13| Fuego y Sangre

Valyria observo como los grandes dragones hacían una reverencia hacia Rhanerya, su hermana estiro su mano acariciando la cabeza de los dragones y le sonrio a su hermana de forma agradecida.

-¿Estas segura de que quieres hacer esto?- pregunto Valyria llegando hasta su hermana.

Rhaenyra se giro y le regalo una sonrisa, paso una mano sobre su vientre abultado y Valyria fruncio el ceño

-Hace unos meses perdí a mi niña al tener la noticia de la muerte de Lucerys - le sonrio- Estoy lista.

-No creo que en tu condición sea lo correcto, no puedes perder a otro bebe

Rhaenyra tomó la mano de su hermana.

-Visenya- hablo la reina- Era el nombre de mi difunta hija- miró su vientre y luego sonrio- La vida me la arrebato al mismo tiempo que creía que moría mi pequeño Luke, ahora los dioses me han dado la oportunidad de volver a engendrar a un hijo, o hija.

Valyria apretó su mano.

-Entonces quédate y protege a la bebe-pidió mirando a su hermana- No quiero que pase nada.

-Pero no puedo hacerlo, soy la reina...

-Pero dentro de ti esta una heredera al trono de hierro-

Rhaenyra sonrio y una lágrima descendió por su mejilla, jalo a su hermana y la abrazo

-Estoy tan feliz de haberte conocido Lyria, no se que haría sin ti.

Valyria la abrazo con fuerza.

-Estoy feliz de estar en casa- se alejo de ella y le sonrio aún mas- Serás una gran reina.

***

Daemon estuvo de acuerdo con Valyria en todo momento, en esa guerra, Rhaenyra no asistiría, por el bien de su bebe. Los dragones emprendieron su viaje a King Landing y rugieron como un solo al llegar al lugar.

Los dragones escupieron fuego a sus enemigos, los Higthower habían llegado primero. Aegon observo desde su dragón la llegada de los negros, asintió con la cabeza dando la orden y los caballeros de la familia real se alzaron en armas en contra de sus enemigos.

-Nosotros soltaremos a los prisioneros- hablo Baelon y su padre asintió con la cabeza.

Valyria observo como los dragones se enfrentaban unos a los otros, apretó su espada y corrió entre los gritos hacia la fortaleza de los Lannister, Balerion soltó un rugido arriba de ella, protegiéndola. La joven apretó la bandera de su casa y observo como los verdes comenzaban a caer haciéndola sonreír, subió las escaleras de la gran torre y detuvo su andar al ver a un joven de portando una capa negra mirando por la ventana. Aegon se dio media vuelta con una sonrisa y enterró la bandera de los Higthower en la torre dando la casa Lannister como suya.

-Estaba ansioso por volverte a verte, Valyria.

Valyria desefundo su espada y Aegon imito su gesto. Ambos se sonrieron y las espadas chocaron.

Baelon alzó la mirada al escuchar el tintineo de las espadas chocando, se abrió paso entre la guardia real y se detuvo de golpe al ver a Criston Cole con una sonrisa.

-Crispin- exclamó y sonrió.

Criston Cole desefundo su arma.

-Eres una muerda igual que tu padre.

Baelon soltó una risa.

-¿Sigues ardido porque mi prima Rhaenyra no quiso irse a vender naranjas contigo o aun no puedes superarlo?

La sonrisa de Criston se desvencio y las espadas chocaron.

Valyria golpeo en el hombro a Aegon y este soltó un quejido de dolor, el rey Usurpador río mientras la sangre caía de su boca, jalo del cabello a Valyria y la derribo al piso.

-Eres una pequeña zorra hermana- sonrio colocando la espada en la garganta de la chica, Aegon observo como sus caballeros salían a su defensa y sonrio aún mas- Tu y yo somos más parecidos de los que crees.

-¡Yo jamás le haría lo que le has hecho a Rhanerya! ¡Nuestra hermana!- le grito.

-Yo soy el primer varón de nuestro padre, así es la vida Valyria. Yo soy el rey.

Baelon golpeo en la cara a Criston y este callo al piso, encajo su espada en la pierna del hombre haciéndolo gritar. La casa Lannister que en un momento había pertenecido a los verdes ahora era de los negros.

-¡Valyria!

Aegon sonrio y jalo a Valyria apretando su cuello, alzó su espada apuntando al joven

-Pronto nos volveremos a ver, Baelon- escupió el rey.

El dragón de Aegon cayó detrás del rey y rugio, Aegon jalo a Valyria hasta el dragón. Una vez ahí, se la llevó.

Baelon los observo alejarse, soltó una maldición y se dejo caer de rodillas al piso. La escudo de la casa Targaryen cayó sobre el, miro la bandera de la casa y las palabras "Fuego y Sangre" lo hizo enfurecer. Eufórico, ordeno la muerte de la casa Lannister.


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