8| Negros y verdes

Las olas del mar chocaban en las piedras, los ojos de Valyria estaban posados en los hijos de su hermana quienes jugaban cerca de la playa acompañado de las mujeres de servicio, se regaño mentalmente, sus palabras no habían funcionado y no había logrado aliar más casa a los negros, se sintió decepcionada de sí misma.

Un dragón en el cielo hizo que Valyria atrayera su atención, Fuegosol descendió de los aires y Aegon descendió de su dragón, segundos más tarde fue rodeado de sus guardias y Valyria se apartó en busca de su hermana

-¿Que haces aquí?- pregunto Daemon mirandolo- Pequeño Usurpador.

-Cuida como le hablas a tu rey- señalo Aegon, sus ojos se posaron en Rhaenyra - Vengo a hacerte un propuesta de paz- Valyria fruncio el ceño- La reina madre ha propuesto que te arrodilles frente a mi y terminar con esta absurda guerra, te dejaré Dragonstone.

Rhanerya soltó una pequeña sonrisa y negó con la cabeza.

-Te tengo una mejor propuesta. Apartate de mi trono o quemare a todos los verdes con mi dragón.

Aegon soltó una sonrisa más grande.

-Somos mayoría Rhaenyra, tengo a las mejores casas de mi lado ¿que tienes tu? - miró a todos- Casas insignificantes y personas resentidas a tu lado, te estoy ofreciendo un gran trato.

-Tu deberías arrodillarte ante Rhaenyra - solo Valyria, la mirada de todos se poso en ella, Aegon la miro frunciendo el ceño- Ella es la legítima reina, una Targaryen pura mientras que de ti recorre en tu sangre genética de un zorra que tras la muerte de mi madre no pensó dos veces en abrirle piernas al rey.

Aegon la miro con ojos muy abiertos. Aemond soltó una sonrisa, lo zorra no le quitaría a su madre.

-¿Quien te crees que eres?

-Valyria Targaryen, tu hermana- le sonrió- Una placer.

Aegon dio un paso hacia atrás. Había escuchado de ella, los rumores eran rápidos.

-Dos mujeres contra al legítimo rey, jamás lograrán nada solas...

El sonido de un dragón en los cielos hizo que la mirada de todos se posara en el cielo griseceo. Los ruidos del metal chocando hizo que Valyria se posara a un gran ejército que se aproximaba hacia Dragonstone, Aegon fruncio el ceño.

Un gran dragón blanco aterrizó frente a sus tropas, Valyria abrió sus ojos al ver a Baelon descender de uno de ellos y se encaminó hasta donde estaban, deeando su arma y se arrodillo.

-Majestad.

Aegon fruncio aún mas el ceño.

-¿Quien eres ahora tu?

Daemon observo con atención su hijo.

-Levántate bastardo y dime quien eres.

Baelon soltó una sirnsia.

-Disculpa, pero me refería a la reina Rhaenyra - sus ojos lilas se posaron en la mujer sin levantarse, Rhaenyra hizo un asentimiento de cabeza y se enderezó.

Aegon dio un paso hacia atrás, furioso.

Rhaenyra fruncio el ceño buscando una explicación hacia Daemon. Una sonrisa amplia se cruzo por Baelon.

-Ofrezco mis tropas a la casa Targaryen y bando de los negros- señalo Baelon su ejercito- Al igual que Viserion, mi dragón blanco- sus ojos lilas se posaron en su padre- Hola, padre.

Rhaenyra abrio aún mas sus ojos en busca de una explicación.

Aegon abandono Dragonstone poco después desatando la guerra.

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