° ੦ 🕸️┆CURAR, NO MATAR. ೃ

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╰ 04. ┊"= . CAPÍTULO CUATRO 💥🕷️

NUEVA YORK, ¿DIAS ACTUALES?

SUAVE Y DULCEMENTE, sus dedos pálidos envueltos en ungüento curativo tocaron la piel suave y magullada del adolescente, aplicando la medicina y luego utilizando vendajes para cubrir las heridas. Los dos permanecieron sentados en el banco de mármol del laboratorio de ciencias de la secundaria Midtown, mientras los demás buscaban en la escuela herramientas necesarias para llevar a cabo el plan.

—Este duende... va a pagar por lo que hizo.—murmuró Piper mientras acariciaba levemente la mejilla del más joven y sonreía.—Es difícil de afrontar, pero el dolor que sientes hoy, te hará más fuerte mañana.

—Nunca quise que esto pasara. Todo se intensificó tan rápido y... debería haber dejado que el señor Strange los llevara devuelta, pero quería creer que podían cambiar. Quería creer que había cambiado y ahora la tía May está muerta, por su culpa y, sobre todo, por mi culpa.—soltó el chico, su pena y arrepentimiento se desvanecían de sus labios junto con sus palabras.

—Los tres te entendemos, Peter. Cuando perdemos a alguien, tenemos que levantarnos y seguir adelante. Ahora nos tienes, somos tu familia y estaremos a tu lado hasta el final... Bueno, en realidad estaremos a tu lado hasta que presionen el botón en esta extraña caja y nos envíen de vuelta a nuestros propios universos... Pero, lo que importa es...—la rubia hizo una pausa, rascándose la barbilla mientras miraba un punto al asar.—Maldita sea, se me olvidó de lo que estaba hablando.

El adolescente dejó escapar una risa corta, la atmósfera pesada cambió de inmediato.—¿Eso significa que también somos una chica? No te pareces a nosotros.

—Tal vez mi cabello teñido y mi maquillaje te hagan pensar lo contrario, pero, juro que no soy un impostor en el grupo de Peters.—Piper dijo, mostrando una amplia sonrisa mientras miraba la puerta de madera del laboratorio.

Todos tenían tubos y diversos dispositivos tecnológicos metidos en bolsas de plásticos, dejando caer los dispositivos en la mesa donde descansaba lo único que quedaba con la cura.

—Entonces... Connors, Marko, Dillon y...—se negó a decir el nombre del Duende Verde mientras separaba los dispositivos.—Miren, creo que puedo reparar los dispositivos de Dillon y Marko, pero los demás...—el joven se levantó del banco y se pasó la mano por el rostro recién vendado.

—Bueno, me quedo con Connors.—dijo el Hombre Araña más alto de todos, que justo se había colocado una bata de laboratorio.—Ya lo curé una vez así que no es gran cosa.

—No conozco ninguno de estos tipos aparte del lagarto, pero los ayudaré con lo que necesiten.—Piper se ofreció como voluntaria, guardando el botiquín de primeros auxilios y alcanzando una bata blanca que estaba pegada sobre uno de los percheros del lugar.

—Creo que puedo hacer el antisuero del doctor Osborn. Pensé en eso durante mucho tiempo.—dijo el del ojos azules, recibiendo miradas por parte de todos.—Los tenemos que curar a todos, ¿no?

Después, los cuatro se dividieron en diversas mesas formadas por microscopios y varios utensilios. Piper no había hecho algo así como las otras arañas, pero los Parker parecían tener una inteligencia poco común y sabía que podía hacerlo.

Poniéndose guantes de látex y luego buscando pequeños tubos de ensayo y goteros, decidiendo curar al Hombre Arena, a quien no conocía pero parecía un buen hombre que merecía recuperar su vida. Sus oído captaron el pequeño ruido de una silla que se acercaba a su lado. Piper sonrió amablemente a Ned, que parecía demasiado pálido e inquieto.

—Entonces... si... hola, Piper.—comenzó, sus manos se movieron todo el tiempo.—Quisiera saber si... Por favor, dime que no tienes un mejor amigo que te traicionó, se convirtió en un villano y murió en tus brazos.—terminó de decir todo en un solo suspiro.

—No, quiero decir, mi mejor amiga Gwen... ella nunca haría eso.—Piper contestó, recordando a su amiga con nostalgia.—Ella siempre me ayuda, ya sabes, a través de la computadora.

—¡No bromees! ¿Ella es tu nerd en la silla?—el asiático perdió rápidamente el miedo que sentía, sustituyéndolo por una gran sonrisa.—Yo soy el nerd en la silla de Peter.

—Si, sé que lo eres. Eres un genio de la informática y hasta puedes hacer portales a otros universos. Increíble.—la rubia rio mientras tocaba levemente el hombro de Ned, dándose cuenta momentos después que su acercamiento lo había hecho sonrojar.

—Gracias... si... vuelvo enseguida.—se levantó de la silla en la que había estado y caminó rápidamente hacia su Peter Parker, susurrando por lo bajo:—Peter, creo que estoy enamorado.

—¿Qué, de Piper?—preguntó, mirando por encima del hombro a la chica sentada unas mesas atrás.—¡Soy yo, Ned!

—Lo sé, lo sé... pero no puedo evitarlo, mírala. Se rio de lo que dije, Peter, se rio y luego me elogió.—respondió el chico, todavía en susurros.—Ella es como... wow...

—Se va dentro de unas horas... todos se irán.—Peter murmuró, su mirada nostálgica recorría las mesas de los otros tres Parker.

—Gracias por matar mi imaginación.—dijo Ned, para luego recordar lo que le había dicho el Peter mayor antes.—Y solo para que lo sepas, nunca te traicionaré, ¿de acuerdo? Lo prometo. Y... ¿puedes prometerme que no me matarás?

—¿Qué extraña conversación es esta? ¿Qué te dijeron?—cuestionó el chico, dejando caer la jeringa que tenía en sus manos para mirar a su amigo.

—Nada, no importa.—se levantó rápidamente, dejando que MJ se sentara al lado de su novio.

En el otro lado de la habitación, Piper se había unido a las otras dos arañas. El trío se concentró en sus propias ideas y conceptos sobre las curas.

—Entonces, ¿tienen a alguien?—preguntó el Peter mayor, ganándose la atención de los otros dos.

—No, no tengo mucho tiempo para Peter Parker, ¿sabes?—negó el Peter de ojos cafés, apartando los ojos de la pareja a lo lejos.

—No y no pienso mucho en eso. Solo creo que lo sabré cuando la persona adecuada se cruce en mi camino.—Piper se encogió de hombros, sonriendo débilmente mientras volvía su atención al frasco en sus manos.—¿Y tú, abuelo?

—Es un poco... complicado. Tomó un tiempo, pero lo hicimos funcionar... yo y MJ.—se ganó miradas extrañas de ambos.—Mi MJ. Es bastante confuso, ¿no?

—¡Parker!—Ned gritó de repente.

—¿Si? Lo siento, quieres decir...—las cuatro arañas hablaron al unísono.—¿Te refieres a...?

—Peter-Peter.—volvió a hablar el chico y Piper volvió su atención a lo que hacía.

—Todos nos llamamos, Peter, Ned.

—¿Peter Parker?

—Lo mismo.

—Todos somos Peter Parker.

—¡Él de la computadora!

—Si, chicos, creo que está listo.—Piper levantó el tuvo de ensayo, balanceándolo en sus manos.

—Aquí también.—los otros tres estuvieron de acuerdo.

—Bien, entonces... Ahora, todo lo que tenemos que hacer es atraer a estos tipos a algún lugar, ¿verdad? Tratar de curarlos, mientras ellos tratan de matarnos, y luego enviarlos a casa.—el Peter de ojos marrones dijo, pasando una mano a través de su cabello despeinado.—Entonces, ¿vas a ir a la batalla vestido como un pastor juvenil genial o tienes tu traje?

El otro solo se bajó la camiseta y mostró un pequeño trozo de su uniforme, haciéndole saber que siempre estaba preparado.

—Aquí están tus cartuchos con la telaraña.—Ned le entró el objeto al joven Parker, quien recibió una mirada extraña por el hombre de ojos azules.

—¿Para qué es eso?

—Es el fluido de telaraña. Es para los disparos de telaraña.—Piper se entrometió, levantando la manga de su bata de laboratorio para mostrar su propio cartucho atado a su muñeca.—¿Por qué?

El de ojos azules inmediatamente levantó su brazo, y lanzó un haz de telarañas a una silla cercana, increíblemente, no había ningún cartucho ni nada más en su muñeca.

—¿Salió de ti?—Ned preguntó.

—Si. ¿Ustedes no pueden hacer eso?

—No.—los tres respondieron, lanzando miradas de sorpresa en su dirección.

—¡Pregunta! ¿Qué pasa si, hipotéticamente, el malo me está matando, pero no tengo la cura en ese momento... puedo olvidarme de esto y patear traseros?—Piper levantó los brazos, sus grandes ojos brillaron.

—Eso no va a pasar, tenemos un plan consistente. Simplemente debemos trabajar bien.—respondió el de ojos azules con voz suave.

—Está bien, sé que no sucederá. ¡Pero es hipotético! ¿Sabes lo que es hipotético? ¿Y si, digamos, dejé caer la cura y no tengo la posibilidad de recuperarla... puedo matar al villano, no?—volvió a cuestionar la rubia.

—No.—el mayor volvió a responder.

—Ajá, ¿Y si es una situación de vida o muerte? ¿Debería morir, entonces?—preguntó, cruzándose de brazos indignada.

—No habrá ninguna situación como esa. Hicimos esto, precisamente para curarlos y no matarlos.—Peter volvió a señalar los tubos. Curar, no matar. Repite conmigo, Piper: C-U-R-A-R.

—Curar.—la chica murmuró malhumorada.

—Estoy orgulloso. Ahora, repítelo unas treinta veces más para que se fije en tu memoria.—el hombre sonrió burlonamente, asintiendo afirmativamente hacia la rubia.

—Bien, dejemos eso para más tarde. Centrémonos y como MJ dice...—el Peter más joven interrumpió la discusión, volviéndose hacia MJ.

—No. No esta vez.—Michelle anunció, su voz cada vez sonaba más segura.—Vamos a patear traseros.

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