capítulo dos
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Pasaron seis días y el príncipe cumplía dieciséis años ese veinte de Julio, hubo una gran fiesta privada en el palacio en donde Mateo tenía planeado rechazar al príncipe Gerardo; y echarlo de su fiesta, le parecía muy graciosa la idea.
El salón estaba lleno de personas que llegaban de diferentes naciones a felicitar al príncipe Mateo, al gran soberano del gran reino que seguramente se casaría con un gran rey se decía el público entre susurros.
El Rey León sabía que era la oportunidad perfecta, así que cuando llegó el carruaje de Gerardo lo recibió con los brazos abiertos, Mateo se encontraba husmeando el delicioso y gran pastel de cumpleaños que el chef tenía para él, estaba a punto de comerlo con un tenedor a escondidas cuando un consejero lo interrumpió diciéndole que su padre lo llamaba.
Cansado de recibir invitados solo quería ir a saludar y volver a acechar el pastel de cumpleaños.
Caminó hasta la sala en donde se estaba dando la fiesta y paró un metro ante su padre acompañado de la repentina presencia de Gerardo, fue entonces que Mateo trató de tranquilizarse repitiendo en su mente la excusa para no casarse.
Sentía que no lo veían y era correcto, solo conversaban entre sí, ya no era tan divertido para Mateo..
ー hum, Mateo hijo ーel rey volteó a verlo y Mateo respiró hondo y acercó.
ーme llamaste, padre.
ー sí, quería presentarte a uno de nuestros invitados más importantes, el príncipe Gerardo de Francia es heredero a la corona Francesa.
ー mucho gusto Príncipe Mateo usted es adorado en todas las partes del reino ー se presentó Gerardo besando la mano de este.
ー y cómo asegura eso príncipe Gerardo...
ー porque además su padre me ha contado mucho de usted
ー mi padre es un mentiroso, ¿usted sabía que él mintió sobre las riquezas del nuevo continente?
ー yo creo que su padre es muy sincero y que.. cumplirá con su palabra
ー basta, Mateo, hijo he decidido que es muy buena idea presentarte en un día tan especial como este a tu futuro esposo.ー dijo su padre.
ー ya me lo venía venir de un viejo como tú...
ー yo le recomendaría respetar a su padre, el rey ー sugirió Gerardo.
ー vos te callas ... ー murmuró Mateo.
ー.. creo que deberían conocerse mejor, los dejo y que disfrute de la fiesta príncipe Gerardo ー dijo el Rey por última vez antes de irse a platicar con el rey de Inglaterra.
ー Re-Rey, no me deje sólo... ー susurró Mateo.
ー parece que nos vamos a casar Mateo ー dijo Gerardo sonriendo.
ー no dé eso por seguro... ーhizo una expresión seria.
Mateo enfadado por su padre y por arruinar su fiesta de cumpleaños le pidió cortésmente y a la vez no, que Gerardo se marchara. Y así lo hizo pero solo para tratar de conquistar el corazón del joven Príncipe con la cortesía, lo que a Mateo no le difama.
El día era lo peor pero solo por la presencia de Gerardo, sabía que se casaría y que terminaría como un objeto en una sala de estar. No quería serlo.
Pero valió la pena ponerse de malas al probar el pastel que tanto había observado por minutos antes de que un francés que posiblemente solo se perfumaba le arruinara el día.
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