23.




Megan estornudó varias veces debido al polvo que se había acumulado en la que fue la casa de Derek, en el camino se había tranquilizado tanto por el tema de Derek ocultándole información como el tema de Isaac desmayado, este último porque Derek se había encargado de explicarles que era relativamente fácil y rápido lo que haría para sanar al beta.

—No sigues viviendo aquí —Scott aclaró lo que era obvio por las condiciones en las que se encontraba la casa.

—No, el condado me la quito, pero hay algo aquí que necesito para sanar una herida hecha por un alfa —Megan rio provocando que ambos hombres lobo voltearan a verlo.

—Ahora pregúntale dónde se ha quedado —Derek le miró con el ceño fruncido y la rubia estaba casi segura de que le escuchó gruñir, Scott miró a ambos y cuando estuvo por abrir la boca Derek le interrumpió.

—Ni siquiera lo pienses.

—Yo no iba a preguntar nada —carraspeó y reformuló sus palabras—. Pero Isaac ya sanó.

—No en el interior.

—Oye, ¿vas a decirme quién era ese? —Derek se mantuvo en silencio y Megan dejó lo que hacía para ver también al de ojos verdes—. El Alfa

—Una manada rival, es mi problema, sé que quieres ayudarme y lo hiciste, te debo una. Vete a casa —Meg miró molesta al hombre lobo, otra cosa que le había ocultado—. Vuelve a ser un adolescente —Scott asintió y se mantuvo en silencio, la única chica ahí dejó de ver al adolescente creyendo que este estaba por irse.

—Así que, "manada rival" y "es mi problema" —esta vez fue el turno de Derek para abrir la boca para hablar, pero Megan lo interrumpió igual como él había interrumpido a Scott, un karma instantáneo desde el punto de vista de la chica—. No, si dices algo estúpido sería tu segundo strike, el no contarme sobre la manada rival es el primero, no lo arruines Hale.

—Oye, Derek. Si quieres pagare ese favor, ahora hay algo que podrías hacer por mí —el adolescente cambió de tema con el fin de no estar presente en una discusión de la que creía era una pareja, aunque no estaba seguro y no iba a preguntar.

—¿De qué se trata? —dejó las plantas en manos de la rubia—. ¿Puedes hacer que la esencia de esto lo consuma? —la chica soltó una risa burlona, antes de hacerle una señal a ambos hombres lobo para que se acercasen.

—¿Quieren ver algo muy cool? Tal vez no tenga la fuerza de los hombres lobo, pero en definitiva soy más genial —con la humedad del lugar creó una esfera de agua y dentro de esta se encontraba las plantas que Derek le había dado, los hombres lobo vieron como poco a poco esta comenzó a tomar un color lila gracias a la esencia, Megan movió sus manos de tal manera en que toda la esencia dejó las plantas y acercó el agua a la mesa para dejar las plantas ya marchitas fuera del agua.

Tanto Derek como Scott admiraron los movimientos del agua en las manos, algo que ninguno había visto antes, Megan tampoco sabía que podía hacer aquello, no hasta que empezó a ir a la veterinaria para que Deaton le hablase más sobre su madre y las sirenas, aunque solo había logrado que este le enseñara cosas que no sabía podía hacer, ninguna información sobre su madre.

—Increíble —Scott miraba todo como si de un niño se tratase, el mundo sobrenatural no dejaba de sorprenderle y creía que hasta el momento Megan el ser sobrenatural más impresionante que ha conocido.

—Si crees que eso es increíble, espera a ver esto —colocó la esfera de agua sobre el pecho del beta hasta que esta se introdujo por completo al cuerpo del chico—, está dentro, pero ahora puedo sacar todo —sus manos en ningún momento dejaron de moverse, sentía el agua pasar por la sangre del chico y cuando por fin sintió que aquello había funcionado alejó su mano del pecho de Isaac y con ello un líquido negro salió del pecho del chico, siguió con ello hasta que terminó de sacar aquello que había mantenido a su primo inconsciente. Tiró el agua al suelo y recargó sus manos en sus rodillas, su respiración era agitada, aunque pareciese algo fácil tomaba parte de su energía lo que le dejaba cansada, como si hubiese corrido sin parar.

—Está respirando correctamente —Derek sonrió al ver lo que Megan era capaz, se acercó a ella y dejó algunas caricias en la espalda de la chica, esta soltó una pequeña risa mientras se colocaba derecha.

—Ahora vamos a hacerle un tatuaje a estecachorro, espero Melissa no se desmaye cuando se entere.



Megan acaricio por últimas veces los rizos de su primo antes de separarse de este para caminar hacia los tres hombres ahí presentes, Stiles había llegado minutos atrás y por lo que sabían Isaac despertaría en poco tiempo. Admiró con una sonrisa los ojos rojos de Derek, podía pensar a veces que el hombre lobo era un idiota o tenía complejo de Alfa, pero al final siempre era el mismo, era Derek Hale, el hombre que le gustaba y mucho.

—Si ya veo. Son dos bandas, ¿cierto? —se escuchó la afirmación de Scott—. ¿Qué significa?

—No lo sé —soltó un suspiro, explicarlo en voz alta era más complicado de lo que creía—, es solo algo que tracé con los dedos —aprovechó el polvo acumulado en la mesa para trazar dos círculos, uno más grande que el otro y encerraba al más chico.

—Minimalista, me gusta —Megan habló y después miró a Stiles—. Son sencillos, llenos de emociones y duelen menos.

—Espera, ¿tienes un tatuaje? —el chico miró curioso a Megan quien solo sonrió para después juntar sus labios y hacer un movimiento con su mano aparentando un zipper, cosa que dejó más intrigado al chico, no podía evitar dejar su imaginación correr pensando en dónde estaría aquel tatuaje si es que la chica tenía uno.

—¿Por qué es tan importante para ti? —ignoró por completo la plática de aquellos dos.

—¿Sabes lo que significa la palabra tatuaje?

—Marcar algo —contestó Stiles orgulloso de saber el resultad y aquel orgullo aumento en cuanto Megan le sonrió.

—Bueno, eso es en Tahitiano. En samoano significa herida abierta —Megan miró a Scott mientras se acercaba a él colocando su mano sobre el hombre del adolescente, sabía a dónde iba esto—. Sabía que quería tatuarme al cumplir los dieciocho años, siempre he querido uno, solo que decidí hacerlo ahora porque sería como una recompensa.

—¿Por qué?

—Por no llamar a Allison todo el verano —soltó un suspiró y colocó su mano en la de Megan como agradeciéndole el apoyo, no solo en esos momentos sino también el que le había brindado en el verano, la chica se había ofrecido a ayudarle para controlar sus impulsos de adolescente enamorado. Scott y Megan habían pasado el verano entre actividades como maratón de películas o actividades al aire libre con tal de despejar la mente del chico, además de que aquello había servido también para Megan para evitar la angustia que le ocasionaba la repentina desaparición de sus betas—. Aunque en realidad quería hacerlo, a veces fue difícil no hacerlo, quería darle el espacio que ella quiere, Meg me ayudo con ello —volvió a suspirar derrotado y regreso su mano a su rodilla como si recuperara el aire—, pero ahora cuatro meses después es como...

—Una herida abierta.

—Si

—Meg, ¿puedes darme el soplete? —la chica asintió antes de caminar hasta uno de los burós que aún seguía en pie y de este sacó el soplete—. El dolor va a ser peor de lo que nunca has sentido —tomó entre sus manos el objeto.

—Sabes podrías mentirle, aunque sea un poco para evitar que salga corriendo —bromeó Meg provocando la risa nerviosa de Stiles.

—Qué bueno.

—Hazlo —Derek miró a la rubia antes de pasar su vista a Stiles.

—Stiles, deja de verle el trasero a Megan —encendió el soplete dejando claro que le lastimaría, Megan soltó una carcajada ante los celos de Derek, no podía molestarse con Stiles, menos cuando le vio sonrojado y tartamudeando disculpas.

—Y-yo no estaba viendo su trasero, estaba... viendo su pantalón ¿Qué talla eres? No porque yo quiera uno, porque soy un hombre —movió sus manos con nerviosismo—. Ya saben Melissa puede que quiera un par, no porque los necesite, sino... me callo —cerró la boca de golpe.

—Hormonas. Tranquilo Stiles le daré el dato de mis jeans a Melissa —siguió riendo y Stiles se maldijo internamente, siempre quedaba en ridículo frente a las chicas.

—Bueno esto es una señal para que me vaya, yo los espero afuera —Stiles caminó con rapidez intentando huir de aquella escena y también evitar ver a Scott siendo quemado por un tatuaje.

—No, tú vas a sostenerlo —le retuvo Derek—. Megan te ayudará, aunque tengo el presentimiento de que ella lo tomará mejor que tú, solo intenta no desmayarte —tanto Megan como Stiles

—Ay por dios —la voz de Stiles tembló.

—Por favor no te desmayes, no necesitamos a otro chico inconsciente —Megan miró a Stiles antes de regresar su mirada a Derek este hizo un leve asentimiento con la cabeza, Megan suspiró antes de hacer que sus ojos brillasen, del suelo comenzaron a formarse lazos de agua que de golpe hicieron que las muñecas de Scott quedasen inmóviles, así podrían estar seguros de que este no se movería y haría que el tatuaje quedara mal. Los gritos de Scott no se hicieron esperar en cuanto el fuego hizo contacto con su piel, se movía bruscamente provocando que un par de veces tanto Megan como Stiles trastabillaran, pero no le soltaron en ningún momento.



Megan miró fijamente a Stiles antes de que ambos movieran sus manos, ninguno parpadeó hasta que Stiles se quejó de nueva cuenta, llevaban un par de minutos jugando "piedra, papel o tijera" y solo había logrado ganarle dos veces a la chica, ahora este le debía veinte dólares y un Mocha cada mañana, debía dejar de distraerse con la chica si deseaba jugar.

—¿Puedes dejar de jugar con él como si fueras una adolescente?

—Perdóname, señor maduro. ¿Quieres que mencione tus decisiones como adulto maduro? Porque sales mal parado tomando en cuenta los cachorros que tenemos a nuestro cargo —Megan recargó su peso en la mesa y lograron escuchar un "auch" por parte de Stiles que se hizo el desentendido en cuanto giraron a verlo. Megan sonrió triunfante al ver que Derek no dijo otra palabra, escucharon como alguien tomaba una bocanada de aire por lo que giraron a ver a Scott quien recién despertaba tras desmayarse por el dolor provocado por su tatuaje.

—Funcionó.

—Felicidades, ahora eres un hombre lobo adolescente tatuado.

—Eso sonó mejor en tu cabeza, ¿cierto? —Meg palmeó el hombro de Stiles.

—Sip —remarcó la "p" y se acercó a Scott para ayudarle a levantarse.

—Iré a ver a Isaac —avisó la rubia antes de caminar haca la otra habitación en la que aún se encontraba Isaac.

—Estás molesta —Derek le había seguido, sabía que debía hablar con la chica, sabía que le debía explicaciones y que no era lo único que le había ocultado, pero a su punto de vista lo hacía para protegerle.

—Excelente, Hale. Muy listo, después te doy tu estrellita dorada —quitó un par de rizos del rostro de Isaac.

—Puedes por favor mirarme —se acercó a la mesa, Megan rodó los ojos para después mirar fijamente los ojos verdes de Derek—. Quería protegerte, no lo dices, pero sé que has estado sintiendo dolor en las noches, las pesadillas no ayudan tampoco, solo no deseaba mortificarte más.

—Alto —levantó su mano izquierda a la alto del rostro del hombre lobo para evitar que siguiese hablando—. Bien, puedo entender el que pensaras que lo hacías por mi bien, pero Derek he visto demasiadas películas y series como para saber que el "ocultar información para no lastimar a alguien" —hizo el ademán de comillas con sus manos—, nunca funciona, al contrario, empeora todo. Te recuerdo que tienes un strike y espero que se quede así.

—Pintaste la puerta. ¿Por qué pintaste la puerta? —la voz de Scott interrumpió su conversación, Megan frunció el ceño al no haberse percatado de ello.

—Ve a casa Scott.

—No vayas a casa Scott —contradijo la rubia mientras caminaba hasta los adolescentes provocando un suspiro por parte de Derek, estaba en problemas.

—¿Por qué solo de un lado? —sacó sus garras y empezó a quitar la pintura con ellas.

—¡Scott!

—Uno no pinta la puerta de un solo lado —agregó Meg mientras miraba a Scott quitar la pintura, no tardaron en ver lo que la pintura ocultaba y la garganta de Megan se alejó de la puerta casi por instinto, no sabía en qué parte había visto aquel símbolo, pero un sentimiento amargo se albergó en su pecho en modo de advertencia.

—Las aves en la escuela. El venado de anoche —mencionó cada suceso extraño—. Como la noche que me pisotearon los venados cuando me mordió el Alfa —no tardó en crear su propia conclusión—. ¿Cuántos son Derek?

—Una manada. Una manada de Alfas —Megan trastabilló y tuvo que sostenerse de Stiles, sintió pánico, aquello no era nada bueno para nadie, pero para ella en particular era catastrófico, era una sirena, los alfas tiempo atrás asesinaban por tener una sirena junto a ellos, ¿Qué le esperaba si una manada de alfas se enteraba de su existencia? Nada bueno de eso estaba segura.

—¿Bromeas? Derek Hale más te vale estar bromeando.

—¿Todos lo son? ¿Cómo? —Stiles sostenía a Megan por el antebrazo asegurándose de que esta no cayera.

—Supe que hay una especie de líder, se llama Deucalion.

—Perfecto, no solo una manada, sino que los Alfas tienen un líder. ¿Algo más que quieras darnos a conocer? No lo sé, como que hay hadas en Beacon Hills —masajeó su entrecejo sintiendo el dolor de cabeza provocado por toda la información que le fue dada de golpe.

—Sabemos que tienen a Boyd y a Erica. Peter, Isaac y yo los hemos buscado durante 4 meses —miró a Megan en modo de disculpa, él quería decirle todo, pero Peter junto a Isaac le había persuadido para no hacerlo, el primero porque le aconsejó tener a la sirena lejos de las garras de la manada de Alfas y el segundo porque no deseaba preocupar a su prima quien no la había pasado bien por las noches desde la desaparición de Erica y Boyd, Megan había tenido pesadillas y dolor físico que muchas veces esta no recordaba, pero Derek si siendo que le había tenido que quitar el dolor varias veces mientras dormía.

—Vete a la mierda, Hale. Esto equivale a más de tres strikes, espero busques donde dormir porque acabas de ser vetado de mi casa —Derek quiso detenerla en cuanto le vio caminar hacia la salida, pero se detuvo en cuanto vio que los ojos de la chica brillaban y le dejó irse, no era un buen momento para intentar arreglar las cosas. Megan estaba más que furiosa, todos esos meses preocupada por Boyd y Erica cuando pudo haber ayudado en su búsqueda, todos esos meses llenos de pesadillas y sentirse agobiada al no saber el paradero de su primo cuando Derek sabía en dónde estaba exactamente.

Definitivamente los problemas estaban llegandonuevamente a Beacon Hills, solo debían rezar por no ahogarse en ellos.






. . .

Espero les guste el capítulo nuevo.

Seh, traigo peleas entre Derek y Megan, pero recuerden que las reconciliaciones a veces son buenas, si es que las hay... suspenso.



Pelirroja W


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