Mis terrones de azúcar, aquí les traigo un pequeño detalle por el cumpleaños de Sisifo de Sagitario, del año 2022... Jijijiji, ya casi dos años serian sin nada, pero solo diré algo... Ya vamos terminando ese año, ya pronto el 2023 y claro que espero tardar menos cada vez.

Sin mas... Les dejare con el lindo capitulo del día de hoy, que desde luego tiene relación con todo el desmadre que se ha estado haciendo como un enorme fanfic, que ya verán como ira.

Disfruten la lectura.

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-Papá, ¿Porque no podemos ir a felicitar al abuelito Sísifo?-

-Mis pequeños geminicitos, es que su abuelo El Cid está platicando con él-

-Esto no es justo- El pequeño Argus, hace un puchero y se cruza de brazos muy molesto –También queremos darle abrazos al abuelito Sísifo- Frunce su ceño, sentando en el piso en señal de protesta.

El sagitario en turno, les sonríe con ternura a sus pequeños niños, qué los termina abrazando a ambos, para ser retenidos en no ir a buscar a su abuelito.

-Lo sé Argus, pero mi padre, quiere pasar un tiempo a solas con él- Les intenta explicar de la forma más amable y dulce posible -Me pidió que le diéramos tiempo, ya que también le quiere dar un reglo especial- Les quiere hacer entender las razones de lo adultos.

-Pero ¿Qué más especial puede ser, que pasar su cumpleaños con sus hijos y nietos?- El león dorado también se encuentra con los brazos cruzados, estando bastante serio. Se nota que es familia de los niños, pues hace pucheros muy similares a los de sus sobrinos, con la diferencia que él ya es un adulto y esos comportamientos en él ya están muy mal vistos.

-Aioria, no seas así— Marin de inmediato lo regaña.

Con sollozos fingidos se dirige a su esposa y con la mirada triste la abraza, ocultando su rostro en su hombro -Es que yo quería ser el primero en felicitar a papá- Infla sus mejillas solo para seguir haciendo su berrinche –Pero nuestro padre nos ganó—Sin duda parece un cachorro llorón.

La pelirroja niega con la cabeza, mientras la bebé que carga en sus brazos mira divertida a su papá -Aioria, ni siquiera Pyrena se comporta así de berrinchuda- Tiene que hacerlo razonar, aunque le divierta mucho este comportamiento de su esposo.

Aioria, levanta su mirada para ver a la Asiática, para luego acariciarle los cabellos rojizos a su niña -La diferencia es que a ella nunca le han quitado a su mamá- Asiente indignado -Y a nosotros si nos lo quitan y en su cumpleaños no nos dejan verlo.

-Tampoco exageres Aioria- Saga intenta mejorar el ambiente, aunque le desespera tanto el comportamiento de su cuñado -Solo quieren pasar un tiempo a solas. No tiene nada de malo que disfruten una mañana sin nietos o hijos berrinchudos- Esto último diciéndolo en voz más alta, y fijándose en él castaño claro con cierto desprecio.

Se defiende de inmediato -Yo no soy berrinchudo- el león buda y se cruza de brazos bastante molesto.

-Yo tampoco soy berrinchito mami- El gemelo menor frunce su ceño, y adopta el mismo gesto que el león dorado, lo cual le da mucha gracia a los presentes, ya que tío y sobrino se parezcan tanto.

Sin embargo el gemelitos mayor, aun serio y pensativo llama la atención de su papá -Pero... Papi...-

-¿Qué ocurre Sander?- Aioros como siempre atento a sus niños.

-No entiendo- Niega con su cabecita varias veces -¿Por qué el abuelo El Cid quiere que nuestro abuelito Sísifo esté lejos de nosotros?- Está un poco triste -¿Hicimos algo malo, para que se fuera?- La inocencia de los más pequeños, claro que a veces afecta a su corazón y piensan cosas que no son.

Le sonríe al mayor de sus bebés -Oh, no, no, no. Mi pequeño Sander. No hicieron nada malo-

-¿Entonces?- Su genuina confusión es evidente.

Aioros sabe que ante esos hermosos ojitos heredado por su amado Saga le es imposible resistirse -Bueno... A veces los adultos cuando se quieren mucho... Desean tener un momento a solas y juntos para demostrarse cuanto se quieren- De nuevo una explicación rápida pero bastante certera

-¿Así como mami y tú?- El mayor pregunta, ladeando su cabeza, aguantando sus lágrimas.

-Así es- Asiente decidido Sagitario.

Es una explicación bastante vaga y se puede decir simplista, pero... Contiene en si una enorme verdad.

Pues, justamente en ese momento, en las afueras del santuario, junto un hermoso lago de agua cristalina, donde las flores y árboles dejan ver sus últimos pétalos y frutos antes de que el invierno por completo gobierne el lugar.

Una pareja de antiguos dorados están contemplando la belleza del prado, los dos solos, sentados sobre una manta de color café, con caballitos y cabras dibujados.

El hombre de cabellos castaños, se encuentra sentado en medio de las piernas de un pelinegro, el cual lo rodea con bastante fuerza entre sus brazos, mientras acaricia levemente los antebrazos de su amado, al igual que le dedica pequeños besos en la nuca.

Le provoca pequeñas cosquillas al antiguo centauro y risitas de felicidad, que se ocultan en sus labios al sentirse avergonzado.

-El día de hoy estás muy romántico- Alza una ceja, ladeando su cabeza para ver a su amoroso esposo.

-Solo quiero darte todo el amor que no pude en mucho tiempo- No deja de acariciarlo, de besar cada centímetro de piel que tiene expuesta el castaño, de darle mimos. Es simplemente que el tiempo trascurre a lado de su amado Sísifo y nada más le importa ahora.

-Bueno... Tú siempre me has dado tu amor Cid– No puede evitarlo, necesita besar los labios de su amado Capricornio.

Levemente gira su cabeza hacia su dirección, para toparse con esa mirada profunda y una pícara sonrisa, para besarlo.

A lo cual el antiguo capricornio no protesta y acepta ese contacto.

Es un momento tan tranquilo, cómodo, hermoso y fugaz, donde ambos al fin pueden pasar una mañana a solas. Pensando como si fuera los viejos tiempos, aunque ahora una enorme familia son parte de sus vidas diarias y eso no lo cambian por nada.

Al romper el beso, los jadeo son muy evidentes, pero las sonrisas son más amplias -Lo qué más extrañe todo este tiempo, fueron tus besos mi corazón-

Su mirada morada se llena de picardía y pasión al ver a su centauro -Ahora te los daré toda la vida- Un beso en la mejilla, mientras lo sigue abrazando con una inmensa necesidad. Como si con esto recordara aquel temor que tenía sobre que una guerra los separe –Ya no existe nada que me lo impida, ni siquiera mi seriedad o timidez- El pelinegro, deja que un leve sonrojo se proyecte en sus mejillas al pensar en cómo era su comportamiento antes de lograr declarar sus sentimientos.

Sin embargo, aquel castaño le dedica una sonrisa, para darle un tierno beso en los labios de manera fugaz –A mí me gusta mucho cada parte de ti, tu seriedad, tu timidez, tu manera responsable de ser, me has robado el corazón de diferentes maneras que no puedo evitar enamorarme a cada segundo de ti- Sísifo, jamás deja de dedicar su profundo amor tan abiertamente a su amada cabra, quien solo se mantiene en silencio, tan enamorado de ese hermoso centauro que le expresa su cariño.

-Igual yo... No puedo, ni quiero dejar de amarte- Decide entonces sujetar ambas manos del castaño, llevándolas a su rostro para besarlas –Con una simple mirada, con tu sonrisa y risa, con tu noble corazón, lograste ablandar el mío, llevándolo a un instante de infinita alegría, que despertaste aquello que nunca creí posible sentir- Desde que se ha enamorado por completo de Sísifo, jamás ha dejado de dedicarle profusas palabras de amor, y a la vez darle algo que ha estado esperando en su bolsillo desde hace tiempo.

-Se supone que nosotros como caballeros dorados, jamás deberíamos mostrar debilidades, nunca ser perturbados, mantener nuestra temple, nuestra calma en todas circunstancias, pero... Cuando estamos juntos, cuando solo nos comportábamos como dos amigos, como dos personas cercanas, sentía que podía relajarme, podía sentir algo más importante que solo mi deber- Suspira para sonreír tenuemente, sin dejar de tener a su amado Sísifo adelante de su pecho, mientras entre románticas palabras le coloca algo en su muñeca –Tú me diste una esperanza de volver a ser feliz a lado de quienes quería en ese momento. Aliviaste mi antigua tristeza, sostuviste mi mano cuando necesite calidez en mi corazón, sentirte a mi lado me brinda siempre paz, me hace creer que todo aquello que deseaba al fin es posible y tú...- Deposita un beso en la cabeza del castaño -Sísifo, con tu presencia a mi lado, hiciste que todas mis preocupaciones se esfumen, por eso... Siempre he deseado darte toda esa felicidad que siempre me entregaste y atesoro- Se siente tan nervioso y aun cohibido de declararse de una manera distinta, una vez más a su amado.

El corazón de ambos late al unísono, los nervios invaden sus seres, pero su alegría se manifiesta con tímidas sonrisas, rostro y orejas sonrojadas –El Cid, que bellas palabras dices- Lo conmovido del corazón de Sísifo es algo que no se puede ocultar.

-Es todo lo que mereces que te diga- Levanta la mano derecha del cumpleañero para besar el dorso de la misma -Además... No quiero volver a perder la oportunidad de decirte lo importante que eres para mí- Se aferra aún más al castaño, teniéndolo entre sus brazos y piernas, abrazándolo mas fuerte para darle a entender que nunca más se vaya de su lado.

Comprende de donde viene ese miedo que oculta, pero no piensa decirle nada, solo demostrarle que lo entiende con acciones –Jamás volveremos a estar lejos uno del otro, nunca nos vamos a alejar, nunca dejaremos que pase de nuevo- Sísifo, decide girarse, para tener al pelinegro de frente, aunque aún permanece entre sus brazos, apoyándose de sus rodillas y manos para verlo directamente a los ojos –Nuestra vida juntos seguirá así para siempre, Cid... No te preocupes... Nosotros tenemos un lazo muy profundo e inquebrantable, que jamás nos permitirá alejarnos- No puede evitar derramar una lagrima de alegría al ver esos preciosos orbes violetas que solo reflejan el inmenso amor que le ha tenido toda la vida.

-Nuestro amor, nuestra familia, nosotros mismos- Sus manos sueltan ese tonificado cuerpo, para acariciar el contorno de ese precioso rostro, dándole su admiración absoluta –Te amo Sísifo-

-Yo también te amo El Cid, te amo más que mi vida entera- Sus ojos levemente se fijan en aquello que su amado dejo sujeto en su mueca y le parece algo realmente hermoso, que no puede evitar elevar su mano y admirarlo con más cercanía -Es precioso-

Asiente, con su seriedad de siempre y leve vergüenza –Nuestros nietos me ayudaron ha hacerlo-

Aquel objeto que rodea por completo la muñeca del castaño, es una hermosa pulsera tejida de hilo rojo, siendo del mismo material que la cinta en su cabeza, es sencilla, pero posee unos cuantos detalles que le parecen sumamente hermosos –Sagitario y Capricornio-

-Buscábamos algo especial, esos pequeños dijes los encontramos en una de esas tiendas que ahora existen y... Creo que representan muy bien, lo que nosotros somos y sentimos...- Nervioso narra su sentir y el significado, intenta probar en seguir expresándose más ante Sísifo.

El sagitario observa su bello regalo, y cada detalle la parece aún más hermoso que el anterior, un símbolo simplemente único, que le recuerda que su familia está conformada por ese enorme sentimiento que inicio porque un capricornio se enamoró perdidamente de un sagitario hace tantos siglos, y ese puro amor sigue estando latente en sus corazones al día de hoy.

Sus ojos verdes admiran y sujetan su regalo, mientras su postura aun es estar de rodillas, con una bella sonrisa en su rostro.

-Sé... que es un presente muy pequeño... Y que tal vez esperabas más, pero...- Es callado rápidamente por unos ansiosos labios que saben al dulce de miel favorito del capricornio, sorprendiendo este último, pero apartándose a la brevedad de él.

Para en el instante en que rompe su unión y un hilo de saliva los sigue conectando, ve la preciosa sonrisa que siempre lo inspiro a seguir adelante –Es el regalo más maravilloso del mundo, que atesorare de por vida, mi querido Cid... Gracias por entregarme cada día tu amor incondicionalmente- Sonríe, sonrojándose, sintiéndose que está en el lugar que siempre debió estar, en donde nadie nunca ocupara su lugar, en done nadie podrá volverlo una sombra que no merece nada en este mundo.

El Cid, le muestra a Sísifo que él tiene un lugar en este mundo, que es necesario, que sin importar lo que los demás piense, él no es la sombra de su hermano mayor, sino que es... El más valioso ser del mundo, un hombre hermoso, valiente, leal y que sin él, sí Sagitario no existiera, Capricornio perdería su razón más grande para seguir adelante.

Ambos hombres, solo quieren ese momento único, juntos, mientras siguen expresando sus emociones, donde dejan que su amor hable, su alegría surja y los recuerdos demuestren todo lo que transcurrió para llegar al día en donde pueden disfrutar de una fresca mañana de otoño, en el cumpleaños del centauro, sin que nada más los pueda perturbar, solo estar bien a lado de la persona que más aman en esta tierra.

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Buenos días, tardes, noches, ¿Que hora es? ¿Quién me a robado el reloj? ¿Como están mis terrones de azúcar?

Espero que les gustara este pequeño One Shot especial por el cumpleaños del centauro antiguo jijijiji.

Y claro que se necesitaba algo hermoso entre él y su cabra seria jajajaja.

El Cid y Sisifo hacen una muy hermosa pareja.

En fin, aunque ya paso hace mucho tiempo... Nunca es tarde y claro que le vamos a cantar la canción oficial de la familia terrón de azúcar.

Un día feliz para ti, hoy es tu cumpleaños si que si, felicidades Sisifo, tu cumpleaños si que si.

Un día feliz para ti, hoy es tu cumpleaños si que si, felicidades Sisifo, tu cumpleaños si que si.

Ahora si les he dado bastante contenido casi a diario, así estaré en cuanto el tiempo y mis obligaciones me permitan, espero que les guste.

Sin mas me despido, gracias por su apoyo.

Los mega quiero a todos.

Ammu se va.