioso pasillo del hospital. La tensión en el aire era palpable, y el tic-tac del reloj parecía medir cada latido de su corazón con una precisión inquietante. Eugene yacía en una cama de hospital, luchando por su vida mientras estaba sumido en un profundo coma.
El cabello castaño de Eternity caía en cascada sobre sus hombros, su mirada verdosa estaba fija en la puerta cerrada que separaba a Eugene de ella.
Las horas se desvanecieron en la oscuridad mientras Eternity permanecía en su desvelada vigilia. La realidad de que Eugene podría nunca volver a despertar la llenaba de una angustia insoportable.
La habitación del hospital estaba sumida en una quietud frágil, interrumpida ocasionalmente por los pasos suaves del personal médico que iba y venía, importándole poco si era de la especie que detestaba.
Cada vez que se abría la puerta de la habitación de Eugene, Eternity sentía un latido en su garganta, una esperanza cautelosa que se mezclaba con el temor a lo desconocido.
Estaba cansada. Cansada de no ver a Eugene en esa incómoda cama de hospital, sino ver a su hijo. Su pequeño hijo...
La noche se arrastraba, y Eternity se sentía atrapada en un torbellino de emociones. La preocupación, la tristeza y la impotencia se entrelazaban en su corazón como hilos de una madeja enredada.
Se culpaba a sí misma por no haber podido protegerlo de la herida que lo había llevado a ese estado. Sus propias habilidades sobrenaturales parecían inútiles en medio de la realidad del hospital y la fragilidad de la vida humana.
Cuando la luz del amanecer comenzó a filtrarse tímidamente por las ventanas del hospital, Eternity seguía allí, apoyando a Eugene en su desvelada vigilia. Sus pensamientos eran un remolino de esperanza y temor, mientras enfrentaba la posibilidad de que él pudiera no despertar jamás.
Con el sol de la mañana, una mezcla de agotamiento y determinación la envolvió. Lioel vino hacia ella y se quedó a su lado sin decir nada, solo siendo un hombro en el cual apoyarse sin hacer cuestiones.
—Mataré a ese monstruo—había jurado.
—Te apoyaré en eso—le dijo Lioel.
Estaba harta y hastiada en la manera en la que Eternity parecía echarla de su vida. Wednesday no lograba comprenderlo del todo. ¿Era porque los había dejado a ella y a Eugene solos en el bosque para irse con Tyler al baile? ¿Era porque les había ofrecido a ir a la cueva sin miedo al que pasará si el monstruo se encontraba? ¿Era eso? Lo más probable era que sí.
—No le insistas—le había dicho Lioel aquella tarde que había ido al hospital para hablar con Eternity; sin embargo, encontró en su lugar al pelinegro—. Y no te martirices. Nity no te echa la culpa.
—Pero- —Lioel negó con la cabeza, cortándola de inmediato.
—Ahora mismo ella está lidiando con cosas que tu desconoces, Wednesday.
La vidente resopló.
—¡Ah! Una cosa más—Lioel se giró nuevamente hacia ella cuando pensaba marcharse—. Mantente alejada de ella una vez que los padres vengan para el día de "fin de semana",
—¿Por qué?
—No me concierne decirte el porqué.
Ahí estaba. Le dice que no busque a Abney, pero luego suelta datos con poca información que hacen que quiera investigar más a fondo de todo lo que se trataba de la castaña.
Su cabeza estaba tan remotamente en eso y en la culpa que carcomía su alma con solo recordar que no solo Eugene fue herido, sino que también lo había sido Eternity. Por alguna razón que desconoce, le pesa más el hecho de que la castaña fue dañada y eso solo lo hace sentir peor, porque Eugene es quien se encuentra más grave.
Los días pasaron relativamente rápidos hasta llegar al fin de semana. Semana donde los padres de todos los estudiantes venían a la academia.
Que martirio era ver a su madre.
La ceremonia había empezado, pero Wednesday no estaba concentrada en el discurso de la directora Weems, sino que más bien su mirada estaba dirigida hacia la familia Abney.
Los señores Abney tenían ese porte elegante que a veces distinguía en Eternity las tardes donde solían pasar juntas. Al lado de la castaña estaba su hermana, o lo suponía, porque ambas tenían un aspecto casi similar. Y al lado de la otra castaña, se encontraba un hombre serio de cabellos rojos. Wednesday suponía que era la pareja de la hermana de Eternity.
Eternity tenía los hombros tensos. Lo podía notar desde su posición y en la manera rígida en la que se movía para alejarse unos centímetros de su hermana quien susurraba en su oído.
No parecía que le agradara la presencia de su familia. Y mucho menos la de su hermana que parecía decirle cosas desagradables debido a que Eternity apretaba los dientes ocasionando que su mandíbula se tensara.
Le causaba intriga. ¿Por qué la castaña reaccionaba así con su familia?
Había huido de la academia ni bien pudo. Odiaba y detestaba estar cerca de aquellas personas que la habían dañado de mil formas.
Huyó hacia la cuidad. No importara cuanto odiara a los normis, su familia superaba ese desprecio.
Caminó en círculos por la plaza sin tener un rumbo fijo. Caminó y caminó mientras su mente estaba perdida en un sueño.
Hasta que chocó con Bianca.
Quiso disculparse, pero su mirada se posó en la mujer que estaba al lado de la adolescente.
—Tú—murmuró la mujer de cabellos negros mientras ponía a Bianca detrás suyo. La mirada de terror de la mujer solo hizo que Eternity sonriera.
—Pero si es la sirenita pequeña que conocí en un pasado.
—Se supone que deberías de estar aprisionada.
—¿Madre?—cuestionó mirando tanto a su progenitora como a la vampiresa—¿Qué sucede? ¿Eternity?
—Ya decía yo porque tu olor se me hacía tan conocido—dijo la castaña, mirando de forma burlesca a la mujer morena que protegía a Bianca—. ¿Tu mamá no te contó que me conoció cuando ella era solo una niña?—miró a la adolescente.
—¿Qué?
—Debemos de alejarnos de ella—dijo la señora—. ¡Es peligrosa, Bianca!
La morena no entendía nada. Sabía que un aura de misterio siempre rodeaba a Eternity, ¿pero que conociera a su madre? ¿y que su madre le tuviera miedo? Era extraño.
Eternity soltó un suspiro, dejando de lado la sonrisa socarrona.
—Deberías de hacerle caso a tu madre, Bianca—dicho eso, procedió a irse sin causar más revuelo.
—¿De que hablaba? ¿Cómo conoces a Eternity?—cuestionó la adolescente a su madre.
—Ella es Lady Crusher-
—Eso es solo una leyenda—la mujer mayor negó.
—A tu abuela casi le cuesta la vida detenerla.
—Entonces ella...—Bianca miró el camino por donde se había ido la castaña.
—Si, es el monstruo que comía tanto normis como excluidos.
Bianca se quedó estupefacta. Eternity era el monstruo más daño en la sociedad hace décadas. El monstruo que fue casi imposible vencer y el que mató a cientos de personas por su descontrol por la sangre.
Una nueva verdad había salido a la luz.
Por otro lado, Eternity se hallaba regresando a la academia cuando se encontró con Wednesday saliendo de la casa de la psicóloga.
—Addams—la llamó, preocupada por el mal humor que detectaba de su compañera—, ¿Qué sucede?
—Oh, ¿Ahora si me hablas?—la vidente se encontraba de mal humor debido a los secretos de su familia. Odiaba que le ocultaran la información del caso de homicidio, al cual culparon a su padre. Lo cual, lo mismo ocurría con el tema de la vampiresa.
—Necesitaba tiempo.
—¿Tiempo?—resopló la pelinegra—Estaba preocupada por ti. La culpa me carcomía por las heridas que Eugene y tú obtuvieron aquella noche. Llevo días tratando de acercarme a ti para saber como te encontrabas y si las heridas en tu espalda ya estaban mejorando.
—Tengo entendido que Lioel te mantenía informada de mi salud.
—Claro que si—Eternity no entendió porque la vidente parecía más enojada—. Pero quería escucharlo de ti. Quería que fueras tú quien me dijera que estabas bien.
—Addams...—quiso acariciar el rostro de su compañera, pero se detuvo a medio camino cuando detectó el aroma de su hermana.
—¿Abney?—la llamó Wednesday al verla demasiada tensa.
—Pero mira a quien tenemos aquí, cariño—la vidente tuvo que mover su cabeza para mirar al propietario de la voz femenina que hablaba a las espaldas de Eternity—. Pero si no es nada más y nada menos que mi dorada hermana.
—Velvet—Wednesday se dio cuenta que no era un saludo que había mandado la vampiresa, era una advertencia.
—¿Qué sucede, Eternity?—la otra vampiresa castaña se paró delante de su hermana junto a su marido, el cual en todo momento mantenía su rostro serio y despreocupado, aunque podía ser categorizado como aburrido—Veo que has estado haciendo tu circulo social más grande.
Eternity apretó los dientes para luego girarse hacia su compañera.
—Nos vemos luego, Addams.
—Pero por qué la prisa. Quiero conocer a tu nueva amiga—Velvet la detuvo, girándose hacia la vidente.
Wednesday detestó la sonrisa que le mandaba Velvet. Sabía reconocer las sonrisas hipócritas y aquella que llevaba la hermana de Eternity era una de ellas.
—¿Tú nombre es...?—le preguntó la mayor.
—No contestes—la castaña la interrumpió antes de que la pelinegra abriera la boca.
Velvet levantó una ceja con diversión. ¿Por qué su hermana quería mantener a esa excluida lejos de ella? ¿Qué tan importante era esa adolescente para Eternity?
—Como siempre, Eternity—habló Harry aprovechando el momento para pasar su brazo por los hombros de su esposa—. Careciendo de modales.
Eternity los ignoró a ambos. Se giró hacia Wednesday para pedirle con la mirada que se retirara.
—Addams.
La vidente aceptó. Aquel ambiente tenso la estaba empezando a poner incómoda.
Pero ella misma debería saber que nada sale como lo esperado.
—Espera—Velvet extendió la mano para detener a Wednesday.
Grave error.
Eternity la sujetó de la muñeca con fuerza haciéndole sacar un quejido de dolor que Harry lo tomó como una amenaza y sujetó la mandíbula de Eternity con fuerza para que soltara a su mujer.
Pero Eternity no se quedó atrás. Le rugió en la cara mostrando sus colmillos y sus ojos verdes empezaron a brillar de forma amenazante. Dejó de sostener la muñeca de Velvet para posar su mano alrededor del cuello. Si utilizaba su fuerza podría romper el cuello de su cuñado fácilmente.
Pero nada de eso ocurrió para su desgracia. Ya que, en consecuencia de intimidar a Harry, Velvet utilizó su poder de fuego para obligarla a alejarse.
—Vuelve a tocar a mi marido y te quemaré como aquellos normis asesinaron a tu familia—amenazó la mayor mientras se posicionaba delante de Harry.
Wednesday abrió los ojos asombrada. ¿Eternity había tenido familia? ¿Su familia había muerto? Pronto llegó a ella el recuerdo cuando Xavier le había contado que la castaña se había casado con un normi. ¿Era eso lo que había ocurrido?
Eternity solo mostró su rostro serio. Podían hacer lo que quisieran con ella, pero jamás tocarían un solo pelo de Wednesday.
—Los mataré si ponen sus asquerosas manos en ella—soltó, girándose para rodear la cintura a Wednesday y empujarla para avanzar.
No se dio cuenta que aquellas palabras le darían la pieza que buscaba su hermana para armar todo el rompecabezas.
—Es tu compañera—rio Velvet, poniendo aún más tensa a Eternity—. Encontraste a tu maldita compañera.
Wednesday miró a la castaña buscando respuestas.
—¿Qué?
┎─────«❀»─────┒
¡Annyeonghaseyo!
❝안녕하세요❞
┖─────«❀»─────┚
Muerte a Velvet por favor 😠
No le correspondía decir que Wednesday era compañera de Eternity. Debía de ser nuestra Nity. Pero también conociendo a nuestra vampiresa de seguro que esperaría años para revelar aquel dato
En el próximo capítulo conoceremos más a fondo a la familia difunta de Eternity y con un poco de drama familiar
SÍGUEME • COMENTA • VOTA
Instagram: Kriss.sama
● Kriss-sama
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top