Líbrenme

Aquí ta', disfruten

Por Lucy:

Cuando me desperté estaba en una lago y me dolía todo el cuerpo, estaba atada a una cadena que no me permitía salir del agua; trate de romperla, pero me fue imposible y mientras lo intentaba escuche unas voces con unos pasos, así que me hundí hasta el fondo y me metí en una cueva, entonces escucho el salpicar del agua y sentí como de la cadena era jalada para afuera de la cueva trate de poner fuerza pero al ser mi aleta la que estaba atada fue un intento inútil, cuando salí vi que eran los dos tipos que me habían sacado del barco de Natsu y probablemente la razón por la que se estaban comportando tan extraño, cuando me vieron intentando sacarme vi que sonrieron y yo solo sentí un escalofrío; cuando llegue hasta donde ellos estaban me agarraron de los brazos y me sacaron a la superficie.

Al salir vi a todos los tripulantes del barco que me había secuestrado, y en medio de todos estaba un hombre gigante con barba y de un cuerpo altamente tonificado, a su lado veía a una muchacha de hermoso cuerpo y cabello lacio largo y de color negro con una gran sonrisa al igual que todos los demás; me quitaron la cadena y trate de escaparme al instante pero el rubio me agarro los brazos y el pelinegro la aleta y me levantaron llevándome a la orilla y agarrándome para no irme.

-Miren al increíble tesoro de ese estupido barco de haditas- todos rieron ante esto

-Suéltenme, malditos ya verán dejen que Natsu llegue y todos ustedes arderán- dije enojada retorciéndome tratando de librarme de su agarre

-Cállate, maldita- dijeron todos entonces los chicos que me tenían sujeta me aventaron hacia donde todos estaba la tripulación los cuales al tenerme en el piso me empezaron a golpear, tenía tantas heridas y perdía sangre tan rápido y que empezaba a sentir los hijos pesados, pero en eso me jalan del cabello levantándome, yo solo pude resistirme a darles el placer de escucharme gritar y vi que la que me había levantado era la misma chica que estaba al lado del señor del medio

-No te nos vayas a dormir tan rápido pequeña sirenita- dijo mientras se reía

-Dicen que las escamas de sirena se venden muy bien en el mercado- dijo el señor alto de antes con una navaja en una mano, entonces vi como todos levantaban sus espadas y gritaban con ánimos de victoria

-¿Qué va a hacer?, suéltenme, déjenme- grite, para mi y todas la sirenas nuestras escamas son lo que nos da vida sin ellas no podríamos nadar en agua y respirar (incluyendo resistir la presión de las profundidades)

Llore al sentir como me encajo la navaja y empezó a arrancarme las escamas del costado izquierdo, yo solo gritaba y me trataba de zafar pero todo era en vano, entonces...

Mañana publico otro pedazo y pasado el otro así que disfruten, el buen inicio de este mes

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