3.
El rubio comenzó a abrir los ojos al sentir como los brazos que lo rodeaban comenzaban a alejarse.
Se los frotó y se sentó un poco en la cama.
— ¿Bri? ¿A dónde vas? —preguntó viendo cómo este comenzaba a alejarse.
— Yo... eh...
Roger suspiró.
— Amor... ¿podemos hablar?
Brian no respondió, solo dejó de buscar la ropa que había usado el día anterior mientras aún se mantenía con pijama.
— ¿Amor?
Brian se dio la vuelta y miró a Roger a los ojos con una mirada de notoria preocupación.
— Está bien —accedió sentándose en la cama junto a su novio y tomando su mano.
— Primero que nada... —comenzó—. ¿Dónde ibas?
— Ah... a ducharme y... hacerte desayuno, no quise despertarte —mintió, puesto que lo que planeaba hacer era irse para que Roger no se diese cuenta, o no se acordara de la "conversación" que tendrían.
— Está bien—. Suspiró el rubio—. Ahora... necesito que me seas honesto, ¿sí amor?
Brian asintió.
— Bien... ¿Estás comiendo normalmente?
Brian quedó estático sin hacer ningún gesto o respuesta.
— Dime, por favor, Bri...
Brian suspiró y miró hacia otra dirección.
— Siete meses... —musitó.
— ¿Q-Qué?
Brian seguía mirando a otra dirección.
— Dios... ¿cómo diablos no me di cuenta? —se preguntó a sí mismo el rubio llevándose una mano a la boca y tratando con todas sus fuerzas de no llorar.
— Roggie... no... no es tu culpa.. —lo abrazó fuertemente—. No llores, mi amor...
— Debí darme cuenta —insistió—. Para ayudarte...
— ¿Ayudarme de qué cosa, bebé? Solamente estoy a dieta...
— Bri... una dieta no es no comer por... por meses... —repuso el rubio—. ¿Cada cuánto comes?
— Después de las fiestas una vez a la semana... —respondió Brian algo incómodo—. Normalmente día de por medio una vez al día...
Roger está estupefacto mientras se sentía fatal por no haberse dado cuenta antes.
Soy el peor novio del mundo... Brian merece algo mejor, necesita algo mejor...
— Por... ¿por qué? —sollozó.
Brian, como ahora acostumbraba a hacer, permaneció callado mirando a un punto fijo sin soltar al rubio entre sus brazos.
— ¿Por qué? —repitió.
Brian suspiró.
— Rog... estoy gordo... —respondió de forma suave—. Tú mismo me viste, yo... —suspiró—. Sé que quizás no querrás seguir conmigo y... te entiendo... solo...
— Bri... primero que nada, no estás gordo... —suspiró el rubio mientras las lágrimas aún caían de sus orbes y se deslizaban por sus mejillas—. Segundo... jamás te dejaría... y menos por algo físico... te amo más que a nadie Bri, y no solo porque eres el chico más hermoso que he visto... si no porque tú me vuelves loco, tu interior, no solo tu exterior...
Supongo que eres demasiado bueno para decirme la verdad en la cara...
Brian asintió y besó la cabeza de Roger quien seguía llorando.
— Perdóname Bri... por favor...
— No hay nada qué perdonar, Roggie... tienes que soportarme siempre...
— No es "soportarte", Bri... —repuso Roger—. Yo te amo más que a nadie... jamás pensé que amaría a alguien de la forma en la que te amo a ti... yo... no quiero perderte...
— Yo tampoco, amor... yo tampoco... —dijo Brian—. por lo mismo hago esto... para que después no estés con un gordo feo con pelo ridículo...
— Amor...
— De verdad, Roggie... ¿qué me ves?
— Qué no te veo...
Brian sonrió un poco.
Tengo suerte de tener un ángel como tú...
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top