19| Mas alla de los mares
La capucha negra cubría el rostro de la adolescente mientras se paseaba por el barco, los hombres hicieron un asentimiento de cabeza y se sentó frente al hombre que reía con su compañero.
El aire ondebaba la bandera del símbolo de los Velaryon y Targaryen, los ojos lilas de la joven de posaron en su padre.
—¿Ella sabe de mi?
Leanor negó con la cabeza y la mirada de la joven se poso en el otro hombre quien a diferencia del primero bajo la mirada. El sonido de Canibal hizo que Daenys los posara en su dragon, bajo la la mirada una vez más.
—Lo hare— acepto la joven— Pero prométeme que será la última vez que metes en problemas como estos.
Leanor le sonrio y apretó la mano de su hija. Daenys Velaryon nació en una temporada de sus largos viajes cuando dejaba a Rhanerya, en una discusión con su amante Qarl, el se enredo con una mujer desconocida y nació ella.
—¿Como me dirijo a tu esposa?— pregunto levantandose de la silla— ¿Como reina?
—Si— asintió Leanor— Y ofrecele nuestros hombres del mar, no poseemos muchos dragones pero podemos ayudar.
Daenys lo miro por algunos segundos y luego asintió con la cabeza. Luego, emprendió el viaje hacia Dragonstone en Canibal seguido de un gran número de barcos de los Velaryon listos para enfrentar la guerra.
***
Rojo y negro. Eran los colores que decoraban Dragonstone, Daenys descendió de Canibal y los guardias la apuntaron con sus armas, una sonrisa se poso en su rostro y el dragon soltó un rugido.
—Vengo a ver a la reina Rhaenyra — hablo con voz firme, su capa negra se agitaba gracias ante el aire.
—¿Quien eres tu?— pregunto uno de los guaridas mirandola fijamente.
—Daenys Velaryon — se presentó y se encaminó hacia ellos, los hombre alzaron más las armas, Daenys sonrio ante como la observaban: como una amenaza— Tranquilos, no soy del bando de los verdes, soy hija de Ser Leanor Velaryon y me ha mandado junto con mi dragón y las tropas a casa.
Los hombres soltaron una pequeña risa, Caraxes, el dragón de Daemon se apareció de forma amenazante y movía su gran cuello de un lado a otro.
—Vete de aquí niña— exclamó un guardia— El príncipe Leanor falleció hace muchos años y jamás enjendro un hijo, no te pareces a él.
Las olas del mar comenzaron a tornarse de forma violenta y mojaban los pies de la joven.
—Quiero ver a la reina Rhaenyra — demando una vez Daenys.
Los truenos resonaban en el cielo anunciando una tormenta, el vestido negro de Daenys se agitaba de un lado a otro al igual que su cabello rubio.
—¿Que eres niña?— pregunto entre el viento uno de los guardias.
—Daenys Velaryon, primera con el nombre, protectora de los mares, las tormentas y reina de las mareas.
Una sonrisa se coloco en su labios.
***
Valyria paso su mano sobre su vientre abultado mientras escuchaba las platicas de su hermana y el consejo negro. Desde su llegada, la relación entre Baelon y ella se volvió lejana y pocas veces se observaban.
Valyria quiso expresar y decirle que su bebé era suyo, pero no, no estaba segura de ello. Seria una niña, eso sí sabía.
—Majestad— hizo una reverencia uno de los guardias hacia Rhanerya y la mujer lo miro— Hay una persona que quiere verla, dice que es...
—Daenys Velaryon — hablo una voz interrumpiendole desde la puerta, la voz de la joven retumbó en el gran salón.
Rhanerya se levantó de la silla y la mirada del consejo negro se poso en ella. Daenys se adentro a la sala bajo la mirada de todos, miro a Rhanerya e hizo un asentimiento de cabeza.
—Dudo mucho que sepan de mi existencia —soltó la joven y poso su mirada en cada uno de ellos— He sido mandada por mi padre, el príncipe Leanor Velaryon.
Rhaneys tambaleó al escuchar el nombre de su difunto hijo, su nieta Baela apretó su mano para confortarla.
—Mi hijo murio hace muchos años— hablo Rhaenys una vez que se tranqulizo.
Daenys soltó una pequeña sonrisa.
—El mar es un lugar muy grande, al igual que la las mentiras y las verdades— miró a Rhanerya — Fue una buena estrategia mi reina y estoy agradecida con usted por ello— dio un paso hacia atras— Soy una desconocida para todos ustedes al igual que ustedes para mi, usen la espada de la verdad y comprobarán que no miento. He traído más de diez mil hombre en barcos listos para combatir en el bando de los negros y ofrezco a Canibal, mi dragón.
Valyria intercambio una mirada con Rhanerya y esta con ella.
—Dime algo que dice tu padre y me lo comento a mi— ordeno Rhaenyra a la joven.
Daenys le sonrio.
—Antes de casarse, tu y mi padre caminaron por la playa. Llegaron a un acuerdo: a ti te gusta el pato y a mi padre el ganzo.
Rhanerya abrió mucho los ojos ante ello y miro a Daemon quien fruncia el ceño. Baelon soltó una risa y su padre le sonrio.
—Bienvenida a Dragonstone— hablo por fin Rhanerya evitando sonreír ante las palabras de la joven.
Lucerys observo a la recién llegada y una pequeña sonrisa se cruzo por su rostro, Daenys se giro y le regalo una sonrisa al joven.
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