Capitulo 10: Estrellas

Tarde pero seguro, aquí continuamos ☺️

Grácias por los votos, los comentarios y las lecturas, cada vez me siento con mas confianza para escribir. Eso lo digo porque además de estar escribiendo este fanfic, publicaré algo nuevo, mi primer AU en el fandom de Saint Seiya 😁 luego dejaré el link, por si les interesa.

Por ahora les dejo este capítulo, disfrútenlo.

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El cielo brilla, es una noche estrellada, e inevitablemente cuando el final parece cerca  los recuerdos aparecen para hacer del dolor algo más angustiante.

......

—Mi lindo bebé — la voz de Shion hace que aparezca una sonrisa en aquél rostro —, eres tan pequeño…—al verlo no puede evitar sonreír y lo toma entre sus brazos —. Mi pequeño discípulo — lo lleva con él fuera de aquella habitación —, me siento tan feliz de tenerte conmigo… — mientras le habla lo lleva a dar una vuelta por el lugar —Mu, prometo cuidarte y estar a tu lado siempre — dice y eleva al bebé al cielo —¡mira que lindas las estrellas! —exclama emocionado pues con cada palabra aquel bebé mueve sus manitas y pies mientras que ríe — si bebé, es muy hermoso…— dirige sus ojos al cielo y enseguida al pequeño lemuriano —pero mira nada más como te has puesto… te prometo que cuando seas más grande te enseñaré sobre las estrellas y las constelaciones. Hoy nos hemos pasado tu hora de dormir y eso no está bien— se dirige a la habitación en donde está una pequeña cuna — tus ojitos… es hora de dormir… — besa su frente y lo pone con cuidado en aquél lugar—. Sé que no debería encariñarme tanto, pero es inevitable…— lo cubre con las mantas —, descansa mi pequeño Mu…— su voz suena como un susurro mientras mueve aquel móvil que tiene una luna y varias estrellas —. No te preocupes, yo estoy aquí…

......

Un recuerdo fugaz o quizás algo que imaginó, nunca lo sabrá, pero le causa nostalgia recordar a su maestro y más porque hace poco lo volvió a ver y no fue algo que esperaba y menos que fuera en semejantes circunstancias. Mu trata de ser consiente, a comenzado la Guerra Santa, el Santuario y todo lo que a vivido está cambiando, las dudas siguen presentes, aún no puede con tanto — Quiero volverte a ver…

......

Sus ojos se dirigen a su amigo, pero al verlo deja de hablar y se levanta de aquél césped en el que llevan un buen tiempo acostados, según Mu viendo las estrellas y comentando detalles del diario vivir en el Santuario.

—¡Eres un tonto Shaka! — arrodillado a un lado lo mira con las mejillas infladas y los brazos cruzados.

—¿Eh? — aún acostado recoge los brazos y los pone en su cuerpo —¿y ahora qué hice?

—¡Te dormiste! Y yo como un tonto dizque hablándote — le da la espalda —, que grosero.

—No me dormí Mu — se sienta y trata de acercarse —, te estaba escuchando.

—Si como no.

—Mu, tengo que permanecer con los ojos cerrados, es parte de mi entrenamiento y además... aún no controlo mi cosmos y temo lastimarte.

Lo mira de reojo.

—No tienes por qué molestarte, te digo la verdad — trata de sonreír —. Me ha gustado mucho estar contigo. Este lugar es tranquilo y además el cielo, hay muchas estrellas.

La expresión de Mu cambia poco a poco.

—Gracias por hacerme salir de la casa de Virgo — dice y toma su mano.

Los ojos del pequeño lemuriano se fijan en los de Shaka mientras sonríe.

......

Suspira y mira de reojo a quién está ayudando a caminar. Ya no es rabia lo que siente, ya ni siquiera es tristeza, es ese sentimiento de molestia por no haber hecho más, por haberlo dejado ir así  — yo solo deseaba estar a tu lado — dirige poco a poco sus ojos al cielo, dónde parece que las Estrellas especialmente una, brilla con más intensidad.

......

Caía la noche en aquel lugar oculto entre las montañas, había estado todo el día con Kiki enseñándole un poco de herrería, así que como era de esperarse terminó agotado y se durmió mientras que el lemuriano terminaba de organizar las herramientas. Ya eran más de 6 años fuera del Santuario, debía continuar negándose a los llamados del supuesto Patriarca.

Ante tanto silencio decide salir y se sienta cerca de un acantilado, a pesar de que el cielo había estado bastante nublado en los últimos días, en esa noche se podían ver las estrellas, no habían nubes y el clima en si era agradable.

—Este lugar si que era ideal para ti… — dice mientras cierra sus ojos y toma un poco de aire —, comprendo porque cuando te traje, te gustó tanto… — recuerda aquella vez en el pasado cuando lo había traído a Jamir. Siendo amigos, quería compartir con Shaka todo lo relacionado con su vida.

Ya se había adaptado a la vida lejos del Santuario, pero los recuerdos seguían presentes y momentos con el que estaba viviendo sentía la necesidad de expresar lo que por años venía callando.

—Shaka… te extraño — su voz se quiebra un poco —. Extraño esos momentos que compartimos juntos… — sus ojos se dirigen al cielo, hacía las estrellas — Virgo… — susurra al tiempo que algunas lágrimas aparecen —. Aunque siempre te dije que me agradaba estar a tu lado, nunca te dije… te quiero… te quiero Shaka… te quiero tanto y más que agradarme tu presencia, me gustaba… — mientras piensa en aquel rubio que significó tanto hace unos años no puede evitar sentir nostalgia —.Quisiera volver a verte…— estira uno de sus brazos y levanta su mano —. Y qué todo siguiera igual… —sus ojos se llenan de lágrimas otra vez—.Shaka… quisiera creer que aún me recuerdas, que piensas en mi, así como yo lo hago… quisiera creer que soy especial para ti, porque me quieres… — las estrellas de la constelación de Virgo parecen brillar o eso piensa el caballero de Aries —. Tantas cosas que contarte, desearía compartir más de mi vida contigo… aún estando lejos del Santuario entreno… tengo en cuenta tus consejos— sonríe —. Ojalá pudiera ver, el gran caballero en el que seguramente te has convertido… Shaka como desearía que las estrellas te dijeran todo lo que tengo en mi corazón, pero supongo que me tendré que conformar con que lo guarden… me ilusiona pensar que nos volveremos a encontrar… — limpias las lágrimas de sus ojos —, confío en que así será… y que nada habrá cambiado.

......

Toda la vida se preparó para servir a Athena, sabía de la Guerra Santa, Dohko se lo había repetido por si le quedaban dudas y ahora era el momento de la verdad. Nunca había sido de pensar en lo malo, pero aunque lo callara su corazón se hacía pedazos con cada paso que daba  y solo podía apretar aquel Rosario, lo único que le quedaba de Shaka.

El Santo de Virgo siempre se lo había dicho, que era débil, que uno de sus defectos era ese el de apegarse a las emociones, pero es que aunque estuvo años lejos del Santuario y lejos de él, siempre quiso encontrar el momento para hablar, para acercarse y nunca encontró el momento adecuado — tal vez es que en esta vida no nos tocaba…

.....

—Las estrellas siempre están allí, esperando que le diga mis secretos — sonríe mientras se acomoda en aquel escalón —, esperando que les expresé mis sentimientos y todo porque al parecer soy un cobarde… —su mirada esmeralda se fija en el cielo —, pero es vergonzoso… soy un caballero dorado de Athena, se supone que estoy aquí para cumplir con mi deber y no para sentir atracción, gusto o amor por otro de mis compañeros y mucho menos cuando estamos a punto de iniciar una guerra Santa — toma el casco de su armadura y lo pone en sus piernas—. Ojalá tuviera más tiempo… ojalá pueda existir una oportunidad, porque son tantos sentimientos, que quisiera que llegaran a ti… con ello me conformaría…

—¿Mu?

—Si no me correspondes, ya que más da…— piensa antes de ser interrumpiendo.

—¿Mu? — el caballero de Virgo camina muy despacio mientras lo observa.

—Oh Shaka, no te sentí llegar — sonríe apenas.

—Disculpa que aparezca así, pero quería saber cómo estabas.

—¿Eh? — levanta una tika.

—Con lo de Aioria, sus palabras — comenta mientras se detiene a escasos metros del guardián de la primera casa —. Sabes cómo es él de impulsivo.

—No importa, de todas formas no esperaba que peleáramos —dice con tranquilidad.

—Entiendo y quiero que sepas que cuentas con mi apoyo — sorpresivamente abre sus ojos —, sé que lo correcto es que estemos aquí.

Estar allí junto a Shaka le hace olvidar por un  momento de lo que sucede, Definitivamente ha cambiado su relación, a pesar de que ya no son los mismos amigos, como cuando eran niños, si se ve el cambio sobre todo de parte del rubio quien lo trata con más amabilidad y respeto. La supuesta traición de Mu nunca existió y el hindú aunque no lo dijo abiertamente si se mostró arrepentido por haber dudado tanto y con sus acciones intentó pedirle disculpas.

—Gracias — le sonríe mientras lo mira a los ojos.
......

Tal vez debió acercarse más, tal vez debió aprovechar las oportunidades que tuvo con Shaka y hablar no solo del Santuario. Porque ahora al saber lo que había sucedido entre Shaka, Camus, Shura y Saga, los recuerdos vienen y se desvanecen, mientras que los deseos que siempre tuvo de estar junto a Shaka y decirle que lo amaba ya carecen de sentido, su vida muy posiblemente se extinguiría en esta Guerra Santa.

—Sentimientos que perduraran… las estrellas saben tú nombre, saben lo que siento y algún día, en alguna otra vida sé que lo sabrás… todos los obstáculos desaparecerán…y estaremos juntos, tú y yo amándonos… eso es lo que más deseo y quiero... —mira por última vez el cielo antes de dirigirse a Athena.

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Gracias y hasta la próxima que será más pronto.

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