Capítulo 12: Alianza en publico
(Mientras tanto, en la nave...)
Todos se estaban recuperando pues, en la conmoción, todos estaban en el suelo de la nave (mientras esta se encontraba flotando si movimiento en el espacio).
"Menos mal que no comí antes de salir" comentó Pop Fizz algo mareado. Luego, encontró un huevo rodando cerca de su pie, "¡Hey! ¡creo que podríamos cocinar huevos revueltos ahora!"
"¡Deja eso!" le dijo Jet Vac, quitándoselo avergonzado, pues era uno de esos huevos que soltaba cuando se asustaba o ponía nervioso, "Si lo comes, estallarás en más azul de lo que estás"
"¿Se encuentran todos bien?" preguntó Elf.
"¿Alguien anotó la matrícula del Supercharger que me arrolló?" preguntó Eruptor.
"Supongo que está bien" dedujo Sprocket. Luego, revisó los controles de la nave, "No puedo decir lo mismo de la nave: los motores están desactivados, la antena se ha descoordinado y los intercomunicadores están fritos. Ni siquiera hay un contacto con Sliver del mundo digital"
"¿Puedes repararlo?" preguntó Elf.
"Sí, pero tomará un par de horas. Además... ¡o no!"
"¿Qué sucede?" preguntó Spyro.
"Es... el brazo mecánico que sostenía a Andrew y Flashwing" dijo Sprocket, "Se ha roto"
"¡¿Qué?!" exclamaron todos.
Spyro miró a través de la ventana: el espacio estaba tranquilo y lo que quedaba del brazo mecánico lanzaba unas cuantas chispas de vez en cuando.
"¡Rápido!" gritaba Spyro, "¡Andrew y Flashwing están desaparecidos! ¡debemos ir a buscarlos!"
"No los encontraremos a menos que reparemos la nave" dijo Sprocket, "Ayúndeme y busquemos a nuestros amigos"
No teniendo otra opción, los Skylanders se pusieron a trabajar.
(Por su parte...)
Una fina gota de rocío caída en la frente despertó a Andrew, haciéndole ver que se encontraba en una especie de jungla, rodeado de una extensa vegetación. Incorporándose, notó que el traje espacial se habí roto en varias partes, y tenía una quemadura en su brazo izquierdo; de inmediato, recordó lo que había sucedido minutos antes... ¿o fueron horas? ¿o, días quizá? No sabía con exactitud cuanto tiempo había pasado, ni cómo había sobrevivido a aquel impacto pero algo estaba claro: Flashwing no estaba con él y no se veía la nave espacial por ninguna parte. Recordando cómo solía curar a los heridos en los partidos de balón-ovejero, usó sus poderes para sanar aquella quemadura. Luego, procedió a internarse en la selva.
"Flashwing tiene que estar bien..." pensó mientras se abría paso a través del follaje, "Si yo lo estoy, ella tiene que estarlo también. Pero, ¿en qué planeta aterrizamos? ¡Hey! ¿qué ese eso?"
La tierra no era totalmente tierra: algo más brillaba debajo del césped. En cada tramo, un pedazo de lo que parecía un trozo de un metal diferente se diferenciaba del resto de lo que sí era tierra. Era... como pedazos de minerales repartidos por doquier y hundidos en la tierra. Había piedras que en realidad eran trozos de cristal, otras veces era cobre, hierro o simplemente carbón, otras pedacillos de plata u ópalos, e incluso (algo que volvería loco a cualquier persona codiciosa) oro.
"¿Qué sucede en este planeta?" se preguntó mientras continuaba a través de la hierba.
Finalmente, consiguió salir de aquella vegetación, solo para torpezar y caer arrastrando las garras por una ladera. Instintivamente, saltó extendiendo sus alas para volar, pero una de ellas estaba herida y solo consiguió planear para no chocarse contra un montículo de tierra más adelante.
Era impresionante: detrás de aquel montículo había una larga cantera donde varios dragones de colores blanco y rayas grafito se encontraban, trabajando como mineros, con picos y palas de hierro o plata. No hicieron ningún movimiento hasta que Andrew cayó rodeando frente a todos ellos. Por un minuto, temió que hicieran algo alocado, que le dijeran '¿quién eres tú?' o '¿de dónde llegaste?'
"Eh... hola" dijo sin más.
Sin embargo, su sorpresa fue increíble cuando, en lugar de mostrar agresión o consternación, los dragones exclamaron:
"¡Un guardián del Sol!"
Andrew de inmediato supo que conocían la especie que él era. No obstante, ¿por qué le llamaban 'guardián'? ¿o le estaban confundiendo con alguien más? Antes de decir algo, los dragones trajeron una especie de trono de madera, cargado por cuatro dragones bastante fornidos y, sin previo aviso, fue arrastrado para sentarse en él, ¿eran una especie de pueblo aborigen para hacer aquello? Luego, empezaron a elevarse junto con el asiento y Andrew sentado en él.
"Disculpe..." le dijo Andrew a uno de los dragones que seguía la comitiva, "¿Qué sucede?"
"Oh, es un honor conocerlo, guardián del sol" le dijo el dragón, "Mi nombre es Zeo, y responderé a cualquier pregunta que esté en mi capacidad"
"Bueno... Zeo... no sé lo que tu pueblo esté pensando, pero no soy ningún..."
"¿Es usted el único dragón con poderes luminosos, procedentes del sol? ¿Un Dawnlight?"
"Eh... sí"
"¡Pues es que no ha habido dragones Dawnlight durante generaciones aquí en Neo-Abydos! ¡Y el que uno haya regresado es suficiente para nombrarlo 'Guardián del sol'! está escrito en una antigua profecía nuestra: cuando seres espaciales queden cubiertos de magia VenomSoul..."
"¿Este es Neo-Abydos? ¿Y qué es VenomSoul?"
"¡Una raza de dragones conquistadores que envenenan almas! Hace mucho, los Dawnlight, Moonlight y Starwing hicieron una alianza para derrotarlos a todos y su espantosa criatura devoradora de mundos. Durante la batalla, los Dawnlight y Moonlight sucumbieron y unos pocos Starwing sobrevivieron, trasladándose a otro planeta..."
"Skylands..." pensó Andrew mientras escuchaba la historia.
"...y, cuenta la leyenda de que un día la magia VenomSoul regresaría y empezaría a infectar criaturas de nuevo. Hemos visto Stargoits infectados... así que supusimos que un viajero descendiente de los Dawnlight o Moonlight llegarían y... bueno, no creo que esa parte de la historia sea real pero si se cumple..."
"¿Qué cosa?"
"Tiene que pedirle alianza a la princesa Starwing"
"¿Hay una Starwing aquí?"
"Sí. A decir verdad, cuentan los rumores que llegó del cielo un día antes que usted. Mira, ya llegamos"
La comitiva llegó a una ciudad que cualquiera pensaría que fuera un sueño, pues la mayoría de los edificios recordaba a varias culturas humana en sus tiempos de gloria: había columnas de mármol blanco al estilo griego, con detalles bastantes precisos y elaborados. Las esculturas (los cuales eran dragones posando con espadas, como si fueran medievales, y estaban enlaboradas de bronce puro. Las casas eran de terracota, con soportes piedra pulida. Algunas tiendas de joyería vendían brazaletes del plata y ópalos e incluso oro y platino. Por su parte, los guardias quer rodeaban la ciudad llevaban lanzas con puntas de plata, mientras que el resto de su equipo era de hierro.
"Cuantos... cuantos minerales" musitó Andrew
"Neo-Abydos es el planeta minero por excelencia" explicó Zeo, "Los minerales brotan como mala hierba y no son dañinos para otras actividades como pescar. ¿Desea una muestra, majestad...?"
"No... pero por favor, llámame Andrew. Y una cosa, no he venido solo: unos compañeros estábamos viajando por el espacio y caímos aquí..."
Pero antes de continuar, habían llegado a la plaza central de la ciudad, donde brotaba una hermosa fuente de agua de oro puro, el brillo de aquella fuente era tal que cada gota de agua que sobresalía parecía un diminuto pececillo dorado.
"¡La princesa de Cristal ahora tendrá la debida audiencia con el guardián del sol!" anunció otro de los dragones.
Otra comitiva se aproximaba a vuelo. La diferencia de entre la de Andrew y la de la princesa es que esta era una litera cubierta de cortinas, como si fuera de las que se usaba con la realeza árabe. Cuando estuvieron frente a frente la litera con el trono, las cubiertas de la primera se revelaron.
"¡Andrew!"
"¡¿Flashwing?!"
Y había motivos para que este interrogara en lugar de verla con mucha alegría luego del impacto: estaba vestida exactamente como una princesa árabe con un velo verde-agua rozando las almohadas de la litera (de estar parada sobre dos pies, habría llegado casi hasta su cola), sus dos brazos delanteros ahora llevaban brazaletes como los que habia visto antes, de plata y ópalos. Mientras que, en su cabeza, llevaba una pequeña tiara como si estuviera disfrazada de princesa para la primavera.
Ni bien Flashwing notó que era Andrew saltó de la litera hacia él y le abrazó, ante las miradas incrédulas de todo el mundo. Por un minuto, pensó que el pueblo reclamaría o algo por el estilo, pero luego se sorprendió al escuchar las exclamaciones de júbilo de todos los presentes. Entre todo ello, Zeo consiguió decirle a Andrew:
"¿Ya se conocían?" preguntó, "Bueno, tienes que pedirle en púclico a la princesa su apoyo en contra el VenomSoul"
"¿Tenemos que hacerlo?" preguntó Flahswing, "Ya se que esta era la misión, pero... creo que se sentirían satisfechos, adelante: dilo"
"¿Yo? Bueno... está bien..." luego, Andrew se aclaró la garganta para continuar, "¡Princesa Starwing! Eh... yo... ¡Necesito tu apoyo para derrotar al enemigo VenomSoul que busca la resurrección de su arma!"
"No tienes que pedirlo" contestó la dragona, como si estuviera actuando en un teatro, "¡Por su puesto que nos ayudaremos!"
Más exclamaciones de júbilos y gritos de alegría se escucharon. De entre todas se llegaron a escuchar:
"¡Nuestro planeta se salvará!"
"¡Arriba nuestros protectores!"
Y, para la humillación de Andrew y un poco de vergüenza de Falashwing, otro dijo:
"¿Crees que se casen?"
Para sus suerte, otro de los dragones a cargo anunció:
"¡Brindémosle un banquete a nuestros protectores hasta que llegue el tercer aliado!"
"¡Mirad, creo que ahí viene!" gritó otro, mirando al cielo.
No era el otro dragón Moonlight, ni tampoco parecía de forma dragona. Cuando este se acercó, se pudo ver que era un objeto metálico y semi redondo que atravesaba el cielo en su dirección.
"¡Caramba!" gritó Andrew al darse cuenta, "¡La nave!"
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