12| Pequeñas alianzas

La corona era pesada, pero más la responsabilidad que su madre le había dado sin preguntar.

Aegon alzó la mirada del plato de comida cuando los pasos de su hermano Daeron llegaron hasta el, Alicent sonrio al ver a su hijo y lo abrazo, depósito un beso sobre la frente de su hijo menor.

-Hermano-hizo un asentimiento de cabeza al ver a Aegon, el rey asintió con la cabeza y Daeron tomó lugar al lado de su abuelo Otto Higthower- Te tengo grandes noticias que te harán odiarlos aun más.

Aegon lo miro tomando asiento y Daeron estiro su mano tomando una copa llena de vino, tomo un sorbo y luego sonrio.

-Tal parece que nuestros hermanos traidores han despertado a grandes dragones y han tomado el bando con ellos. Conocí a Valyria Targaryen, su dragón es realmente enorme, más que grande que los nuestros pero eso no le quitan lo poderosos a los nuestros. Logré grandes alianzas en mi ausencia con casas importantes, los Lannister han ofrecido sus hombres así como otras casas.

-Daeron- estiro su mano su madre sonriendole a su hijo, Daeron se giro a verla- Ve a cambirte, el verde te asienta mejor.

Daeron sonrio y se levantó, abandono la sala con una sonrisa, una vez que salió su sonrisa forzada se desvaneció y se adentro a su alcoba, observo su atuendo verde e hizo una mueca.

"Lo lograremos, tienes que ayudarme" recordó la voz de la mujer.

-Tenías que arruinar todo padre-murmuró para si mismo mientras acomodaba su capa verde, se acerco a la ventana y miro el cielo oscuro de la noche, soltó un suspiro.

-Debemos llegar antes que la puta de Rhaenyra -exclamó Aegon adentrándose a la habitación de su padre, el joven rey miró el lugar e hizo un lugar- Su muerte fue la liberación de todos y la desproteccion de nuestra hermana- miró a su hermano menor- Los Lannister quieren safarse de la guerra una vez que ya me juraron lealtad, lo traidores pueden irse con el bando de Rhaenyra, vamos a matarlos antes de que eso pase.

Aegon abandono la habitación, Daeron lo observo partir y regreso la vista a la cama de su padre.

-Oh, eres un buen niño- recordó las palabras de su difunto padre- Pero será lo mejor que te vayas de aquí.

-Pero quiero estar contigo, casi nunca estamos juntos-hablo un pequeño Daeron al lado de su padre.

Alicent se adentro a la habitación colocando sus manos sobre el hombro de su hijo.

-Despídete y vamonos, los Higthower necesitan un líder y ese eres tu.

Daeron miro a su padre.

-Solo un minuto más madre, por favor-rogó el niño.

Alicent asintió de mala gana y abandono la habitación.

-Comenzará una danza- exclamó su padre entre sus delirios de dolor- Habrá guerra y muertes-miró a su pequeño hijo- Prométeme que harás lo correcto pase lo que pase, protege a tus hermanas y nunca odies a Rhanerya - el niño parpadeo- Es una buena persona y yo he sido un mal padre- sollozo el hombre- para todos ustedes. Mis dulces niños. Deberás tomar un bando algún día .

-No habrá una guerra padre-le sonrió Daeron.

El hombre tocó su cabeza con dolor.

-Nuestras casa caerá algún día, por favor Daeron, no permitas que pase, eres un Targaryen antes que un Higthower

El niño asintió con la cabeza.

-Si padre, prometo ser un Targaryen antes que un Higthower

Daeron abrió los ojos y observo la cama vacía de sí padre en donde hace muchos años hizo aquella promesa, se sentó en el borde de esta y acaricio la manta fría. Después de la muerte de su padre, su madre ya no dormía ahí

-Majestad- hablo una voz entrando.

Criston Cole.

Daeron se giro a verlo y asintió con la cabeza.

-Le ha llegado esta nota, no tiene remitente de quien la envía pero tiene su nombre. Me he permitido abrir la carta por usted por órdenes de la reina.

Los ojos de Daeron se oscureciendo mirando al hombre, dio una paso hacia el.

-¿Quien te dio el permiso de hacerlo?- le arrebato la nota, enfurecido- No se porque mi madre te tiene a nuestro servicio si no sirves para nada.

-Solo recibo ordenes de la reina...

-Son mis cartas y mi madre no tiene el permiso de meterse en ello- lo interrupio Daeron, el hombre callo.

-Si no necesita más...

-Si, largate ya.

Criston Cole asintió con la cabeza y abandono la habitación. Daeron lo miro y negó con la cabeza, abrió la nota en donde decía una orden nueva en la guardia del reino, acerco la carta al fuego y esta iluminó el mensaje oculto.

"Nos vemos en donde siempre, media noche, no faltes, te tengo información importante"

***

Las calles estaban desérticas debido a la alta hora de la noche, debajo de la capa negra el joven príncipe se paseaba entre las casas, el frío aire hacia ondear su cabello rubio.

Daeron se adentro al bar y tomó lugar apartado de todos, minutos más tarde la persona misteriosa tomó lugar a su lado.

-Cinco minutos tarde-hablo Daeron sin mirar al extraño.

-Siempre tan puntual, pero recordemos que no lo fuiste en la repartición de los cerebros- contesto el extraño, Daeron sonrio- ¿Que información nueva tienes?

-Las tropas y yo marcharemos a Kings Landing en dos horas- contesto- Habrá una masacre, deberán ser más rápidos y tomarlo antes, aun no pueden enfrentarse.

La persona soltó una risa y lo miro debajo de su capa.

-¿Temes que mate a tu rey?- pregunto.

Daeron miro y sonrio.

-Aun no pueden enfrentarse y tu lo sabes.

El extraño sonrio.

-¿Cuanto tiempo llevaras esta farsa?

Daeron sonrio.

-Una noche más y todo va a terminar. Ya tengo los aliados necesarios- lo miro- Confía en mi. Si el cae, todos caerán.

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