11| La princesa prometida
La cola del gran Dragón golpeo una de las paredes de le cueva y pedazos de roca cayeron alrededor de los jóvenes.
-Cuando mi padre despertó a Vermithor lo hizo uno por uno, esto es una locura.
Valyria se apartó cuando una gran roca estaba a punto de caer sobre ella, sintió un jalón del brazo por parte de Baelon y apartandola antes de ser aplastada.
Una llamas iluminaron la entrada de la cueva, Aemond se giro hacia el calor del fuego y dio un paso hacia atrás.
-Fuego sol- exclamó al saber que era el dragón de su hermano, Aegon.
Aegon descendió de su dragón y se adentro a la cueva, la mirada de los cuatro se poso en quien se hacia llamar el rey. Los ojos lilas del rey se posaron en sus rivales y una gran sonrisa atravesó su rostro.
-No tienen salida- exclamó y su voz retumbó en la cueva- O mueren aplastados o quemados por Fuego Sol, pero no existe una salida.
Valyria apretó la boca con enojo, dio un paso hacia atrás chocando con un dragón aun dormido.
-Como buen rey, les doy a las piedras la oportunidad de matarlos- su risa inundó la cueva y se desapareció entre las sombras.
La cueva comenzó a temblar y las rocas cayeron a su alrededor, eso provocó que los dragones despertarán y se alertaran, abrieron sus grandes alas chocando uno con otro.
Aegon observo como las roca comenzaban a tapar la cueva, su sonrisa se curvo y fruncio el ceño al ver las grandes alas de un dragón detrás de la cueva, dio un paso decidido a investigar pero una roca cayó cerca de él, negó con la cabeza y monto a Fuego Sol abandonando el lugar.
-Maldito Higthower - exclamó Baelon apartando la roca que había caído sobre su cuerpo, se levantó tambaleante.
-Los dragones están asustados- hablo Heleana intentando tranquilizar a los gigantes animales.
-Dejaran de estar asustados, despues estarán hambrientos y seremos la cena- exclamó Aemond- Y no pienso ser comida de dragón, busquemos una salida.
***
La antorcha iluminaba las paredes de la cueva mientras buscaban alguna salida para ellos y los dragones. Valyria detuvo qu andar al sentir el frío del agua en sus pies, Heleana sonrio al ver el agua y se arrodillo tomando de ella
-Yo no voy a beber de esa agua de extraña procedencia. No quiero ni imaginar si hay orin de dragón en ello- soltó Baelon.
Heleana lo miro y miro el agua que había tomado entre sus dos manos, miro a Aemond y el negó con la cabeza diciéndole "no le hagas caso"
Valyria detuvo su andar y alzó la antorcha, en una pared estaban algunos dibujos, los dragones atrajeron su total atención. Era una pared de roca, las líneas blancas hacían los dibujos, en unos mostraban la muerte de su madre, la reina Aemma al dar a luz a su hermano menor no nato, a un lado a Alicent Higthower convirtiéndose en la reina, a su hermana mayor casándose con Leanor Velaryon y luego un dibujo de su muerte. En la otra parte de la pared el incidente del ojo de Aemond y la rebelión entre su hermana y Alicent, se miro a la reina verde con el cuchillo hiriendo a su hermana, la supuesta muerte de Lucerys.
Posteriormente en otra pared se veía una guerra desatada, dos bandos y un ganador. Su hermana siendo devorada por el dragón de Aegon y ella, muerta junto a su dragón en el mar.
Fruncio el ceño posando una mano sobre los dibujos fríos y las paso hasta detenerse en otro dibujo. Una mujer entre llamas con tres dragones.
-¿Quien hizo estos dibujos?- se preguntó.
Aemond se coloco a su lado iluminando la pared. Los tres jóvenes parecían confundidos menos Heleana quien señaló a la mujer entre las llamas.
-La madre de dragones- hablo- La princesa prometida- los miro y una sonrisa triste atravesó su rostro- Lamento que su futuro no sea el mejor de todos. Hay hombres de hielo- señalo otro lado de la pared- apartó la mirada de la piedra- Debemos buscar la salida.
Valyria se quedó mirando la pared unos segundos y luego los siguió hasta que encontraron la salida. Balerion rugio y destruyó la cueva logrando que los dragones salieran alzando el vuelo y regresando, los grandes animales estimaron sus alas dormidas.
-Son diez dragones adultos- sonrio Baelon mirandolos- No serán de gran ayuda para el bando negro.
Valyria sonrio al ver lo que habían logrado. El sonido de uno de los dragones a la lejanía hizo que se giraran y observarán, un gran dragón de escamas azules los observaba a la lejanía, Aemond abrió sus ojos al reconocerlo.
-Daeron-exclamó
Daeron Targaryen, el hijo menor del difunto rey y la reina Alicent los miraba con una sonrisa, los rayos del sol iluminaban su cabello plateado, se alzó al vuelo con su dragón y desapareció en el cielo.
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