Capitulo 5: "Volviendo a empezar"

Llegaste a tu casa totalmente cansada. De inmediato te fuiste a bañar, te sentías tan sucia.

Dejabas que el agua corriera por tu cuerpo. Golpeaste la pared con tu puño, bajaste la cabeza y comenzaste a llorar.

Tomaste tu esponja en forma de corazón y comenzaste a refregártela con violencia sobre tu cuerpo, buscabas sacar cada rastro de ADN de ese sujeto.

Te derrumbaste. Fuiste cayendo lentamente sobre la pared y sentándote. Te quedaste un rato así, con la mirada perdida. Cuando lo recordaste...recordaste a ese hombre.

FLASHBACK

Salías de la habitación acomodándote el vestido. Escuchaste el cerrojo de la puerta adjunta. Viste salir a Pilar. Automáticamente pensaste en ir a decirle sus verdades, pero antes de dar un paso viste salir a un hombre.

"Que belleza de hombre. Que cuerpo, que cabello, que piel, que labios tan carnosos". Viste que le dio un beso muy sensual a Pilar y sentiste un nudo en la garganta. Antes de que él se diera vuelta te fuiste a paso veloz fuera de ese lugar.

Comenzaste a llorar en el camino, aunque no sabías porque, porque tuviste sexo con ese demonio, porque el padre de tu novio es un demonio, porque vivías un infierno o porque ese hombre esta...

-¡Demonios, que pedazo de hombre!- Gritaste en medio del camino haciendo eco en los extensos terrenos de cultivos. Reíste ante tu grito y te tapaste la boca. Sonreíste. Ese hombre te hizo sonreír. Agachaste la cabeza riéndote de tus pensamientos y seguiste tu camino.

Fin Flashback

Al recordarlo; al recordar esos labio carnosos y rosados, sus brazos fuerte "¿Tenía un tatuaje? No recuerdo", su cabello lacio y negro enmarcando ese bellísimo rostro. Cada que recordabas una parte de su ser sentías una corriente recorrer cada rincón de tu cuerpo.

Comenzaste a tocar tus pezones, cerraste los ojos y comenzaste a imaginar que era él con sus dedos tocándote; el otro pezón te lo estaba chupando y mordisqueando. Levantaste la vista y viste la manguera de la ducha, recién te percatabas que era de las duchas que se podían sacar. Te levantaste y la tomaste, volviste a sentarte pero esta vez con las piernas abiertas apoyándolas en la pared baja de la ducha.

Acercaste la lluvia a tu zona intima, cada gota caí con fuerza sobre tu vagina dándote pequeños choques de electricidad. Luego la subiste para que diera la misma sensación a tus pezones, mientras comenzaste a acariciar tu clítoris con tu dedo índice. Comenzaste a gemir. Metiste uno, dos, tres dedos en tí. No gemías, gritabas de placer y por tu mente solo pasaba aquel hombre de hermosos labios.

Aumentaste drásticamente la velocidad, tu respiración se entrecortaba y lo sentiste; sentiste como tus paredes vaginales presionaban tus dedos; arqueaste la espalda dejándote llevar por el placer del orgasmo que te había ocasionado ese hombre con solo imaginarlo.

...

A la mañana siguiente te despiertas a primera hora, realmente no pudiste dormir demasiado; ese hombre daba vueltas por tu cabeza y a la vez Joaquín, decidiste sacar ese extraño de tu mente, era estúpido seguir así estando tu novio en peligro.

Tu estomago gruñe y te abrazas la panza. Te levantas, te colocas tus pantuflas de garras de dinosaurio y bajas a la cocina.

-Wow que sorpresa ni un pedazo de queso ranció.- Dices con sarcasmo. Tu estomago vuelve a gruñir.- Shhh pequeño ya nos alimentaremos.- Dijiste tocándote el abdomen.

Volviste a tu habitación y te cambiaste para ir a desayunar fuera, buscar trabajo y hacer compras. Te pusiste un vestido gris suelto y de una tela suave que se ajustaba en la cintura con un lazo del mismo tipo de tela. Tenia escote en u muy discreto y pedrería en la parte superior colocados de tal forma que formaban una especie de dibujo de telar aborigen. En los bordes de las mangas tenia una pequeña tira de costura aborigen. Una pulcera con pequeuñas borlas celestes. Unos zapatos de taco chino color blanco con dos tiras gruesas, una que cubria el cuerpo de los dedos y la otra tira alta que era la del broche ambas de color celeste. No eran muy altos así que estabas comoda. Unos lentes de sol y pequeño bolso de flecos.

Tu vecina, la cual se llama Eleanor, te recomendó una cafetería en el centro llamada the old stables.

Te dirigiste a la parada de bus "Vaya, esta vez vino rápido" pensaste tomando asiento.

...

Christopher estaba en la habitación de su suite aún recostado pero vestido, llevaba puesto un jogging negro para verano, una remera negra, su pelo revuelto y unas zapatillas deportivas marca Nike. Revisaba sus correos electrónicos, Zabdiel le informaba los últimos datos de la discografica todo se encontraba en orden. Eran muchismos datos, se le estaba cansando la vista. se quitó los lentes y refregó sus ojos con los dedos. Recordo la noche que había pasado.

-Lindo trasero.- Dijo sonriendo recordando la chica del vestido de cuero.

-¡Lindo trasero!.- Grita Jade entrando y saltando sobre la cama de su padre a lo que Chris se sobresalta. Abre los ojos al escuchar a la hija.

-No digas eso Jade. No repitas todo lo que oyes.- Dijo seriamente.

-De acuerdo.- Dijo la niña agachando la mirada.

-Ahora ven, vamos a cambiarte que tengo una reunión con los propietarios de una casa en la que estoy interesado.

-¿Va a ser nuestra casa?

-Es la idea princesa.

...

Llegaste al lugar que Eleanor te habia recomendado. Al entrar no podías creer que ese lugar habia sido un establo en sus comienzos. Habia sillones antigüos y grandes color marrón. Mesas huecas hechas con madera, claramente a mano. El piso era de madera y las paredes estaban simplemente revocadas con bolseado y pintadas de blanco pero se lucían con la iluminación que habían instalado. También lograste divisar algunas banquetas de madera antiguas. Tres ventanas con cortinas coloridas. Al final de esa habitación, frente a tí habia un bar todo de madera clara. Y junto a este unas pequeñas escaleras de no más de 4 escalones que al terminar de subirlas doblando a la derecha habia un pequeño pasillo con dos puertas corredizas de madera que eran dos baños para hombres y mujeres y continuando el pasillo se abría otra habitación que se encontraban mesas simples de madera con sillas. Claramente la parte del frente era para cafetería y el otro lado era para almuerzos y cenas, en esta área se encontraba la cocina y otros baños. Las tres puertas una al lado de otra. A tu izquierda habia una gran puerta corrediza que llevaba a un jardín trasero donde podías sentarte a comer o tomar un café. Y a tu derecha habia una gran chimenea con una pizarra larga horizontal donde estaban escritos los menús del día y a los lados algunos cuadros de decoración.

En el jardín antes mencionado habia un sendero ancho donde se encontraban las mesas y las sillas. El sendero iba curvando las zonas de pasto y plantas. El pasto era artificial pero se camuflaba con flores y un pequeño árbol en el centro del jardín. El sendero rodeaba aquél árbol. Al final del jardín había un gran muro que de piedras con una cascada.

Decidiste desayunar fuera en una mesa muy cerca de esa cascada. No paso mucho tiempo cuando apareció una muchacha. Era muy bonita, de cabello negro, largo y oscuro. Muy blanca de ojos pardos, vestía un jean negro tiro alto, un top gris de tiras y por adelante un delantal de cintura con el logo del restaurant.

-Hola, buenos días ¿Qué va a ordenar?.- Preguntó nerviosa, notaste enseguida que era nueva.

-Hola buenos días. Quiero esto.- Decías mostrándole el pequeño cartelito que se encontraba en el centro de la mesa.

-Enseguida se lo traigo.

15 minutos después apareció de nuevo trayendo tu orden, que era un capuccino, blaffes con crema batida y frutillas y un vaso de jugo de naranja. La miraste con preocupación porque caminaba torpemente con la bandeja y temías que ocurriera un accidente. Finalmente llego hasta tí y volviste a relajarte.

...

Christopher y Jade ya se encontraban en la casa. Los dueños era una pareja de ancianos que querian venderla porque la creían demasiado grandes para ellos. La misma quedaba en las afueras de Castle Combe a 5 km del pueblo camino a Londres. Christopher queria estar lo más alejado de aquel lugar al que fue la noche anterior.

La casa era realmente preciosa (foto cabecera) tenia plantas trepadoras cubriendo la fachada con algunas rosas. Un camino de piedras rodeado de extensos jardines te llevaban hacia la entrada. La casa era como un castillo, con torre, techos triangulares y muchisimas ventanas. Cada rincón de la casa impresionaba más a Christopher, piso de marmoles pintados a mano, telarañas antigüas, muebles antiguos, sillones victorianos, pero alguna que otra cosa moderna agregada por la mobiliaria para subirle el costo. Las escaleras eran de un estilo art nouveau, muy francés.

Ya se encontraban en el jardín, había un perro Golden viejo, Jade corrió hacia él al verlo. Mientras, Christopher seguía conversando con los dueños. El jardín era un sueño. En el centro de este se encontraba una piscina que cubria todo lo largo del jardín. Y la bordeaban arbustos cortados de tal forma que formaban una S, casualmente la letra con la que comienza el apellido de los ancianos, a los lados de estos arbustos habia dos caminos de pequeñas baldosas blancas y junto a estas baldosas dos pequeños jardines de rosas con un farol en cada una y otros dos faroles unos pasos más adelantes, también se encontraban varías esculturas en la misma linea que las rosas. Y el resto era césped. Casi finalizando el jardín la piscina se hacia más ancha. Era allí donde se encontraba una escalera para meterse. Y rodeando la piscina una galeria con estilo árabe color salmón y blanco. Todo alrededor del jardín eran árboles. (Ver foto)

-Bien, ¿Dónde firmo?- Preguntó Christopher.

-¿No quiere saber el precio antes?.- Dijeron sorprendidos los ancianos.

Chris miro a Jade correr junto al perro, tirarse al piso y reirse a carcajadas.

-Da igual el precio, quiero esta casa. Estoy seguro que puedo pagarla.

-De acuerdo dijeron los ancianos. Venga por aquí tomemos un café en lo que que llamamos a los de la inmobiliaria para firmar el contrato.

...

Ya habías terminado y pagado tu desayuno, en lo que estuviste ahí no podías dejar de ver a esa chica, realmente estaba sufriendo, cada tanto el corazón se te paraba al ver que por poco se le cae algún pedido, querias levantarte y ayudarla, te desesperaba.

Mientras ibas saliendo viste que en la zona de la cafetería la chica discutía con lo que parecía ser el encargado o peor el jefe.

-¡Vete a la mierda Mark!-Grita la chica revoleandole el delantal en la cara.- ¡Renunció!- Y se retira a paso veloz del lugar. La seguiste.

-Oye espera...-Le dices al alcanzarla.

-¿Qué quieres?- Te pregunta de mala gana.

-¿Qué sucedió?

-Nada, me equivoque con un pedido y me trato horrible, era estúpido la señora pidió jugo de manzana y yo le lleve de naranja. ¿Puedes creerlo?

-Si es estúpido.

-Igual, realmente no queria trabajar allí. Mi sueño es otro y estoy a poco de cumplirlo pero nadie me quiere ayudar. En este pueblo tomar riesgos no es una opción.

-¿Qué sueño?

-Poner una academía de Danza.- Dice con una sonrisa y los ojos llenos de brillo.

-Yo soy bailarina.- Dijiste aún más emocionada que ella.- Trabajaba dando clases de eso hace mucho...- recordaste tu infierno.

-¿Quieres ayudarme?- Dice la chica deteniendo el paso y mirandote intensamente. La duda te comía viva, sabías que no era algo seguro. Pero al verla tan ilusionada no podías decirle que no.

-De acuerdo te ayudaré.- Dijiste sonriendo.

-Muchisimas gracias.- Dice la chica abrazandote.

Siguen el paso, ahora más alegre, abrazandote por los hombros.

-Y dime ¿Cómo te llamas?

Tú le respondes tu nombre.

-Muchos gusto _______, yo soy Katherine.

...

1 MES DESPUÉS. FIN DEL VERANO. PRIMER DÍA DE CLASES.

El proyecto de Katy, como tu la llamabas a tu nueva y mejor amiga, bueno única amiga, era hacer un estudio de danza a unas cuadras del colegio primario Trinity que quedaba a unos kilometros del centro de Castle Combe por detrás de The Manor House.

Finalmente lograron juntas realizarlo. Hoy era el día de la inaguración, se habían ecargado de hacerle publicidad en todo el pueblo y pueblos aledaños. Sobre todo el los colegios. Iban a dar clases de jazz, clásico, hip hop, contemporáneo, tango y salsa para personas mayores en las que los iba a ayudar Malcolm el hermano mayor de Katy y un excelente bailarín.

El primer día que abrieron les fue excelente. Varías mamás habían llevado a inscribir a sus hijas en las distintas danzas y también varios niños. También personas mayores y adolescentes. Tenían un cronograma muy bien organizado y los tres estaban más que emocionados de la gran aceptación que tuvieron.

Realmente hace un mes atrás cuando escuchaste a Katy no te pareció una idea tan descabellada, pues en el pueblo no había lugares así y los niños solo podían entretenerse con las reuniones de la iglesia.

Tu relación con Katy era de lo mejor, siempre que podían se juntaban en el bar del amigo de su hermano y se tomaban un par de cervezas. O se juntaban en tu casa a ver peliculas de libros de Nicholas Sparks y comer helado. Fue una de esas noches de champagne en tu casa en la que se le subieron las burbujas y te tiño el cabello volviendo a tu color natural, es decir el castaño.

...

Christopher había inscriptó a Jade en el colegio primario más cercano. Ya era mediodía y la iba a retirar. Jade miraba por la ventana cuando pego un grito que hizo frenar de golpe a Christopher.

-¿Qué sucede?

-Vuelve, vuelve para atrás.- Christopher hace caso.

-Mira.-dice la niña señalando con el dedo. A lo que Christopher miro. Enseguida entendió.

En Ecuador, Jade iba a clases de clásico algo que le encantaba.

-Por favor papi.- Dice la niña haciendo cara de cachorro.

-De acuerdo, vamos a averiguar.- Dice Chris desabrochando el cinturón y abriendo la puerta.

Entra al lugar de la mano con Jade.

-Hola, buenas tardes.- Le dice a una chica que se encontraba mirando unos papeles en el escritorio.

-Hola, buenas tardes.- Dice la chica levantando la vista a lo que queda petrificada.

-Quisiera averiguar por las clases de clásico.- Dice sonriendo.

{Narras tú}

Estaba viendo los nombres de la clase que tenía en una hora cuando siento que alguien me habla. Al levantar la vista quede petrificada y solo me limite a tragar saliva. Era él, era ese hombre.

-Qusiera averiguar por las clases de clásico.- Me dijo sonriendo.

-¿Para usted?

-No, para mi niña.- Dice mirandome extraño y bajando la mirada su hija.

Por Dios que estúpida soy, ¿Para usted? ¿Cómo no vi a la niña? Idiota idiota idota.

-Oh claro perdone. Si las clases comienzan mañana las 5 p.m y durán dos horas y las damos Martes y Jueves. Tomen asiento y les explico mejor.- Toma asiento y la sienta a su niña. Esperen...¿Es casado? Si lo es. Tiene una alianza. Al ver la alianza y a la niña ese hombre te empezó a dar asco y odio. Tiene mujer y busca putas. Al final todos los hombres ricos son iguales.

-Este es el precio por mes y este por clases.- Le dije seriamente señalando con una lapicera. El sonríe. Lo detesto, no puede tener esa jodida sonrisa y esa cara de buena persona siento tan asquerosamente mujeriego e infiel.

-Me gustaría pagar el de por mes así ya me olvidó.

-De acuerdo.- Claro como te olvidas de tu familia ¿Verdad? Sin vergüenza.

{Narrador omnsciente}

Luego de firmar y pagar el primer mes con un cheque, Christopher se retira del lugar. Mientras manejaba pensaba en la muchacha que lo había atendido y en lo bellisima que era.

-¿Papi por qué sonríes?- Le pregunta Jade mirándolo mientras entraban a la casa.

-Por nada mi vida, por nada. Simplemente hoy fue un grandioso día.







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