Parte sin título 3
Shinko Ikari estaba nerviosa, como no quería decirles a sus dos amigas que iba a comer con la abeja Reina, la chica mintió y dijo que tenía que hacer la tarea de historia. Asuka solo rodó los ojos y en una actitud de reprimenda le dijo.
-Ayy. Shinko. ¿Qué te dije de no hacer las cosas a última hora?
Shinko dio una sonrisa boba y dijo.
-Je. Je. Si. Es que bueno creo me entretuve haciendo la tarea algebra que me olvidé de la de historia, las alcanzo luego.
-Bueno, está bien cachorrita. Solo no llegues tarde. Dijo Mari.
Shinko solo asintió mientras se alejaba de sus dos amigas, de acuerdo con lo que le había dicho la abeja Reina es que debía esperarla afuera del salón de química, Shinko no entendía por qué, pero aun así lo hizo. La chica esperó hasta que la joven abeja reina tomó el hombro de la chica, las dos se sonrieron mutuamente.
-Ahh. Nagisa-san.
-Vamos, Shinko.- ¿Qué te dije?
-Lo, lo siento. Kaoru.
Kaoru Nagisa le dio una bonita sonrisa y tomó su mano, las dos chicas se metieron en el cuarto de música. Shinko se sorprendió, era la primera vez que entraba al cuarto de música sin que hubiese alguna monja o chica limpiándolo. Asimismo, la chica castaña oscura también se sorprendió de que fueran a comer solo las dos solas, sin las amigas entrometidas de Kaoru. La joven se impresionó, de manera en que Kaoru también le había mentido a sus amigas, solo para darse un poco de tiempo libre con su nueva amiga. Sin embargo, el Shinko entonces se preguntó si realmente estaba bien que tanto ella como Kaoru Nagisa estuviesen allí.
-emm. ¿segura que podemos?
-Si, claro que podemos. Ven.
-Pero ¿y si viene alguien? Preguntó Shinko.
-Je, je. Respondió Kaoru.-No vendrá nadie.
La chica le indicó con su mano que se acercara y las dos comieron sus respectivos alimentos. Cada una con su respectivo bento, Kaoru se le quedó mirando a su compañera y le dijo.
-¿podría...? Inquirió.
-Claro. Replicó la chica.-Extendiendo el bento para que Kaoru lo comiera.-
Kaoru también alzó el suyo para que su compañera pudiese probarlo, Shinko un tanto resistente tomó con uno de sus palillos un poco de lo que parecía ser tempura, la chica se lo llevó a la boca. Saboreándolo, este sabía delicioso, y bueno no era para menos, los chefs que trabajaban para la familia Nagisa eran los mejores que el padre de la muchacha albina podía contratar. Shinko le dijo con una sonrisa.
-Vaya. Nagisa-san. Tu cocinero realmente se lució con el tempura, esto está delicioso.
Kaoru dio una media sonrisa, volteo a mirar a su hombro y dijo mirando hacia el frente.
-De hecho, yo, yo lo hice.
-¿en serio? Inquirió Shinko.-
Kaoru asintió sin perder la sonrisa de su rostro.
-Cuando mi mamá vivía ella y yo cocinábamos todo el tiempo. Aprendí un poco, pero desde que ella desapareció jamás volví a cocinar, la recordaba cada vez que lo hacía.
Kaoru dijo esto con una expresión muy triste en su rostro, Shinko la miró un tanto triste, sabía que la estudiante honoraria vivía sola con su acaudalado padre, pero nunca se imaginó que la madre de Kaoru había fallecido.
-¡ohh! Vaya. Replicó Shinko.- No sabiendo esto.- Que la madre de Kaoru había desaparecido, Shinko intuyó que probablemente la chica debía sentirse sola en esa mansión, sin la calidez de su madre, y con la indiferencia de su padre.
Shinko afortunadamente se había quedado con su madre, y ella, a pesar de su trabajo como enfermera, siempre encontraba tiempo para que ambas la pasaran juntas. Y Shinko disfrutaba mucho hacerle la comida para su trabajo o cuando regresaba de este. Pero, ¿y Kaoru se sentiría sola a pesar del lujo y el dinero? La chica siempre había concebido a la albina como una abeja reina, hermosa, perfecta, y un tanto caprichosa. Pasando ayer unos momentos con Kaoru sobre su licantropía, tratando de tranquilizarla, y luego teniendo a la albina en su casa, Shinko se dio cuenta de que Kaoru lejos de ser caprichosa, rica y consentida, era todo lo opuesto. Muy amable, dulce, la cual verdaderamente le preocupaba haber herido a Shinko las veces e n las que ella se transformó en una mujer loba. Las dos chicas estuvieron comiendo hasta que Kaoru miró el piano que yacía al frente de ellas.
-Me dijiste que sabías tocar el piano ¿no?
-emm- si.
Kaoru tomó su mano y le dijo con una sonrisa en mano, que la siguiera. Las dos muchachas se sentaron enfrente del piano, y la joven albina le dijo.
-Vamos toca algo.
-¿Qué yo? Pero, pero Nagisa-san. Yo...
-Vamos. La animó Kaoru,-
Shinko no estaba segura, pero colocó sus manos sobre las teclas y comenzó a tocar el piano. Era una canción romántica que había escuchado hace mucho tiempo. Kaoru complacida le preguntó.
-¿Qué canción es?
-¡oh! En realidad, es una que aprendí hace mucho tiempo. Me aprendí la melodía.
Kaoru asintió, pero la joven le preguntó.
-¿y te sabes la letra? ¿podrías cantarla? Preguntó la muchacha encantada.
Shinko sintió que sus mejillas se ponían rojas, no es que ella no cantara bien, pero si estaba enfrente de alguien más, la joven sentía que iba a desafinar. Shinko le dijo.
-Es que podría desafinar, nunca he cantado delante de otra persona.
La albina le dijo con mucha suavidad tomando su mano.
-No vas a desafinar. Solo confía en ti misma.
Shinko echó un suspiró y comenzó a tocar, mientras se preparaba para cantar.
Quién sabe cuándo el amor comienza
Quién sabe qué lo hace empezar
Un día simplemente esta allí, vivo en tu corazón
Se desliza en tus pensamientos
Se infiltra en tu alma, te toma por sorpresa
Y toma todo el control.
Tratar de negarlo, e intenta protestar
Pero el amor no te dejará ir..
Una vez que te haya poseído
El amor nunca muere
El amor nunca decae
Una vez que te ha hablado, el amor es tuyo
El amor nunca se desvanece
El amor nunca cambia
Los corazones pueden romperse, el amor perdura
Los corazones pueden romperse, el amor perdura.
Y tan pronto como te somete, entregas carne y huesos
Ese amor cobra una vida más grande que la tuya
Te usa a su antojo, y te lleva a la desesperación
Y te obliga a sentir más alegría de la que puedes soportar
El amor te trae placer y el amor te trae dolor
Y, sin embargo, cuando los dos se hayan ido
El amor se mantendrá.
Una vez que ha hablado, el amor es tuyo
El amor nunca muere
El amor nunca cambia
Los corazones pueden romperse, el amor perdura.
El amor nunca muere
El amor continuará
El amor seguirá latiendo
Cuando te hayas ido.
El amor nunca muere una vez que está dentro de ti
La vida puede ser pasajera, pero el amor sigue vivo.
Shinko miró a su compañera, quien le sonrió, y dijo posando su mano.
-Es una hermosa canción. ¿sabes? Deberías unirte al coro de la escuela, sería lindo tenerte con nosotras.
Shinko expulsó una risilla, y dijo.
-¿Qué dices? No soy tan buena.
Kaoru se echó a reír de forma tan suave y relajada, Shinko no lo había notado antes, pero la abeja reina poseía una hermosa risa.
-Ja, ja. Con semejante canción que cantaste y la forma en la que tocas el piano se me hace que me estás tomando el pelo.
Las dos rieron ante los comentarios de la albina, mientras seguían tocando el piano. Cuando el timbre sonó las dos salieron del salón de música, como ninguna de las dos deseaba que sus amigas supieran que habían estado juntas, Kaoru se fue por otro lado, mientras que Shinko decidió subir las escaleras. Pero finalmente, ambas llegaron a la clase de biología antes de que la monja a cargo se presentara.
La monja que se encargaba darles biología era una mujer rechoncha con mejillas gordas y rojas, vestida con el hábito usual, la monja dio unos golpecillos al pizarrón, y dijo con una voz calmada y suave.
-Buenos días a todas.
-Buenos días, profesora Kikuchi.
Después de que las alumnas tomaran la hora de su clase biología, la maestra les dijo a las alumnas.
-Bien niñas. El siguiente proyecto que harán en equipo será el 70% de su calificación final, junto con el examen de 80% que harán dentro de quince días.
Asuka dio un soplido de frustración mientras se acercaba a su novia, y le decía en baja voz.
-No puedo creer que estos pingüinos nos dejen un montón de tareas.
Ante la mención del apodo que la pelirroja le estaba dando a las monjas, una de las chicas de atrás, Hikari Horaki rio por debajo, Mari solamente rodó los ojos ante los comentarios de su novia. Shinko por otra parte estaba al frente poniendo toda la atención a la clase mientras seguía las instrucciones que la monja maestra les estaba dando a las alumnas. La hermana Kikuchi prosiguió a explicarse.
-Bien, niñas. Harán equipos de dos. Así que por favor formen sus equipos, y les daré un tema en concreto.
Las chicas asintieron mientras que se acercaban a las chicas con la que harían equipo, Shinko suponía que tanto Mari como Asuka se quedarían juntas, mientras que probablemente Hikari haría equipo con alguna otra chica del salón. Realmente, Shinko no tenía muchas opciones, por lo que probablemente le tocase trabajar sola. Cuando la hermana Kikuchi dio por sentado que todas las alumnas ya habían hecho sus equipos les preguntó una por una los equipos que harían. Cuando la monja le tomó la palabra a Kaoru ella se levantó y dijo.
-Shinko y yo seremos compañeras.
Todas las presentes se quedaron viendo a la abeja reina, incluyendo a algunas de las amigas de la preciosa chica albina, esto por supuesto, no puso muy contenta a Midori la cual de uno de sus ojos de mosca comenzó a temblarle en un tic, lo cual siempre pasaba que se ponía furiosa. Kaoru sabía que esto pondría furiosa a su amiga Midori Kitakami pero la ignoró, de todas maneras, la albina nunca quiso ser amiga de Kitakami, su padre se la había impuesto desde siempre. Keel Lorenz le había dicho a su hija que siempre eligiera a Kitakami como su compañera de proyecto, pero después de ver lo que hizo Shinko hizo por ella, además la hermosa canción que le compartió, Kaoru sintió la necesidad de rebelarse, aunque sea una vez, de su padre. Todo sea para pasar más tiempo con su nueva amiga. La chica no titubeó ante su decisión, incluso la hermana Kikuchi le sorprendió esto último.
-Nagisa-san.. ¿escuché bien.. tú?
-Si, hermana. Shinko y yo haremos el trabajo.
Las otras alumnas cuchichearon entre ellas, Shinko también se sorprendió por la acción de Nagisa, ella supondría que la joven popular haría el trabajo con Kitakami como siempre lo hacía, pero esta vez, Kaoru decidió cambiar. Shinko no lo podía creer, ¿realmente Kaoru haría eso? Kaoru por otra parte lucía muy convencida, cuando las muchachas se acercaron a la monja para entregar sus nombres del equipo, Shinko estaba muy impresionada. Kitakami por supuesto había hecho equipo con Motoko, pero a pesar de que había conseguido a alguien, la pelirrosa estaba completamente enojada por el equipo que habían formado Shinko y Kaoru, las dos muchachas se acercaron para darle un papelito con sus respectivos nombres a la hermana Kikuchi. Esta les sonrió y les dijo que su tema sería la fotosíntesis.
Al final de la clase, tanto Shinko como la abeja reina se reunieron afuera de la instalación, mientras que las otras muchachas salían charlando con sus respectivos equipos. Kaoru estaba un tanto sorprendida por lo que su compañera había hecho.
-Ka...Kaoru. ¿me elegiste tu compañera?
Kaoru le dio una sonrisa y dijo.
-Me parece que es una buena oportunidad para que las dos nos conozcamos más.
Shinko estaba impresionada por esto, no esperaba que tras comer juntas en el descanso y que la chica le cantara aquella canción en el piano, Kaoru decidiera acercarse más a ella. La joven Ikari le impresionaba aquello.
-Pero yo.. es que..
-¿no quieres que hagamos el proyecto juntas? Inquirió un tanto desconcertada.
-No, no es eso. Bueno es que tú siempre lo haces con Kitakami ¿no crees que se moleste?
Kaoru dio una rápida mirada a Kitakami quien se había reunido con Motoko para hablar sobre el proyecto, la pelirrosa le dio una mirada sobre no entender qué sucedía, recordando que la pelirrosa había sido la instigadora de la golpiza que había recibido Shinko la otra vez, eso solo pudo provocar en Kaoru un tremendo coraje.
-Y a quién le importan los sentimientos de Kitakami, nosotras haremos el proyecto. Declaró Kaoru.
Shinko estaba impresionada por ello, ¿será que Kaoru tampoco le agradaba esa pesada de Kitakami? Era una posibilidad, pues de entre sus amigas, Shinko siempre había notado que con Kitakami el trato que Kaoru le daba era muy diferente al que le daba a Motoko y Sayaka, como si la albina estuviese con Kitakami solo por compromiso. Shinko teorizaba de que tal vez, que la pelirrosa debía ser una prima lejana de Kaoru, y por eso ella la incluía en su grupo de amigas.
Shinko no dijo nada más, y tratando de hacer caso a las palabras de Kaoru, decidió que lo mejor era concentrarse en el proyecto que ambas tenían por hacer. Shinko se puso un cabello tras su oreja y le preguntó.
-Emm. ¿Dónde desearías que nos reunamos? Podría ser en tu casa.
-¿mi casa? Inquirió Kaoru un tanto asustada.-
Shinko no esperaba aquella reacción por parte de su compañera de clase, Shinko se apresuró a sugerir la suya.
-¿o prefieres en la mía? Preguntó Shinko.
Kaoru solo asintió, al parecer, le incomodaba tener invitadas a su casa, esa era otra de las cosas que Shinko no quiso preguntarle a su compañera. Ya que lo que menos deseaba ella era que su reciente amistad se viese maltratada por su excesiva. La peliblanca le dijo.
-Por favor, Shinko. Disculpa, pero me es imposible ofrecer mi casa.
-Ahh. Está bien, no te preocupes. Replicó.
Kaoru le dio una sonrisa y dijo.
-Bueno debo ir a mi clase chino avanzado. Te veré después ¿sí?
-Claro, Kaoru.
Shinko se quedó contemplándola al irse, echando un gran suspiro, Shinko también se iba a su siguiente clase. Entre tanto, Kitakami estaba cruzándose de brazos, completamente enojada y enfadada por lo que Kaoru le acababa de hacer. Motoko al verla enojada la contempló y le dijo.
-¿Midori-san? ¿Qué sucede?
Midori echó un bufido de enojo, puso sus ojos furiosos en Motoko, y le dijo.
-Llama a Sayaka, y contacta a Rei. Esa muchacha llamada Shinko, sabe demasiado acerca de nosotras.
-¿nosotras? ¿tendremos que eliminarla? ¿te ha dicho algo el señor Keel Lorenz? Preguntó Motoko.
-No aún. Pero Kaoru se está alejando de nosotras y eso no es bueno. Replicó Midori.
Motoko solo siguió las indicaciones que le había dicho Midori, y llamó a la prima de Kaoru, Rei Ayanami Nagisa, diciéndole que era un asunto importante que requería la atención de todas las lobas. Así que Motoko, Sayaka y Midori se escaparon de las instalaciones para encontrarse con Rei en el bosque. A pesar de que Midori había recibido órdenes sobre hacer que Shinko Ikari se apartara del camino, el señor Lorenz no había especificado de qué forma. Lo que haría Midori sería mentirle a la prima de Rei para que ella fuese y asesinara a la joven Ikari. De esa forma, Shinko se apartaría para siempre del camino, y Midori volvería a estar junto a Kaoru, como debía ser.
En medio de la pradera, solamente tres jóvenes estaban en ella, no había nadie en el exterior, ni siquiera el sonido de una ardilla, al parecer como las lobas eran depredadoras habían asustado a cualquier animal que pudiese ser una potencial presa. Sin embargo, a lo lejos pudieron escuchar el sonido de una camioneta todo terreno de color negra. La camioneta se detuvo no muy lejos de la pradera, y de ella se bajó un hombre con traje el cual abrió la puerta de la camioneta; de ella se bajó una joven muy hermosa de piel pálida, ojos rojos, y cabellos azules celestes. La joven se acercó a las tres chicas.
-Vine tan rápido como lo dijeron. ¿Qué ha ocurrido?
-Rei-san-. Buenos días. Lamentamos por haberte sacado de tu escuela. Pero tenemos noticias. Es sobre tu prima.
-¿Kaoru? Inquirió Rei preocupada. -¿Qué ha pasado con mi prima? ¿Está bien?
Midori prosiguió a explicarle a Rei lo que estaba sucediendo.
-Rei-San. Shinko Ikari ya descubrió que Kaoru es una loba, se ha transformado delante de ella. Y estuvo a punto de atacarla. Pero eso no es lo peor..
-¿lo peor? Inquirió Rei..- de entre su mirada seria, la muchacha de cabellos azules se vio alterada.-¿Qué ha ocurrido?
-Rei. Shinko Ikari ha amenazado a Kaoru con rebelar el secreto a las monjas. Ella planea contarle al mundo lo qué Kaoru es. Por ese motivo ahora Shinko ha empezado a extorsionar a Kaoru, desea que se quede con ella todo el día, de lo contrario se lo dirá a todos.
Rei contempló esa situación muy seria, las otras dos muchachas giraron su mirada hacia Midori Kitakami quien se mantenía firme en sus mentiras agregó. Rei que trató de mantener el secreto de su familia a salvo anunció.
-En dado caso, conviene asustar a la chica para que deje en paz a mi prima.
Esto no le había gustado a la pelirrosa cuyo uno de sus ojos empezó a temblar, la chica se apresuró a decir con incredulidad.
-¿asustar? Inquirió Midori.-¿Rei-san? ¿sólo vas a asustarla?
-No quiero correr riesgos innecesarios, Kitakami. Respondió la chica no cambiando su expresión.
-Riesgo innecesario es permitir que Shinko Ikari siga respirando. Rei, ella vio a tu prima transformada en loba, y ahora está chantajeando a Kaoru. ¿realmente vas a permitir que Shinko Ikari se siga saliendo con la suya?
-Estás hablando de asesinar a una estudiante, Kitakami. Eso es muy serio, y solo nos traería más problemas.
Kitakami sabía que lo que decía Rei era la opción más sensata, pero el odio que Midori sentía hacia Shinko era más fuerte que cualquier sentido común. Amparándose de las palabras que Keel Lorenz le había dicho la noche anterior, Midori declaró.
-Tú tío me dijo que nos deshiciéramos de ella. Qué la apartáramos del camino. ¿lo vas a desobedecer Ayanami?
Rei Ayanami se sorprendió por lo dicho, luego miró a las otras dos muchachas quienes se miraron entre sí. Rei echó un suspiro, si su tío lo había ordenado, no había nada qué se pudiera hacer para salvar a la infortunada muchacha.
-Muy bien. Si mi tío lo ordena, nos desharemos de Shinko Ikari.
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