7| Señor de piedra de las runas
La bandera negra con el escudo naranja ondeaba en el aire, los ojos lilas de Valyria se posaron en la bandera. La casa Royce era una casa de bota a los targaryen, pero tras la muerte repentina (que Valyria supuso que su tío tenía que ver con eso) cortaron alianzas con los Targaryen apartándose de la guerra sin tomar algún bando.
Valyria detuvo su andar frente a la casa y dos guardias alazaron sus armas. Valyria bajo su capa negra y los hombre fruncieron el ceño, uno de ellos escupió a su lado.
-La casa Royce no tomará partido en esta guerra. Vete de aquí.
Valyria soltó una sonrisa.
-Quiero hablar con el señor de Royce, el tomará la decisión.
El segundo guardia permanecia callado y fruncio el ceño intentando descifrar el nombre de la chica. Conocía a los Targaryen, todos sus nombres, pero ella...
-Largate niña o te arrojaremos los perros.
Valyria volvió a sonreír y se escucho el sonido de su dragón en el cielo, el guardia alzo su arma.
-Le aseguro que su arma no dañara a Balerion.
El hombre iba a contestar.
-¿Quien eres?- pregunto el segundo hombre.
Valyria sonrio.
-Los sabrán si me dejan hablar con su Lord.
Ambos hombres intercambiaron una mirada.
***
El consejo de la casa Royce era pequeño, constituido por solos diez hombres. Los ojos lilas de Baelon estaban colocados en sus hombres y escuchando con atención cada protesta en mejora de su casa, la puerta se abrió y uno de sus guardias hizo una pequeña reverencia y hablo.
-Mi Lord, tiene visitas.
-Si es la casa Higthower insistiendo de nuevo con una alianza suelten a los perros- los hombres del consejo rieron ante la orden de su Lord, Baelon sonrio de lado y una pequeña fracción de su rostro lo hacía parecer a su padre, el príncipe Daemon.
-No mi Lord, se trata de una integrante del consejo negro.
Baelon fruncio el ceño.
-¿La reina Rhaenyra?
-No mi Lord- hablo una voz femenina.
Baelon apartó la mirada de su guarida y sus ojos se posaron en una joven de cabello platado y ojos lilas, fruncio el ceño, los hombres hablaban pero jamás había escuchado de ella.
-Mi Lord, su majestad, la princesa Valyria Targaryen, primera con el nombre, protectora de la casa Arryn, princesa de los siete reinos.
Baelon parpadeo y dejo caer el peso de su espalda sobre el silla.
-Jamas he escuchado de ti- negó Baelon.
-Mi historia es muy larga- se acerco a la mesa- Sin embargo, no vengo a contarla sino a buscar su ayuda, mi príncipe.
Baelon abrió sus ojos lilas ante el título que aquella extraña había dicho. Dentro de su corta vida, la posición de ser príncipe dentro de la casa Targaryen había pasado por su cabeza, pero esa palabra le recordó una parte de su origen.
-¿Te mando Daemon?
Valyria se sorprendió ante ello. Luego entendió que Daemon no era visto como figura paterna por parte de su primo.
-La respuesta no te agradará pero si la propuesta. La casa Targaryen, tu casa- hizo énfasis en las últimas palabras- Esta por comenzar una guerra y he venido desde Dragonstone en busca de tu ayuda.
Baelon soltó un risa que inundó la instancia.
-¿Por qué debería hacer eso por una casa que jamás vio por mi?- se levantó y comenzó a caminar hacia ella- Mi padre me abandono y mi tío coloco a nuestra prima, la princesa Rhaenyra como heredera y me dejaron de lado-la miro fijamente.
-Y ahora los verdes han usurpado el trono y el poder que nos corresponde- contesto Valyria mirandolo- Las casas de los siete reinos están tomando sus alianzas, los negros o los verdes. Los verdes nos quieres destruidos, los negros te podemos ofrecer algo.
-¿Algo como que?- los ojos lilas de Baelon irradiaron de enojo.
-Un título, tropas y dragones.
Baelon soltó una risa y negó con la cabeza.
-Eso yo no necesito Valyria. No puedes ofrecer algo porque el trono de hierro jamás sería ofrecido a mi y es algo que tampoco anhelo. Si es todo, puedes retirarte.
Valyria dio un paso hacia atrás, sus ojos se posaron en los hombre de su consejo. Ninguna casa era reconocida, hasta ahora...
-Lord...-hablo mirando un hombre de edad avanzada y de cabello blanco.
-Lord Francis de la casa Mudd su majestad.
Valyria agradecio haber estudiado todas las casas del reino y esa era una oportunidad.
-Mi Lord, su casa la consideran extinta y sin razón alguna. Usted tiene el poder que nadie le quiere reconocer, un poder que yo le puedo ofrecer. Una casa honorable no debería estar en las sombras- apartó la mirada del hombre para pasarla en los demas- Ninguna casa. Justman, Teague, Hoare, Durrandon, Gardener y Bolton. Podrían lograr algo grande y ser reconocidas cono deben ser.
Baelon paso su mirada en sus hombres y luego las coloco en la joven, Valyria lo miro.
-Mi Lord-hizo una asentimiento de cabeza- Si tenemos su honor, lo esperamos en Dragonstone junto sus casas, serán aceptadas.
Valyria se dio media vuelta, Baelon la observo partir, se quedó mirando la entrada pensando en una decisión. Tarde o temprano tendría que elegir un bando, sabía cuál era el incorrecto pero tomar el correcto le traería partes dolorosas de su pasado que no sabía si podía enfrentar.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top