Capitulo 6: Asesinos vengativos
Holaaaaaa gente de wattpad. Ya los extrañaba y seguro ustedes a mi. Perdon por no hacer un nuevo capitulo, lo que pasa es que la escuela y otros factores consumieron todo mi tiempo. Bueno, antes de leer este capitulo, debo aclarar que aunque el dialogo dia que slenderman esta hablando, lo esta, pero por via telepatica, ya que debido al experimento 84-B desarrollo poderes mentales y corporales pero esto le costo el color de su piel y sus rasgos faciales (no tiene ojos ni boca). Sin mas que decir, a leeer.
En un frondoso bosque, oscuro a estas horas, un hombre alto y delgado vestido con un traje sale a pasear, buscando a sus próximas víctimas, el Slenderman.
Entonces, en un claro, divisa una familia (los padres, un niño y una niña, ambos de cinco años), alrededor de una fogata, comiendo alegremente. Se acercó un poco entre los árboles con mucha cautela para no ser detectado.
En eso, siente a alguien pasando entre los árboles, se esconde y se fija quién es, un chico de mas o menos trece o catorce años de edad, vestido con un pantalón negro y un polerón con capucha gris, manchado de sangre, se acercaba a la familia, empuñando dos cuchillos grandes y afilados.
-¿Qué hará este niño?- se preguntó Slenderman
El joven se detuvo a unos pocos metros del árbol donde Slenderman se escondía.
-¿Me habrá visto?- se preguntó Slenderman.
El joven echó a correr hacia la fogata, y apuñaló al padre en el estómago, haciendo una línea de un lado al otro, mientras le caían las entrañas, y lo empujó al fuego.
Luego, antes de que siquiera los niños reaccionaran, el joven le clavó un cuchillo a la madre en el pecho, y el otro en la frente, matándola de inmediato.
Los niños, llorando, no se podían mover, estaban paralizados del miedo, luego el joven, mostró su rostro, exageradamente blanco, con una gran sonrisa roja de oreja a oreja (literalmente), y sus ojos, enormemente abiertos, sin párpados, en un anillo negro.
Se acercó a los niños, y pateó a la niña en el estómago tan fuerte, que la mandó tres metros atrás, aún en su silla.
Cuando la niña cayó, se rompió la columna con el respaldo en la silla, y se retorcía del sufrimiento.
Entonces, el joven le tapó la boca al pequeño, que estaba gritando, y le dijo: -Ssshhh... Sólo ve a dormir...- dicho esto, le clavó un cuchillo en el corazón, matándolo instantáneamente, luego lanzó el cuerpo sobre la niña, matándola también.
Slenderman no podía creer lo que veía... De repente el niño se puso a llorar frente al fuego, dándole la espalda.
Se acercó un poco, manteniéndose en un punto no visible y se dió cuenta de que no estaba llorando, sino que reía de una forma enfermiza y psicótica.
Pero el joven se percató de que no estaba solo, y empuñó los cuchillos, mateniéndose en guardia.
-¿Quién anda ahí?- preguntó el chico al aire
-¿Qué haces en mi bosque?- Preguntó Slenderman, furioso
-¿Tu bosque? Hahaha! No puedes poseer un bosque, idiota- dijo el chico, burlonamente.
-Eres muy valiente, pequeño, ¿cómo te llamas?
-Me llaman Jeff el Asesino ¿Y usted, señor?
-Soy Slenderman- dijo el hombre, orgullosamente
-Entonces, Slendy, ¿está listo para morir?
-¡¡¿¿SLENDY??!! ¡¡¿¿A QUIÉN PUÑETAS LLAMAS 'SLENDY'??!!- Slenderman estaba hasta la coronilla- ¡¡TE MATARÉ, INSOLENTE!!
-¡Vamos allá!- Dijo Jeff, bastante excitado por lo que se venía
Slenderman no dudó ni un instante, sacó dos tentáculos y los envió a Jeff, que dió dos cuchilladas al aire, cortando un tentáculo, que chorreaba sangre negra, parecida a la tinta de un bolígrafo.
Pero el otro tentáculo lo tomó del pie y lo levantó, dejándolo de cabeza en frente de su oponente.
-Si no te retractas... ¡no volverás a matar en tu miserable vida!- 'Negociaba' Slenderman.
-HAH! no me haga reír, señor- Jeff no tenía miedo y le dió una puñalada en el pecho.
-¡Chiquillo insolente!- Slenderman soltó a Jeff, que cayó a unos metros cerca de él y aprovechó la oportunidad para incorporarse y atacar.
Le dió cinco puñaladas en donde se supone que está su abdómen, y se alejó, limpiándose la sangre que salía de las heridas y le cubrían el rostro, impidiéndole ver
-¡¡YA ME HARTASTE!!- Slenderman sacó cuatro tentáculos y tomó las muñecas y los tobillos de Jeff, inmovilizándolo.
Estaba a punto de desmembrarlo, pero le soltó las manos y un tobillo
-¿Sabes que? Quiero divertirme un poco más contigo- Dijo Slenderman, tranquilizándose un poco más.
Entonces lo lanzó contra un árbol, sin soltarlo, y lo arrojó al suelo, como a una muñeca de trapo.
Jeff tenía un brazo fracturado, y le costaba caminar, pero el era tenaz, y no se iría hasta matarle
-N-no... me rendiré... t-tan fácilmente- Jeff estaba muy herido, pero quería seguir.
Slenderman le dió un manotazo a Jeff, que voló hacia un árbol, fracturándose una costilla y quedó completamente indefenso.
El delgadísimo hombre lo miró, se veía presa fácil, pero se compadeció de él.
-Eres un gran oponente para ser tan pequeño, muchacho, espero que volvamos a vernos algún día, prepárate porque para la próxima no tendré compasión- dicho esto, tomó a Jeff con un tentáculo, lo levantó, y se lo llevó. ¿A dónde? Ya lo veréis
-¿Por qué no me mató?- Preguntó Jeff, confundido
-Tú y yo somos muy iguales, jovencito, ambos somos asesinos despiadados, por eso quiero ver quién es el mejor... me dejaste muy herido, y, al parecer, yo a tí.
Jeff aún tenía un as bajo la manga, (de hecho bajo el polerón, pero bueno, sigamos) sacó una pistola y le dió tres balazos en el rostro.
-¡¡¡AAHH!!! Maldito criajo!- Slenderman lo soltó, echándose atrás.
Afortunadamente, cayó de pie al otro lado de la reja, fuera del bosque, pero cayó torpemente debido a sus heridas, y rodó montaña abajo, hacia la carretera, y se desmayó.
-Ah, olvídalo... ya nos volveremos a ver y te mataré si no eres sagaz- Slenderman se arregló su traje, cubrió sus heridas para no parecer débil, y se adentró a su bosque, en espera de su próxima víctima que se atreva a sacar los dibujos en sus árboles.
Antes de desmayarse, Jeff saco una macabra y psicotica risa malvada, por asi decirlo, y dijo-Donde quiera que esté ahora, señor Slendy, mejor prepárese, porque no cometeré los errores que cometí anoche, y lo mataré... ¡DE UNA VEZ POR TODAS!
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