Unico

Yoongi suspiró mientras salía de los lockers. Podía sentir la presión en sus hombros y se estaba asfixiando pero eso nunca lo diría.

Era el ultimo partido del año y todo el equipo confiaba en el. Podia sentir a sus amigos apoyandolo desde las gradas, al igual que casi toda la maldita escuela.

El pelinegro mantuvo su fachada de me importa un carajo este partido, no es como si mi futuro dependiera de ello. Aunque si lo hiciera, varias universidades se habian acercado a el ofreciendole una beca completa de deportes pero el esperaba una en particular.

Global Cyber University se habia convertido en su mayor aspiracion y si debia esperar hasta sus vacaciones para recibir una carta ofreciendo una beca, entonces lo haria.

No estaba dispuesto a renunciar a sus sueños y la unica manera en que podría desistir seria que aquella famosa institucion no le ofreciera la ayuda. De esa manera elegiría al azar cualquiera de las que ya lo hubieran aceptado y seguiría con sus estudios a regañadientes.

Pero...

¿Por qué ingresar a Global Cyber era tan importante para el?

La respuesta a esa pregunta fue lo primero que Yoongi vio cuando entro al gimnasio de la escuela.

Midiendo metro sesenta, con una cabellera que juraba la mas sedosa del mundo, de piernas torneadas, un cuerpo de infarto y el rostro mas hermoso que haya visto jamás, Jennie Kim se encontraba cerca de las gradas con sus amigas, preparandose para el medio tiempo.

Su primer amor y su mayor secreto.

Yoongi se acercó a la banca con sus compañeros, fingiendo que escuchaba su conversacion cuando en realidad le daba miradas fugaces a Jennie, sin que se diera cuenta.

¿Quien era Jennie Kim?

Una bonita muchacha que habia llegado de intercambio directo desde Nueva Zelanda pero la secundaria y el país le habian gustado tanto que decidió quedarse.

La primera vez que el capitán se sintió frustrado fue cuando escucho una conversacion entre la chica y su mejor amiga, Jisoo, expresando su tristeza por no querer abandonar el lugar.

Grata fue su sorpresa cuando se entero por, absolutamente, toda la escuela que Jennie se quedaría.
Podría decirse que la chica era bastante popular al igual que su grupo y que se habían ganado aquello siendo amables, hermosas y divertidas.

Todo el mundo conocia a las 4 chicas y eran, no tan secretamente, el sueño de muchos chicos allí.

La primera vez que Yoongi vio a Jennie, fue durante su clase de ingles.
Ambos fueron agrupados por el profesor para una tarea en pareja y el chico quedo prendado de su amabilidad y su fluida forma de hablar ingles. ¡Incluso se habia ofrecido a ayudarle y darle lecciones de ingles!

Pero era demasiado nervioso para aceptarlas, asique las rechazó y con ello, se alejó de Jennie. Admirandola en las sombras y enamorandose cada vez mas.

Fue uno de esos dias agotadores de entrenamiento cuando supo a que universidad querría asistir.

Salió cansado y caminando por los pasillos de forma tranquila hasta que escucho dos voces familiares en uno de los salones.

Al reconocer a Jennie, se asomo por una de las ventanas y trato de agudizar su oído para escuchar la conversacion.

- ¡Estoy tan feliz por ti!

- ¡Tambien yo! Aunque lo estaría mas si tu hubieras sido aceptada...

- Aun no llega mi carta, Jendeukie. Solo hay que tener paciencia y rogar porque entremos juntas a Global.

Las vio hacer una seña con los dedos, en forma de buena suerte y en ese momento descubrió donde queria estudiar su futuro.

La vio estirar y reírse con muy famoso e inseparable grupo de amigas, haciendo que olvidara la razon inicial por la que habia ido.

Se acercó tomando agua y conversando poco con sus amigos para sentarse en la punta de la banca, la mas cercana a las porristas.

- ¡Oppa, mucha suerte hoy!

- ¡Oppa nos hara ganar!

- ¡Army fighting!

La mascota del equipo, vestida con un traje enorme y disfrazado de militar entró al lugar, animandolo y recibiendo el cariño del publico.

Yoongi por su parte, asintió a todas las porristas que le gritaban y lo apoyaban en este ultimo partido.
Sabía que varias de ellas tenian sus ojos en el pero el solo tenia ojos para una persona en especial.

Todas las porristas se juntaron con los jugadores y volvieron a animar al equipo y sobre todo al capitán.

Los ojos de Yoongi chocaron por unos segundos con los de Jennie y esta, le dedico la mas sonrisa que el creyó la mas bella de todas.

Bajó su mirada avergonzada hacia abajo y no volvio a levantarla hasta que el entrenador los llamó para prepararse.

Por supuesto, no notó cuando Jennie Kim borro su sonrisa y miró a su amiga algo desanimada. Jisoo palmeo su hombro en señal de animo.

Ambas escucharon el silbato de su entrenadora y se juntaron en las gradas, esperando el medio tiempo para su presentacion.

Jennie pensó que esta sería la ultima oportunidad que tenia para que Yoongi, el chico mas atractivo y genial de la escuela, se fijará en ella. Asique trataría de dar lo mejor.

Todo el lugar se lleno de silencio y cuando la bocina sonó, el partido y los ensordecedores gritos comenzaron.

🏀

Desde el primer minuto en que el partido comenzó, se podia sentir la tensión entre ambos equipos.

El ultimo partido del año sería entre los eternos rivales de todas las secundarias en Seúl. Ambos colegios habian mantenido una relacion muy competitiva desde que se habian fundado y sus estudiantes por supuesto, habian seguido la tradicion.

Jennie pudo notar fácilmente, al igual que todos, como los jugadores del otro equipo trataban de marcar y golpear a Yoongi en la cancha.

Todos sabian lo bueno que era, rapido, directo, el mejor defensor y encestador de la escuela.
Y Jennie, habia caído por el.

Desde el primer momento en que entró a su nueva secundaria y formo su pequeño grupo de amigas, posó sus ojos en el y desde entonces no los habia despegado mas.

Sus amigas se encargaron de decirle quien era el famoso Suga, como solían llamarlo allí y Jennie quedó encantada a simple vista.

La suerte jugó a su favor cuando fue emparejada con el en el proyecto de ingles y fue ahi donde se dio cuenta lo mucho que le gustaba Yoongi.

Lo habia observado en secreto, siempre tan serio y callado. Pero durante su proyecto pudo ver que era un chico dulce, trabajador y se esforzaba al maximo por comprender.

Habia jugado una de sus mejores cartas y usado la excusa de enseñarle ingles para poder verlo mas seguido pero este rechazó su invitación, dejandole un sentimiento de desilusión en el pecho.

Aunque no se rindio ni dejo de espiarlo. Siempre trataba de lucirse en sus coreografias y de llamar su atencion en clases, chocando con el en el almuerzo, topandose aproposito en el pasillo y mas.

Pero nada, Min Yoongi parecia no saber que ella existia o al menos si lo sabia, no le importaba mucho.

Recordó esto con una triste mueca pero sus pensamientos fueron cortados con el grito de todos los presentes allí.

- ¿Qué pasó? -preguntó sin ver bien.

- Han derribado a Suga.

Rosé le señaló la escena y pudo ver al chico que le gustaba, tirado en el piso y tomando su rodilla con un gesto de dolor en todo el rostro.

Abrió los ojos y se preocupo visiblemente por el. Probablemente deberían sacarlo del partido y se perderia el segundo tiempo.

Vio a dos de sus compañeros poner sus brazos sobre los hombros y lo llevaron hacia las bancas, para que pudiera descansar mientras el primer tiempo se concretaba.

Jennie, sin dudarlo, corrió hasta Yoongi, sin importarle como la veían los demas.

Se acercó lentamente y lo vio apretar su rodilla con fuerza. Su sombra tapó su rostro e hizo que el levantará la vista y la viera sorprendido.

Ella se acercó aun mas y se sentó a su lado, viendo su pierna dolorida. Sin poder evitarlo, le habló por primera vez en meses.

- ¿Estas bien? ¿Duele mucho?

El muchacho abrió los ojos en grande y anonadado abrió su boca sin saber bien que responder.

¿Acaso Jennie Kim, alias el amor de su vida, estaba hablándole?

Vio sus ojos preocupados y carraspeó nervioso.

- Uh... si, estoy bien. -modulo lento.

- ¿De verdad? Se ve que te duele mucho... ¿hay algo que pueda hacer por ti?

Ser mia, pensó pero borro esas ideas moviendo su cabeza en forma de negación.

- Estoy bien, ya pasará. Ese maldito necesitara mas que eso para impedir que juegue.

Jennie rió y volvio a ver su pierna. Mordio su labio aun preocupada pero trato de no pensar mucho en eso.

Yoongi, sonrojado, la miró fijo.

- Gracias por preocuparte. -dijo timido y haciendo que una sonrisa enorme aparezca en la chica.

- No es nada. -le sonrió en grande y sintió calidez en su pecho.

- ¡Jennie! -un gritó hizo que ambos voltearan, la entrenadora hizo un gesto con el dedo llamandola.

- Uhm... debo ir. -dijo parandose algo nerviosa y tropezando accidentalmente.

Se puso roja y escucho a Yoongi reír bajito.

- De acuerdo, gracias por preguntar.

- Uh... si necesitas algo... ya sabes...

- Gracias. -le sonrió genuinamente y Jennie pudo ver sus rosadas encias y blancos dientes asomar.

Mientras corría hacia sus compañeras, quienes la miraban de forma divertida y juguetona, pensó que Yoongi tenia la sonrisa mas tierna del mundo.

🏀

La coreografia era rapida, divertida, sensual y muy sincronizada. Todo al mismo tiempo.

Los muchachos, tanto del equipo local como el contrario, se vieron absortos durante esos 10 minutos en que las porristas se dedicaban a lo que mejor sabian hacer: animar su equipo.

Yoongi ya sabia que Jennie era preciosa, pero verla bailar era su pasatiempo favorito. Podria verla durante horas y pedir mas.

¡Le gustaba verla mas que jugar!

Eso significaba una sola cosa. Yoongi era un muchacho enamorado...

Y muy posesivo.

- Oye, ¿viste a esa?

- ¿La del medio?

- Si, joder. Creo que puedo ver debajo de su falda. Es tan sexy.

Yoongi frunció el ceño y trató de no prestar atencion a sus comentarios pero no pudo hacerlo.

- Mira nada mas esas piernas...

- ¡Y ese trasero!

- Sus pechos tampoco estan mal, de hecho quedarían bien en mis manos.

Los jugadores del equipo rival rieron y siguieron haciendo comentarios sin saber que una mecha estaba por prenderse en el capitán.

Nunca habia visto a Jennie rodeada de chicos aunque sabia de su extrema popularidad. Por tal motivo, nunca habia tenido motivos para sentirse asi de enojado, pero esos idiotas habian activado el detonante en el y Yoongi decidió que ya no queria estar entre las sombras.

Se acercó a su entrenador caminando perfectamente y lo vio serio.

- Quiero entrar.

- ¿Seguro, Yoongi? Podrias desgarr...

- Dije que quiero entrar. -sentenció firme y fijo su vision en los idiotas que se atrevían a hablar de Jennie.

- De acuerdo Min, comete la cancha.

Sonrió de lado, haría mas que eso.

🏀

Todo el gimnasio quedo en shock cuando quieron a Yoongi correr y encestar balon tras balon, sin mostrar signos de molestia o dolor.

Algo en el se habia activado y estaba dispuesto a hacerles tragar sus palabras a esos gorilas. Nadie habla asi de su chica.

Los haria besar el piso y sus pies.

Jennie estaba igual de sorprendida que todos. Algo habia cambiado en el capitan y ahora parecia un huracan que destrozaba todo a su paso.

Varios minutos despues, Yoongi se colgaba del aro, encestando de forma prolija y ganando el partido, quedando el resultado en 34-20 a su favor.

Todos sus compañeros lo levantaron y lo cargaron en sus brazos mientras las porristas animaban su paso con los pompones y gritaban junto a los jugadores.

El gimnasio de lleno de gritos y el apodo de Yoongi fue haciendo eco hasta que todo el equipo abandono la cancha.

Una vez abajo, recibiendo felicitaciones de todos el entrenador se acercó a el y le dio el balon usado en el partido.

- Quedatelo, es tuyo. -palmeó su hombro y lo dejo con el balon en las manos y sus amigos a su al rededor aun aporreandolo.

Cuando estaba por seguir a los demas hacia las duchas, una persona llamó su atencion.

- Disculpe, ¿Min Yoongi-ssi?

El nombrado pudo ver un señor de impecable traje negro, maletín y los zapatos mas caros de la region.

- ¿Si?

- Soy representante de la universidad Global Cyber. He visto su desempeño en este ultimo partido y déjeme decirle que tiene todo lo que se necesita para ofrecerle una beca completa de deporte.

El mas joven boqueó sin poder creerlo. Su segundo mas grande sueño se encontraba alli, en las manos de ese estirado ricachón.

- ¿Ha-habla en serio?

- Totalmente. Quiero ofrecerle la beca para que ingrese el proximo semestre en nuestra prestigiosa universidad. -le tendió una tarjeta plateada con un número de teléfono y se giro para irse. -Es mi numero personal, llámeme si esta interesado. Sera un gran honor para nosotros que fuera parte de la institucion.

El hombre lo dejó parado, solo, en medio del campus de la secundaria. Con la tarjeta en la mano y los ojos abiertos. Aun no podía creerlo.

Dispuesto a llamar lo mas pronto posible, guardo bien la tarjetita y se dispuso a ir a las duchas pero un pequeño dedo, tocando su hombro de manera insistente lo saco de sus pensamientos.

- Uh... Su-suga oppa...

Volteó reconociendo la voz mas maravillosa del mundo y vio como Jennie Kim, a quien le sacaba una cabeza, trataba de no mirarlo a los ojos, viendo su pecho en su lugar.

- Ho-hola Jennie. -tartamudeo sintiendose estupido. -¿Necesitas algo?

- Eh, yo... escuche tu conversacion con el delegado de Global Cyber y queria... uhm... felicitarte.

- Oh, gra-gracias.

- ¿Aceptaras? -lo vio desde abajo con sus enormes ojos marrones.

- Pues... -rasco su nuca nervioso. -Si, aceptaré. Es la universidad a la que quiero ir.

- ¿E-en serio? ¡Eso es genial! -dió un saltito gritando y haciendo que Suga riera poniendola nerviosa. -L-lo siento no quise... uh... y-yo tambien asistiré alli y... es bueno conocer a alguien... si...

Bajó la cabeza algo avergonzada y mordió su labio.

Suga vio a la pequeña y adorable chica mover su pie de forma nerviosa y sin animarse a verlo. Su ternura fue en aumento cuando ella tomo un mechon de cabello y lo puso detras de su oreja, con la mano temblando.

- Bu-bueno eso e-es todo creo... Felicidades por la victoria. -dijo inclinandose y haciendo una reverencia.

Ella se dio vuelta y casi corriendo se encaminó hacia los vestuarios femeninos.

Yoongi vio su espalda y su precioso cabello brillante contra el sol, sus tormeadas piernas, la pequeña cintura y sus pasos torpes.

Mordio su labio y pensó al carajo.

- ¡Espera! -grito corriendo hacia su direccion. -¡Jennie-ah!

La nombrada paró en seco al escucharlo decir su nombre de esa forma y se volteó. Lo vio correr en su direccion y su corazon se aceleró.

- Y-yo... se que... que soy algo torpe y soy algo serio y puedo ser muy aburrido la mayor parte del tiempo pero... -respiro hondo y vio sus ojos brillar. -¿Te gustaria tener una cita conmigo?

La muchacha abrió sus ojos desmesuradamente y sin poder evitarlo una sonrisa se coló en sus labios rosados.

- Y-yo... ¡S-si! ¡Por supuesto que si! ¡Si quiero! -se puso en puntitas de pie y se acercó un poco a el, emocionada.

Yoongi al notar la cercanía sintio las mejillas un poco mas calientes de lo normal y su corazón a punto de estallar pero mantuvo la postura y trató de no arruinar el momento y es que ¡Jennie Kim habia aceptado tener una cita con el!

Definitivamente este dia era el mejor de su vida. Alguien que lo pellizque.

- Entonces... ¿estas disponible mañana?

- S-si, lo estoy. -se sonrojo un poquito.

- Bien. ¿A las 4 esta bien?

- ¡Claro!

Yoongi rió.

- Uh... tendras que darme tu numero para saber la direccion de tu casa.

Jennie lo miro un par de segundos anonadada pero rapidamente se sacó la mochila y tomo un boligrafo y una pequeña hoja perfumada y rosada de una libreta muy femenina.
Anotó con rapidez su numero y debajo aclaro su nombre y agregó un corazon.

'Jennie ♡'
Decia aquel papel rosado con su numero de telefono. Yoongi lo guardo bien y prometió llamarla ni bien llegue a su casa.

Ella mordió su labio inferior por decima vez y saludo a Yoongi con la mano algo timida.

- Te vere mañana, Suga oppa.

- De acuerdo. -dijo y la vio marchar. -¡Jennie-ah?

- ¿Si? -preguntó.

- Puedes decirme Yoongi. -le guiño un ojo y ella asintio con fervor.

La vio correr hasta las duchas femeninas y suspiro como si todo el peso en sus hombros hubiera desaparecido.

Saco del bolsillo la tarjeta plateada y a su vez, el numero de Jennie.

Si debia escoger, se quedaba con el de Jennie sin dudar.

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