— Está bien, son demasiados reencuentros y revelaciones por un día; — dijo Armin. — ¿Por qué no nos sentamos y así podemos hablar de ésto tranquilamente?

— De todas maneras no tenía intención de atacarlos. — Zeke se sentó seguido de los demás; todos excepto la madre de Amaris.

— Usted también señora Diamond. — dijo Eren.

— No, ese niño no me manda; sólo ustedes son tan tontos como para creer que les voy a hacer caso luego de faltarme el respeto de esa forma.

— Siéntese, señora. — dijo Armin; al final Sara se vio en la obligación de sentarse. — Bien, comencemos con Zeke; ¿para qué dijiste que buscabas a Eren?

— ¿Para saludar? Pensé que sería una buena oportunidad para conocerlo; ya les dije que no tengo intenciones de hacerles daño.

— Eren, ¿tienes algo que decir al respecto? — preguntó Armin.

— No sé qué decir, ¿gusto en conocerte?

— Igualmente, supongo.

— Ahora pasemos al tema preocupante; — volvió a hablar Armin. — señora Diamond, ¿qué hace usted aquí en realidad?

— Ya les dije; quería saludar a mis dos queridas hijas favoritas.

— Y probablemente las únicas que te quedan. — agregó Danna.

— Por favor, Danna; abstente de comentarios ofensivos por ahora. — le pidió Armin. — Ahora, tengo varias razones para no confiar en usted; a menos de que pueda desmentir todo lo que pienso me niego a que se acerque a Amaris.

— ¿Esa niña te dijo algo que no debió? — se veía furiosa.

— Ella dijo lo que le pareció correcto y por su propia voluntad; si ella lo quiso así no tiene por qué meterse.

— Lo que sea que te haya dicho no es cierto; es mi hija más linda y mimada.

— Le recuerdo que esto no se trata sólo de ella, sino de toda su familia. Si la estoy juzgando es por el tipo de persona que es según sus acciones en el pasado y el presente; y al parecer, según lo que veo, sus actitudes del presente son iguales a las del pasado.

— Seas quien seas no te voy a dejar hablar así de mí. — se levantó.

— Señora, no le sugiero hacer eso ahora. — dijo Zeke mirando hacia el cielo.

— Me da igual; ¿quieres escuchar la verdad? Odio a mis hijos, a todos ellos; por eso busqué deshacerme de ese montón de niños que ocupaban demasiado espacio y además se quejaban. Ya tenía demasiado con darles un techo; debieron haber sido más agradecidos conmigo en vez de reclamar que no soy el tipo de madre que ellos querían, entonces debieron conseguirse otra. Y ellas dos son las peores; — señaló a las dos hermanas. — una es grosera, malagradecida, terca, estúpida y malcriada y la otra es aún peor. Amaris es la más inútil, ingenua, débil, miedosa y.... desagradable; simplemente no la soporto, a ninguna de las dos.

— Señora, en serio debería volver a sentarse. — insistió Zeke.

— Y lo peor es que los dos menores ni siquiera lograron resistir lo suficiente para poder al menos ganar dinero por venderlos; ¡nada de lo hice valió la pena porque aquí están ustedes dos todavía!

— No debería hacer ruidos fuertes por su bien.

— ¡Tres de cinco! ¡8 años han pasado desde que empecé a venderlos y sólo logré librarme de tres hijos de cinco! ¡Ya no lo soporto!

— Oh, bueno; — Zeke se rindió; — agachen la cabeza, chicos. — avisó a lo que todos decidieron hacer caso.

Una criatura voladora apareció de pronto; voló cerca del suelo y tomó a la madre de Amaris con su afilado pico. Todos se quedaron congelados mientras veían como la mujer luchaba por soltarse, pero lo logró en el momento menos oportuno; la criatura la soltó cuando ya habían salido de la isla y no había nada debajo de ella.

Cayó por un largo rato, y aún le quedaba un largo camino hasta el suelo.

— ¿Qué fue eso? — preguntó Mikasa.

— Un grifo; — respondió Zeke. — a veces vienen y se llevan a la gente, pero los sueltan una vez dejan la isla.

— ¿Mamá.... murió? — Amaris se veía espantada.

— Muy probablemente.

— Lamento todos los problemas que causó nuestra madre. — habló Danna.

— Está bien, se veía que era una mujer egoísta. — dijo Zeke. — Más importante, deberían descansar aquí; el bosque es peligroso a estas horas.

— ¿En serio? — preguntó Eren.

— Sí; yo no necesito dormir por ahora así que ustedes recuperen energías para que continúen su viaje en la mañana.

Y así, todos se fueron a dormir con Zeke vigilando. Armin estaba buscando dónde recostarse cuando vio a Amaris, quien aún parecía intranquila, y decidió ir con ella.

— ¿Estás bien?

— Más o menos; ocurrieron demasiadas cosas en poco tiempo y..... ahora Danna y yo en serio nos quedamos solas.

— Lo siento mucho.

— No es tu culpa...

— Ojalá pudiera hacer algo para ayudarte o.... no lo sé, me siento muy mal.

— No tienes por qué; creo que esto es un poco más complicado para mí porque yo no odiaba del todo a mamá.

— ¿No la odiabas?

— De alguna manera siempre quise creer que ella no jamás quiso hacernos daño, a ninguno de nosotros. Ya vi que me equivoqué.....

—....

— De todas formas, gracias; fue muy.... lindo y valiente de tu parte haberte enfrentado a mi mamá así. — inconscientemente las mejillas de ambos se tornaron rosadas.

— N-No, no fue nada.... cualquiera hubiera hecho lo mismo.

— ¿Puedes quedarte? Creo que.... de alguna manera me ayuda a dormir tenerte aquí.

— Está bien.

Ambos se acostaron en el suelo, de costado y uno frente al otro; a pesar de que quisieran negar que estaban nerviosos no podían evitarlo, así que Amaris decidió abordar un tema que la distrajera de su cercanía con Armin.

— Oye... ¿quieres oír otra historia sobre mi vida? Quiero decir, la versión completa de todo lo que sucedió. — al rubio se le iluminaron los ojos; le encantaba que se tuvieran tanta confianza como para contarse ese tipo de cosas. Asintió energético mientras se acomodaba en su lugar para escuchar atentamente lo que ella le iba a decir; al verlo tan emocionado la pelirroja no pudo evitar reírse un poco.

— Muy bien, todo comenzó cuando yo era aún muy pequeña....

✨ El próximo capítulo es como una especie de flashback y luego podríamos dar éste arco prácticamente por terminado.

El final se está acercando.

Cuídense y tomen mucha agua.