20| Un heredero y un usurpador

Las olas del mar se rompían en la costa mientras Valyria caminaba en la orilla, la cálida agua mojaba sus pies y paso una mano sobre su vientre abultado.

—Felicidades princesa Valyria— hablo una voz.

Valyria se giro mirando a Daenys a la orilla de la playa, la joven apartó la mirada del horizonte del mar y lo coloco en los lilas de Valyria, Daenys camino hacia ella y se detuvo manteniendo ciertas distancia entre ella y la princesa.

—Agradezco tus palabras, princesa Daenys— le contesto con cortesía Valyria.

Daenys le regalo una sonrisa, sus ojos lilas se dirigieron al vientre de Valyria y estiro su mano dejándola suspendida antes de tocarla. Valyria asintió con la cabeza y Daenys coloco su mano, cerró los ojos y sonrió, Valyria la miro con el ceño fruncido, Daenys hizo una pequeña mueca y alejo de su mano al mismo tiempo que abría los ojos.

—Lleva dos herederos del trono de hierro en su vientre su majestad.

Valyria parpadeo ante la noticia de Daenys e inconsciente llevó su mano a su vientre y lo abrazo.

—¿Dos?— pregunto sin evitar soltar una sonrisa, una lágrima cayó por su mejilla.

Daenys asintió con la cabeza.

—Lleva un heredero...— la joven callo buscando las palabras correctas— Y un Usurpador.

Valyria parpadeo varias veces asimilando la información que Daenys le había dado.

—¿Conoce la historia de completa de Aegon el Conquistador y sus esposas-hermanas, Rhaenys y Visenya?

Valyria asintió con la cabeza al saber la historia de los fundadores de su familiar.

—Aegon tenía dos esposas, una de ellas enjendro al futuro de nuestra casa, la reina Rhaenys— hablo Daenys mirandola— La otra, tuvo Maegor, el cruel— Valyria asintió con la cabeza— Eso pasó hace muchos siglos antes de nuestros nacimientos y hoy, traerás al mundo a dos herederos, uno que será la salvación de nuestra y el otro, su destrucción.

Valyria se dejó caer sobre la arena del mar de rodillas, negó con la cabeza y miro a Daenys.

—¿Que voy a hacer ahora?

—Amarlos— le sonrio Daenys arrodillandose frente a ella— Hacer lo que el rey Aegon no logró.

Valyria sonrio un poco.

—Ambos sabrán que uno de ellos es suyo.

—Tendrá que decirle al príncipe Baelon lo que está pasando, necesitas una protección, para ti y tus hijos.

Unos pasos apurados hizo que Valyria y Daenys dejaran de hablar, ambas se enderezaron y miraron a Lucerys corriendo hacia ellas, el joven príncipe detuvo su andar, intercambio una mirada con Daenys quien sonrio, ruborizado, Lucerys le regreso la sonrisa.

Valyria paso su mirada entre ambos y sonrió para sus adentros.

—Mi madre ha comenzado su trabajo de parto.

Valyria miro en Lucerys el temor, jalo al joven y le sonrio.

—Estara bien la princesa— hablo Daneys con seguridad— La princesa  Visenya estará sana y salva.

***

Rhaenyra soltó un grito mientras apretaba las sábanas, soltó un suspiro mirando hacia el techo llena de sudor y sonrió un poco al ver a Deamon a su lado.

—Príncipe Daemon—hablo una de las mujeres encargadas de ayudar a la princesa— El bebé viene volteado.

Daemon la observo con temor. El recuerdo de Leana lo hizo temblar.

—¿Que tengo que hacer?— pregunto mirandola.

—Tiene que ayudarnos a voltear al bebé. Dolera— la mujer miro a la princesa quien asintió con la cabeza aceptando la decisión— Podemos salvar a los dos.

Daemon apartó la mirada de la mujer, la coloco en Rhaenyra unos segundos mientras otras mujeres se movían con rapidez en la sala.

—Tienes que ayudarme— hablo Daemon colocando una mano sobre el hombro de Baelon— Somos los hombres mayores de la familia, Jacaerys es eficiente pero sentimental y Lucerys sigue siendo un niño.

Baelon paso su mirada de Rhaenyra a su padre.

—¿Que tengo que hacer?

Las mujeres explicaron con rapidez lo que tenía que hacer, Daemon se arremango la mangas  y comenzó a mover al bebé para colocarlo en su forma original. Rhaenyra soltó un grito y luego apretó la boca, miro hacia el techo y rogó que su hija naciera sana y salva, no quería perderla, no otra hija.

—Ya veo al bebe— hablo la mujer.

Baelon apartó la mirada de Rhaenyra y la coloco en otro lado mientras inmovilizaba las piernas de la reina para ayudarla.

Un llanto hizo que Rhanerya soltara una gran sonrisa, una de las mujeres tomó al bebé, Daemon le dio un beso en la frente de Rhaenyra sin dejar de sonreir.

—Felicidades majestad —hablo una de las mujeres— Es una niña.

Una sonrisa se engancho en el rostro de Rhaenyra.  Una vez que la bebé fue bañada, Rhaenyra observaba a su pequeña con una sonrisa.

—Visenia— soltó y Daemon asintió aceptando el nombre de su hija.

Daemon cargo a la bebe sin dejar de sonreir, se acerco a Baelon y lo miro.

—Yo no puedo...

—Claro que puedes, ven.

Baelon cargo a la pequeña bebe y soltó una sonrisa.

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