Nadie podía explicar la rapidez con la cual crecieron los tres bebés recién nacidos, tan solo había pasado un mes de su nacimiento cuando eran unos jóvenes guerreros. Aquello, hizo que las personas los nombrarán "Hijos de Dioses" pero para el bando verdes fueron llamados "Hijos de demonios"

La espada de Valeana se clavo en el muñeco para entrena, su trenza caía sobre su espalda y sonrió al ganar el combate.

Desde los aires, su hermano Aerion sobrevolaba los aires en su dragon: Canibal

Valyria apartó la mirada de sus dos hijos quienes fueron criticados por ser tan diferentes. Valaena poseía todos los rasgos de un Targaryen mientras que su hijo Aerion había tomado los rasgos de su padre y la casa Royce.

Valyria fijo su mirada en su sobrino Lucerys quien hablaba animadamente son Daenys Velaryon quien en poco tiempo pasó a formar parte de su familia.

-Han hecho preguntas de su gran parecido-hablo Baelon y Valyria soltó una risa ante el sarcasmo de su esposo, tras ella dar a luz celebraron una boda sencilla para hacer la union- Murmuran de ellos.

Valyria regreso su mirada a sus dos hijos.

-Claro que lo hacen, por culpa del cabello no se parecen en nada.

Valaena sonrio al ganar en el combate y se giro hacia sus padres, se acerco hacia ellos pero los observo tan atentos que decidió no interrumpir, se escabullo entre los guardias y monto a su caballo abandonando Dragonstone en un paseo, estiro su arco y soltó la flecha que se estrello en los árboles. Cerca de un gran río, detuvo su cabello y se sentó recargando su espalda en el árbol, sonrió mirando hacia el cielo azul y se quedó por varias horas en la misma posición.

Un crujido en las ramas hizo que Valaena mirara hacia el costado y tomara su arma con rapidez apuntando a cualquiera que quisiera acercarse, parpadeo sus ojos lilas y bajo el arma al ver al joven que la miraba con una sonrisa debajo de su capa.

-Princesa Valaena.

Aegon se acerco mirando a la joven, había escuchado la rapidez con los que habían crecido los hijos de Valyria, su madre había corrido la voz en todo Kings Landing diciendo que eran: "hijos de demonios". Aquella chica sin duda, era su hija.

-¿Quien eres?- pregunto Valaena sin bajar la espada.

Aegon dio otro paso y Valaena dio un paso hacia atrás sin bajar el arma.

-Soy una amigo- sonrio y examino a su hija, su sonrisa se amplio más al sentirse profundamente atraído por su hija, miro su actitud, una mezcla de Valyria y el- Eres sumamente hermosa.

Valaena le sonrio un poco agradecida por el cumplido.

-Te traje un regalo princesa.

Valeana parpadeo ante la amabilidad del extraño quien sacó un collar, la joven se dio media vuelta y Aegon coloco el collar, acerco su rostro y le dio un beso en el cuello, Valaena se sobresalto pero no se apartó.

-Nos seguiremos viendo.

Aegon desapareció y Valaena fruncio el ceño preguntándose ¿Quien era el? Sonrio un poco, sea quien sea, le gustaba.

***

Valaena comenzó a sentir una atracción por aquella persona que acaba de conocer, todos los días lo miraba a la misma hora en el bosque en donde ella lo esperaba. Como había prometido, era un secreto que sus padres nos podían descubrir, le leía cuentos y le enseñaba a usar la espada.

-Tienes que pagarme los favores que te hago Valaena - hablo Aegon una vez que terminaron de practicar.

Valaena fruncio el ceño pensando que podía hacer por su nuevo amigo, busco entre sus bolsillo alguna moneda que no encontró.

-Podria darte una vuelta en mi dragon- hablo con una sonrisa.

Aegon negó con la cabeza y movió su dedo indicando que se acercara, los ojos lilas de Valeana se quedaron clavado en su amigo, Aegon acerco su rostro y la beso.

-Quiero que esto sea mi pago.

Valaena sonrio.