CAPITULO 7: "Esta noche, hasta el cielo llora"
Ya era de mañana en Castle Combe, estabas desayunando en el comedor y revisando tus correos, hace dos días te habías podido comprar esa computadora y necesitabas actualizar tus noticias. Todas las mañanas te llegaba un boletín de las noticias en Argentina y en Inglaterra. Jamás le das mucha importancia, pero esta mañana un título llamó tu atención.
"El crimen organizado ataca otra vez"
Lo abres y comienzas a leer
La tarde de ayer hallaron el cuerpo de un hombre en una de las fábricas abandonadas de Colorín luego de que varios obreros que iban a demoler el lugar se quejaron del olor putrefacto.
Al vaciar fotón se encontraron con el cuerpo en descomposición atado a una silla de metal, señal de que había sido arrojado allí.
Los forenses no tuvieron que intervenir demasiado pues junto al cuerpo se hallaba la billetera del hombre, el cual se llama Roberto Gutiérrez de 50 años, trabajaba de encargado casualmente en uno de los edificios de la empresa Marconi & Co, la cual es de Joaquín Marconi, hijo del mafioso y narcotraficante Marcos Marconi, el cual la policía especial de Estados Unidos y Argentina investiga.
Aún no se tiene un culpable, pero se sospecha que podría haber sido Marconi o algún otro grupo de crimen organizado.
El texto seguía pero no querías leer más, comenzaste a llorar. Habían matado a tu amigo y padre del corazón. Ya no te importaba nada, necesitabas hablar con Joaquín, sentías que te pisaban los talones y querías escuchar su voz.
Marcaste su número el cual habías agendando antes de romper tu chip. "El número al que llama no se encuentra en servicio".
Te comenzaste a desesperar, así que llamas a su oficina. Allí te atiende Rita.
-Rita por dios, al fin una voz conocida. Podrías pasarme con Joaquín por favor.
-Niña _______, no debería llamar, es peligroso.- Dice en tono bajo.- No se dónde esta el joven ayer se retiro con un grupo de hombres y aún no llego. Pero quédese tranquila que en cuanto llegue le digo que se comunique.
-Esta bien, muchísimas gracias. Ahora mejor corto la llamada.
-Déjeme su dirección niña por si Joaquín quiere ir a verla
Le das tu dirección a Rita.
Cortan la llamada.
Rita se mostraba tranquila al teléfono pero realmente estaba preocupada. No quería alterarte hasta no saber que paso exactamente con Joaquín.
...
Esa tarde estuviste muy mal. No podías asistir al funeral de tu querido Roberto y la culpa te carcomía viva. "Si tan solo no me hubiera ayudado, si lo hubiera mantenido alejado de mi, nada de esto hubiese ocurrido".
Fuiste al centro a comprar unas flores y volviste a tu casa a plantarlas, era tu forma de despedirte del hombre que te ayudo a resistir ese infierno.
Luego te marchaste al estudio, tratando de estar lo mejor posible para tus clases y para que Katy no preguntara. Jamás te atreviste a comentarle nada de esto por temor a que se alejara de ti o te repudiara por tu anterior profesión.
...
Luego de tus clases te fuiste sola a tomar un café con la excusa de que no te sentías bien y que ibas a ir a tu casa.
Estabas mirando por la ventana de la cafetería, no habías llegado ni a la mitad del café y ya se encontraba frío. Por tu mente solo pasaba Roberto y sus hijas. Entendías la angustia de esas niñas, te devolvieron al pasado y al día en que encontraron a tus padres muertos de 5 tiros en cada uno.
Te estabas por largar a llorar pero sientes la campana de la puerta sonar y levantas la vista. Era Christopher. Se sienta a unas mesas de ti y ordena un café con una porción de Brownie. Notas que te mira, la vuelve a llamar a la mesera y por sus señas lograste entender que pedía que llevaran su pedido a tu mesa. Estaba agarrando su abrigo. "Demonios, hoy no, te voy a tratar horrible Velez." Te levantas y dejas dinero en la mesa, no sabías cuanto, pero claramente a la chica que te atendió le alegraste la semana con la propina. Logras ver a Christopher mirándote por la ventana consternado y se termina sentando en la mesa donde estabas antes mirando tu silla con pena.
"Otra persona a la que daño. Joder todo el que se me acerca sale herido de alguna forma, aunque prefiero que salga herido su orgullo que su cuerpo. Lo siento Velez, pero no te puedo meter a ti y a tu niña en esto" pensabas mirando desde la vereda de enfrente a Christopher bebiendo su café y leyendo el periódico que se encontraba en la mesa.
...
Pasaron dos semanas y Joaquín no se comunicaba, ya Rita no te respondía pero te dejo un mensaje diciéndote que no llames que Joaquín no te podía llamar aún, así que decidiste esperar.
Christopher seguía buscando la forma de acercarse a ti y la niña no ayudaba, cada día la querías más te era inevitable no querer estar cerca de esa familia.
Aún recuerdas aquella tarde en la que estabas en la tienda de Susan tomando té con Katy y veías la plaza de enfrente a Christopher jugar con Jade. La hacia correr, jugaban en el tobogán, en las hamacas. Cada día te encantaba más esa sonrisa y la forma en la que movía su pelo para despejarlo de su rostro. A veces lo veías con lentes y a veces no y de ambas formas quedabas hipnotizada por sus ojos.
En las clases se quedaba querías creer que era para verte pero era claro que era para ver a su niña. Desde esa vez en la cafetería no volvió a intentar acercarte a ti, te sentías mal por eso pero sabias que era lo mejor además tu estabas con Joaquín y pronto lo volverías ver pues sabias por las noticias que la policía especial estaba tras Marcos y con el asesinato de Roberto era un paso más cerca de atraparlo.
-Hola _____ , te llego esto.
Esa voz te saca de tus pensamientos, era Nick el cartero y un gran amigo tuyo y la pareja de Malcolm.
-Hola Nick, que raro.- Dijiste y tomaste la carta. La carta decía tu dirección exacta y adelante llevaba un sello, enseguida lo reconociste era el sello de la empresa Marconi & Co. - Permiso, debo hacer algo.- Y te marchas a paso veloz sin darle tiempo a Katy de empezar a interrogarte.
...
Al llegar a tu casa, te tiras sobre el sofá y abres con cuidado el sobre. Dentro había un anillo y una carta doblada a la mitad. Al abrirla reconociste de inmediato la letra de Joaquín, tus ojos se llenaron de brillo. Comenzaste a leer
Mi amada _____:
Si esta carta llego a tus manos es porque llego mi momento, yo sabía que este día iba a llegar, tranquila mi reina estoy bien y tu también lo estarás, te lo prometo.
¿Recuerdas aquella salida a San Miguel del Monte? Fue una semana antes de lo de Sophia, pobre mujer, pobre tu padre, pobre tu, mi vida. Por mi ya no siento lastima, he cometido errores en estos años de mi vida. Reflexiono y se que he sido terrible pero también se que tu llegaste a mi vida para iluminar mi vida y para demostrarme que soy mejor que mi padre y guiarme por el buen camino. No me arrepiento de nada de lo que he hecho por ti, por nosotros, por tu futuro.
Ahora estoy en el hotel de San Miguel del Monte tu te estas bañando, tardas, te escucho llorar. Nos acabamos de enterar del asesinato de Sophia. En ese momento lo supe, yo no llegue a tu vida para quedarme, tu llegaste a la mía para guiarme y para que cuando el momento de irme llegue el gran jefe me perdone, aprendí a perdonarme, realmente estoy arrepentido de todo el daño que he hecho.
Posiblemente no entiendas de lo que hablo, pero creo que es momento de que lo sepas. Lamento decirte querida mía que yo asesine a tus padres, fueron ordenes de mi padre pero yo tire del gatillo. Posiblemente ahora me odies pero yo me voy con el recuerdo de tu amor. Créeme princesa mi amor por ti fue, es y será genuino.
Esa noche en el hotel pensaba entregarte ese anillo que viene adjunto a la carta, quería pedir tu mano pero las circunstancias me lo impidieron, luego se sumaron más y más cosas.
¿Recuerdas la noche en que me leíste corazón delator de Allan Poe? Bueno así me sentí hasta el último suspiro de mi alma. Sentí el corazón de tus padres latiendo en las paredes de mi casa, en la oficina, en cada rincón de la ciudad, realmente me estaba enloqueciendo la culpa. Espero algún día puedas perdonarme.
Como te dije sabía que este momento iba a llegar, esta carta se la deje a Rita, posiblemente ya estén circulando las noticias de mi asesinato. Le deje bien claro a Rita que hasta que no se confirmara mi muerte no te enviara este correo.
Otra cosa que Rita hizo para nosotros fue repartir el dinero en diversas cuentas extranjeras, el día que Marcos este preso tu vas a poder gozar de ese dinero. Mi empresa, queda a tu nombre aunque por el momento se va a encargar Rita hasta que puedas volver a aparecer en escena.
Quizás no quieras aceptar nada de parte mía pero espero que si, todo lo que hice fue para ti. Desde lo de Sophia sabia que yo no iba a llegar a gozar de mi empresa y de mi dinero, pero trabaje día y noche para ti.
Espero que te quedes con el anillo bella. Te amo hoy, mañana y siempre.
PD: Encuentro A Christopher Velez el esposo de Shopia, el te podrá ayudar.
Joaquín
...
Llorabas como nunca. Esa carta te partió en mil, no aguantabas tanto dolor. Te pusiste en posición fetal en el borde del sofá para contraer el dolor de tu corazón, era tan fuerte, sentías que ibas a morir. Frente a ti dejaste la carta, la mirabas. No lo aguantaste más y gritaste liberando la tristeza de tu alma y tomando un almohadón.
Estuviste así hasta las 8 p.m. cuando te levantaste y caminaste torpemente hacía la cocina donde te preparaste un té. Fuiste al comedor y entraste a los portales de noticias teniendo la esperanza de que Rita solo se equivocó y te la envió antes de confirmar algo. Comenzaste a escribir, luego tomaste la taza y la tuviste un rato en la mano.
La dejas caer y se rompe en miles de pedazos desparramando toda la infusión en el suelo.
Era cierto. Vecinos de La Matanza encontraron el cuerpo de Joaquín Marconi en uno de los ramales del río Matanza, con un corte en el cuello y el abdomen abierto en dos.
No podías creer la crueldad de esa gente ¿Abrirlo por la mitad? Eso era innecesario.
Te pones en pie, te quemaste un poco el pie al pisar el agua, habías olvidado el pequeño accidente. Luego de limpiar el desastre que habías dejado subes a tu habitación. Te recuestas sobre las sabanas y lloras, solo lloras pensando en la crueldad que te rodea y...en lo mucho que necesitabas a Christopher en ese momento. Al pensar en él recordaste la Posdata volviste a tomar la carta. Si, no había leído mal. ¿Será era él, será ese Christopher Velez?
...
Eran las 12 en punto ya no llorabas, no sentías nada, estabas completamente neutra. Estaba lloviendo, era una tormenta. Se corta la luz producto de ella. Te levantas y te dirigues a tu armario. Te colocas un sweater con motivos navideños suelto que habías comprado en una feria que se hacia en el pueblo, el cual hacia que saliera el cuello de tu camisa de Jean y los bordes de abajo. Te cambias la ropa por una calza negra y te pones unas zapatillas Adidas. Y así sales torpemente de tu casa.
No te importo la lluvia, caminaste bajo ella hasta el centro al llegar allí te dirigiste al puente por donde pasaba el río por debajo.
...
Chris había salido a comprar unas velas ya que no había en su casa. No tuvo suerte con tiendas pero Nick muy amablemente le regalo algunas extras que tenia, era un hombre precavido.
No tuvo tiempo de quedarse a charlar por más que Nick le insistiera pues había dejado a Jade sola en la casa junto al perro Golden, el cual los dueños no pudieron llevarse porque no se lo permitían donde iban a vivir.
Al darse vuelta Chris ve a lo lejos a _________.
-¿Qué hace esta loca?- Pregunta al aire tratando de enfocar con sus anteojos llenos de gotas. Al enfocar te ve poniendo un pierna sobre el borde del puente, luego la otra, te sentaste sobre el puente, estiraste los brazos. - Pero que...- Chris corre velozmente bajo la lluvia.
...
Estabas sentada sobre el puente. Tus lágrimas se camuflaban con las gotas de lluvia.
-Papá, Mamá, Joaquín, Sophia, Roberto...ahora me toca a mi.- Dijiste mirando al cielo. Bajaste la mirada al río, este era pequeño, un ramal del río, pero con la tormenta había subido la cantidad de agua y estaba muy picado, Debajo a pocos centímetros de ti chocaba el agua con violencia con una enorme piedra con muchas puntas. Cerraste los ojos y relajaste el cuerpo. Te inclinaste. Ya te sentías un poco más en el aire. Pero jamás caíste.
Abres los ojos y ves que unos brazos te sostienen.
-¿Qué haces?.- Gritas volteándote.
-¿Tu qué haces? ¿En verdad pensabas hacerlo?- Te grita Chris. Debian gritar porque entre la tormenta y el ruido del río no se podían oír muy bien.
-Déjame tu no entiendes.
-¿Qué puede ser tan grave para que quieras acabar con tu vida?
-Si supieras...
-Cuéntame.
Vuelves a voltear. Tus ojos se clavaron en los de Chris apenas visibles por el vidrio mojado de los lentes. Su pelo estaba completamente mojado, su campera de cuero le apretaba los brazos y los hacia resaltar, sus labios estaban blancos de frío.
-Te soltare...Toma mi mano y ven conmigo. Yo te ayudare. - Dicho esto saca uno de sus brazos de alrededor de ti y extiende la mano para que la tomes. Mientras te sostenía con el otro brazo por seguridad pues estaba resbaladizo y podías caer.
Cuando tus piernas estaban del otro lado del puente, te toma de la cintura y te baja de allí.
-¿En que pensabas mi niña?.- Te dice Chris acariciando el lado derecho de tu rostro.
Levantaste la vista y lo miraste. Tomas su rostro de igual manera que él. Y caes rendida, literalmente, a sus pies. Comienzas a llorar con todo tu ser el se agacha a tu altura, te deposita un beso en la frente y te abraza. Chris comienza a llorar por ti, y el cielo lloraba por ustedes.
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