(Dentro de la nave...)

Todos estaban apretados contra el asiento, pues descendían en picada, tratando de hacerlo en una zona arenosa para impactar y evitar una catástrofe mayor.

"¡Aaaaaaahhhh!" gritaba Pop Fizz a todo pulmón.

"Si no morimos impacto, seguro que los gritos de Fizz sí nos mataran" comentó Eruptor, casu gritando también.

"También lo creo, bro" respondió Spyro, de la misma forma.

¡CATAPLUM!"

Con un tremendo impacto la nave terminó cayendo en una zona cubierta de montículos de sal (aparentemente, era otra producto de aquel planeta). Dentro, el golpe se sintió como un choque automovilístico.

"Menos mal que llevamos cintrurones" dijo Spyro, "Que si no... ¿eh? ¿por qué de repente hay tantos huevos como un corral de gallinas?"

Del otro extremo, JV se mostraba avergonzado. No fue difícil suponer que se había vuelto a asustar. Sprocket volvió a revisar los sistemas.

"Todo parecer en orden... ¿por qué nos estrellamos?" preguntó.

"Al parecer, el bastón de soporte del navegador estaba humedecido de una sustancia como la saliva" les respondió Silver en el sistema, "Me pregunto de que el que tenga color de bastón de caramelo haya tenido que ver..."

"Vamos, ¿quién sería tan chiflado para confundir un caramelo con una pieza de...?" empezó a decir Elf, pero se detuvo y miró a Pop Fizz, notando su boca sucia, "¿Fizz?"

"¿Qué? No sabía tan mal..." se excusó, "Es que tengo hambre"

"Yo también, mi sopa de guisantes no ha sido suficiente y también tengo hambre..." comentó Eruptor, "Además que el novato no está..."

"¿Hemos aterrizado den Neo-Abyss?" preguntó Spyro, "¿Hay rastros de Andrew o Flashwing?"

"Escaneando..." anunció Silver en el navegador.

"No miren ahora, pero tenemos compañía" interrumpió Eruptor, "Pero tenemos un grupo de dragones extraños acercándose y con lanzas en mano"

Por la ventana principal (que solo se había resquebrajado ligeramente) se podía ver lo que les advertía Eruptor.

"No conocemos a esa especie, ¿verdad Spyro?" pregunutó Elf, a lo que el joven púrpura negó con la cabeza.

"¿Qué hacemos? ¿luchar?" preguntó Pop Fizz.

"Creo que así simpre tiene que terminar" dijo Spyro, "Esta bien. A la cuenta de tres. 1... 2..."

Cuando Spyro gritó "¡3!", Sprocket abrió la compuerta de salida y el equipo S salió al exterior, listos para batallar con los guardias. Sin emabrgo, casi de inmediato se detuvieron pues, detrás de los guardias, notaron que había un trono y una litera cargados por otros dragones detrás de los primeros y sobre cada uno, estaban sentados Andrew y Flashwing, respectivamente.

"Hola chicos" les saludó Flashwing, "¿se encuantran bien?"

"¿Flashwing?¿Andrew?" preguntó Elf, "¿Realmente son ustedes?"

"Y, ¿por qué parecen de la realeza?" preguntó Eruptor.

"Es... una larga historia..." agregó Andrew.

(1 hora más tarde...)

El palacio que habían visto minutos antes era mucho más grande de lo que parecía por fuera. Simplificando el recorrido, habían varias habitaciones que, por obvias razones, no eran necesarias de mencionar, todo lo contrario a un gran banquete que les habían preparado en un gran comedor. Sin dudarlo, los Skylanders comieron para recuperar fuerzas y prepararse para cuando la nave estuviera lista.

"Tenemos herramientas para naves" explicó Zeo a Sprocket, "Y también minerales que podemos forjar para piezas que necesitará la vuestra"

"Si tienen todos los instrumentos para crear y reparar naves espaciales, ¿por qué no han viajado a planetas como Skylands?" preguntó Jet Vac.

"Nosotros no tenemos la necesidad de viajar al espacio porque vivimos tranquilamente en nuestro planeta" contestó simplemente.

Al caer la noche, aquel lugar estaba también provisto con varias habitaciones separadas (para los chicos y las chicas) para que los Skylanders puedan descansar mientras Sprocket y Jet Vac reparaban completamente la nave. Mientras Eruptor y Pop Fiz dormían y roncaban, Spyro y Andrew platicaban.

"Jajaja. Bro, ¿me estás diciendo que los confundieron a ti y Flashwing como dragones de una leyenda?" preguntó Spyro.

"Básicamente sí" le respondió Andrew, sintiéndose un poco mareado, "Pero Zeo también nos dijo que debiamos tener como aliado al dragón Moonlight, es necesario para detener a este enemigo, el dragón VenomSoul"

"Pero, si ambos están juntos, es nuestro enemigo. No podemos confiar en alguien como él"

Sine emabrgo, no era solo la historia de cómo venver al dragón VenomSoul y su bestia destructora de mundos era en lo único que pensaba Andrew: también quería encontrar respuestas sobre por qué el medallón que este llevaba aparecía en su sueño, que conexión había entre ambos... está bien que eran opuestos pero, ¿qué más sabía?

"Cynder me conto de que tú confiaste en ella a pesar de sus orígenes" cuestionó Andrew, "¿y si podemos hacer que se ponga de nuestro lado?"

"Bueno, Cynder siempre quería hacer cosas buenas" les respondió Spyro, "Que alguien es bueno se demuestra con acciones, no con palabras o suposiciones"

Andrew estaba rindiéndose: ¿Spyro se negaba a ayudarle?

"Oye, ¿te sientes bien?" le preguntó Spyro, notando el cansancio de nuevo en Andrew, "¿Es esa comunicación con aquel dragón de nuevo?"

"No..." respondió Andrew, "Solo... me ha fatigado mucho el viaje hasta ahora"

"Bueno... si tú lo dices... descansemos por ahora. Mañana pensaremos en algo"

"Adelántate, ahora voy bro"

Spyro asintió y regresó a la cama. Por su parte, Andrew ya no tenía que aparentar; cerrando los ojos, se concentró para escuchar en su mente:

"Al norte... detrás de la cantera donde se extrae plata... hay una cueva... te lo diré todo..."

(1 hora más tarde...)

Andrew se levantó con mucho silencio, procurando no despertar a sus amigos y se deslizó por la ventana para desplegar las alas y volar en dirección Norte, aprovechando la oscuridad de la noche. A lo lejos, pudo ver cómo la nave aún continuaba sus reparaciones junto con otros dragones sustituyendo a Sprocket (quien seguramente se había ido a descansar). Pero, rápidamente, concentró su mente en volar sin descanso hasta una cantera que, si fuera de día, se vería que varias rocas en la superficie eran de color plateado. Justo unos metros detrás de esta, estaba una pequeña montaña rocosa que tenía una pequeña entrada visible.

Sin dudarlo, Andrew descendió y, encendiendo su cola como un farol, se internó a la cueva.

"Woah..." musitó.

A diferencia de los otros minerales que se encontraban en aquel planeta, esta cueva estaba rebozante de luces de geodas de distintos colores. Era como un espectáculo de luces para fiesta natural, cualquiera quedaría embobado por aquel espectáculo. Sin emabrgo, antes de que estp le pasara al joven Dawnlight, una voz le alertó:

"Así que, viniste"

Raídamente, el joven Skylander se giró y se puso a la defensiva. Allí, en el camino de donde había venido, con las escamas de colores grises y azules oscuros, y una cola con forma de media luna y cuernos oscuros, estaba el mismo dragón que había aparecido en la biblioteca de Skylands y sus pensamientos.

"No estás con tu cómplice, ¿verdad?" le interrogó Andrew.

"Spectral no intervendrá en nuestra conversación" le dijo aquel dragón, "Es una conversación privada"

"Bien, pues... responde..." dijo Andrew, señalando su parte del amuleto, "¿Qué significa esto? ¿y qué es lo que quieres de mí?"

Hubo un minuto de silencio, hasta que el otro dragón finalmente respondió:

"Bueno, en pocas palabras... somos hermanos: hermanos gemelos"