— Vamos, Brian, come, te hará bien.

La enfermera le sonreía con sus labios pintados de rojo. Brian solo quería irse de allí y estar con Roger. Sabía que para eso debía comer, pero le costaba. Temía que la obesidad volviera a ganarle y temía volver a ser Grasas Brian.

Suspiró y dio un bocado. La enferma pareció alegrarse y lo felicitó. Al menos la comida era buena. Por lo visto en la clínica sí hacían un esfuerzo con tal de que sus pacientes comieran.

— ¿Y ese anillo? —preguntó la enfermera curiosa—. Es muy bonito, de seguro la chica que tiene el otro es muy afortunada.

— Es un chico —rió Brian levemente.

— Oh —dijo la enfermera y volvió a sonreírle—. No soy nadie para juzgar, ¿cómo se llama él?

— Roger —respondió y volvió a dar un bocado—. Es lo mejor que tengo. Siempre que estaba triste me consolaba. Me ha apoyado mucho en todo, es realmente inteligente, aunque no le guste admitirlo y es el chico más hermoso que he visto en toda mi vida.

— Estas muy enamorado —sonrió la enfermera con ternura—. Deberías apoyarte en Roger, Bri. Es mucho más fácil superar esto si tienes un motor, y por lo visto, Roger es el tuyo.

— Sí, pero... no estoy con él. No puedo verlo. No puedo besarlo, abrazarlo, sentir el aroma de su cabello y decirle cuánto lo amo. Diablos... haría cualquier cosa por tenerlo.

— ¿Y ese cualquier cosa incluye comer?

— Sí —respondió—. Eso incluye comer.

— Entonces, Brian, debo felicitarte —dijo la enfermera—. Acabas de encontrar tu forma de salir de aquí.

Brian sonrió, miró al plato de comida y se llevó un bocado a la boca.

— Sí, es cierto —dijo tras tragar.

Luego de la comida, las cartas fueron entregadas por el cartero. Brian se apresuró en buscar dentro de las suyas, dejando para el final las de Freddie y familiares. Solo le interesaba leer en ese instante la que decía "de Roger".

Abrió el sobre dejando las demás cartas a su lado para leerlas al terminar, y sacó la carta. Era notoriamente extensa y sonrió cuando vio que al final decía un "te amo" en la caligrafía de su novio.

12 de octubre de 1972

Mi amado Brian

Te estoy escribiendo esta carta para saber cómo sigues. ¿Has comido algo, mi amor? Espero que sí, porque te extraño mucho y estoy ansioso por volver a verte y poder besar tus labios.

Me haces falta, Bri, pero sé que todo esto es por tu bien, y que cuando salgas serás el Bri alegre que conocí y podremos casarnos. Eso es lo que más quiero.

¿Te sientes cómodo allá? ¿Te tratan bien? Espero que sí, sino, demando a los hijos de sus madres por hacerte sufrir.

Brian rió un poco al leer aquello.

Bueno, te pondré al día. No hemos seguido con la Banda, porque claramente no haremos nada sin ti, eres nuestro único guitarrista y no vamos a abandonarte.

Freddie y John te han extrañado mucho, me pidieron que te mandara saludos de su parte. Sabes que yo no solo te mando saludos, quiero mandarte besos y abrazos, porque me encantaría abrazarte por el cuello y besarte. Extraño mucho tus labios. ¿Extrañas los míos? Creo que estoy comenzando a soñar patético...

Bueno, mi amor, básicamente quiero saber cómo estás, cómo vas avanzando y también quiero recordarte lo mucho que te amo y te extraño. Estoy ansioso por que vuelvas.

Se me ocurrieron varias cosas para la boda. ¿Qué te parece casarnos en la iglesia donde mis padres y tus padres se casaron? Creo que era la misma, ¿no? Sería algo muy lindo, y después podemos hacer la fiesta en un lindo lugar. Eso no sé, podrías elegirlo tú. Tu sabor favorito es el chocolate suizo y el mío es el de dulce de leche, así que deberíamos hacer comprar un pastel de esos dos sabores. Combinan bien, como nosotros.

Espero que puedas responder mi carta, esperaré tu respuesta con ansias, y te confesaré que me robé una de tus camisetas que dejaste aquí. Tiene tu olor y me ayuda a dormir. ¿Sueno muy patético? Sí, lo sé, pero este patético te ama.

Bueno, creo que eso es todo. Hay muchas cosas que quiero contártelas en persona, y muchas cosas que quiero escuchar de ti. Nos vemos pronto, mi amor, y cuando lo hagamos voy a besarte muchas veces. Porque... bueno, te extraño muchísimo y realmente quiero que estemos juntos.

Tu novio, Roger.

Ps: te amo.

Brian sonrió y dobló el papel para recostarse sobre la cama de su habitación en el centro de rehabilitación con la carta en el pecho y la vista hacia el techo.

— Sí encontré mi razón para salir de aquí —dijo y comenzó a buscar un papel para comenzar a escribirle una carta a su amado.