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PREOCUPACIÓN
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         Eternity era una vampiresa que no se escondía por mucho tiempo en su oscura habitación. Por ello, después de haber sufrido una pequeña y minúscula crisis, caminaba por los alrededores sin ir a una clase en especifica.

         No tenía pensado ir y sentarse en uno de los escritorios de las aulas y escuchar a los profesores que seguramente eran más jóvenes que ella —claro, técnicamente hablando de la edad; porque de la madurez no se puede hablar mucho—.

         Al final decidió colarse a la clase de esgrima al recordar que Yoko tenía clases a esa hora. No le vendría mal un poco de compañía vampírica.

         El profesor de esgrima no dijo nada cuando vio a Eternity entrar a su clase. Era normal que la vampiresa más antigua se saltara las clases y las reglas del lugar.

         La castaña observó desde la banca los movimientos de la vampiresa japonesa.

         Si bien Yoko podía derribar a su contrincante, no lo hacía; lo que hacía llamar la atención de Eternity, quien aseguraba que Yoko poseía de la velocidad y fuerza para vencer a su oponente fácilmente.

         El sonido de pasos llegó a sus oídos cuando Abney ya estuvo familiarizada con el sonido de los floretes (el arma básica de la esgrima). Su curiosidad hizo que volteara hacia el retumbo, encontrando con nada más y nada menos que Wednesday Addams.

         Mierda.

         La humana con ropa oscura pasaba por en medio de las practicas, mirando hacia todos lados, buscando a alguien a quien enfrentar.

          Eternity se paró de la banca para salir de la clase, después de todo no mentía cuando dijo que iba a estar lo más alejada de su compañera. Entonces, ignorando el retumbar de su corazón, Eternity salió mientras sus oídos escuchaban el intercambio de palabras que tenían Bianca y Wednesday.

         —Eternity—jadeó Lioel cuando entró a la habitación de la castaña. Había corrido en su máxima velocidad desde que se había enterado de la noticia, buscando a su amiga por toda la academia.

         —¿Qué sucede?—pregunta Eternity al verlo encogerse para recuperar aire.

         —Tu compañera...—le dice, y no puede evitar inhalar aire a falta de este mismo—fue herida por Bianca.

         Eternity ni se dio cuenta del comportamiento que había mostrado, hasta que se vio en el espejo de la enfermería. Sus colmillos estaban a la vista, mientras que sus ojos habían sufrido un cambio súbitamente, pasado de verdes a un celeste fosforescente.

         Se obligó a cambiar de expresión antes de ingresar a la habitación donde estaba siendo atendida su compañera. Pero se detuvo de cruzar el lumbar antes de cobrar completamente la lucidez de sus acciones.

         ¿Qué había sido todo eso? ¿Por qué había reaccionado de ese modo? Y, sobre todo, ¿Por qué se siente tan enojada al detectar el olor de sangre de su compañera?

         Da media vuelta para salir de la enfermería, dispuesta a averiguar del por qué ha reaccionado así.

         Dejó que la lluvia la empapara. Importándole poco si pescaba un resfriado, después de todo aquello no la mataría.

         Está lloviendo y aumenta su tristeza mientras sus manos se tiñen de rojo, sus ojos jugándole una mala pasada. Su corazón con pereza no se quiere despertar de la sensación de venganza que le recuerda el impacto de las gotas sobre su rostro. Quizá la lluvia podrá con sus lágrimas del cielo darle un poco de consuelo para poderte olvidar.

         Su cabello se encuentra empapado cuando sale de su ensoñación. Por su reojo mira una sombra extraña pasar por su lado. Cuando mira fijamente a la sombra se da cuenta que es Wednesday.

          La humana camina bajo un paraguas negro para evitar mojarse.

          Lo extraño para Eternity, es que el rostro de su compañera no cambia cuando mira que la gárgola que se halla encima suyo se mueve con intenciones de caer.

         Eternity inhala, buscando aromas de alguien que tenga habilidades quiméricas; sin embargo, el olor a tierra mojada impide que detecte otros olores.

         —¡Maldición!—exclama con coraje la castaña al ver que la pelinegra no iba a moverse ni un solo centímetro. ¡Prácticamente una gárgola viene hacia ella!

         A la vampiresa no le queda otra que utilizar su máxima velocidad para sacar a tiempo a Wednesday del camino de impacto de la gárgola, escuchando de fondo que una voz varonil también el exclama el nombre de su compañera.

         Eternity Abney no es una vampiresa que sea descrita por su delicadeza. Y en este caso no fue lo contrario. Impactó con rudeza contra el cuerpo de Addams por la velocidad, pero aquello sirvió para quitar a su compañera del camino. Al momento que las dos rodaron por el suelo, Eternity trato de proteger el cuerpo de la humana para que ella se llevara los peores golpes de la caída.

          Sin embargo, aquello no evitó que Wednesday perdiera la conciencia.

         —¡Carajo!—gritó con enojo y preocupación—¡Muévete, Xavier!—ordenó cuando cargó en brazos a su compañera y el chico le interrumpía en su camino a la enfermería.

         Lioel tuvo que entrar a la enfermería para poder calmar a Eternity. La vampiresa estaba alterada por no saber el motivo del cual es desfallecimiento de su compañera.

         —Tienes que calmarte—ordenó el pelinegro, teniendo que agarrar el rostro de Eternity para que dejara de mirar la puerta de la habitación donde se encontraba Wednesday y las enfermeras—. Eternity—la llamó.

         —Ella...—soltó apenas el monosílabo.

         —Ella estará bien—le aseguró—. La salvaste.

         —Tal vez fui muy brusca al apartarla—murmuro en voz baja.

         —Hey—Lioel sujetó mejor el rostro de Eternity al ver que la susodicha se hundía de pie—. No te atormentes. La salvaste.

        Lioel no podía entender la preocupación de la castaña. Es más, ni la vampiresa lo entendí del todo. Era como una constante inquietud en su pecho, el mismo que había sentido hace décadas. Esa horrible sensación que si se prolongaba se convertiría en una ansiedad que ella no podría manejar y ocurriría varias catástrofes.

         Todo estará bien. Todo estará bien. Se repetía una y otra vez.

         Esa fue la segunda vez que se preocupaba por su compañera.

         Y no sería la última.

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¡Annyeonghaseyo!
❝안녕하세요❞
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Eternity es una pieza de acero y Wednesday es un imán. De alguna manera van a quedar juntas ♡

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Este capítulo está dedicado a Artemisa19_06

Gracias por comentar y votar en mi historia, hermosa ❤

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