21.
El llanto de Lydia resonó en todo el lugar mientras abrazaba el ahora cuerpo inerte de Jackson, Derek se encontraba a un lado de Megan e inconscientemente le había abrazado por los hombros, necesitaba despejar su mente y de alguna manera tener contacto con la chica le ayudaba, también tenía su mano derecha posada en el hombro de Isaac todos sintiendo el dolor de Lydia a través de sus lágrimas.
—¿Dónde está Gerard? —Allison había sido la primera en notar la ausencia de este.
—No debe estar muy lejos —Chris estaba seguro de ello, no tras el Wolfsbane que su cuerpo aun intentaba expulsar.
Stiles intentó acercarse a Lydia en cuento esta había dejado el cuerpo de Jackson, pero el ruido de algo filoso rasgar el suelo le detuvo, de hecho, a todos los detuvo sin entender lo que ocurría, lo siguiente dejó a todos aún más desconcertados, Jackson abrió los ojos, ahora estos eran de un azul brillante, este se levantó como si nada y soltó un gran rugido, Jackson estaba vivo y se había convertido en un hombre lobo para sorpresa de todos.
Megan miró de reojo a Stiles quien parecía llorar y esto mientras miraba a Lydia que abrazaba a Jackson con fervor como si este fuera a desaparecer en cualquier momento, vio el momento en el que Scott miró a Stiles notando lo mismo que ella, más Stiles no dudó en responder aun cuando no se dijo ni una palabra.
—Rayó mi Jeep —eso sí que sacó una sonrisa en la rubia, ese chico siempre le sorprendería de ello estaba segura.
Todos habían salido del lugar como si nada hubiera sucedido, tomando distintos caminos, algunos creían que se merecían un descanso, pero otros tenían cosas aún por resolver, entre ellos se encontraba Megan, que no sabía qué haría, había llegado en el auto de Derek, pero tras aceptar que este le gustaba se sentía como una chiquilla que con una mirada del hombre lobo sentía las ganas inmensas de no dejar que sus miradas se cruzaran por miedo a que este supiera en ese momento sus sentimientos.
—Vamos, te llevaré a tu casa —Derek se colocó frente a ella sacándola de sus pensamientos, más se desconcertó al no recibir si quiera una mirada o una respuesta con palabras, la rubia solo había asentido antes de caminar para subirse en el asiento del copiloto del auto, algo no estaba bien.
—¿Podemos pasar a comprar algo de beber? Muero de sed —Peter sonreía mientras caminaba hacia el auto, al menos hasta que Derek le detuvo.
—Tu, irás con Stiles —señaló a Isaac, el chico miró a Derek a punto de replicar, pero una sola mirada le hizo callar y caminar hasta el auto de Stiles, Isaac ni siquiera preguntó solo se subió aun cuando Stiles se quejó—, y tu... realmente no me importa —Derek dio media vuelta dejando a Peter ahí y se subió al auto.
—¿Y Isaac? —Megan también evitó preguntar por Peter, al igual que ha Derek poco le importaba lo que le sucediera a este.
—Irá con Stiles, yo te llevaré a tu casa y lo encontraré después —explicó brevemente para después encender el auto y dar marcha, a diferencia de otros viajes este se mantuvo en silencio, Megan no habló, no cantó y a penas y se movía, Derek por otro lado no preguntó nada, solo le observaba de reojo, al menos no hasta que se estacionó frente a la casa de la chica—. Meg, algo te ocurre ¿Te lastimaron? —a pesar de que se había estado asegurando durante el camino que la chica no tuviera algún corte u golpe grave no pudo evitar empezar con esa pregunta.
—Estoy bien —se limitó a contestar mientras tomaba la manija de la puerta—. Gracias por traerme, descansa Derek —con esta corta despedida abrió la puerta y bajo del auto, Derek la miró caminar hasta la puerta de la casa por la ventana del copiloto antes de dar un golpe en el volante y gruñir, en verdad aquella chica le volvía loco, bajó del auto, trotó hasta ella y le tomó de los hombros antes de que esta abriera la puerta de su casa.
—Dime que te pasa, tú no eres tan callada, no has lanzado ningún comentario sarcástico y por más que estos me molesten —Megan le miró por primera vez durante todo el camino, le miró mientras sentía su espalda estar a menos de cinco centímetros de la puerta, le miró sin decir nada cosa que desesperaba a un más Derek quien carecía de paciencia la mayor parte del tiempo.
Megan solo pensó en una cosa, misma que le había estado carcomiendo la cabeza desde antes de salir de la bodega y aun con el semblante serio hizo lo que llevaba planteándose, tomó a Derek desprevenido tomándolo del cuello y estampando sus labios con los de él, los ojos esmeraldas de Alfa no podían estar más abiertos ante el repentino ataque de la chica, más cuando el beso se volvió demandante por parte de la chica cerró los ojos y le siguió el beso. El beso no era tierno y lento, ellos no eran unos chiquillos dando su primer beso, eran adultos que sabían lo que hacían y querían, por lo que el beso era salvaje, apasionado y demandante por ambas partes, luchaban por mantener el mando a tal grado que la espalda de la chica ya se hallaba contra la puerta y sus piernas habían dejado de tocar el suelo gracias a que Derek le había tomado de los muslos para que las piernas de esta se encontraran ahora entrelazadas en la cintura de este.
Ninguno se había dado cuenta de cuanto habían deseado aquel beso hasta ese momento, Megan sabía por qué le besaba, pero desconocía si Derek le devolvía el beso por la misma razón, por otro lado estaba Derek que a pesar de aun encontrarse sorprendido por los besos algo subidos de tonos que se encontraban dándose en la entrada de la casa, no tenía en mente separarse aún, más aquello le fue imposible en cuanto sus pulmones les exigieron separarse, mantuvieron los ojos cerrados con sus frentes pegadas, sus respiraciones agitadas se mezclaban.
—¿Qué? —a penas y pudo preguntar Derek, hubiera querido formular mejor su pregunta, pero seguía ido por lo que acababa de pasar.
—Solo no digas nada, por favor —Meg se mordió el labio, lo que había pasado por fin le había caído como una cubeta de agua, ahora sí que no se atrevía a verlo por lo que mantuvo los ojos cerrados.
—Meg.
—Por favor —su susurro hizo que Derek abriera los ojos para verla, el ceño de la chica se encontraba ligeramente fruncido—. Me gustas, ¿de acuerdo? —soltó sin más, sin dudarlo, si su corazón sería lastimado prefería que fuera en ese momento que seguir con ello—. Me gustas maldita sea, pero no quiero que me correspondas solo por compasión, por favor si me vas a romper el corazón hazlo ahora que solo es un gusto, por favor. Haremos como si nada hubiera pasado, un desliz, nada más —Derek se mantuvo en silencio, Megan soltó un suspiro creyendo que aquella era la respuesta del chico, mas no se esperó sentir que acariciaba su mejilla, abrió los ojos con tal de ver lo que ocurría y lo que vio le dejó sin palabras, Derek estaba acariciando su mejilla con suavidad, pero lo que le había dejado muda era la manera en que le miraba, los ojos del chico eran para ella los más expresivos que alguna vez pudo ver y en ese momento le miraba de una manera inexplicable para ella y la sonrisa de este le hizo flaquear de tal manera que estaba segura de que si sus piernas no hubieran estado siendo sujetadas por él ya hubiera caído.
La chica quiso decir algo más, pero esta vez fue el turno de Derek de sorprenderla robándole un beso, pero a diferencia del primero, este era más tranquilo y ese beso sí que le robó el aliento a la chica, que no pudo evitar suspirar en medio del beso, Derek sonrió complacido y se separó de ella.
—¿Eso te da una respuesta clara? —Megan negó ligeramente y Derek volvió a besarla esta vez con más ímpetu—. ¿Y ahora? —la chica volvió a negar divertida—. No soy el tipo de persona que demuestre lo que siente, no soy bueno expresándome, puedo desesperarme con facilidad, pero Meg, yo no pienso romperte el corazón, no deseo hacerlo y no sé si sea correcto esto, pero no puedo simplemente ignorar el que me vuelvas loco —quitó un mechón de cabello del rostro de la chica posándolo detrás de su oreja—, y no hablo de la manera en la que te empeñas en llevarme la contraria o que te empeñas en hacerme enojar, tú me vuelves loco, tu mirada, tu sonrisa y ahora tus labios. Me empeñé en creer que este sentimiento era solo por el lazó que ahora nos une como manada —la risa de la chica le detuvo, Meg le tomó de las mejillas acercando aún más su rostro al de ella.
—Basta, estas sonando demasiado cursi y ese no eres tú, tú eres un lobo gruñón, que habla poco y actúa más.
—¿Acaso esa es una insinuación?
—No lo sé, tú dímelo, estamos en la puerta de mi casa besándonos y no es como si nuestra posición actual no fuera muy comprometedora —la sonrisa traviesa de la chica solo consiguió una sonrisa arrebatadora por parte de Derek.
—Oh mierda —una tercera voz les hizo mirar hacia el jardín de la casa encontrándose con un Scott algo sonrojado y que evitaba mirarlos, sí que le había sorprendido llegar a su casa tras terminar con Allison y ver a su vecina besarse fervientemente con Derek— Hola, Meg —sonrió apenado, la chica sintió su rostro arder y como si Derek tuviera algún tipo de virus le empujó hasta que ella por fin estuvo de pie y caminó hacia Scott bajo la mirada esmeralda de Derek quien también se sentía abochornado por la situación más no lo demostró nuevamente ocultándose tras un rostro serio y cruzarse de brazos mientras se recargaba en la pared de la casa para tranquilizar su pulso y respiración para que estas pasaran desapercibidas por Scott, más este ya lo había notado desde minutos atrás.
—Scott, ¿Qué haces tan tarde por aquí? —Meg intentó distraer al chico, aunque sabía que sería inútil, Scott por otro lado prefirió seguirle la corriente, no estaba interesado en saber más detalles de los que había visto y agradecía no haber oído nada.
—Terminó conmigo —a penas y realizó una mueca que Meg tomó como un intento de una sonrisa.
—Oh, Scott.
—Estoy bien, respeto su decisión, lo nuestro es complicado —la chica colocó sus manos sobre los hombros del chico, este era algo alto, pero no tanto como Derek y eso lo agradecía.
—No estás bien, puedo verlo —las manchas ligeramente grises en el aura del chico le mostraban la tristeza que este tenía—, pero lo estarás. Si bien es cierto que el amor a veces apesta, que te lastima y destruye muchas veces, pero uno no muere de amor, no cuando se sabe que es correspondido y las circunstancias son las que les separa —Scott sonrió esta vez agradecido por sus palabras—. Ahora ve a dormir, si sigues así tendré que llamar a Stiles para animarte, tengo una botella ahí adentro que estoy segura de que le hará caer en menos de dos minutos.
—Oh no lo harás —por primera vez habló Derek, si bien confiaba en Scott, pero Stiles era un tema muy distinto, en más de una ocasión le había atrapado viendo a la rubia de una manera no muy grata para él.
—A callar lobo gruñón, esos celos no van en este momento —le retó con la mirada antes de regresar a Scott que les miraba divertido—. Tú también, ni una palabra, ahora ve a tu casa tu madre debe estar preocupada por ti —Scott asintió e iba a empezar a caminar hasta que pareció dudarlo, antes de abrazar a la chica tomándola por sorpresa, pero ella le regresó el abrazo, Meg a veces olvidaba que al final de cuentas Scott, su primo y la mayoría de los involucrados en Beacon Hills con el mundo sobrenatural seguían siendo adolescentes.
—Gracias.
—No agradezcas, cuando lo necesites ven a hablar conmigo, soy la consejera en la escuela, pero ser vecinos debe servir de algo también —se separaron y Scott trotó hasta su casa, le había lanzado una mirada de despedida a Derek antes de entrar a su casa.
—¿Acaso trataras a cada hombre lobo de Beacon Hills como un cachorro? —bromeó Derek en cuanto la vio acercarse a él.
—No a todos, Peter es una excepción, a él lo golpearé cada vez que se lo merezca —se encogió de hombros mientras abría la puerta de su casa, Derek le miraba mientras realizaba esa acción mirando su cabello moverse por el poco viento que había—. Y a ti no te trato como un cachorro, de eso creo que ya te has dado cuenta —giró tras dar abrir por completo la puerta de la casa—, a menos de que quieras que te trate como un cachorro —su mirada divertida con un brillo travieso se encontró con los de él que le miraban fijamente.
—Creo que también he demostrado que no soy un cachorro —apoyó su brazo en el marco de la puerta retándola con una sonrisa de lado.
—Aun no me ha quedado claro, pero créeme Hale, caerás cual cachorro —tomándolo desprevenido nuevamente le tomó del cuello de la camisa e hizo que entrara a su casa y cerró la puerta, Derek Hale irónicamente había entrado a las profundidades del mar y su única compañía era una sirena.
. . .
Por la tanga de Merlín, lo hice. ¡No puedo creerlo, lo hice! Tras veinte capítulos por fin, hay algo de actividad acá, bueno explicaré un par de cosas...
Las cosas entre Megan y Derek si tendrán sus momentos tiernos, puros y tranquilos, pero ellos ya no son adolescentes como Scott y Allison, ellos ya son un hombre y una mujer que son apasionados, que además tienen experiencia en cuanto a parejas se trataba, al menos lo básico tomando en cuenta la personalidad de ambos.
Este cap muestra más sobre el punto de vista de Meg, pero pronto verán el punto de vista del lobo gruñón.
Y, por último, los siguientes capítulos mostraran una relación más estrecha entre Isaac y Meg, habrá más escenas de ellos juntos.
Agradezcan a Odín que he estado poniéndome al corriente y tengo más ideas que amaran, pero también odiaran.
Paz.
Pelirroja W
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