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RECUERDOS
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         —Carajo—susurró frustrada Eternity al tratar de entender su comportamiento del día anterior.

         —Deja de blasfemar—le ordena Lioel sin mirarla, pues tiene sus ojos puestos en su celular mientras que teclea con rapidez.

         La vampiresa levanta la cabeza de su cama para observar a su mejor amigo. El rizado lleva media hora testeando en ese aparato.

         —No me digas que estas hablando con tu ex, de nuevo.

         Lioel blanquea los ojos.

         —No. Estoy hablando con un tío para que me pueda enviar un libro antiguo.

         —Tú y tu hobbie de coleccionar libros—ahora es ella quien blanquea los ojos y deja caer su cabeza de nuevo en su cama.

         —No lo hago por mi hobbie—refuta Lioel con el entrecejo arrugado y sus manos se posicionan en sus caderas mientras mira a la castaña—, esto lo hago con fines de investigación.

         —Si tú lo dices—contesta con ironía.

         Lioel deja de mirar mal a Eterniy cuando su celular vibra. Abre le chat que tiene con su tío y suelta un suspiro de alivio cuando lee que su tío ha accedido a mandarle el libro por correo.

         El libro que ha pedido prestado trata de un estudio que se hizo hace siglos sobre su especie. Piensa que debe de haber algo relacionado con lo que puede estar experimentando Eternity, porque no era normal que la vampiresa se muestre tan preocupada por su compañera. Su preocupación era sumamente anormal a comparación de otros vampiros.

         Esperaba encontrar algo más relevante en ese libro que en todos los libros que encontró en la biblioteca de la academia.

         —Bien—dice Lioel a la vez que guarda su celular en el bolsillo de su pantalón y sonríe en dirección a Eternity quien sigue echada en su cama mirando el techo oscurecido—. Levántate, que tenemos que ir a clases.

         Eternity arruga su nariz con disgusto y se acuesta de costado para darle la espalda a su amigo.

         —No quiero.

         —Tienes que ir, mujer—le dice Lioel mientras trata de parar a la castaña de su cama—. La directora te expulsará si sigues faltando a clases.

         —Lloraría de felicidad si me expulsaran—contesta Eternity mientras se para con mala gana y mira a Lioel con cara de pocos amigos.

         —Quita tu cara de culo y corre a clases—ordena el pelinegro, quien señala la puerta para que la castaña salga primero.

         —Ojalá dentro de medio siglo ya no se te pare y necesites Viagra—desea la castaña mientras se pone las gafas de sol para salir de su dormitorio.

         —¡No anheles eso, mujer!—chilla Lioel mientras sale de la habitación para seguir a Eternity, no sin antes ponerse su propia gafas de sol.

         Lioel tiene que parar cuando ve que Eternity se ha detenido en media vía de transporte de carros.

         —Camina, que llegaremos tarde.

         —¿Has visto?—pregunta la castaña mientras mira hacia la salida de la academia.

         —¿Tenía que ver algo?—cuestiona Lioel en respuesta mientras mira algo que no debería encajar en su visión.

         —Larissa se ha llevado a Wednesday.

         Lioel mira hacia Eternity con preocupación.

         —¿Crees que la expulsaron?

         —Sinceramente me convendría eso—suspira la castaña mientras retoma el camino a clases—. Sin embargo, lo dudo. Aún no ha hecho nada para que reciba amenazas de Larissa.

         Lioel suspira con cansancio.

          —Deja de alejarla de ti—regaña.

          Pequeños mechones castaños caían sobre su frente mientras la vampiresa revisaba los papeles en busca del nombre de Wednesday Addams.

         La curiosidad en ella había elevado cuando Enid le había dicho que su compañera tenía que ir a terapias por orden del juez.

         ¿En qué pequeños problemas te has metido? Pensó mientras encontró el registro que andaba buscando.

         No fue difícil entrar a la oficina de Larissa, después de todo la dirección no era un lugar de máxima seguridad. Solo se tenía que distraer a la secretaria y entrabas con facilidad.

         —Así que fue expulsada de su anterior escuela...—murmura Eternity sentada en la silla de la directora, y si no fuera poco, sus pies estaban puestos en el escritorio—... por intento de homicidio a dos compañeros—una pequeña risa escapó de sus labios—. Al menos tengo una compañera de vida interesante.

         Sin embargo, estaba tan concentrada que sus oídos no escucharon el rechinar de la madera, ni el retumbar de los tacones contra el suelo.

         —Señorita Adney—la voz gruesa de la directora se hizo escuchar.

         Eternity bajó lentamente el portafolio para mirar a Larissa, quien se encontraba con su porte intimidante.

         —Directora Weems—saludó con alegría fingida mientras bajaba los pies del escritorio.

         —Quisiera saber cómo es que llegó a entrar a mi oficina y por qué tiene los documentos de la alumna Addams en sus manos.

         —Emmm bueno...—Eternity se paró del asiento y dejó el portafolio en el escritorio. Se paseó por la oficina, queriendo salir de ahí con rapidez; sin embargo, Larissa la detuvo del brazo antes de que pudiera salir de la puerta.

         —Responde Eternity.

         La vampiresa blanqueó los ojos.

         —Su secretaria no sabe cuidar muy bien su oficina. Solo tuve que distraerla para que no se diera cuenta que estaba entrando sin permiso—respondió, para luego mirar el agarre que seguía haciendo la directora—. ¿Ahora ya me puede soltar?

         —Hasta que me respondas la otra pregunta.

         —Eso no tiene por qué importarle—mostró los dientes a la defensiva.

         —Será mejor que guarde esos colmillos.

         —O sino qué.

         —No creo que le haga gracia tener a sus padres en la academia para conversar sobre su comportamiento.

         Eternity endureció la mirada ante la amenaza.

         —Sabes que podría matarte, ¿verdad?

         La mano de la castaña se enroscó en el cuello de la rubia, ejerciendo una pequeña porción de su fuerza.

          —Si lo haces, tus padres te volverán a encerrar—murmuró como pudo Larissa mientras sus manos luchaban para sacar el agarre de la vampiresa.

         Eternity retrocede por inercia al recordar el mal trato que duró durante décadas cuando su propia familia decidió encerrarla.

         Su mente se nubla en pequeños fragmentos de recuerdos pasados. Gritos y plegarias. Y sobre toda la sed de venganza que casi la obliga a arrebatarle la vida a su propia hermana.

         Eternity Abney vivió en las sombras gran parte de su vida. Pero hubo un pequeño periodo donde pudo ser libre. Probó la felicidad y quiso quedarse ahí para la eternidad. Sin embargo, la oscuridad se encarga de apagar cualquier rayo de luz.

         —Estás rota de ahora en adelante—susurró una voz; un recuerdo.

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¡Annyeonghaseyo!
❝안녕하세요❞
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Se ha revelado un poco del pasado de Eternity. Más adelante conoceremos a la familia de nuestra vampiresa.

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Este capítulo está dedicado a tefalta_odio_soske

Gracias por comentar y votar en mi historia, hermosa ❤

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