Las hojas de los árboles se agitaban ante el frío aire del invierno, los ojos lilas del adolescente estaban posados en el ciervo que se encontraba a la lejanía, entrecerro los ojos y soltó la flecha.

La flecha se clavo en un árbol y el ciervo huyo. El pequeño de diez años soltó una maldición.

—Esa boca— hablo Daemon saliendo entre los árboles, se detuvo mirando a su hijo y por donde había huido el ciervo— No eres discreto Aegon.

El niño sonrio un poco mirando a su padre y se giro hacia los árboles, en uno de ellos estaba su hermano Viserys detrás de un libro de historia.

—Somos tan diferentes papa— hablo Aegon mirando a su padre— Casi nunca jugamos, Viserys siempre esta detrás de un libro.

Daemon se arrodillo frente a su hijo de diez años y pasó una mano sobre su rostro sin parar de sonreír.

—Viserys es como tu tío, el antiguo rey— hablo Daemon— Un soñador.

Aegon hizo una mueca.

—Eso mato a nuestro tío. Por eso esta muerto ahora.

Daemon miro a su hijo y fruncio el ceño.

—¿Quien te ha dicho esas cosas?

—Mi madre— contesto mirando a su padre— Dice que los sueños le nublaron la razón y yo no quiero que me pase como el, no quiero morir.

Daemon le sonrio de lado a su hijo y su sonrisa se borro un poco al recordar a su difunto hermano, el unico hombre que siempre creyó en el y siempre lo defendió.

—Padre—hablo Aegon y el hombre miro a su hijo— ¿Algún día seré rey?

Daemon se quedo pensando en la pregunta de su hijo y le sonrio.

—Algún día, recuperaremos el trono y cuando tus hermanos mueran, tu serás el rey.

El pequeño sonrio ante esa ilusión. Viserys se acerco a su padre y estiro su brazos para ser cargado, el hombre tomó la mano de Aegon y cargo a Viserys mientras se encaminaban al castillo.

***

Visenya le dio vuelta a la mesa mientras su madre le hacía preguntas en alto valyrio, su madre, la reina le sonrio ante sus equivocaciones pero nunca le hizo sentir mal. Los ojos lilas de Visenya se posaron en el trono de Dragonstone.

—Algún día, tu te sentarás en ese trono—hablo Rhaenyra.

Visenya se giro hacia su madre.

—Jacaerys tomara el trono de hierro, Lucerys será el rey de los mares y lidereara todos nuestro barcos y tu serás la señora de Dragonstone.

Una sonrisa se amplio en Visenya imaginando aquel futuro en su familia y su casa reinando los cielos como la tierra.

—¿Ganaremos esta guerra madre?— le pregunto mirando a Rhanerya.

Rhanerya paso una mano sobre el rostro de su hija y le sonrio.

—Lo lograremos. Sangre de mi sangre— deposito un beso en la frente de la joven— Otra vez...

Visenya volvió a hablar en alto Valyrio mientras su madre la escuchaba, Valyria desde una de las sillas escuchaba a su sobrina, una lágrima discreta cayó sobre su mejilla recordando a su hija, miro hacia el cielo nublado y juro que se vengaria de los Higthower.