Con una expresión sería el pequeño hindú regresa a la sexta casa. Al parecer lo que se suponía le ayudaría a calmarse solo lo había confundido más.

—¡Pfff! Nunca lo había pensado… — suspira continúa caminando por la casa de Virgo —, no llevo mucho aquí, no conozco mucho a los demás aspirantes a caballeros dorados, no me agrada Saga y casi no cruzo palabra con Aioros, a pesar de ser los mayores — se detiene enfrente de aquél altar en dónde suele sentarse a meditar —¿Persona preferida?

Desde hacía un par de semanas su único amigo había tenido que irse para Jamir y aunque no lo reconociera le estaba haciendo mucha falta. Extrañaba verlo y gritar su nombre mientras corría en dirección a él, así como le hacía  falta las veces en que terminaba quedándose a dormir con él, aunque no lo dejara dormir por contarle sus dudas y las aventuras que había tenido durante el día o lo que había aprendido en sus entrenamientos. Aquel pequeño de cabellera lila y ojos color esmeralda, si que era cercano a él, pero considerarlo su persona favorita, eso era demasiado, y no podía permitir que Mu creyera tal cosa. Desde el punto de vista de Shaka eso era mostrarse débil.

—Mejor ya no pienso más…— se acomoda para meditar y tranquilizarse.

—¡Vamos ya Camus! —irrumpe en el lugar Milo mientras jala del brazo al francés.

—Pero, ¿Por qué tienes que llevarme así? — intenta soltarse del agarre —.,Milo, no seas grosero.

—¡Ay!— lo suelta y hace un puchero — está bien, pero no te tardes — lo mira y sigue caminando.

—Eres imposible — Camus niega con la cabeza y lo sigue.

—Aunque son tan diferentes, Milo y Camus siempre están juntos — piensa suspirando —supongo que serán su persona preferida. Ellos se entienden, así peleen, cuando están juntos lucen felices, Camus es diferente con Milo, a pesar de su forma de actuar…

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Era la primera vez desde que habían llegado que podían cenar juntos, así que no quería dejar pasar la oportunidad así.

—¿Está todo bien Mu? — pregunta el peli verde mientras toma los cubiertos.

—Por supuesto que si maestro, me agrada mucho estar aquí, aunque en el Santuario están todos mis amigos y Shaka — comenta sonriendo mientras se sienta a comer.

—¿Eh? — lo mira y frunce un poco su entrecejo —¿Shaka no es tu amigo? Pero creí que ustedes se llevaban bien. Saga me había comentado que solo contigo parece hablar.

—Así es — dice una vez que ha terminado de masticar —, nos llevamos muy bien.

—¿Entonces?— se acerca y le limpia el poco de comida que tenía en la mejilla —¿No lo consideras tu amigo? ¿Se ha portado mal contigo?

—Claro que es mi amigo, aunque también lo considero como alguien más.

—¿Qué? ¿Mu? — Shion abre sus ojos con sorpresa y los fija en su pequeño aprendiz —¿A qué te refieres?

—Es que él es diferente a los demás — come otro poco —. A los demás no les agrada, dicen que es tonto y que no les cae bien, porque no habla y porque siempre está con los ojos cerrados. Pero eso no es cierto, yo lo he escuchado hablar, he visto sus ojos abiertos — sonríe al pensar en aquel pequeño rubio —. De hecho me la paso muy bien con él, siempre me escucha y sabe que Maestro, Shaka tiene muy conocimientos a pesar de la edad que tiene.

Al escucharlo tan feliz, caricia su mejilla y besa su frente. Su discípulo es muy amable y agradable con los demás aspirantes a caballeros dorados, era el único que hablaba y trataba con todos, sin importar lo diferentes y difíciles que pudieran llegar a ser.

—También me ha pedido que medite con él, pero jamás lo he conseguido, siempre me distraigo, me río o me quedo dormido.

Niega con la cabeza — no debes ser así, sé que te estás esforzando, pero eso puede ofenderlo.

—Si Maestro. Shaka ya me ha regañado, pero la última vez nos reímos mucho.

Escucharlo hablar de esa forma lo hace suspirar, aunque sabe que la vida que le espera a Mu no es nada fácil, quiere que disfrute de su niñez, no será jamás como un niño común, pero no está de más que haga algunas cosas de niños. De todas maneras confía en que cuándo crezca será un gran caballero dorado — parece que Shaka es como… mmmmh tu persona preferida, con la te sientes más cómodo, eres feliz, te diviertes y disfrutas de su compañía.

—¡Siiii! — sus ojos brillan ante las palabras y asiente con emoción — si Maestro… ¡ya quiero regresar!

Sonríe — termina de comer, puede que tal vez regresemos mañana — se levanta —. Iré a revisar algunas cosas.

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Bosteza y frota sus ojos —debo concentrarme y continuar mis entrenamientos… — va caminando por los corredores de la casa de virgo —, tengo que dejar de pensar en banalidades… solo me alejo de mi propósito.

—¡Shaka! ¡hola! — apenas lo ve llegar sonríe y se acerca —. No estaba seguro si ya estabas despierto así que preferí esperarte.

—¿Eh? ¿Mu? — abre sus ojos enfocándolos en su amigo —, ¿Desde hace cuándo estás aquí?

—Llegué muy temprano hoy y mira… — le señala con su dedo lo que apuesto sobre el altar de flor de loto—, te traje momos y la bufanda que te presté cuando fuiste a Jamir, creo que te gustó, ¡Te la regalo!

—Uhm— mira todo — gracias — contesta con más frialdad que la que lo caracteriza.

—¿Sabes que Shaka? te extrañé mucho — señala con un pequeño puchero.

—¿Eh?

—Mi maestro, ya me dijo que por un tiempo me voy a quedar aquí, ¿No te parece genial? — pregunta mirando sus ojos.

—¿Mu?

—¡Oh! Ese fue  mi maestro — frunce su entrecejo —¿puedo venir después?

—Mmmhh… — se encoge de hombros.

—¡Ah!... Entiendo — suspira y se da la vuelta para dirigirse a la salida.

Lo mira irse y enseguida toma lo que le ha traído, notando un pequeña nota escrita en Hindi—¿Eh? — la agarra—, pero me has dicho que apenas y entiende el idioma... ¡Ah! ¡Mu!—suspira negando con la cabeza—, con mucho cariño para mi mejor amigo y mi persona favorita… de Mu de Aries.

—¿Tú… tú persona favorita dices?

......

Estaba aburrido y sin pensarlo mucho sale del Santuario. Le estaba costando meditar, últimamente terminaba divagando y pensando en Mu. No sabía desde cuándo se habían hecho tan cercanos, pero comenzaba a extrañarlo de manera un tanto desmedida.

El silencio y la soledad en Virgo ya no le gustaban. Seguro salir a caminar un rato por los alrededores del Santuario lo haría distraerse.

—¡Basta! que no digas esas cosas.

—¿Eh? — se detiene al escuchar esa voz.

—Pero es lo que siento Saga — dice Aioros mientras lo toma del brazo.

—No tienes que esforzarte ¡ya entendí!

El pequeño rubio que estaba muy cerca del lugar no puede evitar acercarse con cuidado.

—Pero no me molestó, al contrario…— se acerca más al Santo de Géminis — me hizo entender lo que siento.

—Aioros, yo…

—Eres la persona que más me interesa… Saga, de verdad me gustas… tú…— acaricia su mejilla —me siento tan bien cuando estoy contigo, eres tan especial, tan agradable… me gusta estar a tu lado…

—No sigas…

—¿Por qué? Si es lo que me haces sentir… Saga, tú te has convertido en la persona más especial en mi vida… sé que somos santos dorados y que estamos aquí para cumplir con una misión, pero eso no significa que pueda fijarme en ti — se acerca más hasta casi rozar sus labios con los de él —. Eres mi amigo, mi compañero, mi persona favorita… siento que eres mi alma gemela— lo besa — te amo.

Los ojos de Shaka se fijan en aquella acción y no puede evitar abrir su boca ante la sorpresa — ¡Eso es un...! — se cubre boca para no ser descubierto.

......

—Eso significa que Mu y yo…— ante la idea cubre su rostro con ambas manos, aunque ya está sonrojado y una leve sonrisa aparece en su boca —, ¿cuando seamos grandes podremos estar juntos de esa manera? — toma la bufanda que le a obsequiado —,  bueno si lo pienso así no parece tan descabellada la idea y no es malo porque entonces los dos sentimos lo mismo… — la sonrisa se hace más visible —, me siento... — suspira y abraza aquella  tela—, me siento extrañamente feliz… ¿ésto es debido a Mu? — se sienta en el suelo.

—Oye Shaka, es que olvide decirte que…— se detiene al verlo sentado y con la mirada baja —¿Shaka? ¿Estás bien?

Levanta la cabeza —. Gracias...

—¿Mmmhh? — levanta una tika —¿Por qué?

Extiende su mano —, perdóname por como te traté hace un momento… no quiero que creas que no importas o que no me agradas.

Toma su mano  y se sienta a su lado —, no pienso eso… y me alegra estar contigo.

—También a mi. Mu, cuando estoy contigo me siento bien, cómodo y... alegre, aunque no lo demuestro, ¡También me hiciste  mucha falta! — exclama mirándolo a los ojos.

Se sorprende al escucharlo y abre su boca un poco, aunque no logra decir nada.

—Siempre vamos a estar juntos, ¿Verdad?

Asiente con la cabeza —claro que si, vamos a estar juntos siempre  y vamos a convertirnos en caballeros dorados y seremos los mejores y más fuertes — empieza a reír —, es una promesa.

—Me alegra tanto que estés conmigo Mu…— con algo de inseguridad y nervios toma la manita del lemuriano —, me siento alagado de ser tu persona preferida.

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Gracias y hasta la próxima.