Capítulo 11: Explosión y separación

Abriéndose camino a través de los StarGoits, Spyro escoltó a Andrew a un agujero luz suficientemente grande como para que toda la nave espacial pudiera entrar. Exceptuando el zumbido que continuaban haciendo aquellos bichos del exterior, en el interior estaba silencioso y oscuro como la boca del lobo. A decir verdad, ni siquiera las linternas que cada traje espacial que Sprocket les había dado alumbraba más de un metro. No obstante, Andrew solucionaba ese pequeño detalle con sus poderes, alumbrando como un faro en una bahía en medio de una tormenta. Entre sus garras, llevaba aquel dispositivo que Jet Vac le había dado.

"He oido de estudiantes brillantes" comentó Pop Fizz en el intercomunicador, "Pero pensé que era en sentido figurado"

"Ja, sí" afirmó Eruptor.

"Chicos, tenemos algunos StarGoits aún aferrándose a la parte posterior de la nave" advirtió Sprocket.

"No salgan, los tengo cubierto" les dijo Spyro, "Mientras, sigan a Andrew"

Entonces, el joven dragón púrpura volvió hacia la nave, dejando por un minuto a su compañero. Cuando se acercó lo suficiente, pudo encontrar a un par de insectos que aún se resistian, intentando comer la coraza metálica. No hubo mucho problema con ellos luego de lanzarles un par de disparos.

"Ya está..." empezó a decir, pero luego escuchó el sonido de aquellos StarGoits (hay que recordar que son insectos y suenan como los mosquitos) en gran cantidad, hacia la oscuridad de la que estaban viniendo, "¿Qué...?"

Para asegurarse, lanzó una blaster en aquella dirección. Para su consternación, cuando el rayo hubo rozado aquella oscuridad, pudo verse la silueta de 20.. no, 50... no, 100 o más StarGoits.

"¡Chicos!" gritó mientras volaba de vuelta a la nave, "¡Son miles!"

"¡Spyro!" le llamó Elf por los comunicadores, "¡Andrew está en problemas!"

El joven dragón se dio cuenta de ello rápido: Andrew estaba siendo rodeado ya por varios bichos, y nisiquiera sus poderes eran suficientes para tantos. Era como una de esas lámparas que los atraen.

"¡Quítense!" les gritaba, mientras intentaba quitarselos.

Antes de que Spyro pudiera llegar, este pudo ver cómo Flashwing estaba volando más apresuradamente hacia él. Con sus poderes, creó un espejo hecho de cristal.

Reflejo de brillante!"

De aquel artefacto salio potentemente una luz que cubrió a Andrew y sus enemigos. No obstante, estos últimos fueron los que salieron volando al haber recibido el golpe. Cuando se hubieron separado, la dragona se puso a su lado.

"Flashwing, creí que..." empezó a decir este, pero ella le detuvo:

"Déjame esto a mí" se concentró con energía otra vez, "¡Cúpula de Crystal!"

Un campo de fuerza circular les rodeó: era tan claro como el vidrio, ligero como una pluma y tan resistente como el diamante. Además, no interfería con el dispositivo que Jet Vac le había dado a Andrew.

"Yo seré el escudo" le dijo ella, "Démonos prisa antes de que el enjambre nos atrape"

Sprocket (desde el interior) entonces activó un gancho con una garra metálica, y cogió la cúpula como si fuera un jugete que se gana en esas máquinas. Por su parte, Spyro, quien ya no podía contener más a los StarGoits, regresó dentro de la nave.

"Sujétense chicos" les advirtió Sprocket a la pareja, "Vamos a ir a gran velocidad"

No hubo bien dicho esto cuando la nave utilizó sus propulsores extra y fue a tanta velocidad como una montaña rusa. A decir verdad, en el interior, cada uno de los Skylanders se sentaba con al misma sensación. Por su parte, en el pequeño escudo de Flashwing, la dragona y su acompañante trataban de mantenerse estables con el movimiento.

Pero, por desgracia los StarGoits también emepzaban a volar rápido y casi los estaban, alcanzando. Entonces, Spyro tuvo una idea.

"Sprocket, llévanos a donde está el núcleo de este meteorito" le dijo.

"Pero es altamente ines..." empezó a decir, "¡Ah! Te entiendo. Bueno, vamos a girar bruscamente..."

Dicho y hecho, Sprocket giró el timó mientras que Spyro también se unía a los controles.

"JV, ¿hay un control de disparo?" preguntó mientras buscaba.

"Si estás pensando en hacer lo que creo, está a tu derecha" contestó Jet Vac.

El control de disparo era como un pequeño mando de control de los videojuegos clásicos. Justo cuando Spyro se posicionaba, el camino en el exterior cambió de negro a rojo muy oscuro, revelando un núcleo, un corazón dentro de aquella roca que a simple vista, parecía hueca.

"Un núcleo explosivo" les indicó Silver, "Un simple disparo podría desestabilizar y hacer a este lugar explotar"

"Y ese precisamente es el plan que tengo" dijo Spyro, apuntando. Mientras, veía en el radar que los StarGoits seguían detrás de la nave, "Prepáranse para salir por otro agujero"

"Espero que tengas buena puntería" le dijo Elf.

"Tranquila, semanas de videojuegos sirven mucho aunque no lo creas..."

La nave iba a toda velocidad hacia otra salida, mientras Andrew y Flashwing aún seguían encerrados en esa esfera de cristal, sirviendo como linterna. Por su parte, los Stargoits aún no los dejaban en paz y Spyro concentraba el mando de los blasters de la nave.

"¡Fuego!" gritó.

Un solo disparo fue suficiente para pasar a través de los insectos e impactar en el núcleo. El impacto fue instantáneo: una ráfaga de fuego se liberó en el momento exacto que la nave volvía a los túneles, incinerando a todos los bichejos en su camino e, igualmente, siguió a los viajeros a través de todo el meteorito. A diferencia de los insectos espaciales, el mar de fuego iba a más velocidad que ellos, por lo que Sprocket aceleró aún más la nave, al mismo tiempo que la estabilizaba; mientras Jet Vac la pilotaba como podía, esquivando cualquier pared o roca adelante. Dentro o fuera, el moviemiento causaba nauseas: unos segundos más e iban a...

Finalmente, en frente de ellos, la oscuridad del espacio exterior les recibió, pero antes de que todo se calmara, una fuerte explosión causada por el cuerpo flotante que acababan de abandonar les alcanzó y los mandó fuertemente hacia adelante, al mismo tiempo que giraba tan fuerte como esos juegos de los parques de diversiones. Dentro, los mandos se habían descontrolado, las alarmas rojas empezaban a sonar y casi todos estuvieron a punto de vomitar.

"Ya sabía que esto sería una mala idea..." comentó Fizz en medio de todo el caos.

"Descuiden, casi la tenemos..." dijo JV mientras trattaba de estabilizar la nave.

Pero, mientras había problemas en el interior, en la esfera de Flashwing ambos dragones también se mareaban y, para su mala suerte, un pedazo de roca del metorito golpeó el gancho que los sostenía, rompiéndolo. Además, el empuje de la explosión había separado a los viajeros: los que estaban en la nave se fueron girando hacia la derecha, mientras que los de la esfera hacia la izquierda, en dirección a un planeta cercano.

Para empreorar aún más las cosas, la fuerza con que los habían arrojado, había sido suficiente para que entrar al campo de gravedad del planeta. Ahora, no era un campo de fuerza, sino un metorito que se calentaba más y más a medida que caía. En el interior, Andrew y Flashwing trataban de soportar el calor.

"¡Vamos a morir!" se asustó Flashwing, cerrando los ojos.

"Flashwing" le dijo Andrew también asustado, pero un poco más controlado, "Si no salimos de esto, quiero decirte que yo..."

¡PUM!

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