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─────● Arturo Jones ●─────

Su nombre significa "tan fuerte como un oso", pero lo nombraron así no por su fuerte significado, sino porque era el nombre de su padre, un hombre de carácter duro y pocas palabras que esperaba que su primogénito fuera como él... En un modo fue así. Detesta que la gente lo llame por diminutivos, de ser así es muy grosero y brusco. A diferencia de Catalina, él no porta el apellido de su madre. Dejó de usarlo cuando se fue de la casa. De cualquier manera prefiere el de su padre y que lo llamen por él, y por lo general la gente lo hace.

─────● 24 años ●─────

Nació bajo la influencia del primer eclipse solar de la década, lo que para los brujos es una señal de alarma pues representa un gran potencial opacado por una gran ambición. 

─────● Género ●─────

Masculino 

─────● Orientación sexual ●─────

So far, it's seem he's Demisexual

─────● Personalidad ●─────

Desde niño siempre tuvo conductas erráticas que fueron incrementando conforme crecía y alertaron a su madre, quien comenzó a ser muy cautelosa respecto a él. Siempre fue un niño que le gustaba atraer la atención y los elogios de la gente a su alrededor. Consideraba, y todavía lo hace, que él era el único digno de admiración. Cuando su madre volvió a casarse y dio a luz a Catalina, Arturo se sintió desplazado y eso no le gustó para nada. Si de por sí era un niño al que no se le daba bien compartir, la llegada de su hermana sólo lo reafirmó y terminó por volverlo una característica de él. Detestaba estar en el mismo lugar que ella, pues de ser así él no era el centro de atención. Se volvió muy caprichoso y exigía, no pedía, todo tipo de excentricidades sólo para demostrar que lo que quisiera lo tenía.

A pesar de lo que se pueda pensar, no era berrinchudo. Si por algún motivo se le negaba algo él simplemente se quedaba callado y se retiraba dignamente del lugar, acto que muchos confundían por derrota cuando en realidad no se había conformado con la negativa de la gente y se proponía, silenciosamente, a conseguir lo que deseaba por sus propios medios. Entendió que, si quería cumplir sus objetivos, no debía permitir que nada ni nadie se interpusieran. Él es digno de todo cuanto quiera y no dudará en tomarlo, por las buenas o por las malas.

Conforme fue creciendo, una de las técnicas que más rápido dominó fue la manipulación y es, hasta la fecha, su favorita y en la que es más diestro. Así mismo desarrolló un gran carisma que lo volvió muy popular en la sociedad. Quienes lo conocían de toda la vida no podían creer que aquel malcriado niño y ese encantador joven fueran la misma persona. No podía ser. Pero aunque aparenta ser un encanto de primera, sólo es la máscara que utiliza para encubrir sus oscuros deseos. La única persona con la que no se molestaba en encubrir sus intenciones era con Catalina. Ella conoce al diablo que viste la piel de cordero.

Cuando entendió qué era y quién era su madre, se sintió con la obligación de demostrar que era merecedor y capaz de ser el próximo jefe del aquelarre. Dio por sentado que al ser su primogénito sería el próximo jefe. Practicó día y noche su magia que incluso los miembros del aquelarre lo llamaban "un prodigio de la magia". Mejoró sus dotes sociales hasta lograr equilibrar al joven encantador con un líder intimidante. Grande fue su sorpresa cuando su madre nombró su sucesora a Catalina y no a él.

Hay en su interior un gran odio que lo consume y amenaza con hacerlo pedazos. Si todavía queda algo humano en él, pronto será abrasado por las llamas del resentimiento. Sólo es un niño que fue dejado de lado por su madre, que jamás tuvo la oportunidad de ser querido por su padre como el de Catalina la amaba a ella, a quien se le negó su destino por haber nacido en un mal momento. ¿Podrá salvarse? Quizá cuando se tenga esa respuesta sea muy tarde. Se considera digno de todo menos del amor.

La mayor parte del tiempo logra mantener al diablo detrás del disfraz, pero cuando su ira es incontrolable, la máscara se agrieta y el monstruo reluce. Se regodea del sufrimiento ajeno, el miedo es su fragancia favorita. El dolor es su himno.

Su sangre lo rechazó, así que él la apuñalará por la espalda. Aplastará a quien tenga que aplastar para tomar lo que por derecho le corresponde. Y cuando lo logre, todos sucumbirán a sus pies. Si quieren vivir deberán halagarlo y adorarlo. Ya no vivirá escondiendo lo que es. Todo el continente conocerá su nombre y le temerá. No le importa nada ni nadie más que él mismo.  "Megalómano manipulador intensamente oportunista"

─────● Historia ●─────

Nadie sabe qué se vieron mutuamente sus padres. ¿Si quiera se amaban? Fue fruto de un matrimonio sin amor que no duró mucho, pues cuatro años después de venir al mundo, su padre fue asesinado gracias a su vicio por las apuestas. Arturo no se acuerda de él, así que no tiene un padre al que extrañe. Su madre volvió a casarse poco después y quedó embarazada de su hermana, Catalina. A pesar de ser muy joven, entendió que el corazón de su madre estaba ocupado por su esposo e hija y ya no había espacio para él, no obstante nunca entendió el motivo.  Tuvo celos de su hermana desde el momento en que vio cómo la miraban su padres. Ese debería ser él, ese era su lugar. Así que se aseguró que sus padres tuvieran que voltear a verlo. 

Él no tardó mucho en manifestar su magia, siendo así que a la edad de ocho años no sólo manifestaba su magia, sino que también mostraba un asombroso control sobre ella. No obstante, su madre se mostró renuente en enseñarlo más allá de lo básico, pero eso no lo detuvo. Él fue su propio maestro y para la edad de catorce años ya era mejor mago que la mayoría del aquelarre.  Creía que se encontraba listo para ser nombrado sucesor de su madre, pero eso no sucedió. En su lugar nombró a su hermana, quien apenas tenía control de sus capacidades y no era más que una niña. Entendió en ese momento que, ante los ojos de su madre, Catalina siempre sería la triunfadora de los dos y la odio por ello. Ella no era rival para él y sin embargo seguía perdiendo ante ella. Si de por sí la detestaba, en ese momento el odio se encendió. Estaba consumido por una ira que crecía y crecía. Una ira de la que su madre fue consciente desde hacía muchos años, y a la que temía. 

Tenía 19 años cuando su padrastro murió. No le lloró. Por el contrario, el dolor que manifestaban su hermana y madre lo llenó. Aprovechó la debilidad de su madre para deshacerse, sin éxito, de su hermana de una buena vez por todas. Esperó a que llegara la noche y siguió a Catalina hasta el arroyo, donde había descubierto que se escabullía para llorar. Levantó un hechizo de silencio como los que colocaba en el sótano, y la arrastró por los cabellos hasta el agua. Haría pasar su muerte por suicidio. Sintió como las fuerzas de su hermana iban cediendo y se dio por victorioso, cuando de pronto una de sus manos de ella se agarró como serpiente a la muñeca con la que la mantenía sumergida. El tacto lo quemó, la sorpresa lo hizo retroceder y ella logró salir del arroyo. Ni siquiera se molestó en seguirla. Todavía tiene la cicatriz de su agarre. No se esperaba resistencia de su parte y ese fue el error de Arturo. Un error que no volvería a cometer. 

Un día simplemente decidió que para arrebatarle el liderazgo a Catalina tendría que hacerlo de manera más inteligente. Se fue de la casa sin despedirse de nadie. Lo último que hizo fue quemar, con un fuego oscuro que envenena y mata cuanto toca, el adorado jardín de su hermana. Una promesa. El jardín sería sólo el inicio. Visitó uno por uno a los miembros del aquelarre y todos quienes lo conocían y se borró de sus mentes. Todos sabían que Catalina tenía un hermano pero eran incapaces de recordar cómo se veía, o incluso cómo se llamaba. Él, por su parte, tomó el apellido de su padre y se unió a los cazadores de brujas y evitó los rumbos de su madre y hermana, las únicas personas que lo reconocerían. Quería que, cuando las volviera a ver, estas se encontraran suplicándole piedad.

─────● Apariencia ●─────

Mientras que su hermana se parece a su madre, él es la viva imagen de su padre. Sus cabellos son café oscuro, muy similar a Catalina, ondulados hasta poco antes de los hombros. En el pasado siempre los tenía cortos pero sabe que así no sólo se ve mejor, si no que resulta irreconocible con el chico que fue antes de abandonar su hogar. Sus ojos, una combinación del más puro de los azules con el más tenue de los verdes, se encuentran enmarcados por unas pobladas cejas y adornados por unas encantadoras pestañas. Es de tez muy clara y en su rostro no puede verse ni un sólo lunar. Sus marcados pómulos le dan un aspecto serio a su imagen hasta que sonríe y se ve suavizado. 

Mide 1.85 cm, y es de complexión delgada, aunque no por eso puede tacharse de débil, es considerablemente fuerte. Su abdomen está ligeramente marcado, al igual que los músculos de sus brazos. Sabe que no siempre podrá recurrir a la magia y por ello se ha preparado. 

La mayor parte del tiempo viste en cuero, el uniforme de los cazadores de brujas. No le preocupa demasiado lo que use. Sencillo o llamativo, se ve bien con cualquier cosa, pero tiene una inclinación a los atuendos formales. Siempre lleva un largo cuchillo atado a la cadera, para encuentros indeseados. Siempre lleva una venda pulcramente acomodada sobre la quemadura que le ocasionó Catalina. No desea que nadie vea esa marca. Usa unos guantes de cuero negro que jamás se quita en la presencia de nadie.

─────● Extras ●─────

● Es muy bueno escabulléndose

Su postre favorito es el pay de manzana. Podría comerlo todo el día y no cansarse● 

● Odia los días nublados, cuando no se puede ver el sol, pues le recuerda al eclipse solar bajo el que nació, y que éste es el causante de que se le haya negado el liderazgo del aquelarre

No sabe cómo responder a las muestras de afecto●

●No soporta que le toquen las manos

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Ft. Clawddeira