Capitulo 15 "Universo"

Luego de una hora bajaron al recibidor del hotel ahí los esperaba, sentando en el sofá, Joaquín. Chris caminaba unos pasos adelante por lo que llego antes a él. Verlos juntos te dio una mala sensación, como de incomodidad, como si estuvieras haciendo algo malo.

Al verlo a Joaquín algo quebró dentro de ti. Al acertarse a saludarte las piernas te temblaban.

"No me puede hacer recordar tanto a Marconi"

Sus gestos, su estilo. Lo que llevaba era tan Joaquín. Tenía una remera blanca con la bandera norteamericana estampada en el centro, por encima una camisa verde militar desabrochada. Unos jeans con las botamangas dobladas. Unos zapatos marrones sin medias, un sombrero bombín y anteojos de sol redondos. Llevaba muchos anillos al mejor estilo Mick Jagger, el estilo que amaba Joaquín Marconi.

Luego te centraste en Chris. Tan diferente. Zapatillas blancas Nike. Pantalón azul. Remera de Calvin Klein y un blazer negro. Anteojos de sol similares, reloj rolex y sin anillos.

"Son dos caras de la moneda y ambas caras me encantan. ¿Qué? ¿Qué digo? No. Solo me gusta Chris. Ricci es solo el fantasma de Marconi...Ay pero su perfume es riquísimo. No basta _______"

-Bueno, ya estamos tardes. Tenemos un horario que cumplir.- Dijo Joaquín seriamente mientras caminaba hacia la puerta de salida con las manos en los bolsillos.

"Joder, hasta su forma tan jodidamente sensual de caminar es igual a la de Marconi"

-Ven, vamos _______- Te dijo Chris tomándote de la mano.

"¿Estamos juntos?" Todo te confundía, no sabias que pensar.

Fueron en el auto de Ricci un Audi A8 hacia la sede de la DEA, ahí los esperaba Stuart, el piloto. Era un avión privado te sentías una princesa al subir. Asientos de respaldo grande enfrentados. Televisores. Mesas centrales entre los asientos. Piso alfombrado.

"Si, realmente una princesa"

Te sentaste frente a Chris Y Ricci en el asiento del otro lado del pasillo, a tu lado. Te daba risa como ninguno de los dos se encontraba fascinado o perplejo por el avión, estaban acostumbrados a estos lujos, tu, claramente no.

Chris te observaba como mirabas todo con detenimiento. Sorprendiéndote hasta por lo más mínimo. Y solo pensaba en lo mucho que te amaba y en todo lo que quería hacerte conocer en el mundo.

...

Zabdiel y Katy planearon una salida para esa tarde junto a Jade. En un pueblo aledaño, Chippenham, se realizaba una feria anual en primavera, había shows, ferias, concursos, juegos, etc. Era una fiesta para dar por iniciada la temporada de cosecha de Primavera-Verano. Así que hacia allá fueron.

Iban cantando y tomando fotos en el camino. Jade estaba más que contenta de estar con sus tíos. También iban Malcolm y Nick, quienes, querían ver al organizar del evento para que los ayude con los preparativos de su boda.

Tras ustedes iban en un Bmw, Pilar, Gerardo y Edward, quienes veían este evento como una oportunidad perfecta para realizar su plan.

Zabdiel se había percatado del auto pero Katy lo tranquilizó

-Cariño, es una fiesta muy importante de los pueblos, todo el mundo va a ir. Seguro van también, no te están siguiendo.

Y eso fue lo último que hablaron sobre ese extraño auto.

...

Durante todo el día pasearon, compraron recuerdos y comidas caseras, participaron de actividades y sorteos. Zabdiel gano un oso gigante que se lo regaló a Jade.

Se hizo la noche y decidieron ir al parque de diversiones del pueblo. Se iban a quedar esa noche allí y en el día partir de regreso a Castle Combe.

El parque estaba repleto de gente de todos lados, hasta personas de Londres que decidieron ir a pasar unos días.

Jade iba de la mano de Zabdiel. Él la tomaba fuerte.

-Quiero ir al baño.- Dijo a la niña mirando a su tío.

-Ok, ve con Katy.

-Genial, vamos reina, yo también necesito ir.

-Las veo en el faro central.

-De acuerdo.

Y se dirigieron saltando hacia los baños. Zabdiel se reía no podía creer la edad de su novia.

Ya en el baño Jade entro primero. Katy iba a entrar con ella.

-No, ya soy grande puedo sola.

-Ok,ok pero no te alteres.

Uno rato después salió la niña.

-Espérame aquí que entró rápido y salgo. Disculpe me la mira un rato por favor?.- Le preguntó a la encargada del baño.

-Si señorita no hay problema.

Al entrar Katy al baño una estampida de adolescentes invadió el baño. Gritaban, no hablaban, era un escandalo; esto alteró a la encargada quien comenzó a discutir con ellas para que se calmaran.

Entre todo ese tumulto de personas discutiendo entra Pilar.

-Hola Jade ¿Me recuerdas?

-Si, la recuerdo, usted es la señora que mi papá no quiere.

-Señorita, señorita.- Dijo entre dientes.- Si que me quiere, sus peleas son en chiste. ¿Sabes? El me dio esto para ti.- Y le entregó una muñeca

-¿Para mí?- sosteniendo la muñeca y saltando.

-Si, para ti. Ven conmigo, tengo millones de muñecas de distintos tamaños y con todo tipo de ropita.

-Si!!!

Y Jade va tomada de la mano de Pilar perdiéndose entre la gente.

Se escucha la cadena de la mochila del baño, sale Katy. Observa por un instante la escena de la pelea de la encargada y busca a Jade.

-Jade, niña, vamos.

Pero no hay respuesta.

-Jade...-Abre el baño continuó. - Jade, no es gracioso. - Dice ya más alterada.- ¿Y la niña?- Le pregunta a la encargada. Esta la mira y traga saliva.

-Le dije que... no importa. JADE...

Abren cada baño y nada. Las chicas y la encargada se unieron en búsqueda de la niña. Comienzan a buscarla en los alrededores de los baños. Hasta entran al de hombres.

Katy corre hacia Zabdiel. Este le sonríe de lejos. Pero su sonrisa se borra cuando ve a Katy llorando angustiada y sin la niña.

-¿Qué paso? ¿Dónde está Jade?

-No lo sé, entre unos minutos al baño y cuando salí ya no estaba. La encargada no la vio salir porque estaba discutiendo con unas chicas.

Zabdiel no respondía. Comenzó a mirar hacia todas direcciones como si estuviera mareado. Se toma la frente.

-Chris, Chris, me mata, me mata.- Comenzó a sudar y salió corriendo. Katy lo sigue. - Señor, señor- Gritándole a un policía.- Se me perdió mi sobrina por favor ayúdeme a encontrarla.

El policía enseguida actuó. Se escucho una voz por el alto parlante.

"ESCUCHEN POR FAVOR. SE BUSCA A UNA NIÑA LLAMADA JADE VÉLEZ. TIENE 6 AÑOS. ES RUBIA Y LLEVA PUESTO UN SHORT DE JEAN, UNA REMERA MANGA CORTA A RAYAS BLACAS Y NEGRAS Y UNA BOTITAS MARRONES. POR FAVOR, SI LA VIERON ACERCARSE A LA OFICINA DE ATENCIÓN AL CLIENTE. MUCHAS GRACIAS."

Las personas comenzaron a buscarla. Entre los juegos, dentro de las carpas. Algunos decían que se quedo dormida, otros que la secuestraron y otros mucho más pesimistas "La encontraremos muerta por alguna atracción"

Pero no hubo caso, ya era tarde. A 5 km ya se encontraba el auto de Gerardo con la niña en él.

-¿Qué le voy a decir a Chris?.- Se preguntaba Zabdiel en voz alta con los codos sobre la mesa de atención al cliente y su frente apoyada en sus manos.- Debería llamarlo, si, eso voy a hacer.

-No, espera. No lo alteres aún. Espera que pasen 24 horas. Es lo normal para dar por sentando un secuestro.

-Hola...

Esa voz los saco de su conversación. Era una chica de unos 14 años. Miraba hacia abajo tímidamente.

-Yo la vi.

Ambos se alteraron.

-¿Dónde?

-La vi salir del baño con una señora rubia

-¿Rubia?- Se preguntaba Zabdiel.- ¿Sera Shopia?

-Ay Zabdiel no seas idiota deja de ver programas de fantasmas. La única rubia que conozco con la que Jade se iría es Pilar.

-Claro...Pilar...Espera ¿Pilar? ¿Para qué querría Pilar a Jade?

-Sobornar a Chris quizás...Muchas gracias linda. Fue de gran ayuda.

-De nada.- Y se fue corriendo con su madre.

El policía a cargo del parque les recomendó ir a hacer la denuncia al departamento de policías. Al parecer Pilar ya era conocida allí, tenía antecedentes por venta de metanfetaminas en varios pueblos.

Toda la noche se quedaron en el departamento de policías por cualquier novedad.

Mientras Jade se encontraba en una habitación en la casa de Edward. Se encontraba bien. La habían mantenido entretenida con juguetes, dulces, y televisión. Realmente no pensaban hacerle daño solo querían que Chris apareciera.

12 horas y ninguna novedad de la niña.

...

Chris, Joaquín y tú ya habían llegado a Buenos Aires era la medianoche. Joaquín ya había arreglado para que se hospedaran en el Hilton.

Al pisar el suelo del aeropuerto de Ezeiza sentiste como si estuvieras por caer. Estabas de vuelta en tu país. Donde comenzó todo, de donde habías huido.

Mientras iban en el taxi observabas por la ventana.

"Me había olvidado lo hermoso que es Buenos Aires..."

Chris te observaba pero no te hablaba. No quería interrumpir ese momento de plenitud.

En el hotel te dieron la habitación con vista al frente. Al llegar te dedicaste a observar el río por la ventana. Las luces de Puerto Madero se veían aún más brillantes de lo habitual.

Tocan la puerta. Es Chris.

-Vine, para que cenemos juntos. Como Joaquín no nos deja salir sin él, cenemos aquí.

-De acuerdo.- Sonríes.- Ven pasa. ¿Qué pido?

-Me tome el atrevimiento de ya hacer el pedido. En 20 minutos esta aquí.- Te respondió ingresando en la habitación.

-Oh...de acuerdo.- Respondiste yendo hacia la ventana. Él te sigue. Te toma de la cintura y se pega a ti, te besa el hombro derecho.

-Esta hermosa la noche ¿No crees?- Te pregunta mientras deja un camino de besos desde la mandíbula hacia el hombro.

-Si, realmente hermosa.

-¿Extrañabas Buenos Aires?

-Si, algo, sobre todo estos últimos días que removimos el pasado.

-Mejor no hablemos de eso. Ven.- Te da vuelta quedando frente a frente. - Te amo mi niña.- Te dice mientras te acaricia la mejilla izquierda. Te sujeta de los hombros por un momento y luego te abraza.

Tocan la puerta. Chris se separa.

-Debe ser la cena.- Dice mientras se dirige hacia la puerta.

Efectivamente era servicio a habitación.

Chris preparo la pequeña mesa redonda que se encontraba junto a la ventana; también regulo las luces para que sean más tenues y por tal más romántico el ambiente.

Cenaron. Era todo perfecto. Brindaron con un vino de alto nivel. Rieron durante toda la cena, hablaron de banalidades, nada serio, sino entretenido. Música, películas, libros, anécdotas de secundaria, CNCO, danza, hasta moda.

Luego de cenar se recostaron. Se encontraban comiendo chocolates y bebían aquel vino.

-¿En que crees que se expande el universo?.- Te pregunta curioso.

-Yo creo que estamos en una esfera en la casa de Dios y él tiene millones de esferas con millones de universos.

-¿Entonces, crees que haya vida allá fuera?

-Creo que sí. Pero no se su forma o tamaño ¿Tienes miedo de que vengan?

-No, le temó más a lo que ya tenemos entre nosotros.

-¿Fantasmas por ejemplo?

-No creo en los fantasmas.

-¿Ah, no? Pues yo si.- Lo miras y le sonríes.

-¿Por qué esa sonrisa?

-Porque te amo.

-Ah ¿Si?- Pregunta con una sonrisa coqueta.- Deja su copa en la mesa de luz y se recuesta de lado mirandote.- ¿Cuánto?

Te colocas de igual manera que él y acaricias su cabello.- Si el universo supiera cuanto te amo, le daría vergüenza ser tan pequeño.- Chris sonríe.

-¿Puedo besarte?

-Si, pero con una condición.

-¿Cuál?

-Que nunca dejes de hacerlo.

Ambos sonrieron. Chris te beso de manera tierna pero exquisitamente sensual. Sus lenguas se acariciaban con delicadeza. La suavidad y humedad de sus labios te provocaba coches eléctricos en todo el cuerpo.

Las caricias se intensificaron; acariciaba tu pierna y tú su espalda subiendo lentamente tu mano hasta su cabello. El paso de la pierna a la cintura y te empuja pegándote aún más a él. Poco a poco te va subiendo hasta que finalmente quedas sobre sobre él.

Sigue otorgándote el placer de sus caricias; acaricia tus nalgas y las presiona con delicadeza. Tu mueves las caderas involuntariamente; tu cuerpo sabía lo que quería, a Chris dentro de ti.

Te sientas y te quitas la remera. Chris se ríe al ver tu corpiño, era negro transparente sin armado y con dos parches en la zona de los pezones, un lado una hamburguesa y del otro unas papas fritas.

-¿Qué? Oye no esperaba esto ok. Es mi corpiño cómodo.

-Me encanta.- Te responde aún riendo.- Te ves tan tierna.- Te dice abrazándote por la cintura y besándote el cuello y bajando lentamente hacia tu escote.

Te lame desde el comienzo del mentón hasta el centro de los pechos. Escondiendo su cabeza allí, depositando besos, largos y húmedos. Gimes suavemente, cierras los ojos y hechas el cuello así atrás disfrutando de las caricias de tu novio.

Los separas delicadamente tomando de los hombros. Se miran a los ojos y le das un pequeño beso. Lo vuelves a recostar y comienzas a desabrochar uno por uno los botones de su camisa. Dejando a tu paso pequeños besos hasta desabrocharla por completo. Chris se la termina de quitar y te vuelve a atraer hacia él.

Te besa con pasión y con un movimiento te deja debajo. Se separa de ti y comienza su sendero de besos desde tu frente, pasando por los parpados, la punta de la nariz, las mejillas, los labios, él mentón el cual muerde, el cuello, tu escote, tu abdomen, hasta llegar a tu jogging el cual quita sin problema. Volvió a reír.

-Faltaba la coca en el combo.

Ese comentario te hizo estallar de risa. Si era un conjunto que habías comprado en internet y te resulto lindo para esos días en casa descansando comiendo chocolate no para una noche de pasión con Christopher Vélez.

Te besa con ternura. Y sigue su camino. Deja besos entre tus muslos y va bajando con su lengua lentamente por tus piernas. Primero una, luego la otra llegando hasta el empeine.

Se acuesta a tu lado y se quita el jean.

-Esta erección me esta matando.- Dice riendo.

Te ríes.

Se arrodilla entre tus piernas y comienza a acariciar tu zona intima por encima de la ropa interior. Primero suavemente el monte de venus, cada tanto hacia presión en esa zona haciendo que te den puntadas de placer. Prosigue yendo hacia abajo y con su dedo medio acaricia suavemente tu clítoris y labios.

-Estas tan húmeda, me encanta.- Te dice mordiéndose los labios disfrutando ver tu rostro lleno de placer.- ¿Te gusta bella?

-Me encanta.- Le respondes entre suaves gemidos. Tomas su cabeza y lo besas. Se besan intensamente mientras seguía acariciándote por sobre la tela.

Se separan por falta de aire y se dedica a quitarte todo lo que te quedaba de ropa. Se dedica a saborear tus pechos, succionando tus pezones y dándoles placer con su lengua mientras con sus dedos acaricia tu clítoris e introduce dos dedos en ti haciéndote arquear y gemir aún más de placer.

Deja tus pechos y se dedica exclusivamente a tu vagina. Lamia tu clítoris mientras se ayudaba con sus dedos. Saboreaba tus líquidos. Acariciabas su cabello mientras te arqueabas. Respirabas con dificultad y tenias el pulso alto. No podías mantener los ojos abiertos.

No aguantas más.

Lo jalas del cabello y lo besas. Se da vuelta. Comienzas a besar todo su rostro. Paras y se quedan mirando a los ojos, acariciabas su boca.

-Eres tan perfecto. Realmente, me hace daño tu belleza.

-No quiero hacerte daño. Jamás lo volveré a hacer, te lo prometo.

Al terminar esa oración lo besas con intensidad, esperando que ese momento nunca terminara.

Sigues bajando por su cuerpo depositando besos. Chris se relajaba y disfrutaba de ver tu cuerpo bajando lentamente.

Le quitas el bóxer y comienzas a realizarle sexo oral. Lamias su miembro de arriba hacia abajo y luego la punta haciendo movimientos circulares. Lo introduces en tu boca bañándolo en saliva. Tus movimientos iban de rápido a lento y luego de nuevo rápido. Lo mirabas, se miraban mientras lo masturbabas.

-Ven, date vuelta.

Haces caso y te pones sobre él dándote la espalda. Te toma de las caderas y acerca tu vagina a su rostro. Mientras él se dedicaba a lamer tus labios vos te dedicabas a chupar su miembro.

Luego de un rato, no aguantaste más. Te recostaste, Chris sobre ti. Introduce su pene en ti.

-Dios que rico.- Dices entre cortado.

-Joder, como te amo.- Te dice para luego besarte.

La penetración se hizo más intensa. Chris movía sus caderas velozmente, se arrodilló y se dedicó a penetrarte con profundidad mientras veía tus pechos moverse. Le encantaba esa posición podía apreciar tu carita llena de placer, tus pechos, tu cintura y ver como entraba en ti. Tenia una vista panorámica.

Estuvieron toda la noche haciendo el amor con breves momentos de descanso. Llegando a múltiples orgasmos.

No durmieron y a las 7 a.m. Joaquín los buscaría para ir a ver al juez. Se rieron ante su irresponsabilidad. Era su momento de olvidarse de su peligrosa situación.

Personas los querían matar y ustedes se encontraban haciendo el amor, sintiéndose libres, tocando las estrellas, flotando en el Universo.  

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